Chiang Mai, el centro espiritual de Tailandia ✏️ Diarios de Viajes de Asia Sudeste

Después de aproximadamente 2 horas de vuelo llegamos al aeropuerto de Chiang Mai a eso de las 9 de la noche. Nada más salir ya nos estaba esperando un conductor para llevarnos al hotel Raming Lodge y en 15-20 minutos aproximadamente ya estábamos en el alojamiento. No tuvimos que pagar nada porque el transporte desde el aeropuerto o estación de autobuses estaba incluido, tanto a la ida como a la vuelta.

La primera sensación no fue mala (pese al tufo a ambientador que nos recibió) porque al fin y al cabo sabíamos que era un hotel de 3* y por otra parte los comentarios leídos en Internet eran buenos en general. Sin embargo las cosas cambiaron al entrar a la habitación. Lo que menos te esperas cuando te acaban de dar la habitación y encima estás cansado después de un viaje tan largo, es que en una esquina de la habitación te encuentres una cucaracha muerta patas arriba, así que me tocó bajar a explicar la situación, que me dieran un bote de insecticida y se llevaran al bicho . Después de que uno de los empleados nos barriera el "cadáver", entro al cuarto de baño y allí había otra cucaracha muerta en la misma postura. ¡Qué asco que me dio! . Vuelta a bajar a recepción para que se llevaran el bicho. Esta imagen ya no se me fue en las 3 noches que estuvimos allí, ya que suponía que si habían aparecido las 2 cucarachas nada más llegar, es que el hotel estaba infectado por las mismas o bien que limpiar no limpiaban mucho. Por otro lado, para ser una habitación deluxe se notaba viejilla, porque a la pared le hacía falta una mano de pintura y los muebles tampoco estaban muy allá. No sé cómo sería entonces la habitación estándar . Por lo menos había agua de cortesía y también las bebidas del minibar eran gratuitas. También nos habían dado unos vales de descuento por comer en el restaurante y para masajes. Otro de los servicios que tenía el hotel era wifi gratuito, pero en los 3 días que estuve no funcionó correctamente y cuando lo hizo la señal era tan débil que era desesperante.

Para el desayuno de los 3 días nos habían dado unos vales que había que entregar a alguno de los camareros. El desayuno es de tipo buffet, pero a mí no me pareció ninguna maravilla en cuanto a calidad y en cuanto al servicio a veces me parecía que los camareros no estaban muy activos, porque no me parece muy normal que no te recojan la mesa cuando tienes platos sucios .

Ese día decidimos visitar en principio los templos más importantes del centro de la ciudad. Como me pareció que no estaba muy cerca del hotel, cogimos el tuk-tuk que había aparcado delante, a razón de 70 baths y fuimos hacia nuestro primer destino: el templo Wat Phra Singh. El conductor quería ofrecer un recorrido por los templos más importantes y unas tiendas, pero como a mí esto me da alergia y en todo caso voy a las tiendas que a mí me apetezca y no a aquellas en las que tenga comisión otra persona, lo dejé y preferí ir a mi aire.

Lo primero que vimos fue un altar en el exterior con una imagen en pie de Buda para hacer ofrendas. Después estuvimos viendo algunos de los edificios de este recinto. En el templo más cercano a la entrada había gente rezando frente a unos monjes. Tardé tiempo en darme cuenta de que no eran monjes de verdad, sino figuras de monjes que supongo que habían sido importantes en el budismo y que la gente venerará. Luego seguimos hacia la estupa y el santuario en el que se encuentra la imagen de Buda de Phra Singh o Buda León, la más importante de Chiang Mai. Estuvimos observando la decoración con murales de este santuario.

Visto esto cogimos un tuk tuk que por 70 baths nos dejó junto al templo Wat Chedi Luang. Lo que me llamó la atención de este lugar, aparte del templo en sí, fue la cantidad de monjes budistas y estudiantes que había en los alrededores. Supongo que parte de las instalaciones de este complejo puede que funcionen como escuela para la formación de monjes budistas. Como curiosidades, citar que en este templo estuvo la imagen del Buda Esmeralda hasta finales del siglo XV (hoy en día hay una réplica), o que en su momento pudo ser de las construcciones más altas de la ciudad.

Cerca de Wat Chedi Luang está el que me pareció uno de los templos más fotogénicos, construido exclusivamente con paneles de madera de teca: el Wat Phan Tao.

