MSC CRUCEROS SPLENDIDA (historico) ✈️ Foro Cruceros por el Mediterráneo ✈️ p98 ✈️

Os relato mi experiencia a bordo del MSC Splendida, que además la coloqué en Tripadvisor. Cualquier información que os pueda dar contactad conmigo.

Puntuación: 3
Itinerario: Tunez, La Valetta, Messina, Civitavecchia, Genova, Marsella
Fecha: Abril 2010

GRAN BARCO...AUNQUE MSC DEBE HACER CAMBIOS

Experiencia agridulce a bordo del MSC Splendida, mi primer crucero con esta compañía italiana.
El barco es fascinante y espectacular, muy superior a otras naves, por su diseño italiano, la tematización de restaurantes, los materiales empleados (mármoles, aceros inoxidables, aluminios), las obras de arte, las lámparas, los grandes ventanales, las zonas de piscina...o los sorprendentes escalones de diamantes de Swarovski.
Aunque las impresionantes características técnicas las podréis encontrar en la web de la propia compañía o de páginas/foros especializados os detallo aquellas cuestiones que no encontraréis en otros sitios.
Más largo que la Torre Eiffel destaca por una configuración de camarotes donde la mayoría son exteriores. Amplios (unos 20 m2), funcionales,con un escritorio, sofá, camas cómodas, armario, caja fuerte gratuita, televisión de lcd interactiva con canales internacionales (sólo con un canal español: 24 horas de TVE) y un pequeño pero más que suficiente baño con ducha y grifería Grohe. Geles y champús integrados en dosificadores atendiendo a la “política medioambiental” de la compañía. Climatización precisa y cómoda (mejor que en otros cruceros), buena insonorización (menor en los camarotes que pueden estar comunicados) y terraza con dos sillas y una mesita.
La cubierta superior está plagada de piscinas y jacuzzis. Una de las grandes piscinas está climatizada y puede permanecer cubierta si el tiempo no acompaña. El agua a muy buena temperatura y en la popa hay un espacio con una pequeña piscina y jacuzzis (la zona ZEN) donde no está permitida la estancia a niños (para aquellos que buscan cierto relax). Como podréis ver en alguna de las fotos cuando a más de 3000 personas les da por tomar el sol encontrar espacio o una tumbona puede ser una tarea difícil. Los que piensen en dejar la toalla en la tumbona a modo de reserva que se vayan olvidando porque los propios pasajeros se colocan sin reparos sobre estas tumbonas en cuanto se dan cuenta que no están siendo utilizadas.
Más de quince bares y cinco restaurantes temáticos (de pago). El programa diario incluye hasta 18 actividades organizadas diferentes. El gimnasio, con abundantes y modernas máquinas de ejercicios, puede utilizarse durante 25 minutos.
Sin embargo este barco (e imagino que toda la flota MSC) tiene varios asuntos pendientes que los que vayan a decidirse por un crucero tendrían que tener en cuenta:
Para dar de comer a más de 3200 personas el barco cuenta con un bufé en la cubierta superior (Bora Bora) y dos restaurantes en el puente 6 (La Reggia y Villa Verde). Esta combinación es idéntica a la hora del almuerzo y del desayuno, sin embargo a la hora de cenar la única opción gratuita (incluida en el precio son La Reggia y el Villa Verde. Por cierto estos dos restaurante siempre son a la carta. El bufé, tanto en el desayuno como en el almuerzo es un desastre, tanto en contenido como en organización. Decepcionante y en muchas ocasiones frustrante: grandes colas, falta de espacio y comida mediocre. Nunca llegué a entender por qué en un espacio con casi una decena de “islas” de comida tan sólo un lugar servía perritos, hamburguesas y carnes a la parrilla, lo que provoca un auténtico caos.
Probablemente la principal causa que provoca este caos se deba al sorprendente horario de comidas y la organización general realizada por MSC. Por ejemplo, si os apetece desayunar tranquilos sin luchar por los platos tendréis que hacerlo antes de las 09.30 h. En el bufé tendréis media hora más (aunque con mucho estrés).Y desde luego si un día queréis desayunar a las once la mañana no podréis comer nada hasta que no abran el almuerzo a la carta o el bufé a las 12 h. Para el desayuno existe una opción alternativa: pedir un desayuno continental (de las pocas cosas gratuitas) en la habitación (hasta las 10h). No será muy variado pero para algunos suficiente y tomárselo en la terraza, con el solecito de la mañana en el precioso puerto de La Valetta es un lujo.
