Le Marais y alrededores - Paris ✏️ Ciudad-Francia

Un paseo por el barrio judío del Marais y los lugares aledaños. Se trata de ir más allá del pasar por el Marais sin romperlo ni mancharlo.

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En el Marais vive la comunidad judía más grande de Europa, aunque cada vez más occidentalizados, ya que el barrio pierde señas de identidad hebraicas en progresión geométrica engullidas por las tiendas de moda y los ambientes fashion. Un ejemplo es el tradicional restaurante Goldenberg, el que sufrió un atentado en el verano de 1982, se ha convertido en una boutique. Y otro el cierre de momento, pero con peligro de desaparición total del no menos tradicional hammam St Paul en rue Rosiers. De un tiempo a esta parte lo gay se ha posicionado en el barrio con cafeterías, discotecas, cabarets y tiendas específicos.

El contorno en el que nos vamos a mover y los lugares a visitar los tenéis en el siguiente mapa de Google:


Yo propongo una ruta que comienza en el Hotel de la Ville. Pero quienes parten de un alojamiento cercano a Republique, Bastille, etc. lo pueden confeccionar a su gusto teniendo el mapa delante. Igual que quienes quieren reducirlo y hacer un recorrido más corto.

Empecemos pues el paseo por el Hôtel de la Ville, 4 Place de l'Hôtel de la Ville. Sede de la municipalidad, es una reconstrucción del siglo XIX del ayuntamiento del XVII, incendiado por los insurgentes de la Comuna de París de 1871. Es un ejemplo muy ornamentado de la arquitectura de la Tercera República, con elaborados relieves, torres y estatuas. Es bastante vistoso


Desde el Hôtel de la Ville por la calle Renard llegamos al controvertido Centro Pompidou. El Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou, que es como se llama oficialmente, reúne en su interior el Musée National d'Art Moderne, (a la altura del Tate Modem londinense o el MOMA neoyorkino), el IRCAM, que es un centro de investigación musical y una biblioteca con un aforo de 2.000 personas, abierta al público. También tiene cine y espectáculos. El exterior es un espacio donde es fácil ver actuar artistas callejeros o espectáculos teatrales. Si diseño es un espectáculo por sí mismo, guste más o guste menos.


Junto al Centro Pompidou está la Place Igor Stravinski, con una vistosa fuente que ocupa casi toda la plaza. La fuente tiene 16 coloristas esculturas dotadas de movimiento (giros, vaivenes, etc.). Están dedicadas a diversas obras del compositor al que está dedicada la plaza. La que más llama la atención es la llamada “Pájaro de fuego”. Los niños lo pasan de miedo con la fuente.


Desde el Pompidou tomamos Rambuteau y la primera que cruza a la izquierda es la rue del Temple. En el num. 71 está el Musée d'Art et d'Histoire du Judaïsme que está en el llamado Hôtel de Saint-Aignan, edificio de 1650. Alberga en su interior donaciones de arte y objetos históricos y etnológicos hebraicos y refleja la historia de las comunidades judías en Francia, Europa y Norte de África, desde la Edad Media hasta el presente. Tiene una tienda donde por un precio ajustado se puede llevar uno de esos candelabros de 7 brazos, pendientes con la cruz de David y muchas otras cosas que suponen un buen recuerdo del paso por el Marais.


Volvemos hacia Rambuteau y la siguiente calle que nos encontramos es rue des Archives. Haciendo esquina entre esta calle y rue de Francs-Bourgeois, (continuación de Rambuteau) en el num 60 de esta última, nos encontramos el suntuoso palacete denominado Hôtel de Soubise del siglo XVIII. Es la sede del Museo de Historia de Francia y allí se conservan los archivos nacionales Entre otros documentos aquí podemos ver el testamento de Napoleón, en el que pide que sus restos fueran trasladados a Francia. Como pilla de paso puede ser interesante saber qué ese edificio que nos encontramos.


