De nuevo en el camino. Por falta de tiempo suficiente debo hacerlo así, unas cuantas etapas cada año. Seguramente me pierdo la experiencia más intensa que significa hacer todo el recorrido seguido. Algún día lo haré, cuando disponga de los días necesarios. Mientras tanto esta es una buena opción, el cuerpo no llega a resentirse demasiado y además se espera con ilusión el nuevo recorrido mientras se preparan las futuras etapas.
Aunque sea una metáfora manida, una pequeña vida condensada en esos días o semanas en los que todos nuestros hábitos parecen cambiar sin hacerlo realmente. Encuentros con personas que duran unos pocos minutos o varios días de compartir experiencias. Después, la despedida para no volverse a ver, o quizás si… nada está escrito en el camino.
Como en la vida, se alternan trayectos duros con otros más amables, caminos empedrados, sendas de hierba, pistas ondulantes, carreteras secundarias. Caminar solo, en silencio, “ordenando” pensamientos . Disfrutar de la compañía de otros peregrinos, su conversación y sus risas, sin más complicaciones. Saborear una buena comida o una cerveza en una terraza, la vida, en fin.
*** Imagen borrada de Tinypic ***Aunque sea una metáfora manida, una pequeña vida condensada en esos días o semanas en los que todos nuestros hábitos parecen cambiar sin hacerlo realmente. Encuentros con personas que duran unos pocos minutos o varios días de compartir experiencias. Después, la despedida para no volverse a ver, o quizás si… nada está escrito en el camino.
Como en la vida, se alternan trayectos duros con otros más amables, caminos empedrados, sendas de hierba, pistas ondulantes, carreteras secundarias. Caminar solo, en silencio, “ordenando” pensamientos . Disfrutar de la compañía de otros peregrinos, su conversación y sus risas, sin más complicaciones. Saborear una buena comida o una cerveza en una terraza, la vida, en fin.
Aunque las guías advierten del monótono recorrido para salir de Santander, estoy decidido a recorrer todo el camino, sin dejarme ningún tramo por anodino que este sea. Así que llego a la estación de autobuses a eso de las 12 del mediodía y me siento en un banco para embadurnarme los pies con vaselina preparándolos para el camino de hoy, que será corto debido a la hora a la que comienzo a andar.
Efectivamente las guías tienen toda la razón y salir de la ciudad de Santander, primero por sus calles y después por zonas industriales no es un recorrido muy interesante.
El cuerpo va acostumbrándose al camino en esta jornada corta y con buen tiempo, solo camino unos 13 kilómetros hasta llegar al recomendado albergue Piedad en Boo de Piélagos. Es una casa amplia, nueva y muy bien cuidada, atendida por gente agradable y detallista.
Coincido en la cena con una belga y un padre y su hijo franceses, comparto con ellos algo de queso de Roncal y chorizo que he traído en la mochila y quedan muy impresionados por la calidad de los productos, siempre está bien mostrar el nivel de nuestros manjares a quienes nos visitan.
Toca acostarse temprano y descanso en una cómoda litera y un ambiente tranquilo ya que el lugar acoje a un número reducido de peregrinos.
El día siguiente comienzo a caminar temprano, tras desayunar en el tranquilo comedor del albergue con vistas a la carretera por la que continúa el camino, que se va iluminando según va saliendo el sol.
Para evitar un gran rodeo hay que encaminarse al puente del ferrocarril. Nada más dejar el pueblo las indicaciones nos dirigen a mano izquierda y poco más adelante a mano izquierda otra vez, pero es mejor dirigirse de frente y pasar al otro lado de la vía del ferrocarril por debajo de esta, entonces si, a la izquierda y llegamos al puente que cruzamos sin problemas ya que hay espacio de sobra, pese a que alguna guía no lo recomienda.
Santillana del Mar es una pequeña villa muy turística ya que conserva el encanto medieval de sus construcciones en piedra. Parece un decorado recorrido incansablemente por visitantes que van parando en sus tiendas, bares y restaurantes. Tras recorrer el pueblo y cenar en el acogedor patio de un restaurante de ambiente rústico me dirijo al camping, en lo alto de una colina.
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Han acondicionado cabañas de madera para los peregrinos y hay una estupenda piscina en la que relajarse tras la caminata del día.
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El día siguiente toca encaminarse hacia Comillas, otro lugar muy turístico, este con playa. Ya que al anterior, Santillana, le llaman el pueblo de las tres mentiras, ni es Santa, ni llana ni tiene mar.
En Comillas paso la mañana disfrutando de la playa, ya que hace un día muy soleado, lo cual no siempre es posible en el norte. Como un par de raciones, gambas a la plancha y pulpo y me echo la siesta. Por la tarde doy otra vuelta por el pueblo, ceno algo y me acuesto temprano.
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El camino nos lleva entre prados y montañas hasta Unquera, varios kilómetros antes de llegar ya se percibe el olor a sus afamadas corbatas, hojaldre hecho con mantequilla del que varias fábricas en la localidad se encargan de proveer a toda la región.