En el almuerzo pasa lo mismo. Los restaurantes a la carta gratuitos abren de 12 a 14 h. Ir a comer a partir de las 13.45 h supone un comentario recriminatorio de los encargados de sala italianos porque consideran que es muy ajustado. Vamos que te hacen el favor de tu vida por dejarte comer. Lo más tarde que se puede comer es hasta las 14.30 h en el bufé, donde la variedad y rotación diaria de comidas deja mucho que desear y como escribí antes la posibilidad de hacerlo con tranquilidad es una utopía.
Imaginemos que hemos salido en un puerto a pasear y regresamos al barco a las 14.40 h. Pues no podremos comer nada hasta las 18.30 h si tenemos el primer turno de cena o tendremos que dejarnos los cuartos en algún restaurante temático que no abrirá hasta las 18.30 h. Lo máximo que encontraremos será “la hora de té”, de 15.45 a 16.30 h, sólo con un pésimo café, infusiones y pastitas dulces.
En otros cruceros siempre permanece abierta alguna opción en la que comer cualquier cosa, aunque sea una triste porción de pizza o una hamburguesa sin tener que pagar más.
Respecto a la comida en el restaurante a la carta (la que está incluida en el precio) en general es correcta, aunque a los más glotones les aconsejo que se pidan todos los platos de la carta e incluso repitan del que más les guste ya que no son especialmente abundantes los entrantes ni las ensaladas. Los risottos irregulares, algunos no están mal pero el de alcachofas (por ejemplo) es insulso.
Otro aspecto que MSC debería replantearse es el de las bebidas. Para empezar me parece bochornoso que la única opción de tomar agua gratuita sea en un triste dispensador de hielo escondido en el bufé y sólo a la hora del desayuno y del almuerzo. En otros cruceros de similar categoría, especialmente los americanos (como por ejemplo la Royal Caribbean o Carnival), el precio del crucero incluye agua, limonadas e incluso té helado. MSC al parecer sigue con una política similar a la también italiana Costa Cruceros.
Para beber agua o lo que sea tendremos que pasar por caja y no será una cantidad pequeña la que debamos abonar. Si no hemos previsto desembolsar una pasta en la agencia con los paquetes ilimitados de bebidas (poco interesantes para consumidores moderados) MSC nos ofrecerá desde el embarque y durante toda la travesía diversos bonos de bebida (no alcohólicas, cervezas, zumos, cócteles, helados, etc). Tres advertencias al respecto: el “ahorro” de los bonos respecto al precio de la consumición directa no llega al 10%. Los bonos NO SE PUEDEN UTILIZAR en todos los bares y restaurantes y, “curiosamente”, en las hojas informativas distribuidas por los bares y restaurantes no aparece el bono de botellas de agua.
Respecto a las excursiones es una decisión personal ampliamente debatida en los foros. La tranquilidad tiene un precio (aunque parezca abusivo) y si se contratan las del barco tenemos garatizado que regresaremos al barco sin problemas. Por ejemplo en Tunez es una buena experiencia coger el tren que lleva a Sidi Bou Said por apenas medio euro o coger entre varios un taxi con diversas excursiones. Para ver Roma como alternativa podemos tomar un tren en Civitavecchia que en una hora y veinte nos dejará en Termini por menos de 10 euros incluyendo gratuitamente los transportes públicos. Y en Marsella es un abuso que MSC cobre 15 euros por el transfer a la ciudad: es más económico coger un taxi entre cuatro personas o caminar 1,5 km hasta la salida del puerto y coger un bus del transporte municipal.
Por lo demás el ambiente del barco, especialmente durante la noche es muy agradable: con grupos de jazz, piano y solistas tocando en multitud de bares.
Los embarques y desembarques no suelen ser problemáticos a no ser que coincidas con la hora el embarque de pasajeros en algún puerto, como por ejemplo en Génova.
Y me sorprendió que el ejercicio de salvamento obligatorio, que supuestamente es para que los 3200 pasajeros aprendan cómo comportarse en caso de una emergencia, lo hagan el penúltimo día (en Génova)...así que si el barco se hunde antes mejor que lea las instrucciones situadas en la puerta del camarote.
Entre las “tasas de servicio” (lo que antes eran las propinas), las bebidas, las excursiones, el transfer a Marsella y los servicios complementarios nos podemos dejar una pasta gansa y por lo tanto recomiendo un análisis concienzudo con otras compañías que oferten nuestras necesidades en el precio del crucero.