Idioma: English Español
Mostrar/Ocultar Blogs / Diarios
Mostrar/Ocultar Fotos / Pics
Blogs 
Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium ✏️ Blogs de Mexico Mexico

Viaje a la Riviera Maya en mayo de 2010.
Autor: Lou83  Fecha creación:  Puntos: 4.7 (28 Votos)
Etapas 1 a 3,  total 10
 1  2  3  4  siguiente siguiente

Día 0

Día 0


Localización: Mexico Mexico Fecha creación: 06/08/2010 20:38 Puntos: 5 (1 Votos)
Hola,

Pasaré a relataros el viaje que hicimos mi novio y yo a la Riviera Maya entre el 25 de mayo y el 4 de junio de 2010. El diario lo ha escrito él en su web, yo os lo pego aquí. Espero que os guste.

Pasan seis horas desde que empezara el día 25 de mayo 2010 en Palma de Mallorca. Se enciende una luz en el dormitorio, y ésta se refleja en el equipaje ya preparado en el pasillo. En algo más de cuatro horas, abandonaremos Baleares, España e incluso Europa durante unos días para realizar nuestro "viaje del año". Para conseguir un mayor contraste respecto a los dos viajes anteriores, en los que visitamos dos grandes ciudades como Nueva York y Washington, en esta ocasión nos vamos a un rincón apartado, en el que la principal ambición es descansar y exponerse al sol el mayor tiempo posible. Nos vamos a la Riviera Maya, en la costa este de Méjico.

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 0 (1)

De forma excepcional y por motivos exclusivamente económicos, hemos contratado nuestro viaje a través de una agencia. Se trata de Viajes Almeida, que recientemente inauguró su primera oficina en Mallorca en la Urbanización de Puig de Ros, a escasa distancia de nuestra casa. Como decía, el motivo por el que acudir a una agencia fue exclusivamente el coste: ya teníamos decididos el destino, los días, e incluso el hotel. La ventaja de hacerlo a través de una empresa como Travelplan radica en el coste del vuelo, ya que la diferencia entre el precio total por libre y a través de agencia, es prácticamente lo que pagaríamos por el viaje de ida y vuelta con Air Europa.

El hotel... podría decirse que el hotel fue el detonante de nuestro viaje. Fue lo primero que "descubrimos" a través de referencias por la red, y a partir de ahí decidimos cual sería nuestro próximo destino. Se trata del Grand Palladium Spa & Resort, situado a unos 30 kilómetros al sur de Playa del Carmen. Es un hotel con muy buena reputación, al parecer de los mejores de su zona. Incluso tiene una página no oficial estadounidense de gente absolutamente devota de éste y sus otros complejos turísticos.

Pero no es exactamente Grand Palladium el hotel, ya que el complejo incluye 5 hoteles. El Kantenah, el Colonial, el White Sand, el Riviera... y The Royal Suites. Mientras los cuatro primeros son muy similares y, de hecho, sus huéspedes reciben el mismo trato unos respecto a otros, alojarse en The Royal Suites tiene ciertas ventajas. La primera, y más importante para nosotros: solo se permiten adultos. Si, somos así, una pareja joven a la que los niños le irritan más que gustan, y no creo que haya que dar más explicaciones al respecto. Así que asegurarse de que en las mediaciones del hotel no habría nadie menor de edad es un punto importante. Otra cosa es que luego haya adultos que se porten como críos, pero contra eso poco queda que se pueda hacer.

La ausencia de niños no es la única ventaja de hospedarse en The Royal Suites, el cual, lógicamente, tiene un coste por habitación más elevado que el resto de hoteles del resort. Sus huéspedes tienen acceso a algunas zonas exclusivas, como una piscina y un restaurante solo para ellos, así como a ciertas ventajas como poder reservar mesa para cenar en cualquier restaurante del recinto todas las noches, y no solo hasta un máximo de ocasiones como en el resto de casos.

Pero ya descubriremos el hotel poco a poco con el pasar de los días. Volvamos ahora a Mallorca. Son las 6 de la mañana, y nuestro vuelo de conexión a Madrid sale dentro de más de 4 horas. No es que queramos ir con muchísima antelación: el motivo por el que madrugar tanto es un poco más... "friki". Pocas horas antes, la televisión norteamericana había emitido el final no de temporada, si no de toda la serie, de la ficción televisiva "24". Y yo, como buen fan de Jack Bauer, no podía resignarme a esperar dos semanas para poder verla en mi casa. Así que con relativa esperanza desperté a esas horas para intentar descargar el capítulo y los subtítulos en inglés y así poder disfrutarlos durante el viaje. Y la jugada salió bien: sobre la campana, cuando el taxi ya nos esperaba a pie de calle, la última parte del segundo capítulo emitido se descargó y copió a mi portátil.

Así que pasadas las 8:15 de la mañana, salimos en taxi camino de Son Sant Joan. Y vaya viajecito... de todos los taxistas de Llucmajor que trabajaban esa mañana, nos tocó el que más ganas de hablar tenía. Dicharachero y ex miembro del sindicato de taxistas, ahí es nada. Tras unos 20 minutos asintiendo con la cabeza y dándole la respuesta mínima necesaria para que continuara hablando -de todos modos, no creo que estuviera escuchando-, nos bajamos frente a la terminal. 20 minutos de viaje sin parar de hablar, y ni nos preguntó a dónde iba nuestro avión... él ya tenía temas de conversación suficientes.

Nos plantamos frente al mostrador de facturación de Air Europa con intención de pelear por unos buenos asientos en el viaje de Madrid a Cancún. Pero no hay suerte: todos los asientos "interesantes" -primeras filas de la clase turista y salidas de emergencia- están bloqueados y no pueden reservarse desde Mallorca. Así que nos asignan unos asientos cualquiera, y nos recomiendan que repitamos el intento en los mostradores de Madrid-Barajas.

Despegamos pasadas las 10 de la mañana, y 1 hora después el avión toca pista en Barajas. Allí no corremos más suerte: el personal de la compañía -que merecería un capítulo aparte, pero no vamos a empezar el diario echando pestes de la gente- nos dice que no hay nada que hacer. Los asientos están bloqueados y nadie sabe ni quien ha sido, ni por qué motivo. Curioso aspecto, el de los bloqueos fantasma en los vuelos de Air Europa.

Aguardamos en los aledaños de la puerta de embarque con 2 horas de margen y, tras tomar algo de almuerzo y ver la mitad del capítulo final de 24, se abre la veda. Empezamos a intuir lo que más tarde confirmaríamos: el pasaje va repleto de parejas de luna de miel. Husmeamos de reojo los papeles que la gente lleva en la mano, intentando encontrar referencias a nuestro hotel. Por ahora, solo un pequeño grupo de cuatro personas que llevamos delante parece ir también al Grand Palladium, pero seguro que habrá más.

El avión levanta el vuelo rumbo a Cancún puntualmente. Y entonces empieza el via crucis de Air Europa. Porque pese a que nuestra opinión previa de Air Europa era que, por prestigio y por precio, debía estar un peldaño por encima de otras compañías, la decepción que nos hemos llevado con esta compañía ha sido mayúscula. Las comidas son de opción cerrada, es decir, nada de "pollo o ternera". Los auriculares, ni siquiera te los "prestan" sin dar nada a cambio: deben alquilarse por 3 euros. El servicio de bebidas pasa a ser de pago durante la proyección de las películas. Y la disponibilidad de asientos, como ya hemos experimentado, resulta más que sospechosa. Pese a nuestros esfuerzos desde días antes por conseguir un asiento en las primeras filas de turista o en las salidas de emergencia, tuvimos que conformarnos con conseguir asientos en una fila de dos butacas, ya que todas las que queríamos estaban permanente bloqueadas. Las películas proyectadas son de calidad dudosa, pero eso es algo típico de los viajes con pasaje mayoritariamente turístico... no esperábamos que nos obsequiaran con V de Vendetta.

A los pocos minutos de estar en el aire, nos tememos lo peor: hay un niño a pocos asientos de nuestra posición. No entraré en el debate sobre si tiene sentido o no llevar a niños a destinos claramente orientados al turismo de adultos, pero si celebraré que, por una vez, la fortuna en lo que se refiere a pequeños delincuentes estuvo de nuestra parte: el chaval se comportó de forma ejemplar, sin un solo grito o llanto durante las interminables 11 horas de vuelo.

Sobrellevamos el eterno trayecto de la mejor manera posible. Crucigramas, sudokus, partidas a la PSP, algún capítulo de El Ala Oeste. Entre actividad y actividad, estudiamos al pasaje. Estamos a salvo. Por lo menos dos pasajeros colaboran en que el avión se mantenga en el aire gracias a sendas Power Balance. Incluso uno de ellos empuña dos pulseritas mágicas en la muñeca. Todo un héroe.

