Nos levantamos bien temprano (7 am) para poder exprimir el día al máximo y tomar un buen desayuno cortesía del Hotel de la Ville.
El planning de hoy era visitar el Vesubio por la mañana, y desplazarnos después al yacimiento de Ercolano.
Hay varias posibilidades para ir hasta el Vesubio, pero decidimos hacerlo desplazándonos hasta Pompeya, y justo al lado de las ruinas tomar el bus hacia el Vesubio.
Para ello, tomamos el Circumvesubiano de las 8:30 dirección Sorrento, para llegar a eso de las 9 a Pompeya.
Horario de buses Pompeya-Ercolano:
LINEA: POMPEI VESUVIO
De paso, os dejo el horario de buses directos Nápoles-Vesubio
LINEA: NAPOLI - VESUVIO
Como la tarde anterior cerró Pompeya antes de lo previsto, nos aventuramos a entrar de nuevo para ver la Casa del Fauno y un par de sitios que nos quedaron pendientes.
No merece la pena pagar de nuevo la entrada para 30-45 minutos, pero nosotros lo hicimos usando la ventaja de entrada gratuita a Pompeya para los jóvenes (18-24 años) poseedores de la tarjeta Artecard. Si tenéis algún problema para entrar, como fue nuestro caso, siempre podréis intentarlo en las diferentes entradas al sitio arqueológico…
Tras un visita exprés nos dispusimos a acercarnos al punto de partida del bus que va al Vesubio.
El autobús es de la línea EAVBUS. Parte desde la “Piazza Anfiteatro”, punto de reunión de los buses en Pompeya justo al lado de la puerta más cercana al Anfiteatro romano.
Hace varias paradas, pero la más interesante es en la estación de Circumvesubiano Pompei Scavi.
En esa misma estación se compra la entrada / ticket de bus, 10€ ida y vuelta. Juraría que entraba en la Artecard, pero no tuvimos más remedio que adquirir el ticket.
Está claro que en Nápoles hay pocas cosas gratis, así que se agudiza la picaresca española, jejeje.
El ticket es éste:
Cogimos el bus en la parada del Circumvesubiano a las 9:45, y comenzó la “aventura”.
El autobús es lento, muy lento, pero os aconsejo que no dejéis pasar la oportunidad de vivir el ascenso al Vesubio en bus. Increíble, la carretera es súper estrecha y el bus iba dando bandazos y pitando en todo momento para avisar a posibles conductores al otro lado de las sinuosas curvas del ascenso.
Las vistas son magníficas, y la sensación de ver pasar dos autobuses por un espacio tan estrecho, pura adrenalina.
La duración del viaje hasta la estación de cota 1000 m. del Vesubio dura una hora aproximadamente.
Una vez allí hay que sacar el ticket / entrada para acceder al Parque Natural del Vesubio
PARQUE NACIONAL DEL VESUBIO
Horario:
Enero, febrero, noviembre, diciembre: 9-15 h
Marzo, octubre: 9-14 h
Abril, mayo, junio y septiembre: 9-17 h
Julio y agosto: 9-18 h
Precio:
Los tickets sólo pueden adquirirse en la taquilla situada a 1000 m. Incluyen visita guiada, pero no nos percatamos de ello ni vimos ninguna indicación.
Adultos: 6,50 €
Grupos de al menos 10 personas, estudiantes y menores de 18 años: 4,50 €.
Gratuito: menores de 8 años, escolares y profesores.
La duración de la visita puede durar unas dos horas y media. Se aconseja llevar calzado cómodo y algo de ropa de abrigo.
Durante el ascenso, de dificultad baja-media, puede pasarse bastante calor, pero en el cráter hace mucho viento. Pueden darse rachas bastante exageradas que te hacen sentir que estás a punto de echar a volar.
Si queréis comprar algún recuerdo, os aconsejo que hagáis las compras abajo del todo, ya que las tiendas de la cima suelen ser más caras. Hay muchas figuras de lava y libros sobre Pompeya, Ercolano, el Vesubio, etc.
Tras el ascenso, lo siguiente es rodear el cráter, pudiendo disfrutar de las mejores y más espléndidas vistas de la zona. ¡A ver si sois capaces de distinguir Pompeya!.
No intentéis encontrar restos de lava, nos fue prácticamente imposible. De todos modos hay muchas piedras bonitas para guardar en una caja como recuerdo.
