5 dias intensos conociendo Paris ✏️ Blogs de Francia

Después de casi dos años de regresar de mi viaje a Paris, por fin me he puesto manos a la obra para organizar el álbum de fotos comentado que suelo hacer de todos los viajes y sacar de el un diario para compartir con todos los Viajeros.
Es mi primer diario y me gustaría que sirviera de ayuda a otros viajeros, igual que a mi me sirvió muchísimo toda la ayuda y comentarios que recibí del foro.
Vaya por delante que de historia y arte se lo justito (ya quedó muy atrás aquel B.U.P donde se estudiaban estas cosas) por lo que la mayoría de la información está sacada de guías, libros, Internet y comentarios leídos en varios sitios y que fui recopilando cuando preparaba el viaje. Si hay errores, pido mil disculpas.

Marais y el Barrio Latino

Marzo de 2012. Este año íbamos ha viajar una de las ciudades clásicas e imprescindibles de Europa: Paris.
Teníamos por delante casi 5 días intensos para conocer La Ciudad de la Luz y de las grandes avenidas, con un montón de cosas que visitar.

Fieles a la costumbre de madrugar salimos de Madrid tempranito y a las 10 ya estábamos en el aeropuerto de Orly, desde donde cogimos el RER B y luego el metro para llegar a la Plaza de la Republica, al lado de la cual estaba nuestro hotel, el Aida Marais, un hotel tranquilito, cómodo y bien comunicado.

Tras instalarnos volvimos a coger el metro hasta la Plaza de la Bastilla para empezar la ruta de la mañana conociendo el barrio de Marais


El barrio de Marais es una zona que alberga museos históricos y biográficos y bibliotecas. Se lo considera uno de los barrios más cosmopolitas del viejo continente con calles estrechas, cafés, mansiones renacentistas y pequeñas tiendas.

Comenzamos la ruta en La Plaza de la Bastilla, lugar simbólico de la Revolución francesa. La toma de la Bastilla marcó el comienzo de la Revolución en 1789. Actualmente no quedan restos de la antigua fortaleza.


De aquí nos dirigimos a la Place des Vosges, un jardín rectangular rodeado de soportales y de casas palaciegas. Aquí vivió Víctor Hugo y su hogar es actualmente un museo.
Los soportales están llenos de tiendas, pequeños cafés y algún músico callejero.


Al lado de esta plaza esta el Hôtel de Sully, un palacio construido en 1630 y clasificado como Monument historique en 1862.


Tras dar unas cuantas vueltas, por que la entrada está muy escondida, conseguimos encontrar la primera Iglesia que queríamos visitar, la Église Saint Paul et Saint Louis

Se construyó entre 1627 y 1641 según un plano inspirado en la iglesia del Gesù de Roma.
Está rodeada de casa y la fachada a penas se ve. Es una iglesia bonita, alta y luminosa. La obra mas destacada de su interior es la estatua de mármol de La Virgen dolorosa realizada por Germain Pilon.


Nos encaminamos hacia el Centre Pompidou, pasando por la Rue des Rosiers y los Archivos Nacionales.
La Rue des Rosiers es una calle peatonal construida en el S. XIII, y se le dio este nombre ya que estaba llena de rosales (rosiers) que crecían por las paredes de los edificios
A partir de 1850 cerca de 20.000 judíos se instalaron en el barrio de Marais, pero durante la Segunda Guerra Mundial muchos son detenidos y expulsados por la ocupación nazi. Actualmente es una calle con mucho ambiente y con dos famosos restaurantes de falafels, en los que había largas colas para entrar.


Los Archives Nacionales se crearon en la época de la Revolución Francesa y se alojan el el Hotel Soubise, de 1705. En su interior se conservan algunos hitos de la historia de Francia: papiros merovingios, los procesos de los Templarios, el diario de Luis XVI, el testamento de Napoleón, la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano y las sucesivas Constituciones de Francia.


Y llegamos al Centre Pompidou
Es un poco chocante ver este edificio de colores, con tuberías por el exterior, ascensores y escaleras mecánicas en medio de una zona historica con edificios clasicos. Choca, pero la verdad es que le da un toque de color que se agradece. Se inauguró en 1977 como Centro Nacional de Arte y Cultura. Es uno de los principales museos de arte moderno y contemporáneo del mundo, al que no entramos…. Para museos ya teníamos previsto el Louvre y el Orsay.