Se empiezan a divisar islotes y costas a partir de la novena o décima hora de vuelo. Al fin, tras las 11 horas planeadas y sin perder de vista el sol, el avión toma tierra en el aeropuerto de Cancún. Y la gente... aplaude. Otro de esos temas que dan para escribir un libro, el de aplaudir en los aterrizajes. Durante la ovación, solo se me ocurre un comentario: "agitemos nuestras Power Balance".

Tras apearnos del avión, recorremos los pasillos del aeropuerto hasta llegar al control de pasaportes. Allí todo transcurre con total normalidad: entregas la documentación que has rellenado durante el vuelo, y el agente de inmigración sella tu pasaporte y te da el famoso papelito verde. Este resguardo debe guardarse como oro en paño, ya que es tu billete de salida de Méjico. En caso de perderlo, debe abonarse una multa.

Tras el control de pasaportes y recoger nuestro equipaje -sin problemas ni excesiva demora- llegamos al control de aduanas, que bien merece una explicación. En el Aeropuerto de Cancún -y desconozco si en el resto de aeropuertos mejicanos-, el control de aduanas consiste en un mostrador donde una empleada te insta a pulsar un botón. Cuando se acciona, una pantalla frente al botón muestra encendido uno de dos paneles: el verde -que es el más habitual, y te habilita para salir sin más preguntas-, y el rojo, que aparece de forma supuestamente aleatoria y a cuyos afectados obliga a abrir su equipaje para que el personal del aeropuerto compruebe que todo está en orden.

Así que nos dirigimos al mostrador, y ella pulsa el botón en primer lugar. El resultado ya se puede imaginar. Resumámoslo en que, inmediatamente, la empleada se dirige hacia el agente de aduanas y le grita: "¡Rojito!". Así que ella tuvo que abrir su equipaje para que lo inspeccionaran, algo que no le llevó más que un par de minutos.

Ahora si, con todos los consentimientos necesarios y el equipaje en nuestras manos, salimos al clima tropical, justo cuando el sol empieza a ponerse. Y no hay duda de que estamos en el Caribe: el calor húmedo se nos presenta como un puñetazo desde el momento en el que cruzamos las puertas automáticas. Por buscar un símil, es una sensación parecida a la que se puede tener en Mallorca uno de los días duros en pleno agosto. Calor sofocante acompañado de una humedad que acelera la aparición del sudor.

Frente a la salida del aeropuerto esperan dos agentes de Travelplan que empiezan a pasar lista a los recién llegados, dirigiéndolos a un autocar u otro en función del hotel de destino. Hay poca actividad, prácticamente todos los que salimos del aeropuerto hemos compartido vuelo. Poco a poco se va acumulando gente en el autocar que se dirige al Grand Palladium, así que efectivamente somos unos cuantos los que compartimos destino final.

Tras una espera algo larga ya en los asientos -algo más de treinta minutos-, el autocar sale del aeropuerto y pone rumbo al sur, donde cruzará Cancún, Playa del Carmen y finalmente alcanzará nuestro hotel. Las dos personas de Travelplan se dividen en sendos autocares; a nosotros nos toca Josefina, una mujer de mediana edad que, al parecer, suele ser habitual que de la bienvenida a grupos de españoles.

Durante la hora de trayecto desde el aeropuerto hasta el hotel, Josefina nos da la bienvenida y nos introduce en lo que nos espera en los próximos días. Aquí ya empezamos a intuir lo que sería el ambiente típico de los grupos de turistas de agencia: el guía hace las veces de animador, tratándonos como si fuéramos un autobús de escolares que nos vamos de excursión. Supongo que habrá gente a la que le gusta que le traten así en sus vacaciones, pero nosotros no entramos en esa clasificación.

Al preguntarlo Josefina, confirmamos lo que ya intuíamos: somos los únicos de todo el autocar que no están de luna de miel. Así que debemos ser los únicos que nos hemos pagado el viaje con el dinero de nuestros bolsillos.

Las recomendaciones de Josefina, sin embargo, coinciden en gran parte con lo mucho que habíamos investigado por nuestra cuenta durante los preparativos del viaje. Nos orienta respecto a los pesos, las zonas recomendables, los transportes, etc. Quizás en algunos aspectos (como en el que se refiere a alquilar un coche) en algunas ocasiones sus advertencias resultan algo exageradas, pero es algo comprensible tratándose de una actividad comercial.

Llegamos casi dos horas después de haber aterrizado a la puerta del Grand Palladium. Al parecer, todo el autocar se dirige a la misma zona: unos al Hotel Riviera, y otros a The Royal Suites. Así que el autocar entra en el recinto y pasa unos 10 minutos rodeando el resort hasta llegar a la zona de dichos hoteles. Nos apeamos en la recepción del Hotel Riviera.

Nada más bajar del último peldaño del autocar, empieza el festín: copa de bienvenida para todos. Aunque nadie nos lo confirmara, sospechamos que era un San Francisco: un combinado de varias frutas y sin alcohol. Muy bueno. Al bajar, nos separamos en grupos según el hotel. Los que se hospedan en el Riviera se quedan ya en la que es su recepción, y los huéspedes de The Royal Suites dejan su equipaje en uno de los carritos, que se encargará de distribuirlos por las habitaciones.

Nuestro grupo es dirigido a pie hasta la recepción de The Royal Suites. Sobre un mapa parecía que la distancia era mayor, pero apenas hay un minuto a pie entre ambos lobbies. Sin embargo, está estratégicamente situado. Como habíamos anticipado, toda la zona de The Royal Suites queda algo más aislada del resto, con la intención de que sus huéspedes tengan su propio espacio al que no tienen acceso los clientes del resto del complejo.

En nuestra recepción, nos sientan en mesas para darnos las indicaciones de bienvenida. En un pequeño sobre de cartón nos entregan toda la información útil para nuestra estancia. Mapa, programa de actividades, hoja de mayordomo, llaves de la habitación, etc. La hoja de mayordomo es un documento en el que los huéspedes indican aspectos como qué tipo de almohadas tienen, qué bebidas quieren siempre en su mini bar y a qué hora prefieren recibir el servicio de buenas noches. En este momento ya sabemos cual será nuestra habitación: la 6927.

Tras la bienvenida, y deseándolo con todas nuestras fuerzas tras el largo viaje, usamos por primera vez la tarjeta de nuestra habitación y descubrimos la Junior Suite. Es casi perfecto. Tal como indicamos, se encuentra en la segunda planta (cada "villa" tiene planta baja, primera y segunda) y está orientada al mar (aunque apenas se puede divisar porque queda a unos cientos de metros tras otras zonas del resort). Solo hay un pequeño pero: en lugar de una cama "King size", tenemos dos camas dobles, por lo que tendremos que dormir separados. No es algo que nos sorprenda, ya que sabíamos de antemano que la configuración de camas no era algo que pudiera garantizarse. Por ahora, solicitamos que nos busquen otra habitación con cama única, y si se presenta la ocasión de cambiar, ya decidiremos qué hacer.

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 0 (2)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 0 (3)



Alrededor de 20 minutos después de nuestra entrada, llama a la habitación el botones que nos trae el equipaje. Posteriormente sabremos que no es un botones, si no uno de los conductores de carritos Royal llamado Josua, y haremos buenas migas con él. Sin embargo, la primera impresión no pudo ser más surrealista. Josua nos entrega el equipaje, contesta a un par de dudas y, cuando ya no había más que hablar, se queda en pie sin moverse y con una sonrisa imborrable... evidentemente, esperando una propina. Nos pilla desprevenidos, ya que estamos tan desorientados que no habíamos reparado en esa "cuestión", y pasamos a la improvisación. Yo me invento alguna duda adicional para ir haciendo tiempo, mientras ella en la retaguardia busca a toda prisa un par de dólares en mi cartera. Funciona como un resorte: extiendo el brazo con los billetes en la mano, Josua les echa el guante y lleno de energía nos desea buenas noches y se marcha a toda mecha. Afortunadamente, fue la única ocasión en la que nos ocurrió algo así: normalmente el personal del hotel no se queda plantado esperando la propina, ni siquiera el propio Josua cuando nos lo volviéramos a encontrar en días posteriores.

Casi inmediatamente después de que nos entregaran el equipaje, llega a la habitación la cena que pedimos al servicio de habitaciones en cuánto atravesamos la puerta. Eran pasadas las diez de la noche y ningún restaurante quedaba abierto, así que decidimos pedir la cena a la habitación y de paso nos ahorramos un paseo que ninguno de los dos deseamos.

El camarero entra con toda la cena dispuesta en una bandeja en una mano y un caballete en la otra. En un santiamén dispone la mesa y nos sirve: un sándwich para ella, un burrito para mi, y unos nachos de entrante para los dos. Para beber, echamos mano del mueble bar: una pepsi light y una cerveza Sol.