Las vistas merecen mucho la pena, porque aunque el volcán esté “dormido”, pueden verse algunas chimeneas activas de las que emana humo y gases. El olor a azufre está siempre presente. No olvidéis los prismáticos y la cámara.
He visto fotos de gente haciendo la visita DENTRO del cráter, pero supongo que serán visitas de carácter científico o especiales.
Cuando terminamos la visita al Vesubio, tomamos el bus de vuelta a Pompeya. Ya en las estación Pompei Scavi cogimos el circumvesubiano rumbo a Ercolano.
ERCOLANO SCAVI
Horario:
Noviembre-marzo: 8:30-17 h (última entrada a las 15:30, muy importante)
Abril-octubre: 8:30-19:30 (última entrada a las 18 h, muy importante)
Precio:
Entrada simple de un día
Estándar: 11 €
Reducida: 5,50 €
Entrada al conjunto de 5 sitios durante 3 días: Herculaneum, Pompeii, Oplontis, Stabiae, Boscoreale
Estándar: 20 €
Reducida: 10 €
Gratuita: ciudadanos de la CE menores de 18 años y mayores de 65.
Reducida: jóvenes de la CE de 18-24 años y profesores de colegio de la CE
Llegamos a Ercolano a las 14:30 aproximadamente, aunque almorzamos algo antes de entrar.
Recuerdo que el yacimiento arqueológico se encontraba bajando una calle con una gran cuesta. No resultó fácil llegar a él por la buena indicación a través de carteles y señales.
Las ruinas tienen una entrada principal desierta (y desconcertante), y hay que atravesar todo el parque para acceder a la entrada “real”, donde se expide el ticket de entrada.
Aunque el horario marque que el horario de cierre es a las 17 horas, pudimos quedarnos bastante rato, justo hasta que empezó a anochecer.
En la entrada tomamos un libro-guía y comenzamos a recorrer toda la excavación. Como se puede observar en las fotos, el estado de las construcciones es mucho mejor que el de las pompeyanas. Debido en buena parte a que fue arroyada por un inmenso río de fango hirviente (de hasta 10 metros de altura) y detritos producidos por la erupción del Vesubio, que la invadió completamente. Los pobres habitantes no pudieron escapar, ya que el mar se encuentra bastante cercano, y se produjo un gran maremoto a causa de los movimientos sísmicos durante la erupción.
El fango ha hecho que se conserve tan bien la ciudad, sobre todo los pisos superiores de las construcciones, algo que no se pudo dar en Pompeya. La capa de fango también conservó la madera, papiros, puertas, mosaicos, rejas de ventanas, etc.
En 1709 se descubrieron por primeras vez restos arqueológicos en Ercolano, concretamente el teatro. A partir de entonces comenzaron las excavaciones mediante galerías y pasillos subterráneos.
En 1776 se clausuraron las excavaciones, para reanudarse en 1828 usando el método de excavación al aire libre, y prosiguieron hasta 1855.
En 1869 se reiniciaron las búsquedas, pero con escasos resultados, que conllevaron a la interrupción unos años después.
Desde 1927 comenzaron las excavaciones más exhaustivas y científicas hasta la actualidad.
La ciudad fue abandonada, y jamás se reconstruyó. Sólo más tarde, a su alrededor se desarrolló la ciudad de Resina
Podréis comprobar cómo queda mucha superficie por excavar y descubrir aun.
Los lugares más importantes en la visitan son: la Casa de Argos, Casa del Hotel, Casa del Esqueleto, Casa del Tabique de Madera (perfectamente conservado), Casa del Atrio del Mosaico, Fuente de Neptuno, Casa de los Ciervos, Termas suburbanas, Casa de las Gemas, Palestra, Thermopolium, Casa del bicentenario, zona del Foro, antiguos Gimnasios, restos del Acueducto, Casa del mosaico de Neptuno, etc.
El lugar más importante es la Villa de los Papiros, con una importante biblioteca de papiros de temas fundamentalmente filosóficos. Los casi 2000 rollos carbonizados están en la biblioteca Nacional de Nápoles. La mayor parte del mobiliario y estatuas (mármol y bronce) se encuentran expuestos en el Museo Arqueológico de Nápoles.