Y para darle mas color al asunto, en esta plaza está la Fuente Stravinsky, con un montón de esculturas móviles de colores........ y detrás la fachada de una iglesia antigua. Es un rincon muy agradable, con monton de gente sentada en el borde de "la piscina" tomando un piscolabis, niños jugando... y turistas como nosotras con la camara de fotos siempre pegada al ojo.


La iglesia que asomaba por detras de la fuente es la de Saint Merry. Aunque su interior es clásico, la han decorado con pajaritas de colores a juego con el entorno en el que se encuentra.


Nuestra siguiente parada fue la Tour Saint-Jacques, un campanario de estilo gótico flamígero erigido entre 1509 y 1523 y único vestigio de la iglesia de Saint Jacques de la Boucherie, que era el punto de reunión y partida de los peregrinos que iban hacia Santiago de Compostela.
Aquí nos encontramos con las primeras Gárgolas de las muchas que veríamos durante el viaje.


Para terminar con esta zona nos faltaba por ver el Ayuntamiento de Paris, El Hôtel de Ville, frente al cual murió guillotinado Robespierre tras ponerse fin al período del Terror. Alberga las instituciones del Gobierno Municipal de París.


Desde aquí atravesamos la la île de la Cité, que visitaríamos mañana, para adentrarnos en el Barrio latino, el Quartier Latin.
Este barrio fue y es el reino de los estudiantes, ya que aquí esta La Sorbona, fundada en 1257, que es la universidad francesa más famosa. Recibe este nombre porque en la universidad hasta el siglo XVIII se habló latín.
La plaza principal es la de Saint Michel, con la estatua de San Miguel venciendo al dragón. En las calles de los alrededores hay un montón de bares y restaurantes (donde cenamos varias noches) y siempre hay mucho movimiento de gente.


Hicimos una breve parada en la Shaspeare & co, una preciosa y antigua librería especializada en literatura anglosajona....no te dejaban hacer fotos dentro, pero lo que si se podia era coger un libro y sentarse en un sofá a leer un rato.


Y nos encaminamos a la Iglesia de Saint-Julien-le-Pauvre. Construida entre 1165 y 1220, es una de las más antiguas de la ciudad. Actualmente es una Iglesia Ortodoxa Griega con un bonito iconostasio.


Muy cerquita está la Iglesia de Saint-Severin y Saint-Nicolas, pero había un entierro, a si que dejamos la visita para el día siguiente y seguimos callejeando por el Barrio Latino hacia la Cour de Rohan.

La Cour de Rohan son un conjunto de tres patios privados con restos de construcciones medievales y casas y calles empedradas del siglo XVIII.


Desde aquí pasamos por la Cours du Comerce, un pasaje comercial, y por el Café Procope, el más antiguo café de Paris, visitado por personajes históricos como Voltaire o Rousseau.


Y llegamos a la Iglesia de Saint Germain des Pres del siglo XI. Se conserva una de sus tres torres originales que cuenta con un reloj de hace 1.000 años. El interior presenta una mezcla de estilos, con columnas de mármol del siglo VI, bóvedas góticas y arcos románicos.


Tras esta visita nos fuimos a la orilla del Sena, para ir paseando por su rivera hasta llegar al Pont Alexandre III.

Este puente une la explanada de Les Invalides con el Petit Palais y el Grand Palais y fue construido para la exposición universal de 1900. Tiene un montón de estatuas y en cada extremo hay dos columnas de 17 metros rematadas por estatuas de Pegasos en bronce. Las farolas son de hierro forjado a modo de candelabros.
Desde aquí tuvimos la primera visión clara de la señorita Eiffel.


Atravesamos el puente para darle un vistazo al exterior del Petit Palais y Grand Palais.
Ambos fueron construidos para la Exposición Universal de 1900 mezclando el estilo clásico y estatuas con estructuras de hierro y grandes zonas acristaladas. Actualmente son museos y salas de exposiciones.

En la esquina del Grand Palais hay una estatua de Winston Churchill con la frase “Nunca nos rendiremos”.


Atravesamos los jardines de los Campos Elíseos y llegamos a la Place Concorde, una de las más grandes de París y donde fueron guillotinadas más de 1.000 personas durante la era de terror, entre ellos Luis XVI.
La plaza, de forma octogonal, fue construida entre 1755 y 1775. En el centro se sitúa el obelisco de Luxor, traído desde Egipto en 1836, y dos fuentes con motivos marinos. Posteriormente, el obelisco fue utilizado como gnomon para crear el mayor reloj solar del mundo.