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 0 (4)

Terminamos de cenar (bastante buena la comida, especialmente los nachos), y no tenemos ganas ni de seguir investigando la habitación, así que nos damos una rápida ducha y nos vamos a dormir. Como suele ser costumbre, el primer día de un viaje transoceánico no puede ni llamarse "Día 1", ya que apenas se disfruta del destino. Termina así nuestro "Día 0", y mañana empieza la verdadera experiencia.
Etapas 1 a 3,  total 10
 1  2  3  4  siguiente siguiente


Día 1 - Explorando el hotel

Día 1 - Explorando el hotel


Localización: Mexico Mexico Fecha creación: 07/08/2010 07:42 Puntos: 5 (1 Votos)
Son las 12 del mediodía... no, en realidad son las 5 de la mañana. Las siete horas de diferencia entre España y la Riviera Maya hacen mella en nuestro primer amanecer del viaje, y una hora antes de que salga el sol ya empezamos a despertarnos de un sueño que necesitábamos como el agua.

Así que, como todavía faltan 2 horas para que se inicie el servicio de desayuno, aprovechamos estas primeras horas para instalarnos en la habitación, con todas las cosas que no hicimos la noche anterior fruto del cansancio.

Empezamos estudiando con más detenimiento las vistas desde nuestra terraza. Tenemos justo enfrente, a unos 200 metros, uno de los puentes de madera que cruzan el lago del complejo, por lo que los peatones que pasen por él pueden vernos siempre que no estemos tumbados o echados en el jacuzzi. Las terrazas de las dos plantas inferiores tienen cortinas opacas para evitar a los mirones, cosa que no ocurre en nuestra planta, ya que, salvo excepciones como el mencionado puente, la vista desde la calle no alcanza a nuestra habitación.

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 1 - Explorando el hotel (1)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 1 - Explorando el hotel (2)

Concluimos que las vistas no son malas. Estamos orientados al noroeste, pero tenemos sol durante la mayor parte del día. Hubiéramos preferido que la terraza apuntara hacia más allá del complejo, por aquello de no ver más que naturaleza y evitar el paso de gente, pero poder divisar la mayoría de zonas comunes desde la habitación tampoco está mal.

Observamos con más calma el jacuzzi privado. En las Junior y Royal Suite de nuestro hotel, se encuentra en la terraza. En las habitaciones del resto de hoteles, el jacuzzi -en el caso de que lo tengan- se encuentra en el interior. Las Royal Suite, además, doblan la superficie de nuestra habitación ya que cuentan con un salón adicional del mismo espacio que ésta. Por último, las Mayan Suite cambian el jacuzzi por una "simple" bañera, como compensación por la terraza a pie de lago y las "duchas Mayan", que no son más que duchas exteriores con cierta decoración.

Meditamos si colocar la ropa en el armario o dejarla permanentemente en la maleta. Ella decide lo segundo, pero yo aprovecho las perchas para ir colgando la ropa más susceptible de arrugarse.

Seguimos estudiando el resto de la habitación: el mueble bar tiene una nevera con cerveza Heineken, cerveza Sol, Pepsi, Pepsi light, 7up, limonada, naranjada, snacks y cuatro botellas de un litro de agua cada una. En la otra puerta, la cubitera (que puede rellenarse en la primera planta de cada villa), y cuatro botellas con vodka, whisky, ron y tequila, además de vasos largos.

Como ya habíamos anticipado, el baño está integrado en la habitación, sin una separación física. El enorme lavabo con su igualmente enorme espejo quedan a mano derecha nada más entrar, y el retrete y la ducha están aislados por una puerta de metacrilato.

Tras el examen a conciencia de la habitación todavía nos queda algo de tiempo de espera antes de bajar a las aceras, así que aprovechamos para rellenar la "hoja de mayordomo" con nuestras preferencias. Pedimos dos almohadas de pluma de pato, que posteriormente descartaríamos por tener un efecto "colchoneta hinchable" que para nada es de nuestro agrado. Indicamos los horarios para el servicio de habitaciones y el "servicio de buenas noches", que consiste en que dejen las sábanas entreabiertas y te coloquen una chocolatina sobre ellas. Sin embargo, comprobaríamos que la utilidad de indicar tus preferencias horarias es más bien nula, ya que al final pasan cuando buenamente pueden.

Salimos, ahora si, de la villa 69, situada justo enfrente del que sería uno de los espacios que más aprovecharíamos durante nuestro viaje, la piscina Royal. El camino hasta la recepción es corto, apenas rodear la piscina, cruzar un puente que atraviesa un río derivado del lago, y tomar un pequeño camino hacia la derecha. En la recepción de The Royal Suites se habilitan dos ordenadores con conexión a Internet, que aprovechamos para enviar correos y tranquilizar a la familia.

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 1 - Explorando el hotel (3)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 1 - Explorando el hotel (4)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 1 - Explorando el hotel (5)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 1 - Explorando el hotel (6)

Desgraciadamente, el alcance de las redes inalámbricas no es suficiente para llegar a nuestra habitación, y traer un cable de red ha sido inútil ya que no conseguimos la conexión.

Pasada la recepción, a apenas 20 metros, llegamos a El Jardín. El Jardín es el restaurante exclusivo para The Royal Suites, y solo abre durante la mañana para servir desayuno, y a la noche para el servicio de cena. A diferencia del resto de restaurantes a la carta del Grand Palladium, es el único que no admite reserva previa, ya que su naturaleza exclusiva evita la necesidad de evitar que queden cortos de mesas.

Tomamos nuestro primer desayuno en tierras mejicanas. Nos da la bienvenida Damián, el maître de El Jardín que día tras día nos daría los buenos días con un tono de voz grave y educado. El desayuno, como ya viene siendo costumbre en cualquier hotel, es fuerte: un buffet que rodea el comedor tiene sección de fruta, embutidos, cremas para untar, platos calientes y otros, y siempre se puede rematar pidiendo alguna combinación a la carta, como huevos revueltos o tortitas. Pero lo mejor viene en jarra y se sirve en vaso: toda una variedad de zumos naturales bien fríos. Y mejor aún: tienen jugo de plátano licuado. Desde ese momento, y a excepción del café, pasa a ser un elemento fijo de nuestros desayunos durante la estancia.

Salimos del desayuno con el estómago lleno y volvemos hacia nuestra habitación, ya que queda algo de tiempo antes de que empiece la charla de Travelplan. Divisamos la primera fauna del viaje: un pato se zambulle en el lago y asoma la cabeza entre remojón y remojón. Con el paso de los días, una sensación de mezclarnos con la fauna y flora iría creciendo, gracias a como el hotel respeta rigurosamente su entorno.

Poco después de las ocho de la mañana asistimos a la charla introductoria de Travelplan. Esperábamos ser los mismos que ayer compartimos dos autocares, pero no, parece que días atrás habían llegado cargamentos de españoles a diario, ya que llenamos una sala de presentaciones con aforo para más de doscientas personas.

Primero toma la palabra Josefina, la mujer que nos acompañó en nuestro autocar la noche anterior. Un par de chistes, y pasar lista a todos los asistentes para confirmar la compañía y hora del vuelo de regreso a España. Y con ella termina la única etapa realmente útil de la charla, ya que lo que viene a continuación no es más que una acción comercial para intentar vender paquetes de excursiones, por mucho que se venda como valiosos consejos para conocer el entorno.

Esta segunda etapa la presenta René, el chico mejicano que viajaba en el otro autocar. Es un showman, y se nota que ha dado la misma charla semana tras semana durante más años de los que puede recordar. Resulta gracioso, pero es demasiado evidente lo guionizado de su intervención. Pasan los minutos, y nos venden las maravillas y ventajas de ir en grupo a Tulum, a Chichén Itzá, a los recintos de Xcaret, Xplor, etc. Cuando ya llevamos más de una hora perdiendo un valioso tiempo de vacaciones, ella y yo empezamos a revolvernos en la butaca. Tanto, que cuando ya vamos camino de la hora y media, aprovechamos un momento de dispersión general para levantarnos y salir disparados hacia la puerta, convenientemente cerca gracias a nuestra elección de asientos.

Pero no iba a ser tan fácil. Tras un hábil movimiento para evitar a los -si, todavía hay más- empleados que nos esperan a la salida para seguir vendiéndonos fantásticos servicios, oímos tras de nosotros los pasos de Josefina, que no ha perdido detalle de nuestra huída. Resulta impensable que dos turistas decidan abandonar la charla de las excursiones, así que su primera pregunta ya es: "Van a la habitación y vuelven, ¿verdad?". Toca explicarle que no, que abandonamos la charla porque ya hemos organizado el viaje por nuestra cuenta y ya tenemos cerrada -una mentira piadosa- nuestra agenda. Le falta tiempo para preguntarnos a dónde vamos a ir, y no se me ocurre responderle otra cosa que "Pues a donde queramos ir, que es asunto nuestro.". Sí, se que está haciendo su trabajo y todo ese discurso, pero en algunos momentos hay que ponerse en plan Doctor House para no alargar más de lo necesario situaciones indeseadas.

