No había tiempo que perder, nos esperaba la Reggia de Caserta.
Como siempre, madrugamos y desayunamos temprano.
Dimos muchas vueltas buscando dónde comprar el billete de tren a Caserta, porque finalmente se adquiría en las taquillas de atención al pasajero por 2,90 € el viaje único, como se puede ver en la foto:
La Reggia[img]www.reggiadicaserta.beniculturali.it/ ...turali.it/[/img] está abierta todos los días excepto los martes, de 8:30-19 h
La estación de Caserta está a sólo 400-500 metros de la estación de tren, y cada media hora salen trenes rumbo a Nápoles.
Horarios de apertura:
APARTAMENTOS: 8:30-19 (última entrada 18:30)
EXPOSICIÓN: 9-18
PARQUE Y JARDÍN: 8:30-14:30 (ÚLTIMA ENTRADA)
Cerca de Caserta hay varios sitios que visitar, pero no tuvimos tiempo:
Podemos ir de Caserta a Santa María Capua en Tren (10 minutos) para ver:
Anfiteatro Campano (9:30 hasta 1h antes de la puesta de sol)
Museo del Gladiador (9-16h)
Mitreo (9-18h)
Museo arqueológico de la antigua Capua (9-19h)
Al llegar a la Reggia, espectacular, cruzamos el edificio para acceder a los jardines.
Entramos sin problemas, pero a la vuelta vimos que estaba controlada la entrada, así que se puede decir que nos colamos “sin querer”.
Hay un autobús que recorre la reggia, pero lo aconsejable es pasear hasta la cascada observando el jardín y las fuentes, para tomarlo a la vuelta.
Nos llevó una hora ir, fotos mediante, hasta la fuente central y la cascada.
Podéis ver algunas de las fotos tan maravillosas del lugar.
La visita termina en la fuente que representa la fábula de Diana, que convirtió a una cazador en ciervo tras tener la osadía de observarla desnuda. Al pobre se lo comieron sus propios perros.
A los laterales están los jardines ingleses, y arriba del todo una cascada espectacular.
Como somos aventureros, vimos un sendero que ascendía hasta sabe Dios donde. Decidimos seguirlo, y tras 15 -20 minutos de ascenso algo peligroso por las resbalidizas caídas de agua, llegamos al punto más alto de Caserta. No hay palabras, espectaculares vistas que quedaron inmortalizadas en algunas fotos en “equilibrio”.
Como dije anteriormente, tomamos el bus (1€) para salir de la zona de jardines y llegar abajo del todo. Visitamos el palacio y demás estancias, y cogimos el tren de vuelta a Nápoles.
En Nápoles hicimos un poco de turismo de transportes urbanos sin tener ni idea, buscando el barrio de Vomero y los alrededores del Castel San Elmo. Nos costó mucho trabajo y nos hartamos de preguntar, pero lamentamos el haber perdido tanto tiempo. Todo el mundo nos indicaba mal cómo llegar a la zona, pero al menos vimos la ciudad.
Desde el Castell San Elmo se divisan panorámicas muy bonitas de todo el golfo de Nápoles. Dentro hay un museo de arte contemporáneo que no merece la pena visitar.
Justo al lado del castillo está la Cartuja de San Martino, que estaba cerrada. Al menos pudimos verla desde el Castillo.
Como anécdota, buscamos el funicular para llegar a Capodimonte, pero nadie sabía cómo llegar. Me lo aconsejaron por las bonitas vistas, pero nos quedamos con las ganas de ir.
Vueltas y vueltas para buscar el funicular, pero nos resultó imposible. Es más, pensaba que el funicular era tipo teleférico.
Nos cansamos y no sé dónde cogimos el metro, pero nos dirigimos a la parada del Museo Arqueológico de Nápoles.
Tienen montada una entrada muy bonita desde la propia estación de metro, donde han expuesto en las salas algunos hallazgos durante las obras de las nuevas líneas de metro napolitano.
El Museo Arqueológico de Nápoles es uno de los más importantes de Europa, y esconde multitud de tesoros que seguro os suenan.
El museo tiene cuatro grandes áreas: la colección Farnesse, colección pompeyana y de alrededores del Vesubio, colección proveniente de excavaciones de Nápoles y Caserta, y objetos de otras colecciones adquiridas por el Museo.