Seguimos por la rue de Francs-Bourgeois y cuando nos encontramos con rue Vieille du Temple, giramos a la derecha. La tercera bocacalle con la que nos cruzamos es la calle más interesante y curiosa del Marais, la muy animada rue des Rosiers. Debe su nombre a que hace años las paredes de sus edificios estaban cubiertas de rosales y todavía se pueden ver placas que recuerdan a las víctimas de la Segunda Guerra Mundial. Como la calle sigue el calendario judío y no el que utilizamos los europeos, nos encontramos que los domingos todo está abierto. Eso sí no se os ocurra ir en sábado. Es el centro de lo que se llama Pletz, o lo que es lo mismo la parte central del Marais. Allí encontraréis comercios de tradición judía o restaurantes de comida khoser, junto con los mejores falafel de la ciudad. Es curioso en la calle como se entremezcla los lugares tradicionales judíos con tiendas de ropa de alta gama como Custo o COS. A mi gusto, esa pequeña calle de apenas 300 metros es lo más interesante del Marais.


Llegando al final de Rosiers, o mejor dicho al principio porque estamos recorriendo la calle del final al principio, a la izquierda podéis ver el antiguo Hammam St Paul, en el num. 4 de la calle, ahora cerrado y en riesgo de convertirse en boutique a pesar de la lucha de los que tratan de preservar el barrio. Podéis echar un vistazo antes de que desaparezca.


Justo al lado del Hammam está la rue Pavée. En el num 10 se encuentra la Sinagoga Guimard, que lleva el nombre de su arquitecto y tiene una atractiva fachada art nouveau


Siguiendo por la rue Pavée llegamos de nuevo a rue des Francs Bourgeois. Girando hacia la izquierda, la primera bocacalle a la derecha es Elzevir. En su número 8 está el Museo Cognac Jay ubicado en el palacete Donon, una residencia privada típica del Renacimiento clásico francés. Cierra los lunes y es gratuito. Se exponen más de 1.200 objetos entre los que se incluyen pinturas, esculturas, dibujos, muebles y objetos decorativos pertenecientes al siglo XVIII. Tiene cinco plantas a lo largo de las cuáles se pueden ver algunos apartamentos privados, las antiguas cocinas del palacete o la buhardilla en la que se alojaba la servidumbre. Todas las habitaciones contienen diferentes elementos decorativos y las obras de arte que el matrimonio coleccionó a lo largo de su vida


Elzevir termina en la place Thorigny, de la que sale la calle del mismo nombre. Allí en el num. 5 encontramos el Museo Picasso dentro de otro palacete, el Hôtel Salé. Imprescindible a quienes les guste la pintura de Picasso ya que tiene piezas de todas sus épocas. Y a destacar la colección de esculturas.



Si el paseo se hace relajadamente, desde el Museo Picasso se puede uno acercar al Marché des Enfants Rouges en 39 Rue de Bretagne. Está abierto martes, miércoles y jueves de 8:30 a 13:00 y de 16:00 a 19:30, los viernes y sábados igual pero cerrando a la tarde a las 20:00 y los domingos de 8:30 a 14:00
Es el mercado más antiguo de París. Su nombre viene de cuando cerraron el orfelinato construido en 1534 por Margarita de Navarra, en el que los niños vestían un uniforme rojo y los habitantes del Marais decidieron dar al mercado el nombre de les enfants rouges. Ahora mismo se ha convertido en una especie de centro de convivencia al que llaman la place du village, vamos algo así como la plaza del pueblo, en donde conviven los pescaderos, carniceros, queseros, y hasta cultivadores de ostras, todos ellos procedentes de muchos lugares del país, con ofertas gastronómicas en los restaurantes donde hay mucho donde elegir, desde un cuscús en el traiteur marroquí que hay en medio del mercado, a probar la cocina japonesa. Puede ser la solución para tomar un bocado a mitad de la visita del barrio.


A 10 minutos del Mercado, en 15 Rue Notre Dame de Nazareth, está la Sinagoga de Nazareth. Lo indico a efectos informativos porque entiendo que no merece demasiado la pena acercarse para luego tener que desandar el recorrido ya que está casi en el límite norte del contorno del paseo que se propone.

