nfilábamos ya el penúltimo día del crucero con cierta pena (se acababa ya y no lo estábamos pasando genial) pero a la vez ilusionados por lo que todavía nos quedaba por ver.
Llegamos a Katakolon un pequeño pueblo turístico en donde atracó el Zenith en una nueva Jornada calurosa.
En esta escala puedes optar prácticamente por dos opciones; la primera era ir a las playas del mismo pueblo, que a decir verdad, ni siquiera las llegué a ver ero que comentaban que estaban genial o hacer la visita a Olimpia.
Evidentemente decidimos hacer lo segundo, por dos motivos fundamentales: el primero y más importante porque no ibamos a venir al crucero y estar un dia de playa… y el segundo era que tanto Davinia como yo somos profesionales de la educación Física y el Deporte y la visita al origen de las Olimpiadas era algo que nos producía especial ilusión desde que contratamos el crucero.
Así que al igual que en las otras excursiones, después de mirar y leer en los foros de Los Viajeros, contratamos la excursión por una agencia alternativa a la naviera (que era la misma del día anterior en Lecce).
Es una excursión que según muchos se podía hacer perfectamente por libre:
TREN: Pasando el pueblo está la vía del tren y una caseta amarilla que solo tiene puesto el horario de salidas a Olympia. El billete de ida y vuelta cuesta 2€. El tren suele tardar unos 40 minutos, así quien tome el último tren al barco tiene opciones de comer algo a la llegada. La entrada al recinto está a solo 5 min. de la estación, saliendo de la misma a la izquierda.
COCHES DE ALQUILER: En el mismo puerto puedes encontrar una empresa que aluila coches que oscilan entre 40-50 euros según el tipo de coche.
TAXI: Cuesta como unos 60€.
Los dos últimos me parecen muy caros teniendo en cuenta las opciones del tren que es muy puntual.
Nosotros teníamos claro que nos ibamos a dejar de hacer experimentos porque al final la diferencia de precio no iba a ser tan alta como para andar con experimentos y estando en peligro en carretera por un sitio que no conociamos.
Tras subirnos al bus y tras un viaje de aproximadamente 30-35 minutos llegamos a Olimpia.
Decir que la Guía (Eleni) fue muchísimo que el día anterior la chica que tuvimos en Lecce. Era profesional y guía totalmente cualificada. El precio de la excursión fue de 24 euros, creo (entrada incluida).
Una vez dentro hay que pagar la entrada al museo y a la zona arqueológica y es de 9€, los menores de 18 años entran gratis.
Lo primero que vimos fue el Templo de Filipo.
Posteriormente, y justo al lado encontramos las ruinas donde encienden la llama para los JJOO de la actualidad, Templo de Hera.
Tras esta primera toma de contacto, llegamos al Estadio Olimpico, situado al sur del recinto y que impresionaba por su enorme extensión y que ineludiblemente (y con las explicaciones de la guía) te hacías rápidamente a la idea de cómo eran las competiciones en aquella época.
Continuamos Templo de Zeus y la Palestra.
Posteriormente llegamos al museo olímpico, situado en el mismo recinto.
En el museo se pueden sacar fotos generales y no te permiten fotografiarte posando delante de las esculturas (os puedo asegurar que el marcaje es ferreo).
El recinto tiene cafetería y en la salida hay unas tiendas de bebidas y souvenirs.
Algunos foreros recomiendadn que os compréis antes de entrar a las ruinas, un libro donde también está Atenas de los monumentos como estaban antes y como están ahora, explicando cada uno de ellos. El precio ronda los 14€ pero parece ser que es muy interesante para poder apreciar la magnitud de los mismos en aquella época.
Tras finalizar vuelta a katakolon, pequeño paseo y rápidamente al Barco para zapar, camino del último día.