Así que tras conseguir derrotar la insistencia de Josefina, logramos al fin escapar de ese mundo de españoles que forman grupos numerosos para visitar sitios. Grupos de gente que en circunstancias normales jamás se saludarían por la calle y mucho menos entablarían una amistad, pero a los cuales la distancia -y la oportunidad de ser llevados de la manita, evitando el esfuerzo de pensar por uno mismo- parece cambiar su criterio a la hora de entablar relaciones.

Ahora si empieza nuestro verdadero viaje: diez días por delante, un enorme complejo hotelero por descubrir, toda la información necesaria para sobrevivir, y un cargamento suficiente de protección solar. Es el momento de empezar a conocer por nosotros mismos dónde nos hemos metido.

El Grand Palladium es un complejo situado a medio camino entre Playa de Carmen y Tulúm, casi equidistante a 30 kilómetros de cada uno. Las instalaciones incluyen cinco hoteles, aunque hasta hace no tanto eran solo cuatro. Estos cuatro son el Colonial y el Kantenah (situados en la zona más al norte del recinto), y el White Sand y el Riviera (ubicados en el sur). El quinto hotel es The Royal Suites, que consiste en tres villas de unas 36 habitaciones cada una, y cuya característica es suponer una zona más "exclusiva", solo para adultos y con acceso a algunos espacios adicionales que solo son accesibles para sus huéspedes. Cada hotel cuenta con su recepción, una enorme cabaña con techos de paja y bares, recepción y conexión a Internet. La recepción de The Royal Suites es algo diferente, ya que es la única cerrada y con aire acondicionado.

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 1 - Explorando el hotel (7)

El recinto cuenta con dos grandes piscinas, una por cada par de hoteles. Adicionalmente, numerosas pequeñas piscinas se reparten por el mapa, algunas para todos los públicos y otras solo para adultos. Eso sin contar la piscina Royal, que se encuentra frente a las tres villas de The Royal Suites y cuyos huéspedes son los únicos que pueden utilizarla. En la zona sur, un gran lago rodea las recepciones. Por último, el lateral que comunica con el Mar Caribe es en su mayoría una gran playa, a excepción de un saliente al sur en el que se encuentra la piscina Las Rocas, que es la única piscina alimentada con agua salada.

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 1 - Explorando el hotel (8)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 1 - Explorando el hotel (9)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 1 - Explorando el hotel (10)

Empezamos nuestra experiencia Palladium paseando por la zona más cercana a nuestra villa, la White Sand & Riviera. Disfrutamos sobretodo de los puentes que cruzan el lago, y descubrimos las terrazas de las Mayan Suite, un tipo especial de habitación a pie de lago, con posibilidad de adentrarse en éste gracias a la canoa amarrada a cada una. Alcanzamos la piscina principal de la zona y tenemos nuestro primer encuentro con las dueñas del lugar, unos animales respetados e iconizados: las iguanas. Unos animales que el primer día te hacen sentir incómodo, al segundo día te siguen dando un poco de asco y al tercer día secuestrarías para llevarte a tu casa de tanto cariño que les has cogido.

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 1 - Explorando el hotel (11)

Las distancias parecen menores de lo que presumíamos viendo el mapa del hotel, pero aún así nuestro paseo se alarga más de lo que preveíamos. Es nuestro primer día y todavía no conocemos ninguno de los numerosos atajos que posteriormente utilizaríamos para plantarnos rápidamente en cualquier sitio. Como la charla de Travelpan nos ha hecho madrugar -lo hubiéramos hecho de todas formas-, los aledaños de la piscina todavía están muy tranquilos. Es una opción muy recomendable para quien quiera disfrutar de algunas zonas que empiezan a abarrotarse bien entrada la mañana.

Volvemos hacia nuestra villa no sin antes pasar por la recepción de Royal Suites. Allí realizamos nuestra primera reserva para restaurante.

El Grand Palladium cuenta con alrededor de una decena de restaurantes repartidos por todo el recinto. Cada uno de ellos sirve un tipo de comida temática, y solo abren al atardecer para servir cenas. Las comidas quedan a cargo de los cuatro restaurantes de tipo buffet igualmente repartidos.

Los restaurantes permiten la posibilidad de reservar mesa, pero la medida en la que uno puede aprovecharse de dicho servicio depende de donde se hospede. Los huéspedes Royal pueden hacer su reserva para todas las noches desde un mostrador en recepción, siendo el horario de reservas desde las 8 hasta las 13 horas. El resto de huéspedes, en cambio, disponen de un cupo de reservas disponibles, normalmente alrededor de las 3 reservas por cada 7 o 10 días de estancia.

Si alguien acude a un restaurante sin reserva previa y no hay disponibilidad de mesas, se le entrega un dispositivo de alerta para que lo lleve encima. En el momento en el que quede una mesa disponible, el dispositivo se activa desde la recepción del restaurante y el huesped recibe el aviso para dirigirse hacia él.

Nuestra primera reserva será en La Adelita, que es el restaurante de temática mejicana. Tras dar nuestro número de habitación y verificar que somos los huéspedes dando el nombre titular, se nos entrega una copia del comprobante con la hora, el local, y algunas indicaciones para la noche. La principal de ellas ya la conocíamos de antemano: los caballeros deben ir con el calzado oportuno -nada de sandalias- y de largo, prohibiendo la entrada de bañadores, pantalones cortos y piratas.

Tras la reserva, volvemos a nuestra habitación para preparar la mochila y enfilar el camino hacia la primera instalación que disfrutaremos: la playa. Tras cargar los libros -Millenium III para ella, El Símbolo Perdido para mí-, vamos hacia la recepción para pedir nuestro primer carrito.

Los carritos, así como un pequeño tren, pasan por las cuatro grandes recepciones del complejo, menos algunos especialmente destinados a pasar lo más cerca posible de las villas. Hay paradas repartidas por todo el recinto, y el tiempo de espera suele oscilar entre los 5 y los 20 minutos. Capítulo aparte son los carritos Royal, que transportan únicamente a huéspedes de The Royal Suites y pueden ser solicitados por teléfono para que vengan a buscarte allá donde estés. Sin embargo, comprobaríamos más adelante que esta no es la opción más aconsejable, ya que suelen tardar bastante en pasar a recogerte y en cambio basta con caminar menos de 5 minutos para llegar a un área común donde pasan con mayor frecuencia.

Nuestro primer carrito siguió el segundo caso: en dos minutos nos plantamos en la recepción Royal, y allí cogemos un carrito que está esperando clientes para ir a la "Playa Royal". En apenas un minuto estamos subidos y en marcha, pero no iba a resultar tal y como planeábamos. Por algún tipo de confusión, sumado al hecho de que obviamente todavía no conocemos las instalaciones, el carrito nos deja en la playa, si... pero en el extremo totalmente opuesto al que deseábamos ir.

Nos ayudamos de los mapas para poner dirección a la otra punta de la playa, pasando por el interior del resort para así de paso visitar más lugares. Pasamos por la piscina de la zona Colonial/Kantenah, y tras un eterno paseo atravesando las villas del segundo -alrededor de 15 minutos, sin exagerar- y sobresaltarse cada vez que sonaba el crujir de una rama mientras atravesamos la peculiar jungla, llegamos por fin a destino.

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 1 - Explorando el hotel (12)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 1 - Explorando el hotel (13)

En realidad la "Playa Royal" no existe. Lo que nos encontramos es la llamada "Playa La Jarra", a la que todo el mundo tiene acceso. La confusión viene porque, adentrándose unos 20 metros en la orilla, unos frondosos arbustos delimitan una zona de acceso exclusivo para los huéspedes Royal, con camas con cortinas, mesas y tumbonas. Las camas, sin embargo, ya están "reservadas" cuando nosotros llegamos: la gente llega a primera hora, coloca un par de toallas y una mochila vacía, y se asegura que nadie le arrebate el puesto para cuando le apetezca aprovecharlo.

Vamos al bar La Jarra para conseguir nuestras toallas. La mayoría de huéspedes entrega una tarjeta que no recupera hasta entregar de nuevo las toallas en el mismo sitio, pero los Royal, aquí también, tienen una ventaja añadida, ya que podemos coger las toallas sin más. Llevarlas al montón de toallas sucias o dejarlas tiradas en cualquier parte es ya una cuestión de respeto y educación, pero no una obligación para recuperar un tarjeta.

Ya que estamos en el bar, no dejamos pasar la oportunidad de pedir nuestros primeros combinados. Cuando se prepara el viaje, la percepción de los bares es la de un lujo, y sin embargo termina siendo una necesidad. El pasar el día en exteriores soleados y con una considerable humedad provoca una sensación casi constante de sed. El tipo de brebaje con el que saciar esa sed, ya es elección de cada uno. Por ahora, nosotros empezamos con un Mono Sucio -con alcohol, y coco- y un Banana Mama -sin alcohol, y frutas rojas-.