Desde esta plaza veíamos una enorme humareda, que se fue intensificando a medida que nos aproximábamos a la Place Vendôme, hasta que la policía y los numerosos curiosos nos dijeron que había un incendio en un parking subterráneo de esa plaza, por lo que dejamos la visita para otro momento menos peligroso.


Seguimos caminando para llegar al Palais Royal. Dimos un poco de vuelta por que nos costó encontrar la entrada. Es un jardín cuadrangular rodeado de edificios con soportales y su construcción fue encargada por el Cardenal Richelieu en 1639. Actualmente es la sede del Consejo de Estado y del Ministerio de Cultura


Ya empezaba a anochecer y había que ir pensando donde cenar y optamos por una tasquita que nos pillaba de camino hacia el Hotel.
Por el camino pasamos por la Bourse du commerce y por la Iglesia de Saint-Eustache, que ya estaba cerrada y que veríamos días después.


Y llegamos a Le Denicheur, un restaurante enano, con las mesas pegadas y lleno de cachivaches donde cenamos de maravilla y a muy buen precio (La foto es de internet.... a esas horas ya iba sin bateria en la camara!!!....de pardilla el primer dia).


Y luego caminito al Hotel….cuando llegamos llevábamos 12 km en las piernas…¡¡¡ y era el primer día !!!

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Île de la Cité, Barrio Latino, Zona Panteón y Montparnasse

El viernes teníamos previsto pasar la mañana en la Île de la Cité, viendo dos de los monumentos mas emblemáticos de Paris, La Sainte Chapelle y Notre Dame. Para ganar tiempo cogimos el metro hasta Châtelet y cruzamos el Pont au Change hasta la Sainte Chapelle. Tuvimos que esperar un poco por que aún no habían abierto. Empezábamos hoy a usar la Paris Museum Pass, con la que podíamos entrar a la mayoría de los monumentos. Era para dos días….y los alargamos todo lo que pudimos


La Sainte-Chapelle fue diseñada a mediados del siglo XIII como un relicario monumental digno de albergar la corona de espinas de Cristo. Es una magnífica obra gótica con 15 vidrieras grandísimas, de colores rojo, azul, oro, verde y malva formando escenas religiosas.
En el exterior, sus torres de 15 m de altura están coronadas por una especie de espinas talladas en piedra que representan las espinas que Cristo llevó en su cabeza. Y en cada esquina hay gárgolas.


Al lado se encuentra La Conciergerie, la parte más antigua del Palais de la Cité, la Residencia Real y donde, durante la Revolución, se confinaba a los prisioneros hasta el momento de su ejecución en la guillotina. Aquí estuvieron Maria Antonieta y Robespierre antes de ser decapitados. Habia una exposición con exculturas de animales y no pudimos verlo muy bien.


Nuestra siguiente parada era Notre Dame, para lo cual atravesamos el mercado de las flores y nos pusimos a la cola para subir a las Torres que era lo primero a visitar.

Las torres de Notre-Dame son famosas por la novela de Víctor Hugo, por las espectaculares gárgolas y por las buenas vistas de la ciudad. Tras una ascensión de 400 escalones por escaleras de caracol llegamos arriba. Impresionante ¡!!!….Las vistas son espectaculares, tanto de la ciudad como de los tejados de la propia Catedral, a si que me quede un buen rato haciendo fotos a la ciudad con el Sena, a la aguja de la catedral con sus estatuas verdes y sus dragones, a los tejados con mil formas y caras, a la Iglesia de San Eustache, a la Torre Eiffel, al Sacre Coeur...


Y, sobre todo, a las gárgolas.


A la bajada de las torres vimos la Catedral

Notre-Dame es una obra maestra de la arquitectura gótica y medieval. Su construcción se inició en 1163 y llevó 170 años concluirla. El pórtico central muestra escenas del juicio final, con un ángel y un diablo poniendo en una balanza las virtudes y maldades de los penitentes. El de la derecha muestra a San Marcelo y a la virgen en el tímpano. El de la izquierda, por el que entramos, es el de La Virgen.
Como pasa en algunas catedrales, si le das una vuelta ves que los laterales y la fachada posterior son tan bonitas o más que la principal.


