Ya sabréis lo que es una foz, lo teneies en la etapa de las del Esva. La pregunta es: ¿Por qué hay tantas en Asturias? Fácil, por tener las altas montañas a escasos kilómetros del mar, lo que hacen que las aguas de las continuas lluvias se abran paso a toda velocidad hacia el mar desgastando todo lo que encuentran en su paso, rocas, piedras, praderas... La enorme cantidad de foces es una de las múltiples razones que hacen que Asturias sea el Paraiso Natural.
La ruta la hicimos el 2 de junio, lunes; los exámenes se acabaron y llegó el ansiado tiempo libre y hay que aprovecharlo de verdad, con lo que nos gusta. Para este día no daban probabilidades de lluvia así que nos animamos a hacer algo de monte de verdad y aparcar nuestra querida senda costera. Y vaya día que nos hizo, temperatura agradable y el sol que daba a ratos pero sin llegar a molestar ni siquiera en las subidas, agradecimos poder caminar en manga corta y con pantalones cortos, fue una auténtica gozada de día.
COMO LLEGAR
La ruta arranca junto a la embotelladora de Fuensanta, muy cerca de Nava. Está a un paso del centro de la región, debemos tomar la A-64 (la autopista Oviedo-Villaviciosa) hasta Lieres, donde sale la N-634, ya en la autopista tenemos señales de Nava. Tras dejar el pueblo de Nava al lado de la carretera encontramos una señal de Fuensanta (ojo, no la de Apeadero de Fuensanta); la seguimos y al poco encontramos la nave de Fuensanta, aparcamos delante de ella o cruzando el puente en un aparcamiento más grande. Por semana está más lleno porque están los trabajadores, en fin de semana se encuentra mejor sitio por lo que dijeron, de todas maneras cualquier día podréis dejar el coche sin problemas.
DATOS TÉCNICOS
Distancia: 10,2 kms
Dificultad: Baja
Desnivel positivo: 501 metros
Itinerario: Circular
Cota máxima: La Canal (624 metros)
Niños: Sí, pero hay que llevarles con cuidado en el tramo de entrada/salida de las foces que hay una caída muy importante al lado del camino
Señalización: Perfecta
LA RUTA
Arrancamos junto a la embotelladora, cruzamos el río y giramos a la izquierda siguiendo un cartel pintado en el muro. Tenemos que elegir si empezar en donde ponen las diferentes webs (yendo hacia Los Fornos) o por el teórico final (a la derecha hacia el Mayau Pastor), como somos así de chulos lo hacemos al revés, bueno no, no es por chulería, preferimos ir de menos a más, es decir, dejar lo más bonito para el final para acabar el día alucinando con lo que nos quedaba por ver.
La ruta tiene dos partes bien diferenciadas, la primera es la que va por el Mayau Pastor hasta La Canal, en la que ganamos altitud y tenemos vistas preciosas del valle donde se asienta Nava y también de las cordilleras litorales, destacando el Sueve; la segunda va de La Canal a Fuensanta pasando por las Foces, en donde bajamos hasta el río para verlo de cerca además de poder disfrutar de sus foces desde lo alto.
Empezamos por la primera (es lo que yo recomendaría) y paso a paso vamos ganando altitud bajo el sol. Las vistas van ganando cuanto más subimos. Lo primero que vemos con claridad es el Palacio de la Ferrería, donde según la leyenda veraneaba Doña Jimena, la mujer del Cid Campeador. La leyenda no deja de ser eso, una mera leyenda, y es que fue construido en el siglo XIV, 300 años después de las aventuras y desventuras de los protagonistas de la misma. Es de estilo renacentista-barroco y fue fundado por mis tocayos, los Álvarez. Pese a la similitud del apellido no pudimos entrar, y es que es de titularidad privada y el camino que lleva a él desde Fuensanta deja claro que está prohibido pasar.
Seguimos subiendo y se empiezan a abrir las vistas de Nava y su precioso valle a espaldas de la Sierra de Peña Mayor, a la que nos estamos encaramando; además de poder ver emergiendo entre la niebla al precioso Sueve.
Tras seguir caminando tenemos una panorámica preciosa de las sierras litorales y el valle intermedio con bastantes poblaciones, como Nava o Infiesto.
Un poco antes de llegar al Mayau Pastor superamos la ladera que íbamos subiendo y las vistas cambian, pasamos a ver montes cubiertos de un verde intenso, la foto desmerece mucho pero la verdad es que es precioso ver algo tan verde y tan poblado de árboles.