Tras refrescarnos el gaznate y dejar nuestras cosas, nos descalzamos y, esta vez sí, vamos hacia el agua. Y ahí está esperándonos el Mar Caribe, con un agua de perfecto azul turquesa y una arena blanca tan fina que se escapa entre los dedos. Al entrar al agua templada -y sin algas en esta zona-, nos topamos con que algunas zonas del suelo están copadas por rocas algo resbaladizas, así que es conveniente andar con cuidado y -se de lo que hablo- no hacer la gracia de entrar corriendo al agua.

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 1 - Explorando el hotel (14)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 1 - Explorando el hotel (15)



No vemos el momento de salir del agua. Ella echa en falta una colchoneta inflable para poner la guinda al pastel, pero eso llegará a su debido tiempo.

Pasamos alrededor de dos horas haciendo el recorrido tumbona, agua, bar y de nuevo tumbona. Cuando ya son las dos del mediodía, recogemos, pedimos un carrito en el Bar La Jarra, y salimos hacia las villas Kantenah, que son las más cercanas al mar en esta zona.

Los carritos para irse de la playa son los que más tardan con diferencia. Alrededor de 10 minutos que hay que sobrellevar con la ayuda de la sombra que proporciona una parada. Cuando por fin nos recogen, vamos hasta nuestra habitación donde nos quitamos un poco la sal del cuerpo y nos preparamos para ir a comer.

De entre todos los buffet disponibles, nuestra primera comida iba a ser en el Kabah, el buffet cerrado -no al aire libre como La Laguna- de la zona Riviera/White Sand. Al entrar damos con un atril vacío, así que decidimos tomar asiento por nuestra cuenta... y, obviamente, equivocarnos al sentarnos en un lugar que no estaba "abierto" para los comensales. Aún así, el personal nos atiende amablemente.

Damos una vuelta a todo el buffet -y no es pequeño- antes de decidir qué tomar. La comida de todos los buffet del resort es muy similar, y abarca un amplio espectro gastronómico. Siempre tenemos la zona de ensaladas, la de pastas, la de pizzas, la de carnes -rebozadas y a la parrilla-, comida mejicana, arroces, fruta...

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 1 - Explorando el hotel (16)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 1 - Explorando el hotel (17)



Tras comer más de la cuenta -todavía estamos en esos primeros días en los que conservas el apetito-, volvemos hacia el lobby Royal. Queremos conectarnos a Internet, y la ausencia de conexión en la habitación -el mayor inconveniente de todo el viaje- nos obliga a venir aquí cada vez que deseamos acceder a la red.

Tenemos nuestra primera experiencia con Skype -previo pago de 5 euros de saldo mediante tarjeta-, y resulta muy satisfactoria. Existe un retardo perceptible pero aceptable, y pese a algún corte eventual -mayoritariamente por culpa del portátil, no del servicio-, conseguimos hablar con sendas familias durante largo rato y a precios muy bajos. Oyen nuestra voz por primera vez desde que cogimos el vuelo eterno del día anterior, así que les tranquilizamos diciendo que todo va según lo previsto.

Tras el reencuentro virtual, volvemos a la habitación con la intención de estrenar nuestro jacuzzi privado. No tardamos en dar cuenta de uno de los inconvenientes: tarda una vida en llenarse. Siendo optimistas, hasta pasada media hora el agua no cubre los surtidores de agua a presión. Así que con paciencia, esperamos a poder meternos y disfrutar del relax.

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 1 - Explorando el hotel (18)

El otro gran pero del jacuzzi es que puedes quemarte la piel si no tomas todas las precauciones. La terraza está estratégicamente orientada para que el sol no quede escondido, y la porcelana de la bañera refleja los rayos, duplicando así el efecto de éstos. Como consecuencia, el agua apenas dura fría unos minutos antes de ascender hasta la temperatura ambiental.

En esta época del año en Méjico suele atardecer alrededor de las 6 de la tarde. Sumado al largo tiempo que hemos tenido que esperar para entrar al jacuzzi, al cabo de una hora conviene que salgamos de él. Cuando el sol se pone, los mosquitos sacan sus garras y lo menos aconsejable es estar con la piel desnuda y rodeado de agua.

Nos duchamos y preparamos para la primera cena de restaurante, aunque tras el festín del buffet en absoluto tenemos hambre. Llegamos con tiempo a la recepción Colonial, así que pasamos por el Sports Bar. Se trata de un bar centrado en retransmitir todos los deportes posibles, gracias a cuatro televisores repartidos y una enorme pantalla de proyector en el centro del local. Como no se está jugando nada de especial interés, se está bastante tranquilo y se puede jugar a futbolín, billar, ping pong o juegos de mesa. Nosotros decidimos echar una partida de ajedrez para hacer tiempo hasta la cena.

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 1 - Explorando el hotel (19)

Llegamos a La Adelita, el primero de los restaurantes que cataríamos. Descubrimos la disposición de los restaurantes: siempre hay dos de ellos emparejados y compartiendo recepción, de modo que, cuando entras, accedes a una pequeña sala con el atril de recepción y una barra de bar al fondo. A ambos bandos, están los salones de cada restaurante. Probablemente en la trastienda cada par de restaurantes comparta la misma cocina.

En la recepción comprobamos en primera persona el mecanismo de los restaurantes: la gente hace cola frente al atril y, tras indicar cuántas personas forman el grupo, reciben uno de esos "busca" luminosos para ser notificados de que su mesa está lista. Excepto casos de reserva como el nuestro, claro, en el que tras mostrar la reserva y aguardar durante poco más de un minuto, un camarero sale en tu búsqueda para introducirte en el salón.

Como es nuestro primer restaurante, escuchamos atentamente las indicaciones que nos da el camarero -que, aquí más que en ningún sitio, se entregan con tal de conseguir una buena propina-. La carta de vinos no está incluida para nadie -o eso creemos, nunca llegamos a comprobarlo-, y la carta de platos se refiere únicamente a los platos fuertes, principales. Como entrante, todos los salones incluyen la llamada "isla de ensaladas", una suerte de buffet donde abastecerse de pan y diversos tipos de ensalada: de pasta, de marisco, totalmente vegetal... siempre ligeramente encarado a la temática de cada restaurante. Cuando llega el turno de los postres, un camarero se acerca con un carrito en el que se exhiben todas las opciones disponibles. Tras decidir qué quiere cada uno, el camarero se marcha y vuelve con los postres recién preparados.

Los excesos en la comida nos llevan a no degustar la isla de ensaladas y pedir aquello que parezca menos voluminoso. Dado que La Adelita es de temática mejicana, lo más conveniente era pedir algún tipo de burrito, fajitas o tacos. A duras penas terminamos el plato, ya que la calidad tampoco es la mejor que hayamos probado. Durante la cena, tenemos nuestro primer contacto con otro elemento que posteriormente sería recurrente: los mariachi. Una par de hombres ya entrados en años que, ataviados con su guitarra, se pasean por los salones entonando rancheras, con permiso de algún que otro éxito comercial.

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 1 - Explorando el hotel (20)

Tras abandonar La Adelita, pedimos un carrito en recepción que nos lleve hasta la puerta de nuestra villa. Sin tiempo para más, nos metemos en la cama rendidos, deseando estar descansados para seguir disfrutando del hotel.
Etapas 1 a 3,  total 10
 1  2  3  4  siguiente siguiente


Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso

Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso


Localización: Mexico Mexico Fecha creación: 10/08/2010 19:01 Puntos: 0 (0 Votos)
El segundo día completo en la Riviera empieza, aunque no de forma tan drástica como la mañana anterior, muy temprano. En lo que sería ya la tónica del viaje, nos levantamos cerca del amanecer, que tiene lugar ligeramente pasadas las 6 de la mañana. Para hoy el plan va algo más allá que disfrutar del hotel. Hoy saldremos de excursión a uno de esos sitios que, aunque solo sea por proximidad, te sientes obligado a visitar si te alojas en esta zona: las ruinas de Tulum.

Tulum es una ciudad con una de las mayores poblaciones de la zona. Capitanea el municipio con el mismo nombre, y es lugar de residencia de gran parte de los empleados de los complejos turísticos de la Riviera Maya. Pero lo más popular de Tulum no es la ciudad, si no las ruinas que se encuentran junto a la urbe.

Las ruinas de Tulum son los restos de una ciudad maya amurallada instalada a los pies del Mar Caribe, y es parte y principal atractivo turístico del parque nacional del mismo nombre. Su característica disposición, en la que las piedras de lo que otrora fue una torre de observación apuntan al mar, supone una de las postales más repetidas en las tiendas de souvenirs.