Notre Dame tiene una longitud de 130 metros, 50 metros de ancho y su altura máxima llega a los 69 metros, con capacidad para 9.000 personas. La nave central está rodeada por columnas y torres góticas que se coronan con esculturas. Está envuelta por un doble deambulatorio, dando lugar a cuatro naves laterales. La iglesia tiene numerosas vidrieras y rosetones que le dan una luz especial. Destaca su magnífico órgano y ser organista titular de Notre-Dame uno de los más altos honores a los que puede aspirar un organista


Tras ver la Catedral, atravesamos el Pont de Saint Louis, lleno de candados y notas por la novela de Federico Moccia “Tengo ganas de ti” y llegamos a la Île de Saint Louis, con pequeñas calles y un ambiente muy tranquilo. Entramos a ver la Église St. Louis en Îlle, pequeñita y acogedora, y más después del tumulto de Notre Dame.


Como aún teníamos tiempo antes de la comida, nos acercamos a la Église de Saint Severin y Saint Nicolas, que no habíamos podido ver el día anterior.

Es un templo de estilo gótico flamígero grande y muy bonito, con vidrieras antiguas, aunque también hay algunas vidrieras modernas que eran más bien feas. Se empezó a construir en el S XI pero no se terminó hasta el XV. Una curiosidad de la iglesia es una columna con forma de tronco de palmera. Por fuera también tiene bonitas gárgolas .


Ahora sí que se acercaba la hora de comer. Como la siguiente visita era Saint Sulpice, hicimos una paradita allí cerca, en la creperie "Les canettes", con mesas largas donde comías pegado al vecino mientras veías hacer las creps, grandes y buenísimas.

Y tras el “piscolabis” llegamos a Saint Sulpice. Delante de la iglesia hay una plaza con la Fuente de los Cuatro Puntos Cardinales. En ella se ven representados cuatro obispos señalando hacia cada uno de los puntos cardinales.


La Iglesia de Saint Sulpice se comenzó a construir en 1646 y es una de las iglesias más altas de París
La curiosidad principal de esta iglesia es que en 1743 El párroco de la iglesia encargó a un astrónomo la construcción de un gnomon para calcular la fecha de Pascua mediante el control de los equinoccios.
Es una columna de mármol que marca la hora mediante la sombra que proyecta en el suelo. Gracias a la existencia del gnomon la iglesia se salvó de ser destruida durante la Revolución Francesa. A esta iglesia van muchos curiosos por que sale en el libro “El codigo Da Vinci”

Otras cosas destacadas son los frescos de Delacroix, una figura de San Pedro con el pie desgastado por las caricias de miles de fieles, el órgano de tubos que data de 1862 y la pila de agua bendita (o bautismal ¿?) hecha con una Tridacna enorme.


Nuestra siguiente parada era el Panteón, para lo que atravesamos El Jardín del Luxemburgo, con numerosas estatuas y esculturas y donde está el Senado Francés.


El Panteón se construyo por mandato de Luis XV, con estilo neoclásico, para Santa Genoveva, Patrona de París. En 1791, la Revolución hace laico el monumento que se convierte en Panteón Nacional.
Aquí están los restos de las grandes figuras de la patria, como Victor Hugo, Alejandro Dumas, Pierre y Marie Curie o Voltaire. En 1851 León Foucault instaló su famoso péndulo aquí debido a que la gran altura del edificio facilitaba el experimento que demostraba la rotación de la Tierra y la fuerza de Coriolis. Desde 1995 hay una réplica del péndulo.


Al lado del Panteón hay una preciosa iglesia, St. Etienne du Mont, construida entre 1517 y 1626 con una mezcla de estilos gótico y franco-italiano.
El interior es espectacular, con una tribuna que separa el coro de la nave, esculpida entre 1521 y 1524 por Biart le Pere. Forma un arco de 9 m al que se accede por dos escaleras en espiral hechas de piedra calada.

Había varios estudiantes de arte realizando bocetos del interior de la iglesia.


Después de visitar la iglesia nos encaminamos a la Rue Mouffetard, una estrecha callecita con numerosos bares, restaurante y tiendas de comida, entre ellas un par de maravillosas tiendas de quesos, de donde salimos con varios paquetes para llevar a España.