Desafortunadamente, había estancias cerradas desde hacía muchos meses, y que nos obligan a tener que volver (buena escusa, jejeje): Sala de los Mosaicos, Gabinete Secreto, Colección Numismática, etc.
La visita nos llevó algo menos de dos horas, que son suficientes en vista de la cantidad de dependencias cerradas el día de la visita.
Podéis consultar más información en la web del Museo: museoarcheologiconazionale.campaniabeniculturali.it/ ...turali.it/
Visita / tour en 3D: museoarcheologiconazionale.campaniabeniculturali.it/ ...so/tour-3d
Comenzamos por la impresionante Galería Farnesse, situada en toda la zona de la planta baja del Museo. Básicamente está formada por esculturas (algunas de ellas de 4-5 metros de altura) romanas y griegas, muchas de ellas originales y otras tantas copias romanas.Se trata de una colección que Fernando IV heredó de su abuela Isabel de Farnesio.
Alessandro Farnesse, conocido como el “Gran Cardenal”, ostentó una de las mayores colecciones privadas de esculturas antiguas. Posteriormente se convertiría en el Papa Pablo III.
Sin duda, las más impresionantes de estas esculturas son el Hércules y el Toro.
Como curiosidad, el Hércules fue descubierto sin piernas, y éstas fueron recompuestas por un alumno de Miguel Ángel, Guglielmo della Porta. Las originales piernas fueron posteriormente desenterradas y reinsertadas, guardándose y siendo expuestas aun las “provisionales”.
La escultura del Toro es espectacular, y bien merece un visionado detenido para observar todos los detalles y las expresividad de de la misma.
La colección Farnesse sigue con una serie de joyas y piedras preciosas, siendo la más bella e importante la Copa Farnesse, así como retratos y bustos romanos.
Existen esculturas de los alrededores vesubianos, pero aun no se exponen.
La sala de los Mosaicos (entreplanta, salas LX - LXI, LXIII) se encontraba cerrada, y está compuesta por piezas únicas provenientes de las paredes y suelos de Pompeya y Ercolano principalmente. El más famoso de ellos es el que relata la batalla de Issos entre Alejandro Magno y las legiones de Darío III de Persia. Nos quedamos con las ganas de verla, sobre todo
Los mosaicos de la colección de la Casa del Fauno.
El Gabinete Secreto (entreplanta, salas LXII, LXV), en obras, recoge todo tipo de piezas de contenido sexual y sátiro. Ha sido cerrado y censurado en varias ocasiones, pero actualmente puede visitarse sin censura (siempre y cuando no esté en obras, jejeje).
Una de nuestras secciones favoritas es la sala de Villa de los Papiros (primera planta, salas CXIV - CXVII), que recoge multitud de obras de arte que fueron encontradas en la Villa de los Papiros de Ercolano. Seguro que os son familiares las estatuas de los atletas de bronce con los ojos blancos. Lo más espectacular son el par de papiros carbonizados que aun se conservan. El restos se encuentra en la Biblioteca Municipal napolitana.
La arquitectura del Museo es muy espectacular, sobre todo el Salón de la Meridiana (primera planta). Está ornamentado con muchos telares en las paredes, pinturas, frescos (impresionante el del techo de la galería) y la estatua del Atlas de Farnesse (se ve en el fondo de la fotografía, pero no sé si le hicimos alguna de cerca).
El acceso a la primera planta está custodiado por cuatro enormes columnas, un imponente león de mármol y varias estatuas (entre ellas, la de Fernando I).
En la primera planta, sala XCVI, se puede disfrutar de una espléndida maqueta (escala 1:100) del yacimiento de Pompeya, así como otros restos y vasijas. En realidad la mayoría de objetos encontrados en Pompeya están ahora en el Museo Arqueológico de Nápoles.
La zona egipcia (salas XVIII - XXIII) estaba cerrada, así que hay poco que añadir
El la primera (salas CXXVI - CXXVIII) y segunda planta (salas CXLV - CXLIX) está la zona prehistórica y protohistórica.
Tras la visita al Museo tomamos el primer bus que hacía parada en la Piazza Garibaldi.