Una de las mejores opciones para ir desde el hotel hasta las Ruinas de Tulum son las "van" (del inglés furgoneta) o colectivos. Se trata de taxis con capacidad para 10 o 12 personas, utilizados por los propios habitantes de la zona para ir a trabajar. Las tarifas no se encuentran en ningún tablón de precios, y mucho menos en el caso de los turistas, a los que siempre se les exige un precio mayor que a los ciudadanos. Con todo y eso, resulta el modo más económico para los recorridos comprendidos entre la ciudad de Tulum y Playa del Carmen. El precio se sitúa alrededor de los 25 pesos (unas 250 pesetas, o 1,5 euros) por persona y trayecto, lo cual siempre resulta más barato que llamar a un taxi, por mucho que regatees. En casi cualquier hotel y punto de interés a lo largo de la carretera, existe una parada para ellas, por lo que esperar a una jamás supone un problema. No hay más que subir, decir a dónde te diriges, y lo más probable es que el conductor te avisa cuando alcance tu destino, si bien conviene estar atento. El pasaje se paga al bajarse en destino, y conviene no preguntar cuánto es; mejor dar lo que tú consideras adecuado, y evitar dar pie a que el conductor pueda inflar el precio.

Ahora que estamos ubicados, volvamos a donde lo dejamos: nos levantamos alrededor de las 7 de la mañana, evidentemente más descansados que la mañana anterior. Volvemos a desayunar en El Jardín -donde ya empezamos a reducir cantidades-, y sin perder más tiempo pedimos un carrito hasta la salida. El carrito nos deja en la recepción Colonial, que es la más cercana a la entrada del recinto, a apenas unas decenas de metros.

Al salir a la calle -¡por primera vez!- no es necesario ni que lleguemos a la parada de las furgonetas. Ya desde el otro lado de la carretera, el conductor de una de ellas se dirige a nosotros a gritos para saber si estamos interesados. Aguarda a que crucemos la carretera -la visibilidad es buena y la circulación bastante relajada, pero no conviene confiarse- y nos sentamos en la parte posterior de la furgoneta.

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (1)

Treinta minutos después y tras ir dejando a empleados en los hoteles en los que trabajan, el conductor anuncia "¡Ruinas de Tulum!", y menos mal que lo hace, ya que desde la carretera nada indica que ya hubiéramos llegado.

Pagamos sin ningún inconveniente y enfilamos el camino hacia las ruinas. Es necesario caminar 1 km hasta llegar a las taquillas y la entrada del recinto, aunque siempre se tiene la oportunidad de derrochar el dinero y subirse en uno de esos trenecitos tan habituales en destinos turísticos.

Compramos nuestras entradas para la zona arqueológica a 51 pesos por persona, apenas unos 3 euros por cabeza. Tras pasar por el torno y cruzar un breve sendero rodeado de vegetación, aparecemos ante una pared de piedras que ya forma parte de las ruinas.

En los primeros minutos, resulta complicado pensar en otra cosa que no sea el calor. La naturaleza del lugar, que es una gran superficie sin sombras, con suelos de tierra y escasa vegetación, acompañado de la humedad típica de un lugar a pie de mar, provoca que el sol golpeé con todas sus fuerzas. Tanto a ella como a mí nos recuerda a lo que sentimos meses atrás en las Ruinas de Cáparra, en Extremadura.

Visitar Tulum es un buen aperitivo para realizar antes de hacer la clásica excursión que ningún turista de la Riviera Maya se pierde -hablo, claro está, de Chichén Itzá-. Evidentemente aquí las ruinas son de menor envergadura y todo se encuentra mucho más concentrado, pero no por ello resulta menos atractivo. Las informaciones a modo de carteles frente a cada estructura aportan información tan breve como útil para saber a qué estás observando.

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (2)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (3)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (4)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (5)

No puedo más que recomendar imitar nuestra decisión de venir a primerísima hora, lejos de los grupos de ruidosos turistas que bajan de tres en tres de los autocares. Durante más de una hora, tenemos las ruinas casi para nosotros solos, exceptuando alguna que otra pareja de turistas que, lo más probable, no sean españoles -con el descenso de ruido ambiental que eso supone-.

Amortizamos nuestra entrada recorriendo las ruinas de esquina a esquina, haciendo la parada obligatoria en lo alto del pequeño acantilado que aparece en todas las guías de viaje. Una modesta escalera de madera permite desde aquí bajar hasta la pequeña playa al pie de las ruinas, pero nosotros tenemos reservado algo -a priori- mejor que eso, así que seguimos adelante. Por supuesto, aquí tampoco podían faltar las iguanas. Mayores en número, tamaño, y ganas de estirar el cuello hacia el sol como si fueran girasoles.

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (6)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (7)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (8)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (9)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (10)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (11)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (12)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (13)



(El vídeo ha quedado un poco azul Confundido Confundido )

Tras dar por concluida nuestra visita cultural -más larga de lo esperado, ya que la salida por el acceso opuesto estaba cerrado sin ninguna indicación previa de ello-, volvemos al cruce cercano a las taquillas para esta vez caminar en dirección opuesta. A nuestro paso se cruzan grupos que acaban de llegar a bordo de sus autocares, así que vamos contracorriente. Tras caminar varios cientos de metros, ya solo quedamos nosotros dos caminando por el arcén, sin un solo coche ni al frente ni a la espalda.

Nos dirigimos a un pequeño tesoro que, aún siendo relativamente conocido, raramente aparece en los principales paquetes turísticos y excursiones contratadas. A poco más de un kilómetro a pie desde las ruinas de Tulum se encuentra Playa Paraíso. Tras dudar entre varias salidas de la carretera, nos decidimos por una que nos lleva hasta algo similar a un camping con bungalows de madera. Sin embargo, nadie nos pone impedimentos para cruzarlo hasta llegar a la orilla, desde donde vemos que nuestro objetivo final queda apenas unos metros más adelante.

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (14)

Caminando ya sobre la fina arena blanca llegamos a Playa Paraíso, un fragmento de costa aderezado de palmeras, un enorme chiringuito y un servicio de tumbonas y "camas" de alquiler. También se presenta la posibilidad de contratar una pequeña embarcación para ir mar adentro y practicar snorkel sobre uno de los -según ellos- mejores arrecifes que se pueden encontrar. Yo siento indiferencia respecto al submarinismo y a ella no le entusiasma la idea, así que preferimos alquilar dos tumbonas -a 50 pesos cada una, sin límite de tiempo- y emular a las iguanas tostándose al sol.

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (15)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (16)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (17)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (18)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (19)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (20)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (21)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (22)

Durante las aproximadamente dos horas que pasamos entre las tumbonas y el agua, apenas llegan una decena más de parejas. Es, con diferencia, la estancia en playa en la que más tranquilos hemos estado, y eso que en las playas del hotel tampoco es que haya una afluencia de gente demasiado notable. El agua, como en casi toda la zona, es cristalina y se mantiene templada, y el fondo en este caso no tiene más que arena, sin rocas que ir esquivando.

Pasan las doce del mediodía cuando decidimos emprender el camino de regreso al hotel. Se nos presentan varias opciones para la vuelta. Por ejemplo, podríamos deshacer los 2 kilómetros a pie que nos separan del punto en el que nos dejó la furgoneta a nuestra llegada, y allí coger otra de regreso hasta el hotel por el mismo precio. O podríamos usar un taxi -de los que hay aparcados a escasos metros de la playa- para que nos llevara a la ciudad de Tulum por unos pocos pesos, y desde allí coger igualmente una furgoneta. Claro que ninguna de las opciones resulta tan tentadora como pedirle al taxista que nos lleve directamente hacia el hotel, sin esperas y con aire acondicionado. Todo es cuestión de negociar.

Y allá que vamos. En el solar que hace las funciones de parking de la playa, tres taxistas aguardan a su presa jugando a las cartas. Cuando nuestra intención de acercarnos a ellos ya es evidente, uno se levanta para hacerse con la carrera y nos pregunta hacia dónde. Le pedimos el coste de llevarnos hasta el Grand Palladium y, tras discutirlo con sus dos compañeros, nos dice que el precio sería de unos 350 pesos. Como se aleja -y mucho- del tope que nos habíamos propuesto, le pedimos que nos lleve a Tulum, para lo que basta con apenas 50 pesos.

Y entonces empieza el espectáculo. En el preciso instante en el que abandona el aparcamiento y pierde de vista a sus compañeros, nos dice que podría llevarnos al hotel por 300 pesos. Nuestra respuesta sigue siendo la misma. Entonces, con una tranquilidad fingida, nos intenta convencer de que en la ciudad no hay nada que ver, que no merece la pena ir. Según pasan los kilómetros, baja el precio hasta los 280, pero pincha en hueso, y ella alega que por más de 200 pesos no hay nada que hacer. Él contesta con una sonrisa que no sabría como clasificar.

Entonces llegamos al punto de no-retorno, en el que la ciudad de Tulum queda a mano izquierda y el hotel a mano derecha. Se empieza a poner nervioso y, gesticulando con las manos lejos del volante, suelta la última oferta: "230 pesos, ¡no más!". Y entonces realizo el último arañazo con un "220 pesos, y está hecho". El taxista gira a la derecha. ¿Lo mejor de todo? Hubiéramos pagado 250 pesos.

