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Hoy teníamos planificado un día muy intenso, ya que por lo caro y saturado que estaba toda la zona debido al Sturgis Motorcycle, íbamos a hacer todo el recorrido que hubiéramos hecho en dos días en sólo uno. Por ello, tuvimos que descartar algunas zonas que nos hubiera gustado visitar, como el Custer State Park o las Wind Cave y Jewel Cave. Otra vez será!
A pesar de todo, nos liamos un poco por la mañana y hasta las 9:20 no salimos de camino. El día había amanecido precioso, cálido y con el cielo azul y tenía buenas vibraciones con este día!
Nos despedimos de las formaciones extrañas de Badlands y en poco más de una hora dimos la bienvenida a RAPID CITY. El camino y la llegada a la ciudad nos puso en antecedentes de lo que sería ese día (e incluso el siguiente): íbamos a disfrutar nuestras visitas acompañados de todo tipo de harleys, desde las más modernas e impresionantes a los artefactos más extraños que haya dado vida alguna mente inspirada.
Foto de harley en Rapid City:
Rapid City es una ciudad agradable, con un centro interesante de edificios históricos. Aprovechamos para dar un paseo con el coche para verlo y nos paramos en las cercanías del hotel Alex Johnson para dar una vuelta. En muchas esquinas de las calles hay estatuas con personajes famosos y los presidentes de EEUU; lo mismo encuentras la de George Washington que a Ronald Regan vestido de vaquero.
Foto de harleys con edificios históricos en Rapid City:
Salimos de Rapid City en dirección al Mount Rushmore National Memorial. No hacía falta ni GPS ni ver la señales, habría bastado con seguir la riada de harleys que se dirigían hacia allí.
Enseguida nos adentramos en el BLACK HILLS NATIONAL FOREST. La carretera recorre un paisaje fantástico, de laderas oscuras repletas de pinos de ponderosa. Dejamos atrás Keystone, un antiguo pueblo minero que vive del turismo que acude a Rushmore, ya que está a 5km.
Foto atravesando Keystone:
Y llegamos al MOUNT RUSHMORE NATIONAL MEMORIAL!! Era una visita que me hacía ilusión, como suele pasar con esos sitios que has visto toda la vida en la tele o en libros y nunca te planteaste que podrías visitar algún día.
La entrada es gratuita, pero cuesta 11$ aparcar. Está muy bien organizado, cabinas de pago ágiles y bien indicado para aparcar, con mucho sitio disponible (el ticket indica la matrícula del coche y es válido para un año).
Una avenida con las banderas de los 50 estados te guía hasta la Grand View Terrace. Y de repente estábamos enfrente de una de las mayores atracciones de EEUU!! Los rostros de los presidentes Washington, Jefferson, Lincoln y Roosevelt, con sus de 18m de altura y tallados en granito en lo alto de una montaña, son impactantes. Y el esfuerzo de una obra titánica con unos recursos alejados de los que podamos disponer actualmente...
Foto desde la avenida de las banderas:
Fotos desde la Grand View Terrace:
El Presidential Trail permite acercarse hasta la base de la montaña, para ver las esculturas más cerca, pasando también por el estudio del escultor.
Al lado, en una terraza, vimos una de las anécdotas del día. Una pareja de moteros estaban casándose allí mismo, con un sacerdote y con un grupo de compañeros como testigos, e incluso un ranger del parque. La novia vestía de blanco con zapatos rojos, el novio de vaqueros descamisado y los invitados con camisetas de Sturgis, vaqueros y bandanas. Nos pareció muy especial para unos moteros casarse a los pies del Mt Rushmore durante la celebración de Sturgis
Foto de la boda motera en Mt Rushmore:
Foto desde la base de la montaña en el Presidential Trail:
En el trail encontramos también un pequeño campamento con varias tiendas indias donde los rangers estaban explicando la vida de los indios, tocando algún instrumento tradicional y mostrando fósiles. Parecía instructivo y había bastante gente atendiendo.
Nos despedimos, con pena, del memorial. Por cierto, estaba repletísimo de gente, casi todos moteros vestidos de cuero y camisetas de Sturgis y destacábamos sobremanera en el maremagnum de moteros. Algo que me ha llamado la atención en este viaje es los pocos europeos (y no digamos españoles) que hemos encontrado, y lo muchísimo que les llamábamos la atención. Me gusta viajar y lo hago bastante en la medida de mis posibilidades y en ningún sitio me ha pasado que tanta gente se me acerque a preguntarme de dónde soy y a decirme después lo sorprendente y guay ("cool") que les parecía que fuéramos españoles cuando se lo decíamos. Desde luego, nunca pensé ser exótica en EEUU y Canadá, y menos teniendo en cuenta la cantidad de latinos que hay allí (en Chicago todos los camareros, conductores de shuttle...), siendo nosotros muy morenos, de ojos oscuros y no muy altos. Misterios de la vida que nos proporcionaron momentos geniales en distintas ciudades, porque ser españoles sólo nos reportó simpatía, buen trato y amabilidad tanto de estadounidenses como canadienses...
El siguiente destino del día era el CRAZY HORSE MEMORIAL y hacia allí nos encaminamos.
Foto de camino con el Crazy Horse Memorial al fondo:
Nos llamaba la atención no encontrar apenas ningún motero con casco, parece que no debe ser obligatorio porque sólo llevaban pañuelos, cintas o incluso sombreros vaqueros, pero casco, lo que se dice casco...
