Dia de viaje. Somos de Zaragoza asi que tuvimos que ir hasta Madrid. Lo hicimos en bus. Es mas tiempo que en AVE (unas tres horas de trayecto) pero te deja en la terminal T4 directamente y nos venia mejor el horario. Ademas es sensiblemente mas barato. Unos 60 euros ida y vuelta los dos.
El vuelo era con TAP y nos llevaba hasta Lisboa, donde se hace transbordo al vuelo Lisboa-Funchal. El dia de vuelta vimos un vuelo directo a Barcelona, que supuse que seria un vuelo charter, pero al parecer los pusieron en julio, supongo que por el periodo vacacional.
Nosotros llegamos sobre las 6 de la tarde al aeropuerto de Madeira, que no esta en Funchal sino en Machico, a unos 20 km. Recogimos el coche, un wolf 1500 gasolina. Al principio me fastidio que fuera gasolina, pues soy de diesel pero luego comprenderia el por que me dieron un gasolina.
Tras corto viaje y un par de vueltas que demostraron que imprimir solo el plano de google maps puede no ser suficiente, llegamos al hotel.
El que elegimos es el Enotel Quinta do Sol. Situado justo entre Funchal y el inicio del Lido, zona de los hoteles. Lo bueno que tiene es que esta cerca del centro, unos 15 minutos andando todo lo mas, y su acceso desde la autovia, una vez te lo conoces, es muy fácil. Esta limpio, tanto el baño como las sabanas. La piscina es normalita y tiene un pequeño bar tanto en la piscina como en la zona de sofás. El mayor “Pero” de este hotel es el aparcamiento. Justo en la puerta tiene media docena de plazas y luego, siguiendo un pasillo en el que apenas cabe un coche, un garaje donde solo caben 7 u 8 coches. Y ese es el problema. Si llegas y no tienes sitio tienes que maniobrar para dar la vuelta. A mitad del pasillo de acceso hay un hueco para tres coches en batería. Si no hay coche se puede llegar a usar para dar la vuelta. Tambien puede pasarte, como a mi, que alguien ha aparcado un coche largo y no deja entrar en el garaje (ni salir). En mi opinión, y para mis necesidades, que eran un sitio para poder dormir y tal vez un rato la piscina, tiene buena relación Calidad/Precio. Tengo que advertir que seguramente mi opinión quede bastante desfasada pues al parecer en septiembre lo cierran para actualizar.
Tras llegar al hotel, nos dan nuestra habitación cara al mar, en el piso 5. Buenas vistas. Apenas hay un hotel que tapa un poco la visibilidad de la bahía de Funchal. Tambien es verdad que da a la avenida Monumentale, que tiene bastante trafico. Como habíamos dicho que era viaje de novios nos esperaba una botellita de cava portuges. Busqueda rápida de un lugar para cenar, un plato combinado, donde comimos por primera vez el Bolo do Caco, un pan redondo que han untado con mantequilla de ajo y perejil y luego calentado un poco, que hace que la mantequilla se derrita. Buenisimo. Tengo que decir que el pan en Madeira estaba muy bueno en todos los sitios en los que he estado. Tras cenar a la cama, que estamos cansados.
El vuelo era con TAP y nos llevaba hasta Lisboa, donde se hace transbordo al vuelo Lisboa-Funchal. El dia de vuelta vimos un vuelo directo a Barcelona, que supuse que seria un vuelo charter, pero al parecer los pusieron en julio, supongo que por el periodo vacacional.
Nosotros llegamos sobre las 6 de la tarde al aeropuerto de Madeira, que no esta en Funchal sino en Machico, a unos 20 km. Recogimos el coche, un wolf 1500 gasolina. Al principio me fastidio que fuera gasolina, pues soy de diesel pero luego comprenderia el por que me dieron un gasolina.
Tras corto viaje y un par de vueltas que demostraron que imprimir solo el plano de google maps puede no ser suficiente, llegamos al hotel.
El que elegimos es el Enotel Quinta do Sol. Situado justo entre Funchal y el inicio del Lido, zona de los hoteles. Lo bueno que tiene es que esta cerca del centro, unos 15 minutos andando todo lo mas, y su acceso desde la autovia, una vez te lo conoces, es muy fácil. Esta limpio, tanto el baño como las sabanas. La piscina es normalita y tiene un pequeño bar tanto en la piscina como en la zona de sofás. El mayor “Pero” de este hotel es el aparcamiento. Justo en la puerta tiene media docena de plazas y luego, siguiendo un pasillo en el que apenas cabe un coche, un garaje donde solo caben 7 u 8 coches. Y ese es el problema. Si llegas y no tienes sitio tienes que maniobrar para dar la vuelta. A mitad del pasillo de acceso hay un hueco para tres coches en batería. Si no hay coche se puede llegar a usar para dar la vuelta. Tambien puede pasarte, como a mi, que alguien ha aparcado un coche largo y no deja entrar en el garaje (ni salir). En mi opinión, y para mis necesidades, que eran un sitio para poder dormir y tal vez un rato la piscina, tiene buena relación Calidad/Precio. Tengo que advertir que seguramente mi opinión quede bastante desfasada pues al parecer en septiembre lo cierran para actualizar.
Tras llegar al hotel, nos dan nuestra habitación cara al mar, en el piso 5. Buenas vistas. Apenas hay un hotel que tapa un poco la visibilidad de la bahía de Funchal. Tambien es verdad que da a la avenida Monumentale, que tiene bastante trafico. Como habíamos dicho que era viaje de novios nos esperaba una botellita de cava portuges. Busqueda rápida de un lugar para cenar, un plato combinado, donde comimos por primera vez el Bolo do Caco, un pan redondo que han untado con mantequilla de ajo y perejil y luego calentado un poco, que hace que la mantequilla se derrita. Buenisimo. Tengo que decir que el pan en Madeira estaba muy bueno en todos los sitios en los que he estado. Tras cenar a la cama, que estamos cansados.