Si no vamos a la Sinagoga de Nazareth, desde el Marché des Enfants Rouges, tomamos la rue Bretagne a la derecha hasta encontrarnos con la rue de Turenne. La tomamos hacia la derecha, es decir hacia el sur y la quinta bocacalle a la derecha es la rue du Parc Royal. La tomamos y la primera a la izquierda es rue de Sévigné. Allí en el num. 23 está el Musée Carnavalet que cierra lo lunes Es un museo dedicado a la historia de París, desde sus orígenes hasta nuestros días. Conserva colecciones excepcionales: vestigios arqueológicos, panoramas del París en los siglos pasados, conjuntos de adornos y maquetas de edificios desaparecidos, (entre ellos, la mítica Bastilla), escenas históricas o anecdóticas, retratos de ilustres parisinos, recuerdos de hombres famosos (como Marat y Danton), testimonios de la vida diaria y una colección fascinante de fotografías y afiches. Es un museo francamente interesante para conocer la historia de París y uno de los atractivos del barrio.
Este enorme museo ocupa dos mansiones, una del siglo XVI, el Hôtel Carnavalet, y otra del XVII, el Hotel Le Pelletier, unidos ambos por una galería en el primer piso. En el primero residió Madame Sevigné, que da nombre a la calle.


Desde el Museo Carnavalet tiramos hacia la derecha y la primera calle que cruza es la ya conocida rue des Francs Bourgeois. La tomamos hacia la izquierda y desembocamos en la Place des Vosges, un lugar altamemente atractivo. Nada más llegar desde el ángulo de rue des Francs Bourgeois, nos encontramos con el Café Ma Bourgogne, de gran tradición y dicen que uno de los mejores se París. Por allí estuvieron al parecer Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir. Otro sitio para reponer fuerzas. No es barato pero tampoco muy caro. Precios medios podríamos decir.
La plaza es la más antigua de París, (se inauguró en 1612) y para mi tiene un encanto especial. Es uno de los sitios de la ciudad en el que me siento más a gusto. El conjunto arquitectónico me parece excepcional. Su jardín de estilo inglés, con sus parterres tan simétricos como la propia plaza, sus tilos, sus fuentes y la estatua de Luis XIII, sus soportales, sus pabellones de ladrillo rojo y tejados de pizarra, su increíble armonía constituyen un placer para los sentidos.


Si caen algunas gotas puedes dar la vuelta a la plaza bajo los soportales mirando los escaparates de las galerías de arte o las tiendas de modistas. No es raro encontrarse gente haciendo música. Me topé una vez con toda una pequeña orquesta de cámara que para nada podrían desentonar con conjuntos famosos.


En la plaza, en el un, 6, está la Casa de Víctor Hugo. Allí vivió el escritor entre 1832 y 1848. Fue donde escribió gran parte de “Los Miserables”. Se suelen hacer exposiciones temporales sobre la vida y la obra del escritor.
Además en esta plaza nació el poderoso personaje conocido por el Cardenal Richelieu

Saliendo de la Place des Vosgues, por la esquina que está justo enfrente de la Casa de Victor Hugo, por la rue du Pas de la Mule, la primera calle que nos cruzamos es la rue des Tournelles. La tomamos hacia la derecha y en el num. 21, está la Sinagoga des Tournelles. Simplemente saber qué representa el lugar por donde pasamos.

Siguiendo la rue des Tournelles llegamos a otra de las calles importantes del Marais, la rue de Saint Antoine. La cogemos hacia la izquierda y nos lleva a la Place de la Bastille. No es que tenga hoy día nada especial esa plaza. Nada queda de la infame prisión asaltada por las turbas el 14 de julio de 1789, acontecimiento que desencadenó la Revolución Francesa Pero no cuesta nada perder 5 min en llegar a un lugar histórico del que no hace falta decir nada por ser completamente conocido. En el centro de la plaza se encuentra La Colonne de Julliet, de 52 m de altura y coronada por la estatua 'El Genio de la Libertad', que se erigió en honor a las víctimas de la Revolución de 1830.
Del lado sur de la plaza sale la rue de Lyon en cuyo num. 120 podemos contemplar el moderno edificio de la Ópera National Bastille, la otra ópera de París