Al final de esta calle cogimos el Metro hasta Edgar Quinet, en el barrio de Montparnasse

El barrio de Montparnasse fue lugar de reunión y hogar de figuras históricas como Hemingway o Trotsky y posteriormente artistas como Picasso, Dalí, Miró o Juan Gris. Queríamos visitar su famoso cementerio, pero ya estaba cerrado, a si que nos dirigimos a la Tour de Montparnasse

La Tour de Montparnasse es bastante fea pero desde arriba hay buenas vistas de Paris. Como solo me gustan las alturas a mí, subí sola a la planta 56 en ascensor y tres más andando. La parte superior de este edificio es una enorme terraza descubierta con cristales en los bordes, excepto en algunos huecos y aunque el día estaba un poco turbio, desde arriba se veían muchos de los edificios emblemáticos de Paris.


Tras bajar de la torre paseamos por el barrio de regreso hacia el Barrio Latino, donde íbamos a cenar.
Por el camino pasamos por los Jardines de los Grandes Exploradores, con su fuente de bronce "Las cuatro partes del mundo”, dedicado a Marco Polo y Robert Cavelier de la Salle que recorrió las tierras de América del Norte. Y por la plaza de La Sorbona.


Cenamos en Le Grand Bistrot que, aunque parecía turístico, estaba lleno de gente de la tierra y nos zampamos unas estupendas fondues de queso.
Para poder bajar un poco la cena antes de ir a dormir, pasamos por el Puente de Notre Dame y por la Catedral para ver los edificios iluminados.


Y de nuevo al metro para ir a descansar. Hoy habíamos caminado un poco menos, “solo” 10,5 km.

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Museo del Louvre, zona de la Opera (sin la Opera), Arco del triunfo y Campos Elíseos



Salimos del hotel tempranito (como siempre…) y cogimos el metro hasta Louvre-rivoli y como el museo no abría hasta las 9 y aún faltaba media hora, primero entramos a la iglesia de Saint Germain L’Auxerrois…. ya empezábamos a confundir unas iglesias con otras, menos mal que íbamos apuntando el orden de las visitas para luego poder identificar las fotos….

La iglesia de Saint-Germain L`Auxerrois es una Iglesia gótica que fue la parroquia de los reyes de Francia. El interior está formado por cinco naves sostenidas por columnas. Todo el conjunto está decorado con obras de arte, como el frontal flamenco de madera esculpida con pequeñas escenas que representan hechos de la vida de Jesús. Tiene magnificas vidrieras del siglo XV.
Junto a la iglesia esta La antigua Alcaldía del primer distrito parisino, construido en 1858. Entre el ayuntamiento y la iglesia hay una torre-campanario de estilo neogótico florido, de 1860. Este campanario no forma parte de la iglesia, sino del Ayuntamiento.


Nos encaminamos al Museo del Louvre. Fue construido a principios del siglo XIII, como fortaleza de protección de la ciudad y posteriormente se convirtió en la residencia Real. Finalmente Napoleón lo convirtió en un museo. La última modificación que se le hizo, durante el mandato de Mitterrand, fue la construcción de la Pirámide de Cristal. En el museo se exponen antigüedades orientales, egipcias, griegas, etruscas y romanas, esculturas, pinturas, artes gráficas, joyas de la Corona Francesa y objetos de arte. Alberga varios de los más celebres cuadros del mundo: La Gioconda, de Leonardo da Vinci, La Libertad Guiando al Pueblo, de Eugene Delacroix, La Coronación de Napoleón y El Retrato de Napoleón, de Jacques Louis David, Las Bodas de Caná de Veronés, La Encajera de Bolillos de Johannes Vermeer, La Duquesa de Villars y Gabriela d’Estrée, atribuido a Jean Cousin el Joven,
Sus obras escultóricas más afamadas podrían ser la Venus de Milo, la Victoria de Samotracia, el Código de Hammurabi, el Escriba Sentado y Amor y Psiqué.


Es un palacio enorme y aunque estuvimos casi toda la mañana, solo vimos unas pocas obras. Para verlo bien tendríamos que haber estado allí tres días….
Del Louvre salimos hacia El Jardín de las Tullerías, un gran jardín entre el Museo y la Plaza de la Concorde. Se construyó en el S XVI por mandato de Catalina de Médicis. En el Jardín hay varios estanques y fuentes y esculturas.
Al inicio del paseo se encuentra el Arco Del Triunfo del Carrousel. Napoleón Bonaparte hizo construir este arco entre 1806 y 1808 en conmemoración de sus victorias militares, con figuras de bronce y oro, otras expoliadas en sus victorias militares y bajorrelieves relatando sus victorias. Las cuatro columnas corintias son de mármol rosa, y sirve de pedestal a una estatua de un soldado con el típico uniforme de la Gran Armada napoleónica. Tras la caída de Napoleón el Arco sufrió diferentes transformaciones y restauraciones hasta su aspecto actual.


