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Nos levantamos sobre las 8 y media; la previsión del tiempo no era buena y después de 24 días empezábamos a acusar el cansancio, así que nos lo tomaríamos con calma...
Fuimos a desayunar a la cocina común de nuestro alojamiento. Tenía mucho encanto, y las vistas desde la cocina eran espectaculares.
Foto desde la cocina del lodge:
Después de desayunar recogimos las maletas y fuimos a dar una vuelta por TOFINO, un tranquilo pueblo turístico que atrae a amantes de la naturaleza, bien para surfear o buscar ballenas, pescar, acampar...
Recorrimos la calle principal, acercándonos a todo lo que nos atraía. La mejor parte, para mi, era la de los muelles en el mar, con tantos islotes enfrente.
Fotos de Tofino:
Nos acercamos a Tonquin Park. Aparcamos y comenzamos a caminar. Las pasarelas de madera estaban llenas de publicidad y donaciones, me pareció una buena forma de subvencionarlas. Llegamos a una preciosa cala
Foto de la playa en Tonquin Park:
La siguiente parada fue Mackenzie Beach. Antes de verla, vimos que eran las 11:45 y llamamos a la compañía de ferries para ver si habían encontrado nuestra tablet extraviada. Tras un rato de conversación en la que no nos entendíamos demasiado bien, nos dijeron que sí, que parecía que la tenían... Bien!!! El karma funciona!!!
Nos dijeron que estaba en Nanaimo y para nosotros era perfecto, porque para ahorrar hoy dormíamos en Nanaimo. Como Tofino era tan caro y al día siguiente visitaríamos Victoria habíamos elegido un punto que nos acercara bastante pero resultara barato. No tendríamos siquiera que desviarnos para recogerla!Así que las fotos en la Mackenzie son bastante tristes, el tiempo y el viento no ayudaba, la verdad. Pero en las que salimos nosotros tenemos una sonrisa de oreja a oreja.
Fotos en Mackenzie Beach:
Un poco más adelante paramos para visitar Chesterman Beach, una gran playa repleta de surfers. Su principal caracterísitica es que enfrente está Frank Island, que sólo es una isla con la marea alta; con la marea baja, como cuando estuvimos nosotros, se puede caminar por la arena hasta ella. Tuvimos cuidado de que no aumentara y nos quedáramos atrapados!
Fotos de Frank Island:
Foto de surfers en Chesterman Beach:
Con esto finalizamos nuestra visita en Tofino. Cogimos carretera de nuevo y nos encaminamos a UCLUELET, un pueblo menos famoso que Tofino, pero también en un entorno ideal de mar, islotes y playas salvajes.
El plan para Ucluelet era hacer el Wild Pacific Trail, o al menos parte de él, los 2.5 kilómetros que hacen un círculo pasando por el faro.
Mapa de Ucluelet y el Wild Pacific Trail:
El Wild Pacific Trail resultó ser un camino espectacular por la costa escarpada y rocosa de la península de Ucluelet, con vistas increibles de Barclay Sound, las islas Broken Group y el océano Pacifico.
Fotos por el Wild Pacific Trail:
Un paseo fantástico y las 14:45, hora de comer. Vistazo a la Lonely Planet y ahí está... Ukee Dogs, que dicen tener perritos increibles. A por ellos!
Foto de perrito en Ukee Dogs:
Como estamos en Canadá, los describiré en dos palabras: DELICI - OSOS!
Cuando acabamos de comer, nos acercamos a la zona del acuario, bastante publicitado en la zona, pero no nos apetecía entrar. Cerca, vimos el Whiskey Dock con los barcos atracados y las montañas de fondo.
Foto en Whiskey Dock:
Antes de dejar Ucluelet cogimos el coche para ir a Big Beach y a Browns Beach. La primera, Big Beach, era una zona abierta y rocosa, con esos troncos en paralelo a los que nos habíamos acostumbrado en Canadá y unas piscinas en las rocas perfectas para explorar. Buscamos esa vida marina multicolor sobre la que habíamos leido, pero la suerte no nos acompañó.
Foto panorámica de Big Beach:
Nos despedimos de Ucluelet y del Pacific Rim National Park y a las 16:30 nos dirigimos hacia la costa este de Vancouver Island. Teníamos más de 3 horas de camino, queríamos llegar antes de las 21:00, para intentar recuperar nuestra tablet en la terminal de ferries, y había una parada de camino que queríamos hacer.
A las 18:15 llegamos a nuestra parada, el MacMILLAN PROVINCIAL PARK. Este parque es famoso por Cathedral Grove, un paseo por gigantescos abetos Douglas, algunos de más de 800 años de antiguedad.
Una tormenta hace 15 años destrozó secciones del parque y se pueden observar grandes árboles caidos, que sirven ahora para luz, espacio e incluso vivienda y alimento para las próximas generaciones de plantas.
El acceso es justo en la carretera, hay dos caminos circulares con forma de ocho, uno a cada lado de la carretera. La gente cruza de un lado a otro y hay que tener cuidado de no atropellar y no ser atropellado...
El loop del sur recorre los mayores abetos Douglas, incluyendo el mayor de ellos, de 76 metros de altura y 9 metros de circunferencia.
Foto del mayor abeto Douglas:
El loop del norte ofrece un paseo por un bosque de cedro rojo del oeste a las orillas del Lago Cameron. Pudimos observar en varias ocasiones la relación que establecen los árboles jóvenes con aquellos caídos que les proporcionan alimento.
Foto en el loop del norte:
Tardamos unos 20 minutos en caminar cada uno de los loop. No vimos nada espectacular, pero está justo en la carretera y es una buena parada si vas de una costa a otra.
A las 19:50 llegamos a nuestro alojamiento, el Eagleridge B&B. Realmente era una casa nueva preciosa en un barrio residencial nuevo, con vistas a Georgia & Coast Mountains. Erin y John, una pareja asiática, nos atendieron con amabilidad.
Dejamos las maletas y nos acercamos a la terminal de ferries. Mi chico esperaba en el coche y me acerqué a atención al cliente, pregunté y... ahí estaba!!! Me entregaron la tablet. Qué contentos nos pusimos!! Creo que todavía queda gente honrada en el mundo e incluso creo un poco más en el karma
Nos fuimos a cenar al Pizza Hut para celebrarlo (lo reconozco, sus pizzas son mi debilidad). Éramos los únicos en un restaurante muy bien puesto y estuvimos bastante rato charlando con el camarero. Estaba muy interesado en nuestra ruta y vivencias y disfrutamos compartiéndolas con él. Quiere que le agregue a facebook y me dijo que las españolas son muy guapas... jejeje... en EEUU y Canadá tenemos bastante éxito, animaos, chicas!!!
Después de cenar, al B&B. Aprovechamos para preparar el día siguiente y hacer la reserva del ferry. Y no muy tarde, a la cama, que el cansancio acumulado cada día se notaba más.
La costa oeste de Vancouver Island no estuvo mal, pero veníamos de sitios alucinantes y el tiempo nublado, ventoso e incluso lluvioso en ocasiones no hizo que viéramos la imagen más bonita de la zona. Los surfers parecían disfrutar del mar, pero estos eran los días que habíamos planificado para estar tumbados en la playa y descansar y no pudo ser. Pero bueno, el viaje estaba siendo genial de todos modos...
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