Aunque íbamos a ver también otros templos como el Wat Chiang Man, cambiamos de idea y nos acercamos al Centro de Arte y Cultura de Chiang Mai, para conocer un poco de la historia de la ciudad. Allí compramos una entrada conjunta de unos 180 baths para ver tres exposiciones en edificios diferentes:

- Centro de Arte y Cultura de Chiang Mai: La exposición muestra la historia de la ciudad de Chiang Mai desde la prehistoria hasta la actualidad, en la que se explican aspectos como la formación de la ciudad, la influencia de la actividad comercial y la situación en el desarrollo de la ciudad, la vida de la gente en la ciudad antigua, el sistema de gobierno, la influencia del ferrocarril o las diferentes etnias de las montañas.

- Museo Histórico de Chiang Mai: Contiene una exposición en la que explica diferentes aspectos de la cultura e historia del imperio Lanna, como por ejemplo, el alfabeto lanna, la expansión del imperio desde su formación hasta su final, la expansión y relación comercial con los reinos vecinos a través del río Mae Ping.

- Museo de Folklore Lanna: Exposiciones relacionadas con la religión, cultura, historia o costumbres del imperio Lanna, por ejemplo el proceso del noviazgo y celebración de una boda.

Para cenar estuvimos buscando varios de los que venían recomendados, pero la mayoría de ellos no los localizábamos en el mapa o no teníamos número de teléfono para que nos hicieran una reserva, así que decidimos ir al Whole Earth, a pesar de que al llamar no tenían mesa disponible. Aún así tuvimos suerte, porque no esperamos más de 15 minutos. La cena estuvo bastante bien y el servicio fue también correcto.

De vuelta al hotel, pasadas las 11:30, esperamos a que llegara el taxista que habíamos contratado en el hotel para que nos llevara al Tiger Kingdom y al templo Doi Suthep. Lo hicimos así porque el día anterior apenas si habíamos visto algún taxi por la ciudad y había leído que normalmente para coger un taxi había que llamar por teléfono. Tampoco sabíamos en qué sitio se podían coger las furgonetas compartidas. La broma de la excursión fue de 2000 baths y creo que fue un error no haber contactado con algún taxi por la calle o ir a alguna agencia de viajes de las que hubiera cerca del Raming Lodge. La taxista decidió que debíamos ir primero al parque de los tigres y luego ir por la tarde al templo.

Cuando llegamos al Tiger Kingdom estaba a reventar de gente y parecía estar muy bien montado para sacar pasta, entre el restaurante, la visita de los tigres y las pelotas hinchables que hay en el lago, dentro de las cuales te puedes pasear. Cuando entras al edificio hay un pasillo desde el que puedes ver un poco algún tigre, pero si realmente te quieres acercar no queda más remedio que comprar una entrada. Si algo teníamos claro es que no nos íbamos a meter en ninguna jaula con ningún tigre, ni crecidito ni recién nacido, si no que sólo íbamos a ver cómo eran y qué hacía la gente. Para esto compramos la entrada más barata, de 480 baths, que era sólo para mirar desde el exterior de cada jaula.

Los tigres los tienen divididos en distintos tipos de jaulas: los de los recién nacidos (que tienen 3 ó 4 meses), los medianos y los grandes (que tenían por lo menos año y medio). Cada uno de estos grupos tiene un precio, siendo los más caros los más pequeños. A la jaula de estos últimos nos dirigimos y había creo que 4 ó 5. La mayoría de ellos estaban a su aire y medio durmiendo, mientras que otro, el más pequeño, sí que estaba más activo y juguetón. Los cuidadores le decían a la gente lo que tenía que hacer y no hacer para entrar en contacto con el tigre. Básicamente la "actividad" consistía en tumbarse con la cabeza apoyada en el lomo del tigre y hacer una foto.

No tengo una opinión muy clara al respecto de otro. Por un lado debe ser emocionante tocar a estos animales (para el que se atreva, claro), pero por otra parte yo lo vi como un incordio para los bichos, ya que los cuidadores les "dan la lata" hasta que se pongan en la posición correcta para la foto o que le hagan el mínimo caso. Al menos espero que estén bien cuidados y sin maltratos.

