La salida al final cada día es más temprano, hoy empieza el movimiento sobre las 5 de la mañana, intento seguir durmiendo un rato, pero a las 5,45 me levanto y empiezo tranquilamente a recoger el saco y a preparar el macuto, además de embadurnarme los pies de vaselina sobre todo entre los dedos (esto lo hago todas las mañanas antes de salir), para evitar rozaduras, de momento lo estoy consiguiendo y después de 8 días sigo sin tener ni una sola ampolla. Desayuno en la cocina del albergue un zumo, unos batidos y unas galletas y a las 6,20 me pongo el macuto a la espalda, cojo mi bordón y a caminar. Hoy va a ser una etapa dura aparte de la distancia, porque a partir de Castroverde (kilómetro 8) no hay ni un solo sitio donde poder tomar algo o incluso llenar la cantimplora de agua. El camino lo empiezo con linterna, pues es de noche, salgo solo y voy disfrutando el comienzo del amanecer.
Llego a Castroverde después de ver algunas vacas pastando y que me miraban con unos ojos…..
en concreto esta.
Paro en Castroverde a desayunar sobre las 8 h y coincido en el bar con Merche, Lola, Guadalupe, Toño y Joaquín, que además es su última etapa pues lo deja en Lugo y lo continuará el próximo año. Me tomo un café y unas magdalenas que me entonan todavía más el cuerpo. Salimos todos juntos unos veinte minutos después,
aunque Toño, Joaquín y yo vamos a nuestro ritmo y nos adelantamos. Unos kilómetros más adelante, Toño se para y se queda a esperar a las chicas como terminamos llamándolas, cariñosamente, y seguimos Joaquín y yo. Como se nota que estamos en Galicia, prácticamente en cada pueblo hay uno o varios cruceros, algunos muy bonitos.
La etapa se empieza a convertir en una etapa aburrida e insulsa, en 20 kilómetros no nos encontramos nada en las aldeas, solo unas máquinas de vending que estaban anunciadas con anterioridad como bares.
hasta que llegamos a Lugo, se nos hace eterno más que 8 kilómetros parecen 80. Joaquín para a descansar y a comer algo, pero yo continuo y quedamos en vernos luego antes de que el se vaya ya para Madrid, llegando a los arrabales de Lugo,
me cruzo con una pareja que me dice sin yo preguntar nada que siguiese recto y que suba unas escaleras y entre por el arco de la muralla que voy a encontrar de frente y está el albergue al lado, les doy las gracias y sigo, subir escaleras después de andar 28 kilómetros se lleva muy mal, pero la sorpresa llega cuando termino las escaleras, está el bar Egomundi, sin pensarlo dos veces entro, pues la temperatura con relación las etapas asturianas ha subido unos grados y a estas horas son las 12,45 hace ya mucho calor, y me pido una jarra de cerveza con limón de ½ litro de la que doy buena cuenta, entre tanto veo pasar a Joaquín, al que llamo y entra a tomarse también otra Estrella de Galicia (por cierto muy buena cerveza). A las 13,15 llego al albergue y sigo con la rutina diaria, ducha, colada (hay cola para hacerla) y puesta a punto de los pies. Llamo a Nasdrovia, usuaria del gran foro que es el de los viajeros, para quedar y tomar un café. Me voy a comer al lado de la parada de autobuses y me como un buen plato de patatas con huevos y bacalao, que esta buenísimo, acompañado como no, de una Estrella de Galicia bien fresquita.
Le doy las gracias a la camarera, pues además del revuelto, le había pedido una ración de pulpo con cachelos, a lo que me dijo: “cómete primero una de las dos cosas y si quieres la otra después te la pido” ¡¡ que razón tenía !!
Después de comer y como tenía tiempo, visité la catedral por dentro, donde está la estatua de San Froilan, el patrón de Lugo y la Virgen de los ojos grandes patrona de Lugo.
He quedado con Nasdrovia – Trini – sobre las 16,30 en la Plaza del Ayuntamiento
donde nos presentamos y nos tomamos un café y un chupito, acto seguido me lleva a enseñarme un poco Lugo. Primero nos vamos al Museo de la Ciudad, de camino hacia él, me enseña restos arqueológicos que hay en el subsuelo de la ciudad y que en varios sitios lo han acristalado y se ve la zona.
Llegamos al Museo, y la primera impresión es muy buena, pues es gratis, en Madrid, eso no se lleva y me extraña mucho. Merece la pena dedicarle un buen rato al mismo. Nos hicimos una foto en el claustro para dejar constancia del encuentro
Empieza a molestarme el tobillo izquierdo, esta mañana hubo un momento en que creo que pise mal, pero como iba con las botas no le di mayor importancia, pero ahora que llevo un buen rato de pie y parado, cada vez me molesta más. Terminamos de ver el Museo y me paso por una farmacia que está al lado del albergue y le explico lo que me pasa, me dice que debe ser una tendinitis , que me de un spray de frio y me ponga una tobillera y que haga el mayor reposo posible. Cada vez me molesta más y muy a pesar mío se lo digo a Trini, pues quería enseñarme las murallas y picotear un poco después antes de irme al albergue, no puede ser y me sabe mal por ella que me había dedicado parte de la tarde a enseñarme su ciudad y no pude terminar de verla. (Si lo lees Trini, tengo escusa para volver a Lugo, gracias por todo). Me vuelvo para el albergue y me despido de Trini, me acerco a un Carrefour Express que hay a doscientos metros del albergue y me compro un poco de queso curado, un choricito ibérico y una coca cola para cenar. Hago de vuelta unas fotos de la muralla, pues me pilla de paso y me voy al albergue a reposar el pie.
Me preparo para cenar
y me despido de Joaquín, que ha aprovechado para ducharse y cambiarse de ropa, antes de coger el tren para Madrid. Preparo un poco la etapa del día siguiente hago unas llamadas telefónicas a Ana y a los chicos y pronto a dormir y a descansar, a ver como responde el tobillo mañana.
Hora de Salida de O’ Cadavo Baleira:6,20 h.
Hora de llegada a Lugo: 13,15 (incluyendo parada).
Tiempo Total: 6 h 55 min..
Pulsaciones máximas por minuto: 148
Calorías: 2731
Kilómetros: 32,100
Lugar y precio Comida: Restaurante de la estación de autobuses, fuera de la muralla, no recuerdo el nombre. 9 €uros.
Precio Albergue: 5 €uros