Atravesamos Las Tullerias, cuyos jardines estaban mustios y pelados por el frio (como yo, que ya empezaba a manifestar los primeros síntomas del tremendo gripazo que estaba incubando) y en la Place de la Concorde cogimos el metro hasta Saint lazare para ir a ver la Chapelle Expiatoire. La verdad es que nos podíamos haber ahorrado el viaje, ya que nos decepcionó bastante.

La Chapelle Expiatoire se construyó en 1815 como lugar de entierro de Louis XVI y María Antonieta, los últimos reyes de Francia. En dos tablas de piedra están inscritas las últimas misivas de los condenados de la familia real, incluidos los motivos de Dios para perdonar a sus enemigos. Es una capilla muy sobria, vacía y desangelada….igual era por que en todos los monumentos en los que habíamos estado había mucha gente, Parisinos, turistas y sin embargo aquí no había nadie y daba la sensación de abandono y tristeza. Puestos a comparar enterramientos, nada que ver con el ostentoso Memorial de Napoleón en Les Invalides que veríamos al día siguiente.


Tras hacer una paradita para comernos una Quiche, fuimos a ver las Galerias Lafayette. Ropa y artículos de lujo a tutiplén. No íbamos a comprar nada, pero el edificio es muy bonito con una gran cúpula de cristal en estilo Art Nouveau, junto con unas magníficas escaleras y balcones en cada piso.


Nos volvimos al Metro para ir a ver la Iglesia de San Eustache, que se había quedado pendiente el jueves por que ya estaba cerrada cuando pasamos por ella. Nos sorprendió ver ese día que en una de las puertas laterales de la Iglesia había una cola de gente esperando para poder entrar a cenar en un comedor social que tiene la Iglesia.

La Iglesia de Saint-Eustache es una de las iglesias más visitadas de Paris y una de las más grandes. Se comenzó a construir en 1532 y tardó casi un siglo en acabarse. Por su proximidad con el Louvre, era considerada iglesia real. Es una iglesia muy bonita, con muchas de las paredes pintada, techos altísimos y un gran órgano construido en 1854. Este órgano es uno de los más grandes de Francia (el tercero después de Notre Dame y la Iglesia de Saint Sulpice) y la Iglesia tiene una acústica excelente, por lo que se suelen celebrar conciertos en su interior….pero por desgracia esos días no había y no lo pudimos disfrutar.


Y de nuevo al metro para ir, ya casi anocheciendo, al arco del triunfo

El Arc de Triomphe fue mandado construir por Napoleón Bonaparte tras su victoria en la batalla de Austerlitz (1805). Esta inspirado en la arquitectura romana y alcanza una altura de 49 metros de alto y 45 metros de ancho. En su interior hay una exposición de acontecimientos históricos y de la construcción y decoración del Arco. Las vistas desde la zona superior del arco son muy buenas. Se observa como se unen las doce avenidas en la plaza, ves toda la avenida Champs Élysées, la zona de rascacielos modernos (a la que no fuimos) y la Torre Eiffel. En la base del arco hay inscripciones con los nombres de las batallas y la tumba del soldado desconocido, donde nos coincidió el cambio de guardia.

Para acabar el día nos faltaba dar un paseo por la calle más representativa de Paris, Les Champs-Élysées, con sus cafeterías y terrazas, sus tiendas de lujo, músicos ambulantes y multitud de gente paseando por ella…y un cafecito y un bollo para entrar en calor!!!

Nos dimos un saltito al Pont de Alexander III para hacer unas fotos.


Y tras los 7 km del día cogimos el metro para cenar cerca del hotel, en Le Reveil Du Xeme. Menos mal que el camarero hablaba español, por que la carta estaba escrita en una pizarra y eran comidas típicas y no teníamos ni idea de lo que eran. Pero estaba todo muy bueno y muy bien de precio.

Como era sábado nos fuimos a tomar unas cervecitas a Quartier General, un garito medio rocker donde además había un conciertillo (con canción de Manu Chao en Castellano incluida).

Estaba bien, aunque era bastante caro.

Y a descansar, que aún nos faltaba mucho que ver el domingo.

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