Empezamos la ruta bajo la lluvia (llovió casi todo el día) en San Millán de la Cogolla, donde hay 2 monasterios, el de Suso (arriba) y el de Yuso (abajo). Para visitar el de Suso hay que pedir cita por teléfono o fax con antelación a la Oficina de Turismo de S.Millán: 941 373 082. Nos dieron cita para las 11:25h, pero había que estar allí a las 11h. La Oficina de Turismo está situada en el Monasterio de Yuso, en el bajo si se entra por el patio o en el -2 si se entra por fuera. Allí pagas los 3€ que vale la entarda y te dicen que 10 minutos antes de la hora estés en la acera para subir al autobús, ya que la carretera está cerrada para coches particulares.
A las 11 y media estábamos arriba. La visita es guiada y dura una media hora o menos. En este lugar vivó el eremita y luego santo Millán (o Emiliano), nacido en el cercano pueblo de Berceo en 473 y muerto en el monasterio en 574. Te enseñan las cuevas donde vivió y el monasterio, que aunque pequeñito, es muy interesante porque allí se reúnen 3 estilos. visigótico, mozárabe y románico. No se pueden hacer fotos en el interior.
Vista del exterior
Vista del monastrio de Yuso desde el de Suso
Bajamos a Yuso y allí compramos la entrada (otros 3€) para ver el monasterio de Yuso. Para este no hace falta reservar y la entrada se compra casi en el mismo sitio que el de Suso, pero está vez 2 pisos más arriba, o sea en el bajo entrando por la calle y en el 2º entrando por el patio interior.
El monastrio de Yuso se construyó en el siglo XI. Aquí se bajaron los restos de S.Millán en 1053 y fue ocupado por monjes benedictinos hasta la desamortización de Mendizábal en el siglo XIX y actualmente por Agustinos Recoletos.
Hospedería
Iglesia (en obras)
Patio
La visita es también guiada
Sala de entrada
Aquí hay una reproduccón de una de las razones por la que es mundialmente conocido este monasterio: Las Glosas Emilianenses
anotaciones que hizo un monje en libros escritos en latín en castellano
(la mayoría) y en euskera
(2 de ellas). Son el primer texto escrito en cada una de estas lenguas.
Claustro
Detalle de la sacristía
Este aparato se llama facistol y servía para poner en él los libros de canto gregoriano y darle vueltas para que los vieran todos los monjes
Arqueta con los restos de S.Millán que conserva bastante marfiles originales a pesar de su saqueo por las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia
Siguiente etapa Ezcaray, pueblo situado en el valle del río Oja y muy recomendado en el foro y otros sitios.
Como llegamos a la hora de comer y la oficina de turismo estaba cerrada, fuimos directamente a comer, no sin antes comprar calcetines en una tienda recomendada por un amigo forero (gracias Mogutu )
Después de descartar el Echaurren y casa Masip (cuando viajo no me gusta comer fuerte si tengo que coger luego el coche), comimos en un restaurante que prefiero no recordar, ya que aunque tenían anunciado el menú por 11€, por ser puente ese día no había (tengo que reconocer que también estaba anunciado ) y comimos comida de menú (nada mala para 11€) a precio de carta. 2 primeros, 2 segundos 2 postres y café. 39 €. Encima al salir del restaurante resbalé (seguía lloviendo) y me senté en los escalones de la entrada, dando con la espalda en el escalón superior, vamos pa' haberme matao
Fuimos a la ya abierta oficina de turismo, cogimos un mapa y dimos un paseo por el bonito pueblo
La antigua estación
El río Oja
La última parada del día la hicimos en Sto Domingo de la Calzada, donde cantó la gallina después de asada . Este conocido dicho hace referencia al presunto milagro ocurrido en esta localidad en la Edad Media, que no voy a relatar aquí ahora . Sabido es la afición que había en esas épocas por tener reliquias de santos milagreros que atrajeran peregrinos.
Aquí ya había dejado de llover. Después de la consabida visita a la oficina de turismo, visitamos la catedral
Volvimos a Logroño ya anocheciendo, aparcamos en el mismo lugar que el día anterior, con bastante más difcultad (se notaba que era víspera de festivo).
Después de tomar un vino y un pincho en Las Cubanas (magnífica recomendación Niness ) fuimos a cenar a la Sidrería S. Gregorio, en la calle del mismo nombre 27. Comimos espárragos 2 salsas de entrante, chuletillas de cordero y solomillo. 2 postres, vino y un pacharán, 83 €. Execelente recomendación, también de Niness. Buena comida, servicio excelente. Muy buena relación calidad/precio.
Para acabar y siguiendo nuevamente las recomendaciones , nos fuimos a tomar una copa en la calle Bretón de los Herreros, concretamente en el Café Bretón.