Por la mañana, no madrugamos. Salimos a las 9. Desde el hotel Panorama, donde recogimos a otros compañeros, vimos un punto blanco sobre el pico de la montaña Gebel Harum (1.396 m), que se corresponde con un santuario musulmán edificado sobre la que se dice es la tumba de Aarón, el hermano de Moisés.
Lástima no haber tenido otro día para hacer más trekking. Los paisajes resultan muy llamativos entre Petra y Wadi Rum. Lamento la poca calidad de algunas fotos (el autobús iba muy deprisa y daba muchos botes), pero me gusta aportar alguna perspectiva un poco diferente de las de los lugares más conocidos.
El Centro de Visitantes de Wadi Rum está frente a la montaña llamada "los 7 pilares de la sabiduría". Allí mismo se cogen los 4 x 4 para hacer el peculiar recorrido por el desierto, con sus sorprendentes formaciones de granito, basalto y arenisca de tonos marrones y arenas rojas. Los vehículos son viejos, van abiertos y los conducen muchachos no creo que mayores de 12 años, pero parece que saben lo que se hacen y si no, bueno pues forma parte de la aventura, qué le vamos a hacer.
Fue un circuito básico de 2 horas, que se quedó un poco corto, pero que nos dio una idea de la belleza del lugar. Hicimos varias paradas para ver diversos grabados rupestres y árabes, el antiguo oasis en la montaña donde aún brota algún manantial (se ven palmeras), un desfiladero entre unas rocas impresionantes de color chocolate con más grabados y una gran duna de arena roja. Si vais con tiempo, merece la pena contratar una excursión más larga. Nosotros lo sacrificamos a cambio de ir a Aqaba.
Este es el desfiladero: hay que recorrer unos metros por su interior para ver los grabados rupestres.
Es divertido trepar por la duna de arenas rojas y bajar todavía lo es más. Hay que animarse, aunque se acabe con las botas llenas de arena. Y cuidado porque siempre puede acechar alguien oculto: madre mía, ¡un beduino armado con una cámara de fotos!
Si alguien lo prefiere, también puede hacer excursiones en camello o a pie. La verdad es que me encanta caminar, pero viendo a estos pobres, no creo que en este lugar fuese la mejor opción, al menos para mi y a esa hora del mediodía mucho menos. Claro que para gustos no hay nada escrito
Nosotros íbamos más cómodos pese a los botes y rebotes del vehículo:
Nos gustó mucho Wadi Rum, pero esta vez no entraba en nuestros planes quedarnos a dormir allí. Ya habíamos estado anteriormente en el desierto, habíamos visto las estrellas y, aunque este desierto es diferente a otros y quizás más bello, en esa ocasión lo dejamos pasar. Nos quedamos a comer en el restaurante del campamento. Comida escasa y poco variada, pero sales del paso: como siempre, 10 dinares el menú, bebida aparte.
Ése fue el último lugar donde estuvo junto todo el grupo. Después de comer, en la misma carretera nos separaron según el destino. Por un momento creímos que nos dejaban abandonados en el desierto, jeje. Hubo cambio de autobuses en ruta: algunos fueron al Mar Muerto, otros a Amman y unos pocos, entre ellos nosotros, a Aqaba.
Ése fue el último lugar donde estuvo junto todo el grupo. Después de comer, en la misma carretera nos separaron según el destino. Por un momento creímos que nos dejaban abandonados en el desierto, jeje. Hubo cambio de autobuses en ruta: algunos fueron al Mar Muerto, otros a Amman y unos pocos, entre ellos nosotros, a Aqaba.