"Cerca del pueblo de Oneta hay tres cascadas sobre el Río Oneta: La Firvia, con 20 metros de caída libre, La Firvia de Abajo, en la que el agua resbala por la pared dando lugar a bellas formaciones musgosas, y la tercera el la casi inaccesible La Maseirúa. Varios molinos harineros aprovechaban hasta hace pocos años el fuerte desnivel de las aguas." (descripción del Parque Histórico del Navia)
La ruta la realizamos el miércoles 6 de agosto y estaba totalmente llena de gente, lo que hizo que perdiera algo de encanto. De todas formas la idea era hacerla con calma y disfrutar del paisaje y de una buena comida de pueblo después de acabarla y conseguimos el objetivo con creces. El dia era caluroso y soleado, pero tiene bastantes sombras en todas las bajadas (y posteriores subidas) Es un paseo, con cierta pendiente en algún punto, pero un paseo en cualquier caso, muy apto para ir en familia con niños pequeños, a los que había por ahí se les veía completamente encantados.
COMO LLEGAR
La ruta comienza en el pueblo de Oneta, hay dos formas de llegar a él:
a) Por Luarca: Tomamos la segunda salida de la A-8 en dirección Luarca (si vamos desde el centro, claro) que tiene escrito Otur-Luarca. Una vez allí seguimos la cartelería hacia Luarca y al entrar al pueblo y frente a carteles marrones que indican diversas rutas nos encontramos uno pequeño que pone Villayón y que nos hace girar casi 180º, es la AS-36 que nos lleva directos a Oneta. Son menos kilómetros, pero debemos recorer 30 por esta carretera, los primeros 15 son curvosos pero el asfaltado es bueno, los 15 últimos no son nada recomendables.
b) Por Navia: Salimos de la A-8 y tiramos hacia el centro, al entrar hay un cruce a la izquierda con dirección Boal-Villayón. Es la AS-25 que está en un estado perfecto, un poco antes de llegar a Villayón, la capital del concejo donde se encuentra Oneta, nos encontramos con cartelería hacia las Cascadas de Oneta, teniendo el pueblo a escasos 5 minutos.
En cualquier caso el inicio de la ruta está señalizado con los típicos paneles. Nosotros fuimos por Luarca y volvimos por Navia; si no teneis miedo a las carreteras de montaña es muy buena idea porque yendo desde Luarca la carretera es preciosa, si vais con algo de miedo mejor ir y volver por Navia.
DATOS TÉCNICOS
Distancia: 3.25 kms
Dificultad: Paseo
Desnivel positivo: 125 metros
Cota máxima: 315 metros (Oneta)
Itinerario: Lineal (ida y vuelta)
Niños: Sí, estaba lleno de ellos y les encantará
Señalización: Perfecta, incluyendo carteles explicativos
LA RUTA
Con el cuento de que la ruta es un paseo salimos a las 11 de casa, tardamos una hora y media en llegar o así y cuando llegamos estaba lleno de coches, bueno, y de gente, que eso hace que un lugar natural como este pierda bastante. Oneta es un pequeño pueblo del concejo de Villayón, uno de los más desconocidos de Asturias.
La ruta empieza en el pueblo, debiendo caminar algo por asfalto hasta que se acaben las casas, nosotros nos metimos por una pista y acabamos dando a la ruta marcada tras atravesar unos metros de prado, lo que nos permitió tener una primera visión de la fuerza con la que baja el Río Oneta, el que da el nombre a las cascadas que hoy visitaremos.
Vamos viendo que estamos en un valle rodeado de montañas, es bastante bonito el lugar en sí aparte de las cascadas
Al poco de caminar por la pista (ahora ya la de la ruta de verdad) nos encontramos con una especie de mirador donde podemos ver la parte de arriba de la cascada. Me recordó un poco al tobogán de un aquapark, no sé porqué
Y también un molino que está practicamente derruido.
Tras bajar por un camino empedrado llegamos a la Cascada La Firbia, la más alta, con más de 20 metros de caída vertical. Es espectacular a pesar de estar rodeada de gente. Quizá la mejor vista sea desde atrás, empezando a bajar hacia la segunda, y es que se ve la cascada en toda su plenitud.
Bajamos por un antiguo canal de los molinos que poblaban este río, dando con el Molino de Abaxu, en buen estado y conservando la maquinaria (ya podían tomar nota en Villaviciosa con su ruta del Río Profundo ya...)
Y por debajo hay otro molino, también en perfecto estado, que nos permite ver como tenía que ser trabajar aquí aprovechando la increible fuerza del Río Oneta.
Bajamos hacia la segunda cascada, pero hemos avanzado de más y el sendero retrocede a la vera del río, sin embargo nos permite tener buenas vistas de la fuerza fluvial antes de llegar a la tercera cascada, la de Maserúas, practicamente inaccesible.
Y tras unos metros nos topamos con la Cascada de Ulloa, de apenas 10 metros y menos vertical que la primera, pero eso no hace que sea menos bella, seguimos estando en un lugar mágico y tranquilo (al llegar estábamos solos, al minuto llegó una gran familia y se rompió el momento de relax, una pena)
Y tras esto tocaba dar la vuelta por el mismo sendero. Decir que el pueblo está arriba y que bajamos al lado del curso del río, por lo que extrañamente la vuelta es en subida y no al revés. La ruta nos encantó y es ideal para ir con la familia tranquilamente, además es preciosa.
Para comer nos acercamos a Villayón, y nada más entrar al pueblo paramos en Casa Nito, donde sirven el menú del día por 9€ en días de semana, muy rico y abundante, siendo todo comida artesanal y de pueblo. Os lo recomiendo encarecidamente, merece mucho la pena.