En la larga calle central se suceden las cafeterías y pastelerías, así que desayuno por duplicado, en el primer local pido mi café con leche con corbatas normales y en el segundo con chocolate, esos pequeños detalles que hacen más llevadera la sufrida vida del peregrino…
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Camino a Llanes encontramos el museo de la emigración y archivo de indianos de Colombres, muy recomendable. En un impresionante palacete indiano se conservan objetos y documentos relacionados con la emigración.
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Por todo el recorrido del camino vamos encontrando casas de indianos, los emigrantes retornados que después de hacer fortuna, principalmente en las américas, volvían a su terruño de origen.
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Erigían estupendas viviendas en las que no podía faltar un hermoso jardín con una o varias palmeras, que les recordaban cada día el lejano lugar que les permitió triunfar en la vida. Muchos se convertían en grandes mecenas de su patria chica y financiaban proyectos como dispensarios, orfanatos, obras de saneamiento y públicas, para devolver algo a quienes no habían tenido tanta suerte como ellos.
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En el museo vemos cómo era la emigración en el siglo XIX y XX y cómo se organizaban las casas de españoles en los diferentes países americanos, sus fiestas y actividades, símbolos, banderines, fotografías, etc.
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Centro asturiano en Tampa, Florida a principios del siglo XX
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Si nos encontramos día de mercado en algún pueblo de nuestro recorrido, nunca está de más adquirir buen queso, embutido y pan.
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Una de las impresionantes playas de Llanes
El albergue de Piñeres está muy bién acondicionado, baño, cocina y terraza como en un bungalow de camping, aunque tiene pocas plazas, también está la casa rectoral algo más adelante con menos comodidades, los lleva la misma persona.
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En Casquita nos encontramos la bifurcación que nos obliga a decidir si seguir hacia Oviedo, para enlazar con el “Camino Primitivo” (Por ser el primer camino, realizado por Alfonso II en el siglo IX para visitar la recién descubierta tumba del apostol) , montañoso, exigente y muy bonito a decir de los que lo han hecho. O seguir hacia Gijón, más pegados a la costa, para recorrer lo que queda de Asturias y ya en Ribadeo girar hacia el interior de Galicia.
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Yo he decidido seguir hacia Gijón, aunque algún día espero poder hacer el Camino Primitivo, del que se escuchan buenas recomendaciones por sus paisajes y sosiego.
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Típico alberque público en Isla, algo masificado en esta época del año. Para quien haya hecho la mili o pasado por un internado no habrá problema y si no ha sido así, la aprensión desaparece de forma natural con el paso de los días, cuando uno se acostumbra a compartir espacio con otros, lejos de nuestro aséptico e individual modo de vida cotidiano.
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Fábrica de sidra el gaitero en Villaviciosa
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Fabes y sidra, nada mejor después de un día de camino
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curioso concepto de "chupito" el que tienen en Asturias , aquí todo a lo grande claro que sí!!!
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El camping deba, unos kilómetros antes de Gijón, reserva unas cabañas para peregrinos, un oasis con piscinas y todos los servicios necesarios. Hay autobús a Gijón, aunque en fin de semana no hay mucho horario.
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Gijón es una bonita ciudad que tiene, en mi opinión todo lo necesario; mar, buena gastronomía y un clima suave que invita a disfrutarla con tranquilidad.
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Por la mañana la gran playa de San Lorenzo ofrece un estupendo paseo para después subir hasta el cerro de Santa Catalina y disfrutar de las vistas sobre el Oceano, después se baja por el casco viejo de Cimadevilla hacia el puerto deportivo, buscando un lugar donde comer los impresionantes platos asturianos. Hay que decir que es muy difícil comer mal en Asturias y si se consigue, seguramente nos hemos empeñado en hacerlo a conciencia.
Efectivamente las guías tienen toda la razón y salir de la ciudad de Santander, primero por sus calles y después por zonas industriales no es un recorrido muy interesante.
El cuerpo va acostumbrándose al camino en esta jornada corta y con buen tiempo, solo camino unos 13 kilómetros hasta llegar al recomendado albergue Piedad en Boo de Piélagos. Es una casa amplia, nueva y muy bien cuidada, atendida por gente agradable y detallista.
Coincido en la cena con una belga y un padre y su hijo franceses, comparto con ellos algo de queso de Roncal y chorizo que he traído en la mochila y quedan muy impresionados por la calidad de los productos, siempre está bien mostrar el nivel de nuestros manjares a quienes nos visitan.
Toca acostarse temprano y descanso en una cómoda litera y un ambiente tranquilo ya que el lugar acoje a un número reducido de peregrinos.
El día siguiente comienzo a caminar temprano, tras desayunar en el tranquilo comedor del albergue con vistas a la carretera por la que continúa el camino, que se va iluminando según va saliendo el sol.
Para evitar un gran rodeo hay que encaminarse al puente del ferrocarril. Nada más dejar el pueblo las indicaciones nos dirigen a mano izquierda y poco más adelante a mano izquierda otra vez, pero es mejor dirigirse de frente y pasar al otro lado de la vía del ferrocarril por debajo de esta, entonces si, a la izquierda y llegamos al puente que cruzamos sin problemas ya que hay espacio de sobra, pese a que alguna guía no lo recomienda.