El resto del viaje transcurre plácido, con música estadounidense sonando en la radio. Al llegar al complejo, el taxista pasa el control de la puerta -dando su nombre y nuestro número de habitación, como previsión ante posibles reclamaciones-, y da el largo rodeo por el interior hasta nuestra recepción. Por el detalle de no habernos dejado en la puerta principal, finalmente le pago los 230 pesos que él nos propuso. Y aquí terminan las historietas del taxista nervioso y sus dos pasajeros.

Seguimos sin demasiada hambre, por lo que no tenemos prisa por ir a comer. Tampoco queremos alejarnos demasiado de nuestra zona, así que decidimos estrenar la piscina reservada para las tres villas Royal. Y es entonces cuando nos enamoramos por completo de la piscina Royal.

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (23)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (24)



De dimensiones pequeñas pero suficientes, con un jacuzzi en uno de los laterales, un bar con "bebidas premium" frente a la escalera de piedra, tumbonas de piedra sumergidas en el agua y, lo más importante, una afluencia de público mucho más discreta que en cualquier otra piscina del complejo, la Piscina Royal nos engancha desde el primer momento. Con el paso de los días, este sería el lugar más recurrente de nuestro viaje, ya que la tranquilidad y la cercanía de la habitación -ni 10 metros desde la entrada de la villa- lo hacen perfecto para acudir a ella en cualquier momento.

Un rato después, nos dirigimos al segundo buffet que visitaríamos, el buffet La Laguna. En ambas zonas del hotel, los dos buffet disponibles en cada zona se diferencian por ser uno cubierto, y el otro al aire libre. Los primeros suelen tener mayor oferta para escoger, pero en cambio no se permite la entrada con ropa que pueda estar húmeda, especialmente bañadores y camisetas que tengan la espalda mojada. Los segundos, en cambio, tienen el buffet en una pequeña caseta, mientras que todas las mesas se encuentran en amplias terrazas con vistas a las piscinas principales. La Laguna es uno de los que están al aire libre.

Nuestro segundo intento de fabricarnos nuestros propios nachos mejora bastante respecto al primero. Aquí hay que coger todos los componentes por separado: las tortillas de maíz, la salsa de queso fundido, el pico de gallo y el guacamole. Si también sirvieran carne picada para mezclar con los nachos, la felicidad sería completa.

De regreso hacia la zona Royal, realizamos nuestra segunda llamada a casa vía Skype, esta vez con muchas más cosas que contar y mucho entusiasmo detallando todo lo que hemos descubierto. Realizamos la llamada desde una pequeña terraza saliente de la recepción Royal, separada de la Piscina Royal por un río y con el paso de catamaranes que llegan hasta aquí para dar la vuelta y volver al lago. El ambiente es inmejorable. Tras las llamadas, vamos ahora a estrenar otra instalación más: el balneario.

El Grand Palladium cuenta con su propio balneario, llamado Renova Spa. Al parecer, funciona como una empresa totalmente independiente, con su propia gestión y personal, pero los huéspedes tienen incluido junto al alojamiento en el resort el acceso a su circuito. Los tratamientos de belleza, masajes y demás servicios, se pagan aparte -y vaya si se pagan...-.

Un carrito nos deja frente a las dos columnas de piedra que anuncian el spa, y entramos algo desorientados. Con ayuda de los empleados -tan amables como todos-, conocemos el procedimiento: en una recepción a mano izquierda solicitamos las toallas y, si lo deseamos, una llave de taquilla a cambio de depositar la tarjeta de la habitación.

Hay dos formas de acceder al circuito, una por cada extremo. En uno de los extremos, el que se encuentra junto a las taquillas, accedes a la zona húmeda, donde se encuentran las saunas, el pediluvio -un paseo de piedra en espiral con chorros de agua en los laterales-, y los jacuzzis de aguas extremas. Por el otro, se encuentra la piscina, con unas cuantas tumbonas -algo escasas, en mi opinión-. El problema es que, exceptuando el pasillo de la entrada, un punto del otro están separados por un pasillo de agua con corriente. Es decir, que si entramos por la zona húmeda no podemos llevar la toalla hasta las tumbonas, y si entramos por la piscina no podemos llevarla hasta la zona húmeda. En nuestra primera visita, aún sin saber esta cuestión, entramos por la zona húmeda.

El sitio está muy tranquilo a estas horas. Sin embargo, no supimos definir un patrón claro de afluencia de gente, ya que en ocasiones es precisamente después de la comida cuando la gente más acudía a relajarse a este lugar.

En la zona húmeda probamos todas las instalaciones. Empezamos por el pediluvio -que no volveríamos a probar más-, y nos metemos en la sauna de vapor. La sauna de leña permanece cerrada. Al parecer, por razones de seguridad hay que notificar por adelantado que se quiere utilizar. Tras la sauna de vapor -que a mi me encanta, pero a ella le agobia relativamente-, vamos hacia los hidromasajes de temperaturas extremas, siempre pasando por una ducha entre instalación e instalación.

Las bañeras de temperaturas extremas son fieles a su denominación. En una de ellas, la mayor de las dos, el agua está cercana al punto de ebullición. No voy a decir que sufras quemaduras, pero tampoco creo que resulte muy conveniente permanecer mucho rato en su interior, por lo que pueda repercutir en la temperatura corporal. La otra, sin cambio, es todavía peor. Con solo meter un pie, te olvidas del clima tropical que te rodea y te sientes rodeado de pingüinos y esquimales. El agua se percibe como un frío punzante, de los que te impiden respirar de forma fluida.

La gracia está en ir alternando en periodos cortos entre agua fría y caliente, pero solo uno de los dos -y no es ella- se atreve a probarlo. Lo máximo que he conseguido permanecer con el agua fría hasta el cuello ha sido un minuto y, viendo el ir y venir de la gente en posteriores días, creo que no es una mala marca.

Tras las bañeras, salimos ahora de la zona húmeda, no sin antes pasar por unas duchas de piedra que ella estaba convencida de que eran fuentes ornamentales. Antes de salir completamente al exterior, accedemos a la piscina de chorros para las cervicales. Un gran círculo con una fuente en el centro, y el perímetro copado por chorros que expulsan agua con violencia. Permanecemos un rato con la espalda contra los chorros. El agua aquí también es turbia, y no es extraño ver flotando una desagradable espuma fruto de las cremas solares diluidas.

Pasamos, ahora si, a la zona al aire libre del spa. A lo largo de un sendero de alrededor de metro y medio de profundidad, vas topando con bañeras de hidromasaje. No dejamos pasar la oportunidad de entrar en todos y cada uno de ellos. Si al salir a este pasillo acuático giras hacia la izquierda, acabas llegando a unas coquetas cabañas colgantes donde se realizan los masajes de pago. A mano derecha, sin embargo, el camino finaliza con un acceso a la piscina del spa. ¡Y qué piscina!

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (25)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (26)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (27)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (28)

La piscina del spa es de forma alargada, y uno de sus laterales utiliza la fórmula de la "piscina infinita". La ausencia de un borde, con el agua cayendo a modo de cascada en un espacio a un nivel inferior, consigue la sensación de un horizonte cuando miras hacia ella a ras del agua. Más allá del final, en una impoluta zona de césped -inaccesible para las personas- los pájaros canturrean. Es una estampa idílica.

En uno de los bordes de la piscina existe una última bañera de hidromasaje, a la que le llaman el "Jacuzzi mirador", ya que apunta a la misma zona verde el borde infinito. Al otro lado de la piscina, separado por una pared de cristal, se encuentra el gimnasio. No llegamos a visitarlo por dentro, pero desde aquí ya se intuye que tiene todo lo necesario para quien quiera mantener su rutina en sus días de vacaciones.

Volvemos por donde hemos venido para llegar de nuevo a las taquillas, donde nos secamos y recogemos nuestras cosas. A la salida, vemos que en la recepción se dispone de dos variedades de té para los clientes, uno de clorofila y otro de frutas más ácidas -todo muy sano, faltaría más-.

Aprovechando la cercanía desde el spa, tomamos el camino hacia la izquierda, en dirección al centro deportivo. Enseguida llegamos a la zona donde se concentran campos y canchas de voleibol, baloncesto, fútbol, badminton y, a lo que veníamos, minigolf. Bromeamos con el encargado de las instalaciones durante esa tarde, y vamos hacia el primer hoyo con ilusión. Ilusión que dura más bien poco, ya que todos los hoyos del minigolf se encuentran en montículos elevados con caída por detrás si no mides bien la fuerza. Resumiendo: un desastre para completos novatos como nosotros. Avanzamos por los hoyos casi por decencia, hasta que finalmente decidimos dar por definitivo el fracaso. Las iguanas -que aquí prácticamente se agolpan- deben estar pasándoselo pipa viendo nuestras habilidades.