Hay que decir que la densidad de visitantes en Ercolano es muy inferior a la de Pompeya. Se puede visitar tranquilamente sin muchas aglomeraciones. La extensión de Ercolano es más reducida, por lo que la visita es más corta y puede hacerse perfectamente siguiendo el mapa y sin audioguía.
Cuando cayó la noche nos dirigimos al Circumvesubiano para volver a Nápoles.
Decidimos dar una vuelta para vivir el encanto nocturno de la ciudad napolitana.
A eso de las 19 horas nos dirigimos hacia la Piazza del Gesu Nuovo.
Está custodiada por una enorme “aguja” (de la Inmaculada), una de las tres que hay en la ciudad.
Allí visitamos la Iglesia del Gesú Nuovo, una maravilla arquitectónica que tras su original y “pobre” fachada esconde una iglesia fascinante.
No soy experto en arte, pero lo que más me impresionó fue lo bonito de las bóvedas y altares, con mucha presencia de oro y mármol policromado.
Había un urna con el “cuerpo” de San Francisco Javier, y nos llamó bastante la atención una serie de estancias y altares dedicados a San Giuseppe Moscati.
Fue un famoso médico, investigador y docente universitario canonizado por Juan Pablo II el 25 de octubre de 1987 por su labor humana con los enfermos más complicados y terminales.
La gente a la que ha sanado lleva cuadros con dedicatorias y ofrendas como agradecimiento, como se puede ver en la fotografía. Además, hya una estatua de bronce en su honor junto a uno de los altares.
A continuación visitamos el templo gótico de la iglesia de Santa Chiara, que se encuentra justo al lado del Gesú Nuovo. Es también un convento de monjas, y cuando visitamos la iglesia estaban dando misa, por lo que no pudimos detenernos todo lo que quisimos. La iglesia era muy grande y simple arquitectónicamente hablando, pero tenía unos altares bastante bonitos. No pudimos hacer fotos.
Allí yacen los restos de un joven napolitano héroe de guerra, Salvo D'Acquisto, que se sacrificó durante la Guerra Mundial para salvar a 22 personas. Por esa razón fue enterrado en Santa Chiara, y le montaron un bonito altar. Se ve que muchos de los familiares de las personas a las que salvó lo visitan para llevarle flores.
Seguimos el paseo yendo a San Lorenzo Maggiore, muy cerca de Via Tribunali.
Nápoles es unja ciudad ENCANTADORA para pasear por la noche. Sobre todo por la zona del barrio viejo, “Spaccanapoli”.
Dimos una vuelta y buscamos en la vía Nilo el monumento en honor al D1OS del fútbol, Diego Armando Maradona. Precisamente durante nuestra estancia estaban de festejos esperando incluso a que Diego visitara Nápoles, pero creo recordar que tiene pendientes algunas cuentas con la Agencia Tributaria italiana que impedían la visita…
Un azulejo reza que el que se atreva a hacer una foto del "santuario" sin tomarse un café, que se despida de su cámara...jejeje.
(Foro original: http://www.flickr.com/photos/javi_oribe/3484810647 )
Nos comimos un dulce típico muy bueno relleno de crema, sfogliatelle riccia y otro “borracho” de licor llamado babá mientras paseábamos buscando la Vía San Gregorio Armeno. Esta calle es muy famosa porque está llena de establecimientos de artesanía dedicados al mundo de los belenes.
Es una gran cuesta que invita al paseo, y resulta encantador visitar los escaparates para comparar algún recuerdo.
No os vayáis sin comprar “merchandasing” del Pulcinella, un personaje muy peculiar del teatro cómico napolitano. Lo veréis ataviado con una gran sábana blanca y una máscara de terracota con una acentuada nariz puntiaguda, todo un símbolo de la picaresca y desvergüenza . También es típica de la zona la guindilla roja.
Mientras caminábamos, empezó a llover levemente, para terminar cayendo una gran tromba de agua. Los comercios se apresuraron a cerrar precipitadamente y las tormenta nos cogió en plena calle. Nos refugiamos en una tienda, pero estas cerraron y tuvimos que buscar cobijo en un callejón. Un auténtico diluvio.
Tuvimos que esperar casi 45 minutos bajo el techo de un expositor hasta que la intensidad de la lluvia disminuyó.
Cogimos el metro en Piazza Dante, totalmente empapados, y volvimos a Garibaldi para cambiarnos de ropa, cenar algo rápido y descansar, que el día siguiente nos esperaba la Costiera Amalfitana.