El Crazy Horse es el monumento más grande del mundo con sus 171m, o lo será cuando se termine, que no se sabe cuándo será (y os puedo asegurar que ahí queda muuucho trabajo por hacer, sólo hay que ver la comparativa con el modelo a escala). El escultor empezó en 1948 y desde su muerte en 1982 lo ha continuado su familia, pero lo único realmente terminado es la cara. La idea era tener un monumento dedicado a los indígenas norteamericanos, en contraposición a las esculturas de los presidentes americanos en Mt Rushmore, y para ello se eligió al lider sioux, Crazy Horse, con su caballo.
Es tan grande que se ve desde fuera, pero pagamos la entrada para acceder al recinto (10$ por persona). Aparcamos en el parking, donde había cientos de harleys, y entramos al museo. Pudimos ver fotos antiguas de la construcción y su evolución, distintos artículos de arte indio y el estudio y obras del escultor. También había tiendas de recuerdos y arte, pero, dado el público existente, lo que más atraía a la gente era unas harleys con dibujos grabados del arquitecto y de Crazy Horse.
Foto de Crazy Horse:
Foto de Crazy Horse y el modelo a escala 1/34:
Salimos del memorial y nos internamos de nuevo en el Black Hills Forest. Al pasar por Keystone vimos la estación del tren clásico de vapor de 1880. Seguimos camino hacia el siguiente destino, DEADWOOD, guiados por las motos y acompañados por una sucesión de ranchos y praderas de un verde intenso.
Una fachada de piedra con la imagen de Wild Bill Hickok y una mano de póker nos dio la bienvenida a Deadwood: "Welcome to Deadwood. Resting place of Wild Bill Hickok".
La primera visita fue al Mt. Moriah Cementery (entrada 1$), donde reposan Wild Bill y Calamity Jane. La taquillera, con gran amabilidad, nos dio un mapa para la visita y nos recomendó un sitio desde donde podríamos ver las vistas de la ciudad, aunque los árboles la tapaban bastante. Tras el cementerio, aparcamos el coche en un parking público del centro (de pago, pero muy barato).
Nuestra guía definía Deadwood como un cruce entre Las Vegas y Bonanza, por la mezcla de las luces de las máquinas tragaperras y las fachadas del salvaje oeste. No puedo encontrar mejor definición. Las miles de motos y moteros que había en la ciudad le daban un aspecto más salvaje si cabe. Si en otros lugares éramos "exóticos", aquí no podíamos destacar más si hubiéramos ido vestidos nosotros con las luces de neón
... Hasta las tiendas de moda vendían ese estilo de ropa! El ambiente de Deadwood fue una pasada...Decidimos probar el que se dice que es el mejor saloon de Deadwood, el Saloon No10, en Main Street, que es la calle principal llena de edificios restaurados de la época de la fiebre del oro. El juego es legal en Deadwood, así que, por una parte, el Saloon No10 está lleno por un lado de fotografías (sobre todo de Wild Bill) y artículos de aquella época y, por otra, de máquinas tragaperras.
Fotos de Main Street:
El Saloon No10 es donde se asesinó a Wild Bill mientras jugaba al póker (bueno, realmente estaba enfrente y lo trasladaron tras un incendio). Tomamos un par de hamburguesas y cocacolas en el salón, esperando que se celebrara la recreación del asesinato, que se celebra a las 13, 15, 17 y 19 de mayo a septiembre. Sin embargó, el camarero nos comentó que tanto esa actuación como el tiroteo que se celebraba a las 14, 16 y 18 en Main St se anulaban durante la Sturgis Motorcycle, debido a la gran afluencia de gente. Esto que parece sencillo nos costó mucho de averiguar porque el camarero flipaba cada vez que le preguntábamos por la "recreation of the firegun"... jejeje
Pero fue muy majo y nos selló la mano con un toro como mayores de 21...Foto en el Saloon No10:
Así que cuando acabamos las hamburguesas salimos a dar un paseo por Main St. El bordillo de la carretera era una hilera continua de motos y casi no se podía pasar por las aceras de tanta gente que había. Había algunas motos realmente curiosas.
Fotos de harleys en Deadwood:
El último destino del día era Devils Tower y queríamos llegar a ver el atardecer. Como eran las 19:20, tuvimos que descartar coger Spearfish Canyon Scenic Byway y coger el camino más corto que marcaba el GPS. Cruzamos a Wyoming y a las 20:40 estábamos en las cercanías del monumento.
Foto del perfil de Devils Tower desde la carretera:
Devils Tower es un cuello volcánico espectacular de 386m que se convirtió en el primer monumento nacional de la mano de Roosevelt. Es también un lugar sagrado para muchos indios americanos, aunque, para nosotros, siempre será ese lugar especial de la película "Encuentros en la tercera fase"...
Nos acercamos a la entrada del Devils Tower National Monument (el pase anual que compramos incluye la entrada a este parque) y rodeamos la torre para ir al otro lado, que nos permitiría tener una perpectiva perfecta durante la puesta de sol.
A mí me gustó mucho. No podía evitar la musiquilla de la película mientras la fotografiaba... Los surcos o columnas que presenta resultan muy originales.
Foto de Devils Tower desde la base:
Cuando dejamos Devils Tower, a nuestras espaldas el cielo se iba oscureciendo cada vez más...
Foto del anochecer:
A las 22:30 llegábamos a nuestro alojamiento, el Clarion Inn de Gillette. Tenía una piscina interior y un jacuzzi fantástico, que nos sirvió para relajarnos después de un día perfecto pero agotador...
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