Y llegamos al Mayau Pastor, un conjunto de cabañas con una indicación hacia Les Praeres, una extensión a la ruta que nos permite subir al Varallonga. Sin embargo por falta de tiempo continuamos sin desviarnos, una pena.
Subimos un poco más hasta llegar a La Canal y empezamos a descender hacia el río por una escarpada ladera en un sendero que iba sorteando los desniveles en zig-zag, al principio a pleno sol, luego metidos en un bosquecillo.
El rumor del agua se oía cada vez más alto y cercano, y acabamos llegando al Río Pendón en su paso por Puente Pendón, hacia arriba el agua baja salvaje dando saltos. Hacia abajo ya está dirigido por la mano del hombre existiendo algo de hormigón en alguna pequeña cascada.
La ruta continua por su vera hacia abajo, y podemos ver pequeños saltos en los que el agua cae con una fuerza tremenda. Su nacimiento dista del mar de pocos kilómetros y pierde mucha altura, dando lugar a unas aguas que bajan muy bravas abriéndose paso por donde sea. Da que pensar que con lo estrecho que es haya originado la foz que originó
Avanzando un poco más llegamos a un bonito puente de madera, el Río Pendón se bifurcaba unos metros atrás y se volvía a unir bajo él.
Para despedirnos de él (o saludarlo si empezamos en el otro sentido) sin duda nos enseña su mejor cara, un conjunto de pequeños saltos que originan mucho ruido y que llenan este rincón de magia.
El camino se mantiene en la misma altitud y poco a poco vamos dejando el río abajo, cada vez más, a nuestra espalda tenemos la foz originada por la erosión fluvial rodeada de montañas cubiertas de bosques, un lugar idílico. De hacer la ruta en el sentido propuesto nos daría la impresión de meternos en la foz de lleno, supongo que por eso es por lo que la recomiendan hacer así, tiene que ser bonito hacer esta entrada, pero el final de la ruta parecería mucho más feo de lo que se ve si se empieza por él.
Y el camino que hay que recorrer se asemeja además al de la Ruta del Cares, salvando las distancias claro, es muy bonito caminar por aquí
Damos una curva y se acaban las vistas, emprendemos una bajada sin mayor dificultad y volvemos a llegar a Fuensanta, donde cogemos el coche para volver a casa tras un muy buen día recorriendo una de las muchas rutas que nos ofrece el Paraíso, nos quedamos encantados con ella, por su nula dificultad y su enorme belleza.
Y ya sabeis, si os gustó dejar los puntinos, y si quereis sugerir o aconsejarnos alguna ruta o lugar que ver, no dudeis en hacerlo.
Un saludo viajeros!
La ruta la hicimos el 2 de junio, lunes; los exámenes se acabaron y llegó el ansiado tiempo libre y hay que aprovecharlo de verdad, con lo que nos gusta. Para este día no daban probabilidades de lluvia así que nos animamos a hacer algo de monte de verdad y aparcar nuestra querida senda costera. Y vaya día que nos hizo, temperatura agradable y el sol que daba a ratos pero sin llegar a molestar ni siquiera en las subidas, agradecimos poder caminar en manga corta y con pantalones cortos, fue una auténtica gozada de día.
COMO LLEGAR
La ruta arranca junto a la embotelladora de Fuensanta, muy cerca de Nava. Está a un paso del centro de la región, debemos tomar la A-64 (la autopista Oviedo-Villaviciosa) hasta Lieres, donde sale la N-634, ya en la autopista tenemos señales de Nava. Tras dejar el pueblo de Nava al lado de la carretera encontramos una señal de Fuensanta (ojo, no la de Apeadero de Fuensanta); la seguimos y al poco encontramos la nave de Fuensanta, aparcamos delante de ella o cruzando el puente en un aparcamiento más grande. Por semana está más lleno porque están los trabajadores, en fin de semana se encuentra mejor sitio por lo que dijeron, de todas maneras cualquier día podréis dejar el coche sin problemas.
DATOS TÉCNICOS
Distancia: 10,2 kms
Dificultad: Baja
Desnivel positivo: 501 metros
Itinerario: Circular
Cota máxima: La Canal (624 metros)
Niños: Sí, pero hay que llevarles con cuidado en el tramo de entrada/salida de las foces que hay una caída muy importante al lado del camino
Señalización: Perfecta
LA RUTA
Arrancamos junto a la embotelladora, cruzamos el río y giramos a la izquierda siguiendo un cartel pintado en el muro. Tenemos que elegir si empezar en donde ponen las diferentes webs (yendo hacia Los Fornos) o por el teórico final (a la derecha hacia el Mayau Pastor), como somos así de chulos lo hacemos al revés, bueno no, no es por chulería, preferimos ir de menos a más, es decir, dejar lo más bonito para el final para acabar el día alucinando con lo que nos quedaba por ver.
