Este día lo dedicamos a hacer un poco de senderismo. En el municipio de Manteigas hay bastantes rutas, de todas las longitudes y dificultades. Están muy bien señalizadas, y en su página web puedes descargarte mucha información. Además, tienen una aplicación para Android donde puedes cargar las rutas y te sirva de orientación durante la caminata
Manteigas Trilhos Verdes
Llevábamos unas cuantas rutas seleccionadas, las que no fueran muy largas o difíciles, que no estamos en una forma física óptima últimamente. Al final hicimos el PR-2-MTG: Rota do Javali. Lo que nos hizo decidirnos por esta fue simplemente que el comienzo de la ruta está justo al lado de la puerta del hotel. No nos apetecía mover el coche, después del palizón del día anterior, queríamos descansar de curvas durante un día.
Como somos muy despistados, nos olvidamos nuestros bastones de trekking en casa, y nos aventuramos sin ellos. Menos mal que encontramos algunas ramas de castaño y pudimos improvisar unos bastones, algunos tramos hubieran sido muy duros sin apoyo.
El perfil de la ruta que seguimos es el siguiente:
Al principio, hay una cuesta bastante empinada, como una declaración de intenciones del camino, pero enseguida se modera la subida. El primer tramo del camino transcurre por un bosque donde abundan sobre todo los castaños, y se hace de forma cómoda, porque hay sombra y el camino es fácil.
El segundo tramo, el de la subida al Pozo del Infierno, es bastante duro, porque es muy empinada. Menos mal que son solo 400 metros, el resto del camino hasta llegar al Pozo del Infierno es llano, por carretera. Aquí nos llevamos una pequeña decepción. El Pozo del Infierno es una de las atracciones más nombradas de la zona, pero cuando llegamos no había nada de agua. Este año ha sido muy seco, y además en verano, así que nada, sin agua. Aquí os dejo 2 fotos: lo que te encuentras en las guías y lo que encontramos nosotros
Bueno, pues después de la decepción, continuamos, aunque nos costó bastante, todo hay que decirlo, ya que no éramos capaces de encontrar la continuación de la ruta. Y es que es una senda muy estrecha empotrada en la colina, a la que se sube desde la explanada que hay antes de llegar al pozo, y no dábamos con ella. Esta subida era también muy dura ya que, además de la pendiente, no había sombra y el camino desaparecía, había que ir trepando por las piedras. Por esta zona también pudimos ver algunos árboles quemados, una lástima
Al final de la subida se ve el Vale do Buraco, y luego se empieza el descenso. Son 4 kilómetros bajando constantemente, con una pendiente más o menos pronunciada, así que al final las piernas se resintieron un poco.
La última parte del camino transcurre por un robledal muy bonito, y con una buena perspectiva del pueblo del Manteigas.
En definitiva, la ruta es muy bonita, aunque algo durilla. Si bien no es la más espectacular de la Serra da Estrela, merece la pena. La lástima fue que nos encontramos el Poço do Inferno sin agua, pero son las consecuencias de ir en verano, por eso creo que esta ruta es más aconsejable para primavera, porque además gran parte del camino transcurre sin sombra. En total tardamos algo menos de 6 horas.
Llegamos agotados, y fuimos directamente a la terraza del bar del hotel, sin soltar las mochilas ni nada. La primera cerveza cayó de un trago, había que hidratarse. La segunda ya la bebimos más tranquilamente
Como estábamos cansados, después de la ducha nos quedamos el resto de la tarde descansando. Esa noche cenamos en el restaurante del hotel, no teníamos fuerzas para ir hasta el centro, y vaya acierto, comimos fenomenal. Pedimos “polvo à lagareiro” (pulpo a la brasa con aceite de oliva) y chanfana de cabrito (parecido a la caldereta extremeña), medias raciones, que nos avisaron que enteras eran mucho. Y de postre arroz con leche y dulce de la casa. Y no nos íbamos a ir de la Serra da Estrela sin probar el aguardiente de zimbro, típico de la zona. Es un aguardiente muy fuerte, el hombre mayor del restaurante lo llamaba “el antibiótico”, y tiene que ser ideal para calentarse en invierno, con el frío que tiene que hacer allí.