De Bastille salimos de nuevo por la rue de Saint Antoine. Esta es una de las calles más antiguas de París y una de las arterias principales del barrio. Es continuación de la Rue Rivoli, con la que forma el más importante eje Este-Oeste de París. A medida que avanzamos por la calle, en los números 7 y 9 encontramos unas casas típicas del antiguo régimen. En el número 17 vemos la Iglesia protestante del Marais o Iglesia de Santa María, sin demasiado interés. En el número 21 el Hôtel de Mayenne, del siglo XVII, declarado monumento histórico y que en la actualidad es ocupado por un centro escolar. En el número 62 el Hotel de Sully que alberga el Centro de los Monumentos Nacionales, encargado de proteger los monumentos del país. Es ejemplo característico de los palacetes construidos al principio del siglo XVII. A través del jardín se llega a la Place des Vosges. Al final de la calle, donde empieza rue Rivoli, y se cruza la rue Sévigné, en el número 99 está la Iglesia Saint-Paul-Saint-Louis, también del siglo XVII, bastante aparente, importante obra pictórica en su interior, entre otras un cuadro de Delacroix y sobre un pilar del lado derecho de la nave, una curiosa inscripción semiborrada, en la que puede leerse, “République française ou la mort”, posiblemente un recuerdo de la Comuna de París. De todo ello quizás lo más interesante sea el Hotel de Sully


Volvemos unos poco metros hacia atrás por la rue Saint Antoine, hasta cruzarnos con la rue St Paul. Justo haciendo esquina encontramos Au Bouquet Saint Paul ideal para hacer una parada y disfrutar de tradicionales delicias francesas como croissants, pain aux raisins y brioches de diferentes clases.

Nos adentramos por Saint Paul y en el interior del cuadrado que forman rue Saint Paul, rue Charlemagne, rue des Jardins Saint Paul y rue de l’Ave Marie, está el Village Saint Paul, uno de los lugares más fascinantes del barrio Se trata de un laberinto de patios interiores conectados entre sí dentro de una manzana de antiguas mansiones que alberga a más de un centenar de pequeños locales de anticuarios. Se accede por diversos lugares desde las calles que lo bordean.


En la rue de Saint Paul, en el número 11, está el Museo de la Magia, Solo abre habitualmente miércoles, sábados y domingo de 14:00 a 19:00 El edificio forma parte del Village St Paul

Salimos del Village por rue de l’Ave Marie hacia la derecha y al final de la calle nos encontramos con rue du Figuier. En el número 1 está el Hôtel de Sens, uno de los pocos edificios medievales que se conservan en París. Es la sede de la biblioteca de arte Forney.


Podemos tomar a continuación la rue de l’Hôtel de la Ville y la segunda a la derecha es la rue Geoffroy l’Asnier. En el número 17 tenemos el Mémorial de la Shoah que también tiene entrada por la paralela rue du Pont-Louis-Philippe. Se trata de un lugar en memoria de las víctimas muertas en los campos de exterminio nazis. Tiene una exposición permanente, un centro de documentación, una cripta que acoge las cenizas de las víctimas en los campos y el Muro de los Nombres, en el que están grabados los de 76.000 judíos franceses deportados. También están grabados, a lo largo del Memorial, los nombres de los justos, aquellos franceses que salvaron vidas de judíos. Para no olvidar ese terrible episodio de la historia, que ya sabemos que quien olvida la historia está condenado a repetirla


Seguimos hacia el norte por la rue Geoffroy l’Asnier que termina en rue François Miron. Esta última llega a la Place Saint Gervais, donde veremos la Iglesia St-Gervais - St-Protais. Llamada así por Gervasio y Protasio, los dos soldados romanos martirizados por el emperador Nerón, esta extraordinaria iglesia tiene sus orígenes en el siglo VI. Construida sobre los cimientos de la primera construcción conocida en la orilla derecha en París, una basílica cuya existencia se remonta al final del siglo IV, constituye de esta forma la más antigua parroquia de la margen derecha del Sena. Ostenta la fachada más antigua de París (1621) y está compuesta de una triple hilera de columnas dóricas, jónicas y corintias. La iglesia acogió, durante más de dos siglos, desde 1653, una gran dinastía de músicos franceses: los Couperin. El órgano de Louis y François Couperin (1668-1733) se encuentra aún en el interior. Al lado de la Iglesia subsiste aún la casa de los grandes clavecinistas, organistas y compositores con una placa conmemorativa en la fachada.


Desde aquí estamos a menos de 5 minutos del Hôtel de la Ville, nuestro punto de partida y de llegada. Creo que con el paseo hemos podido conocer el Marais un poco menos superficialmente que con las típicas visitas turísticas en las que más de la mitad de los lugares de interés se pierden en el anonimato.

Nota.- Hay fotos que son mías personales pero otras se han sacado de internet para poder ilustrar el texto. Si alguno de sus autores desean que se retiren no habrá el más mínimo inconveniente.









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Última Actualización: 15/11/2012 - 20:31