Luego estuvimos viendo los medianos y los grandes. A mí me parece que hay que tener valor para meterse en la jaula con estos, porque el tamaño que tienen es considerable y como sean demasiado juguetones.... No obstante la mayoría de ellos los vi tranquilillos. Sería que ya los habían alimentado. Sólo vi 2 tigres de estos creciditos que estaban a la gresca y había gente en la misma jaula con otros tigres. Yo hubiera pasado miedo. Otra cosa que me sorprendió fue que algunas de las jaulas en las que había tigres grandes no había demasiados cierres de seguridad.

Después de una hora y pico o quizás 2, pensamos que ya habíamos tenido bastante tigre y que era hora de ir hacia el templo Doi Suthep, así que buscamos a la taxista (por suerte no tardó en aparecer, porque había cientos de personas) y allí que nos dirigimos.

No me esperaba que la carretera para ir al templo Doi Suthep tuviera tanta pendiente y curvas, muchas curvas, y que el paisaje fuera tan verde. Me gustó bastante. A medio camino nos paró en un mirador desde el que nos dijo que se podía ver una panorámica de Chiang Mai y que no era muy habitual tener un día con buena visibilidad. 5 minutos para hacer una foto y de vuelta al coche. A la pobre mujer, que se esperaría que íbamos a estar allí un ratillo, la pillé con un pincho en la boca y ni la dejé comer .

Seguimos hasta el aparcamiento del Doi Suthep y madre mía la de gente que había allí. Parecía estar toda Tailandia de visita . Como tenía claro que no iba a subir al templo por los más de 300 escalones, me fui derecho a buscar el ascensor, que tan sólo costaba 20 baths para subir y bajar. Tuvimos que esperar un ratillo hasta que pudimos subir.

Este templo budista es uno de los más importantes de Tailandia y punto de peregrinación. Fundado a finales del siglo XIV, cuenta la leyenda que un monje procedente de Sukhothai que estaba de visita, pidió al rey lanna que construyera un templo para albergar la gemela de una reliquia que se encontraba en Wat Suan Dok. Se llevó la reliquia a lomos de un elefante blanco, de forma que éste eligiera el lugar más idóneo para la fundación. En el punto de la montaña en el que se desplomó el elefante, se empezó a construir el nuevo templo.

De regreso a la ciudad pedimos que nos dejara en el restaurante House, a un lado de la ciudad antigua. Después de localizar la dirección y de intentar infructuosamente hacer una reserva por teléfono, nos presentamos allí pensando que al poco más de las 6 de la tarde no tendríamos ningún problema para cenar, pero el restaurante estaba lleno para las siguientes 2 horas . De vuelta al hotel traté de localizar otros restaurantes de los que tenía recomendados del foro y de la guía de viajes, pero o bien no podía buscar nada por Internet con la conexión tan mala o bien cuando llamaban desde recepción me informaban de que el restaurante estaba lleno .

Por no dar más vueltas nos quedamos cenando en el restaurante del hotel, que tenía una carta muy amplia y estaba bastante bien de precio, pero no fue muy buena idea. Primero pedimos unos batidos de plátano y la fruta estaba muy pasada, por lo que de sabor no estaba bien . Después vino la tempura mixta de verdura y gambas y creo que ha sido el peor plato que he visto y comido en mi vida. Todo el contenido estaba negruzco y olía fatal, como si el rebozado se hubiera hecho con un aceite utilizado 30 veces o algo peor. De sabor no se quedaba atrás, pero aún así tuve los redaños de zamparme más de la mitad de un plato que estaba vomitivo . Cuando llegó mi último plato, que era un curry de pollo, me comí una chispa y lo dejé del asco que me dio pensar en la cena. El precio total fue de 600 baths .

Al día siguiente nos marchábamos después del desayuno hacia Singapur, haciendo una escala en Bangkok. Para despedirnos también tuve un desayuno "agradable", porque algunos productos del desayuno, en concreto unas tarrinas de mantequilla, no estaban en buen estado.

En definitiva, desde mi punto de vista un hotel muy poco recomendable, con mala relación calidad/precio (el hotel de Bangkok me había costado sólo 10 euros más por día y era radicalmente diferente). Poca limpieza y comida fatal .

Nos llevaron gratuitamente al aeropuerto de Chiang Mai y fuimos a hacer la facturación para el vuelo a Bangkok con Air Asia.