Plan del día
(Estos "planes del día" que pongo al principio de cada etapa son los que teníamos originalmente pensados, pero varios días no coinciden con lo que luego haríamos, ya fuera porque algún sitio nos gustara más, por el clima o por otras razones. Pero bueno, los pongo igualmente por si a alguien le interesan)
Por ejemplo, hoy en Tokyo decidimos no ir a Shinjuku, sino a Shibuya
Amanece en Hakone Yumoto. Nos hemos asegurado de poner el despertador para no llegar tarde al desayuno, que después de lo de anoche seguro que nos echan del hotel si repetimos el retraso...Nos asomamos por la ventana para ver qué tiempo hace y.....nuestro gozo en un pozo. Sigue lloviendo y las nubes están bajísimas, en cuanto subamos un poco estaremos rodeados y no veremos practicamente nada.... En fin, ya que estamos aquí, haremos el recorrido igualmente...
Recorrido típico de Hakone
Nota para la próxima vez: no hacer noche en Hakone, y hacer la excursión desde Tokyo confirmando previamente el tiempo. O eso, o tener más suerte
Bajamos a desayunar a tiempo, y probamos por segunda vez el desayuno japonés. La opinión es la misma que el otro día: está todo bueno, pero como que no nos apetece mucho a estas horas... En cualquier caso, lo probamos todo y salimos más o menos saciados.
Menú del desayuno
Aspecto de la mesa
Recogemos nuestras cosas de la habitación y bajamos a pagar. Nos ofrecen llevarnos hasta la estación y aceptamos, porque está empezando a llover ya. Dejamos las mochilas en las taquillas de la estación de Hakone Yumoto, y cogemos el tren hacia Gora. El recorrido es bastante bonito, entre las montañas, todo muy verde y con bonitas vistas por el lado del acantilado, pero poco a poco las nubes se van transformando en niebla.
En Gora cogemos el tren-cable hasta Sounzan y allí cambiamos al teleférico. Este paseo resulta inquietante por la niebla, porque prácticamente no se ve el cable a diez metros, y mucho menos la cabina que nos precede, así que la sensación es la de ir colgando de un cable que flota en el aire.... y a una altura considerable, porque hacia abajo sí que vemos de vez en cuando...
Grandes vistas
Hacemos la parada obligatoria en Owakudani para olfatear el azufre del volcán y hacer una visita rápida a las tiendas. No compramos los famosos huevos negros, no nos apetecían, pero sí unos cacahuetes que también eran negros, debían de estar tostados en el volcán igualmente. Estaban muy ricos, por cierto.
Volvemos a coger el teleférico para la segunda parte del trayecto hasta Togendai, donde esperamos un ratito para coger el barco “pirata”.
Togendai
Llueve, está nublado....una lástima, porque con buen tiempo las vistas deben de ser realmente bonitas... Como las cosas están así, decidimos bajarnos directamente en Moto-Hakone y coger y ael autobús de vuelta a Hakone Yumoto, donde recogemos nuestras cosas de la taquilla y buscamos un lugar para comer. Nos vamos a ir de Hakone con un regustillo amargo por el tiempo, y pensamos que quizá es mejor plantearse este destino como excursión desde Tokyo comprobando previamente que va a hacer buen día. Pero bueno, las cosas han salido así y ya está.
Cogemos el tren hasta Odawara y allí tomamos el primer shinkashen a nuestro último destino del viaje. El trayecto dura poco más de media hora, y al llegar a la estación de Tokyo nos encontramos en medio de esa vorágine que sí, nos la esperábamos, pero es mucho más aún. Miles de personas a nuestro alrededor caminando en todas direcciones, los anuncios de los altavoces, las musiquitas de los andenes cada vez que un tren va a salir.... Venimos de Madrid, estamos acostumbrados al jaleo de la cidad y del metro, pero a pesar de todo....esto es Tokyo!
Buscamos el andén de la Yamanote (llevaba impresos unos mapitas de las estaciones principales de la línea y fueron bastante útiles para esto, porque sabíamos directamente a qué andén ir sin necesidad de buscarlo en los paneles; los podéis descargar aquí: Mapitas), son tres paradas hasta Okachimachi. De allí a nuestro hotel, el VF Ueno, son apenas 10 minutos andando (salida norte de la estació, giramos a la derecha, seguimos recto hasta el quinto semáforo y luego a la derecha de nuevo a 200 metros lo veis). Hacemos el check-in, nos adecentamos un poco y salimos de nuevo, ya atardeciendo.