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (29)

Volvemos a nuestra habitación. Tras el spa, evidentemente no nos sentimos fatigados físicamente, pero si que llevamos acumuladas bastantes actividades durante el día que hacen que nos sintamos algo cansados. Así que nos duchamos y pasamos un largo rato tumbados en las camas viendo la tele, en lo que se convertiría en un clásico ritual de relax antes de la hora de la cena.

La televisión de la habitación -desconozco si los canales son los mismos en el resto de hoteles- es todo un descubrimiento. Son emisoras latinas, pero con contenidos en su mayoría estadounidenses y, lo mejor de todo, en la mayoría de casos emitidos en versión original subtitulada. Así nos topamos con capítulos de Lost, de Grey's Anatomy, V. incluso de Dawson's Creek. Pero lo mejor de todo viene cuando encuentro ¡la VH1!. Mi cadena musical favorita, que tanto disfruté cuando vivía con mis padres antes de que Ono decidiera hacerla de pago. Mantiene intacto su objetivo: emitir rankings y más rankings sobre cualquier cosa. Quizás ha cogido demasiado de la cultura MTV, ya que algunos de las clasificaciones son como, por ejemplo, "los 10 momentos más inolvidables de los reality shows".

Tras el descanso -que agradecemos- en la habitación, salimos ya preparados para ir hacia el restaurante. Hoy toca como temática la comida americana, gracias al local "Ribs & More".

Llegamos y pasamos por el mismo ritual del atril y la sala de espera, exactamente igual que la noche anterior. Pero a partir de aquí, la cosa iba a ir a mejor. Si la comida mejicana de La Adelita no nos entusiasmó, la del Rock & Ribs era justo lo que esperábamos. Distintos cortes de ternera, sabrosa, y con guarnición de patata al horno con salsa y media mazorca bien asada. Hasta el poco brócoli que acompaña a la mazorca está bueno.

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (30)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (31)

Muy contentos con la cena -lamentamos tener los días justos para probar los demás y no poder repetir-, volvemos hacia nuestra villa. Dan las 11 de la noche, y estamos reventados. Tomamos un poco el aire desde la terraza, viendo las recepciones iluminados y con el ruido ahogado del Teatro Riviera de fondo. No tardamos mucho en cerrar la terraza -para que se vuelva a activar el aire acondicionado- y meternos en la cama.

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (32)

Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium - Blogs de Mexico - Día 2 - Ruinas de Tulum y Playa Paraiso (33)

Etapas 1 a 3,  total 10
 1  2  3  4  siguiente siguiente


📊 Estadísticas de Diario ⭐ 4.7 (28 Votos)
  Puntos Votos Media Visitas
Actual 0 0 Media 61
Anterior 0 0 Media 66
Total 132 28 Media 35420

05 Puntos
04 Puntos
03 Puntos
02 Puntos
01 Puntos
Para votar necesitas conectarte como usuario registrado.
Te puedes registrar gratis haciendo click aquí

comment_icon  Últimos comentarios al diario Riviera Maya 2010: The Royal Suites Yucatan by Palladium
Total comentarios: 20  Visualizar todos los comentarios
Jormiti  jormiti  25/07/2011 13:28
Lo de "mundano" del lobby colonial me llegó al alma...menudo crack!
Sky_girl  Sky_girl  27/08/2011 02:31
Me ha encantado este diario!! es genial!! saludos
Isjomi  Isjomi  07/03/2012 23:43   📚 Diarios de Isjomi
Me ha gustado mucho. Gracias por compartirlo con todos.
Te dejo mis estrellitas
Default https Avatar  lauragl  03/04/2012 16:52
Gracias por compartir este diario con todos, nos ha servido de mucha ayuda. Saludos!!!
Martiina  Martiina  25/05/2015 17:04
me ha gustado mucho el diario
pd:vamos de luma de miel al royal y nos lo hemos pagado nosotros
CREAR COMENTARIO EN EL DIARIO


👉 Registrate AQUÍ

Diarios relacionados
De cuando Riviera Maya me robó el corazónDe cuando Riviera Maya me robó el corazón Segundas navidades en Riviera Maya ⭐ Puntos 0.00 (0 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 377
MÉXICO ESPECTACULARMÉXICO ESPECTACULAR Un apasionante recorrido de dos semanas por ese interesante país ⭐ Puntos 5.00 (3 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 295
Roadtrip en familia por la península de Yucatán (14 días)Roadtrip en familia por la península de Yucatán (14 días) Viaje de 14 días con coche de alquiler por la península del Yucatán... ⭐ Puntos 4.94 (16 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 281
México 1 mes por libre de sur caribe a norteMéxico 1 mes por libre de sur caribe a norte Desde el caribe del Yucatán hasta el noroeste en Durango por carretera en 1 mes... ⭐ Puntos 5.00 (8 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 227
MÉXICO 15 DÍASMÉXICO 15 DÍAS Era un destino que nos hacia muchísima ilusión, desde hace mucho tiempo, la situación actual de pandemia nos impulsó un poco a viajar aquí, ya que no tienen... ⭐ Puntos 5.00 (12 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 212

forum_icon Foros de Viajes
Pais Tema: VIAJAR A MÉXICO - Foro de México
Foro Centroamérica y México Foro Centroamérica y México: Foro de viajes a Centroamérica y México: Costa Rica, Guatemala, Nicaragua, Honduras, interior de México y Costa del Pacífico, Panamá...
Ir a tema del foro Ir a tema del foro
Últimos 5 Mensajes de 1077
501897 Lecturas
AutorMensaje
churrincha
Churrincha
Super Expert
Super Expert
25-02-2007
Mensajes: 490

Fecha: Jue Feb 29, 2024 02:29 pm    Título: Re: VIAJAR A MÉXICO - Foro de México



Hola Bowles, como estas? Tu itinerario no incluye las playas del Caribe mexicano? Te pregunto porque quizas no quisieran hacer playas o quizas no lo tuvieron en cuenta. Yo conozco esa parte y me parece preciosa. Playa del Carmen, Tulum, Cozumel, Chichen Itza, Cenote Il-Kil...
SUDANELL4
SUDANELL4
Super Expert
Super Expert
06-08-2009
Mensajes: 439

Fecha: Lun Mar 04, 2024 01:09 am    Título: Re: VIAJAR A MÉXICO - Sugerencias para 18 días

Buenas te dejo nuestro itinerario para que te sirva de guia. Hicimos 2 rutas circulares, por Yucatan y Chiapas alquilando en cada zona.
www.losviajeros.com/ ...38#6244338
Ten en cuenta que si alquilas coche si devuelve en oficina diferente te sube un paston.

Saludos
pepenando
Pepenando
New Traveller
New Traveller
08-03-2024
Mensajes: 4

Fecha: Vie Mar 08, 2024 11:15 am    Título: Re: VIAJAR A MÉXICO - Foro de México

Hola a todos, después de llevar tiempo ayudandome de vuestro foro para viajar por Europa, este año vamos a dar el salto al otro lado del charco con un viaje organizado por Halcon Viajes por México DF, chiapas... Y termino en rivera maya. Al ser la primera vez que vamos a un sitio tan "desconectado" pido consejo sobre que llevar tanto en el avión como en el equipaje o sobre donde cambiar el dinero (os he leido que lo mejor es cambiarlo en el aeropuerto al llegar, así como comprar allí la sim para "estar comunicado") pero como es mi primer viaje organizado (siempre he ido...  Leer más ...
crokanti
Crokanti
Travel Addict
Travel Addict
10-01-2012
Mensajes: 33

Fecha: Mie Mar 20, 2024 02:21 pm    Título: Re: VIAJAR A MÉXICO - Foro de México

Hola compañeros! Estoy planeando un viaje de dos semanas para ir a las playas de la zona de Cancún y alrededores. Alguien tendría algún itinerario de 14 días? Voy un poco perdida y no me gustaría meterme en las playas más masificadas.
Muchísimas gracias
Pochoki
Pochoki
Super Expert
Super Expert
09-10-2009
Mensajes: 816

Fecha: Mie Mar 20, 2024 03:49 pm    Título: Re: VIAJAR A MÉXICO - Foro de México

El foro está plagado de diferentes rutas de las que sacar ideas, te copio link:

México: itinerarios y rutas

Nosotros en la zona de Cancún no estuvimos, solo llegamos a Tulum, pero creo que precisamente las de esa zona son las más masificadas (que alguien me corrija si me equivoco).

No dejes de visitar un huevo de cenotes!!! Angel
Respuesta Rápida en el Foro

¡Regístrate Aquí para escribir en el Foro!


Mostrar/Ocultar Galería de Fotos
All the content and photo-galleries in this Portal are property of LosViajeros.com or our Users. Aviso Legal - Privacidad - Publicidad
Nosotros en Redes Sociales: Pag. de Facebook Twitter instagram Canal de Youtube