La ruta tiene dos partes bien diferenciadas, la primera es la que va por el Mayau Pastor hasta La Canal, en la que ganamos altitud y tenemos vistas preciosas del valle donde se asienta Nava y también de las cordilleras litorales, destacando el Sueve; la segunda va de La Canal a Fuensanta pasando por las Foces, en donde bajamos hasta el río para verlo de cerca además de poder disfrutar de sus foces desde lo alto.
Empezamos por la primera (es lo que yo recomendaría) y paso a paso vamos ganando altitud bajo el sol. Las vistas van ganando cuanto más subimos. Lo primero que vemos con claridad es el Palacio de la Ferrería, donde según la leyenda veraneaba Doña Jimena, la mujer del Cid Campeador. La leyenda no deja de ser eso, una mera leyenda, y es que fue construido en el siglo XIV, 300 años después de las aventuras y desventuras de los protagonistas de la misma. Es de estilo renacentista-barroco y fue fundado por mis tocayos, los Álvarez. Pese a la similitud del apellido no pudimos entrar, y es que es de titularidad privada y el camino que lleva a él desde Fuensanta deja claro que está prohibido pasar.
Seguimos subiendo y se empiezan a abrir las vistas de Nava y su precioso valle a espaldas de la Sierra de Peña Mayor, a la que nos estamos encaramando; además de poder ver emergiendo entre la niebla al precioso Sueve.
Tras seguir caminando tenemos una panorámica preciosa de las sierras litorales y el valle intermedio con bastantes poblaciones, como Nava o Infiesto.
Un poco antes de llegar al Mayau Pastor superamos la ladera que íbamos subiendo y las vistas cambian, pasamos a ver montes cubiertos de un verde intenso, la foto desmerece mucho pero la verdad es que es precioso ver algo tan verde y tan poblado de árboles.
Y llegamos al Mayau Pastor, un conjunto de cabañas con una indicación hacia Les Praeres, una extensión a la ruta que nos permite subir al Varallonga. Sin embargo por falta de tiempo continuamos sin desviarnos, una pena.
Subimos un poco más hasta llegar a La Canal y empezamos a descender hacia el río por una escarpada ladera en un sendero que iba sorteando los desniveles en zig-zag, al principio a pleno sol, luego metidos en un bosquecillo.
El rumor del agua se oía cada vez más alto y cercano, y acabamos llegando al Río Pendón en su paso por Puente Pendón, hacia arriba el agua baja salvaje dando saltos. Hacia abajo ya está dirigido por la mano del hombre existiendo algo de hormigón en alguna pequeña cascada.
La ruta continua por su vera hacia abajo, y podemos ver pequeños saltos en los que el agua cae con una fuerza tremenda. Su nacimiento dista del mar de pocos kilómetros y pierde mucha altura, dando lugar a unas aguas que bajan muy bravas abriéndose paso por donde sea. Da que pensar que con lo estrecho que es haya originado la foz que originó
Avanzando un poco más llegamos a un bonito puente de madera, el Río Pendón se bifurcaba unos metros atrás y se volvía a unir bajo él.
Para despedirnos de él (o saludarlo si empezamos en el otro sentido) sin duda nos enseña su mejor cara, un conjunto de pequeños saltos que originan mucho ruido y que llenan este rincón de magia.
El camino se mantiene en la misma altitud y poco a poco vamos dejando el río abajo, cada vez más, a nuestra espalda tenemos la foz originada por la erosión fluvial rodeada de montañas cubiertas de bosques, un lugar idílico. De hacer la ruta en el sentido propuesto nos daría la impresión de meternos en la foz de lleno, supongo que por eso es por lo que la recomiendan hacer así, tiene que ser bonito hacer esta entrada, pero el final de la ruta parecería mucho más feo de lo que se ve si se empieza por él.
Y el camino que hay que recorrer se asemeja además al de la Ruta del Cares, salvando las distancias claro, es muy bonito caminar por aquí
Damos una curva y se acaban las vistas, emprendemos una bajada sin mayor dificultad y volvemos a llegar a Fuensanta, donde cogemos el coche para volver a casa tras un muy buen día recorriendo una de las muchas rutas que nos ofrece el Paraíso, nos quedamos encantados con ella, por su nula dificultad y su enorme belleza.
Y ya sabeis, si os gustó dejar los puntinos, y si quereis sugerir o aconsejarnos alguna ruta o lugar que ver, no dudeis en hacerlo.
Un saludo viajeros!
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