Santillana del Mar es una pequeña villa muy turística ya que conserva el encanto medieval de sus construcciones en piedra. Parece un decorado recorrido incansablemente por visitantes que van parando en sus tiendas, bares y restaurantes. Tras recorrer el pueblo y cenar en el acogedor patio de un restaurante de ambiente rústico me dirijo al camping, en lo alto de una colina.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Han acondicionado cabañas de madera para los peregrinos y hay una estupenda piscina en la que relajarse tras la caminata del día.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
El día siguiente toca encaminarse hacia Comillas, otro lugar muy turístico, este con playa. Ya que al anterior, Santillana, le llaman el pueblo de las tres mentiras, ni es Santa, ni llana ni tiene mar.
En Comillas paso la mañana disfrutando de la playa, ya que hace un día muy soleado, lo cual no siempre es posible en el norte. Como un par de raciones, gambas a la plancha y pulpo y me echo la siesta. Por la tarde doy otra vuelta por el pueblo, ceno algo y me acuesto temprano.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
El camino nos lleva entre prados y montañas hasta Unquera, varios kilómetros antes de llegar ya se percibe el olor a sus afamadas corbatas, hojaldre hecho con mantequilla del que varias fábricas en la localidad se encargan de proveer a toda la región.
En la larga calle central se suceden las cafeterías y pastelerías, así que desayuno por duplicado, en el primer local pido mi café con leche con corbatas normales y en el segundo con chocolate, esos pequeños detalles que hacen más llevadera la sufrida vida del peregrino…
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Camino a Llanes encontramos el museo de la emigración y archivo de indianos de Colombres, muy recomendable. En un impresionante palacete indiano se conservan objetos y documentos relacionados con la emigración.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Por todo el recorrido del camino vamos encontrando casas de indianos, los emigrantes retornados que después de hacer fortuna, principalmente en las américas, volvían a su terruño de origen.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Erigían estupendas viviendas en las que no podía faltar un hermoso jardín con una o varias palmeras, que les recordaban cada día el lejano lugar que les permitió triunfar en la vida. Muchos se convertían en grandes mecenas de su patria chica y financiaban proyectos como dispensarios, orfanatos, obras de saneamiento y públicas, para devolver algo a quienes no habían tenido tanta suerte como ellos.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
En el museo vemos cómo era la emigración en el siglo XIX y XX y cómo se organizaban las casas de españoles en los diferentes países americanos, sus fiestas y actividades, símbolos, banderines, fotografías, etc.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Centro asturiano en Tampa, Florida a principios del siglo XX
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Si nos encontramos día de mercado en algún pueblo de nuestro recorrido, nunca está de más adquirir buen queso, embutido y pan.
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Una de las impresionantes playas de Llanes
El albergue de Piñeres está muy bién acondicionado, baño, cocina y terraza como en un bungalow de camping, aunque tiene pocas plazas, también está la casa rectoral algo más adelante con menos comodidades, los lleva la misma persona.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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En Casquita nos encontramos la bifurcación que nos obliga a decidir si seguir hacia Oviedo, para enlazar con el “Camino Primitivo” (Por ser el primer camino, realizado por Alfonso II en el siglo IX para visitar la recién descubierta tumba del apostol) , montañoso, exigente y muy bonito a decir de los que lo han hecho. O seguir hacia Gijón, más pegados a la costa, para recorrer lo que queda de Asturias y ya en Ribadeo girar hacia el interior de Galicia.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Yo he decidido seguir hacia Gijón, aunque algún día espero poder hacer el Camino Primitivo, del que se escuchan buenas recomendaciones por sus paisajes y sosiego.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Típico alberque público en Isla, algo masificado en esta época del año. Para quien haya hecho la mili o pasado por un internado no habrá problema y si no ha sido así, la aprensión desaparece de forma natural con el paso de los días, cuando uno se acostumbra a compartir espacio con otros, lejos de nuestro aséptico e individual modo de vida cotidiano.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Fábrica de sidra el gaitero en Villaviciosa
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Fabes y sidra, nada mejor después de un día de camino
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curioso concepto de "chupito" el que tienen en Asturias , aquí todo a lo grande claro que sí!!!
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El camping deba, unos kilómetros antes de Gijón, reserva unas cabañas para peregrinos, un oasis con piscinas y todos los servicios necesarios. Hay autobús a Gijón, aunque en fin de semana no hay mucho horario.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Gijón es una bonita ciudad que tiene, en mi opinión todo lo necesario; mar, buena gastronomía y un clima suave que invita a disfrutarla con tranquilidad.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Por la mañana la gran playa de San Lorenzo ofrece un estupendo paseo para después subir hasta el cerro de Santa Catalina y disfrutar de las vistas sobre el Oceano, después se baja por el casco viejo de Cimadevilla hacia el puerto deportivo, buscando un lugar donde comer los impresionantes platos asturianos. Hay que decir que es muy difícil comer mal en Asturias y si se consigue, seguramente nos hemos empeñado en hacerlo a conciencia.