A las 10 había que dejar la habitación así que aprovechamos para desayunar tranquilamente nuestros pasteles griegos que estaban muy buenos, sobre todo el de chocolate que yo había elegido. Nos hicimos un café y desayunamos de maravilla.
Dejamos las maletas en el hotel y el coche en el parking para disfrutar de las últimas horas en Australia. El día estaba despejado y la ciudad se veía totalmente diferente aunque yo me sigo quedando con Sydney.
Cogimos el Tram 35 y nos llevó directamente a la puerta de la estación.
Fuimos de nuevo a Federation Square, a la Flinders Station, subimos por la zona comercial de la calle Swanson hasta el centro comerciaL Central Station que es bastante interesante. Era una antigua torre que ha cubierto por un gigante cono de metal y cristal y la combinación es bastante bonita. Las tiendas de este sitio son bastante caras y con marcas y tiendas importantes.
Dimos un paseo y salimos por otra puerta para dirigirnos al Queen Victoria Market, un mercado de los de toda la vida, con sus puestos de frutas y verduras, sus pescaderías…Dimos un paseo viendo al fruta, que tenía una pinta estupenda y de precio estaba muy pero que muy bien. De hecho compramos tres plátanos por medio dólar, cuando en otros sitios los vende a un dólar la pieza o como mucho un dólar 2 piezas.
Al salir por la parte de atrás se llega a una especie de mercadillo, con muchos puestos de souvenirs y de regalitos. Para mí el mejor sitio para comprar de toda la ciudad, había bastante variedad y los precios eran muy buenos.
Cuando hicimos las últimas compras nos volvimos al mercado, a la zona de comidas, había tantas cosas que no sabíamos qué elegir. Al final Tere se comió un sándwich de salmón y nosotros un par de Hot Dog enormes con salchicha alemana, su cebollita, su salsa, su queso, su “sauerkraut”… muy, muy bueno.
De allí fuimos a ver la Biblioteca Estatal que es uno de los sitios que más me gustó de Melbourne. Conserva la zona de estudio y lectura original y es impresionante.
De allí fuimos otra vez a Federation Square a sentarnos un rato al sol y ver a los cómicos que estaban actuando y dimos un último paseo hasta el Centro de Arte Moderno y por los alrededores de la plaza.
De camino al hotel entramos en la tienda del acuario porque yo quería comprar un peluche de koala pero de los blanditos y amorosos, como para los bebés, pero claro solo tenían de animales del acuario… al final me voy a ir de Australia sin mi koala amoroso…
Llegamos al hotel, descansamos un rato, nos cambiamos de ropa y nos fuimos hacia el aeropuerto. Tardamos un poco más de media hora, eran sobre las 5 y había bastante tráfico y además no queríamos ir pos las de peaje, son un rollo, son automáticos y hay que comprar por teléfono con tarjeta de crédito un pase de un día o de los que quieras, no hay ni barreras ni nada, si entras y no te enteras y no llamas en las 72 h siguientes te llega la multa. Estas carreteras se llaman City Link y están bastante señalizadas pero por si acaso lo marcamos en el GPS para no ir por ninguna carretera de peaje.
Llegamos al aeropuerto, dejamos el coche y nos fuimos a facturar directamente para quitarnos las maletas de encima. Tuvimos que esperar un poco porque los mostradores de Emirates no estaban abiertos todavía. Una vez que pudimos dejar las maletas fuimos a dar una vuelta y encontré mi koala amoroso…por fin…
El vuelo salió puntual, desgraciadamente para Tere, no pudimos ir los tres juntos, íbamos separados por el pasillo pero a la pobre le tocó al lado una señora bastante cochina y que olía fatal. No os podéis imaginar que peste llevaba a sudor de días, a ropa sucia…encima no paraba de moverse, de entrar, de salir, de coger una bolsa, ahora un pañuelo, ahora al baño… cuando las azafatas venían repartiendo la comida o cualquier cosa, ella selo quitaba de las manos… bueno, horrible es poco… y encima casi 14 horas de vuelo soportando eso…el avión iba completamente lleno y no se pudo cambiar de asiento.
Llegamos a Dubai, donde solo teníamos 2 horas de escala que se nos pasaron volando.
Cogimos el siguiente vuelo, donde todo fue mejor, íbamos los tres juntos sin vecinos desagradables…
Llegamos a Londres a la hora prevista. Recogimos nuestra maletas y nos fuimos a facturar de nuevo para el vuelo de Iberia, ya que los vuelos a y desde Londres los habíamos cogido por separado.
Solo 2 horas y media de vuelo nos separaban ya de estar en casa. A las 20 horas del 7 de Julio llegábamos a Barajas, agotados pero felices de lo bien que había salido todo y de la suerte que habíamos tenido en cuanto al tiempo, a los equipajes, a los hoteles…
CONCLUSIONES
• Podéis pensar que en todo el diario no hago más que hablar de precios, de dinero… era una información que yo buscaba antes de viajar para poder calcular si el viaje era factible, si entraba en nuestro presupuesto y demás y no encontré demasiada, así que por si le puede ayudar a alguien ahí está.• En los vuelos internos no hay ninguna restricción en cuanto a comida ni liquidos en el avión así que nosotros compramos comida para llevar al Uluru, donde todo es carísimo…
• Conducir por la izquierda no es tan difícil como parece. Yo estaba un poco preocupada pero al final en 5 min te acostumbras. Todos los coches, o la mayoría, son automáticos lo que facilita mucho las cosas.
• No vimos ni un solo canguro en libertad, eso sí vimos a los koalas y muy de cerca…
• La visita al Uluru es imprescindible, aunque es lo más caro del viaje, en cuanto a vuelos, hoteles, comida y demás, merece la pena. Reservar un día allí para Kings Canyon, impresionante!
• La amabilidad de la gente es algo que no he visto en ningún otro lugar. Desde el policía de la aduana, hasta la recepcionista del Parlamento, las azafatas, los camareros, la gente en la calle cuando preguntabas algo a alguien… es increíble lo bien que nos han tratado!!!
• Sydney es la ciudad donde me gustaría vivir… aunque estando a 13.000 km….