De Okachimachi al Villa Fontaine Ueno
Decidimos cambiar de idea respecto al planning (que era ir a Shinjuku; y es que en Tokyo vamos a ir cambiando bastante los planes según nos apetezca) y es que lo que primero queremos ver es el mogollón de Shibuya Así que volvemos a la Yamanote y nos hacemos medio bucle hasta allí y ya desde la cristalera de la estación.. ...flipante... El famoso cruce es un espectáculo hipnótico... Decenas y decenas de personas que se apelotonan en las aceras mientras que pasan los coches y que se lanzan a cruzar en todas direcciones a la vez en cuanto el semáforo cambia de color, en un ciclo que se repite una y otra vez, y que en cada ocasión te lleva a decir: “Mira, mira ahora cuánta gente!! Hay más que la vez anterior!!” Ja! Como si los estuvieses contando....
Salimos de la estación y vemos a Hachiko y a cientos de japoneses a su alrededor, esperando en este lugar de reunión, algunos grupos incluso con carteles para hacerse ver mejor. Nos quedamos quietecitos en un rincón mirando hacia arriba a los anuncios, los neones, las televisiones... Hemos estado en Times Square y tenemos la misma sensación de “!Ooooohhhhhh.....!” que allí..... ¡Es genial!
Al cabo de un rato (creo que nos llevó 20 minutos desde que bajamos del tren hasta que llegamos al cruce, esto no lo tenía programado, jaja!) nos integramos perfectamente en la marea y esperamos en primera línea a que el hombrecillo se ponga verde.... En la acera de enfrente y en las laterales se va concentrando gente y más gente (¡Mira, mira ahora cuánta gente!! Hay más que la vez anterior!! ), pero nosotros tenemos un arma secreta: la estación de tren, que aporta un flujo continuo de gente que se agolpa a nuestras espaldas, así que somos más que ellos... Los coches empiezan a frenar....se paran....los del lado opuesto nos miran....están preparados...y en ese momento nos entra complejo de William Wallace y gritamos: “Pueden que nos quiten la vida... pero jamás nos quitarán... ¡¡¡LA LIBERTAD¡¡¡”
(.... ....)
Bueno, puede que lo gritásemos mentalmente. El caso es que a nuestra señal (mental también, sí) nuestras hordas de japoneses se lanzaron contra las otras hordas de...japoneses. Y... bueno...la batalla quedó un poco deslucida, porque nos limitamos a intentar no chocarnos mucho (lo tienen controlado, cómo fluyen los tíos!) y alcanzar el lado opuesto, cosa que logramos a pesar de ir haciendo fotos por el trayecto (para documentar el combate y tal).
¿Preparados?
¡Al ataqueeeeeee!
En fin, que es un espectáculo. Por supuesto, como buenos guiris nos subimos al starbucks a perder otro rato viendo el espectáculo desde arriba. Nos entretenemos asombrándonos con los enormes camiones con paneles de publicidad que pasan una y otra vez por el cruce, mirando a la fauna urbana japonesa que circula por el lugar, apostando en cada ciclo de semáforo por si atropellaban a algún último rezagado (esta vez sí, esta vez sí, mira éseeeeeeee!!!!!)...... ¿Quién necesita tele teniendo el cruce de Shibuya?
Cuando nos cansamos (tampoco mucho, porque volveremos más días ) salimos a darnos una vuelta por el barrio... Callejeamos por la zona sin ningún destino concreto, entramos en algunas tiendas y grandes almacenes como el famoso Shibuya 109, más que nada para curiosear, y vamos buscando algún sitio para cenar fijándonos en los carteles de la calle y sin olvidar que no hay que mirar sólo el local de la planta baja, puesto que los pisos superiores ofrecen más opciones. De hecho, terminamos cenando en un restaurante que ocupa una tercera y cuarta planta, en el que comemos estupendamente y a muy buen precio.
Con la barriga llena, salimos de nuevo al torbellino de gente, luz y ruido de la calle, y volvemos a cruzar (¡hey, ahora sí que hay más gente que antes, mira, mira!! ). Cogemos de nuevo la Yamanote y volvemos al hotel con la alegría de haber estado en un lugar espectacular...Mañana nos espera un día largo y lleno de cosas por ver, y es un poco tarde, así que....a dormir!!