Y ya sabeis, si os gustó dejar los puntinos, y si quereis sugerir o aconsejarnos alguna ruta o lugar que ver, no dudeis en hacerlo.
Un saludo viajeros!
Volver al índice de rutas: www.losviajeros.com/ ...hp?e=33243
La ruta la realizamos el miércoles 6 de agosto y estaba totalmente llena de gente, lo que hizo que perdiera algo de encanto. De todas formas la idea era hacerla con calma y disfrutar del paisaje y de una buena comida de pueblo después de acabarla y conseguimos el objetivo con creces. El dia era caluroso y soleado, pero tiene bastantes sombras en todas las bajadas (y posteriores subidas) Es un paseo, con cierta pendiente en algún punto, pero un paseo en cualquier caso, muy apto para ir en familia con niños pequeños, a los que había por ahí se les veía completamente encantados.
COMO LLEGAR
La ruta comienza en el pueblo de Oneta, hay dos formas de llegar a él:
a) Por Luarca: Tomamos la segunda salida de la A-8 en dirección Luarca (si vamos desde el centro, claro) que tiene escrito Otur-Luarca. Una vez allí seguimos la cartelería hacia Luarca y al entrar al pueblo y frente a carteles marrones que indican diversas rutas nos encontramos uno pequeño que pone Villayón y que nos hace girar casi 180º, es la AS-36 que nos lleva directos a Oneta. Son menos kilómetros, pero debemos recorer 30 por esta carretera, los primeros 15 son curvosos pero el asfaltado es bueno, los 15 últimos no son nada recomendables.
b) Por Navia: Salimos de la A-8 y tiramos hacia el centro, al entrar hay un cruce a la izquierda con dirección Boal-Villayón. Es la AS-25 que está en un estado perfecto, un poco antes de llegar a Villayón, la capital del concejo donde se encuentra Oneta, nos encontramos con cartelería hacia las Cascadas de Oneta, teniendo el pueblo a escasos 5 minutos.
En cualquier caso el inicio de la ruta está señalizado con los típicos paneles. Nosotros fuimos por Luarca y volvimos por Navia; si no teneis miedo a las carreteras de montaña es muy buena idea porque yendo desde Luarca la carretera es preciosa, si vais con algo de miedo mejor ir y volver por Navia.
DATOS TÉCNICOS
Distancia: 3.25 kms
Dificultad: Paseo
Desnivel positivo: 125 metros
Cota máxima: 315 metros (Oneta)
Itinerario: Lineal (ida y vuelta)
Niños: Sí, estaba lleno de ellos y les encantará
Señalización: Perfecta, incluyendo carteles explicativos
LA RUTA
Con el cuento de que la ruta es un paseo salimos a las 11 de casa, tardamos una hora y media en llegar o así y cuando llegamos estaba lleno de coches, bueno, y de gente, que eso hace que un lugar natural como este pierda bastante. Oneta es un pequeño pueblo del concejo de Villayón, uno de los más desconocidos de Asturias.
La ruta empieza en el pueblo, debiendo caminar algo por asfalto hasta que se acaben las casas, nosotros nos metimos por una pista y acabamos dando a la ruta marcada tras atravesar unos metros de prado, lo que nos permitió tener una primera visión de la fuerza con la que baja el Río Oneta, el que da el nombre a las cascadas que hoy visitaremos.
Vamos viendo que estamos en un valle rodeado de montañas, es bastante bonito el lugar en sí aparte de las cascadas
Al poco de caminar por la pista (ahora ya la de la ruta de verdad) nos encontramos con una especie de mirador donde podemos ver la parte de arriba de la cascada. Me recordó un poco al tobogán de un aquapark, no sé porqué
Y también un molino que está practicamente derruido.
Tras bajar por un camino empedrado llegamos a la Cascada La Firbia, la más alta, con más de 20 metros de caída vertical. Es espectacular a pesar de estar rodeada de gente. Quizá la mejor vista sea desde atrás, empezando a bajar hacia la segunda, y es que se ve la cascada en toda su plenitud.
Bajamos por un antiguo canal de los molinos que poblaban este río, dando con el Molino de Abaxu, en buen estado y conservando la maquinaria (ya podían tomar nota en Villaviciosa con su ruta del Río Profundo ya...)
Y por debajo hay otro molino, también en perfecto estado, que nos permite ver como tenía que ser trabajar aquí aprovechando la increible fuerza del Río Oneta.
Bajamos hacia la segunda cascada, pero hemos avanzado de más y el sendero retrocede a la vera del río, sin embargo nos permite tener buenas vistas de la fuerza fluvial antes de llegar a la tercera cascada, la de Maserúas, practicamente inaccesible.
Y tras unos metros nos topamos con la Cascada de Ulloa, de apenas 10 metros y menos vertical que la primera, pero eso no hace que sea menos bella, seguimos estando en un lugar mágico y tranquilo (al llegar estábamos solos, al minuto llegó una gran familia y se rompió el momento de relax, una pena)
Y tras esto tocaba dar la vuelta por el mismo sendero. Decir que el pueblo está arriba y que bajamos al lado del curso del río, por lo que extrañamente la vuelta es en subida y no al revés. La ruta nos encantó y es ideal para ir con la familia tranquilamente, además es preciosa.
Para comer nos acercamos a Villayón, y nada más entrar al pueblo paramos en Casa Nito, donde sirven el menú del día por 9€ en días de semana, muy rico y abundante, siendo todo comida artesanal y de pueblo. Os lo recomiendo encarecidamente, merece mucho la pena.
Y ya sabeis, si os gustó dejar los puntinos, y si quereis sugerir o aconsejarnos alguna ruta o lugar que ver, no dudeis en hacerlo.
Un saludo viajeros!
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