Aigues-mortes y el Parc Naturel de Camargue[u]
Distancia: Montpellier – Aigues-mortes: 45 minutos
Después de dar de nuevo una vuelta por Montpellier para ver la ciudad más a fondo, salimos rumbo a Aigues-mortes, que en principio no estaba previsto en nuestra ruta pero nos lo recomendaron, así que aprovechamos para pasar por allí y acercarnos ya de paso al Parc Naturel de Camargue, un paque natural en la desembocadura del Ródano. Se supone que allí podían verse flamencos rosas, pero nosotros no tuvimos suerte. Lo que sí vimos fueron muchas playas, arrozales y salinas. Realmente tampoco merece mucho la pena, así que pasamos con el coche pero no hicimos ninguna parada.
En cuanto a Aigues-mortes es una pequeña ciudad amurallada. La verdad es que a nosotros no nos gustó mucho, porque salvo la muralla no tiene mucho más, y es todo muy turístico. Así que dimos una vuelta rápida y nos fuimos hacia NÎmes.
En cuanto a Aigues-mortes es una pequeña ciudad amurallada. La verdad es que a nosotros no nos gustó mucho, porque salvo la muralla no tiene mucho más, y es todo muy turístico. Así que dimos una vuelta rápida y nos fuimos hacia NÎmes.
Muralla de Aigues Mortes
Distancia: Aigues-Mortes –Nîmes: 45 minutos
Nìmes es una de esas ciudades llenas de vida, que invita a pasear por sus calles, o simplemente a sentarte a tomar algo en una de sus muchísimas terrazas. Es otra de las ciudades que nos encantó. En Nìmes hay que visitar principalmente lo siguiente:
-El anfiteatro romano Arenes de Nimês, actualmente utilizado como plaza de toros. Merece la pena entrar porque aunque se encuentra en su mayoría remodelado conserva partes intactas y te haces una idea muy aproximada de cómo era.
-La Maison Carrée, un templo romano.
-Los jardines de la Fontaine con la Tour Magna. La torre ofrece unas bonitas vistas de la ciudad, eso sí, está en el punto más alto del parque, que es una colina, así que subir es un buen paseo bastante cansado, máxime con el calor que hace en julio, y eso que fuimos a última hora de la tarde.
Si queréis visitar los tres monumentos interesa comprar un ticket conjunto que puede comprarse en cualquiera de ellos.
-El anfiteatro romano Arenes de Nimês, actualmente utilizado como plaza de toros. Merece la pena entrar porque aunque se encuentra en su mayoría remodelado conserva partes intactas y te haces una idea muy aproximada de cómo era.
-La Maison Carrée, un templo romano.
-Los jardines de la Fontaine con la Tour Magna. La torre ofrece unas bonitas vistas de la ciudad, eso sí, está en el punto más alto del parque, que es una colina, así que subir es un buen paseo bastante cansado, máxime con el calor que hace en julio, y eso que fuimos a última hora de la tarde.
Si queréis visitar los tres monumentos interesa comprar un ticket conjunto que puede comprarse en cualquiera de ellos.
Arenes de Nìmes
Hotel: Campanille Nimes Centre Mas-Carbonnell. El hotel es muy básico, pero está limpio y es amplio. Bastante alejado del centro. Yo intentaría coger uno más céntrico para poder ver la ciudad de noche que debe ser muy bonita iluminada y debe tener mucho ambiente.