Dia 4: Parque Eduardo VII y barrio de Alfama ✏️ Travel Journeys of Portugal

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Visita al Parque Eduardo VII
Este era el último día de visita a Lisboa. El avión de vuelta a Barcelona salía a media tarde, por lo que habíamos reservado toda la mañana para visitar la zona del Parque Eduardo VII y aquellas visitas que no habíamos podido hacer durante el lunes al estar cerrados algunos monumentos.

Nada más salir del hotel y tras guardar en recepción el equipaje hasta la hora de partir por la tarde, nos dirigimos hacía el metro. La Lisboa card ya no nos servía, era válida para 3 días. Como teníamos intención de utilizar el metro para ir al Parque y para ir al aeropuerto, y además utilizar los elevadores y tranvías, decidimos comprar el abono de transporte para todo el día y no por viajes sueltos.

Fuímos directos a la estación de metro del Parque Eduardo VII, que nos dejo en una calle lateral a mitad del parque. No es un parque espectacular, pero desde lo más alto, si el día es claro, tenéis vista de todos los edificios del centro de Lisboa y del río. A mitad del parque se encuentra la Estufa Fría, un invernadero de plantas autóctonas y exóticas. La entrada vale 3€ y es una visita interesante. La lastima fue que parte de la instalación estaba en rehabilitación.

Al salir nos dirigimos hacia la plaza Marques de Pombal, y desde allí fuimos bajando de nuevo hasta la zona de Rossio. Al llegar a la zona de Restauradores, fuimos a buscar el Elevador da Gloria. Con el podréis acceder directamente a la zona del mirador de San Pedro Alcántara. Desde el podréis observar la panorámica de la ciudad coronada por el Castillo de Sao Jorge.

Volvímos a bajar con el elevador y pusimos rumbo hacia la zona de Alfama, queríamos visitar la Parroquia de Sao Vicente de Fora y el Panteón Nacional, que el lunes habíamos encontrado cerrado. Subimos hasta la iglesia de Sao Vicente con el tranvía 28E hasta Porta de Sol y hicimos transbordo con el 12E hasta la la misma iglesia. El edificio es inmenso, pero su interior es mas bien modesto.
Desde aquí fuímos andando hasta el Panteón. En el se encuentran los mausoleos de algunas de las principales personalidades de Portugal. Quizás lo mejor es poder subir hasta la cúpula y salir a la terraza exterior, la vista es fantástica.
A la salida desandamos el camino hecho para volver a la iglesia de Sao Vicente y coger el tranvía 12E hasta la catedral de Sé. Era ya la hora de comer y decidimos repetir en el restaurante del primer día, el Rio Coura.
La comida de nuevo estuvo espectacular. Hoy íbamos un poco más tarde y estaba lleno, pero no tuvimos que esperar casi nada. Comimos 3 personas un plato de marisco variado, uno de pescado variado y el plato de bacalao a la brasa del día, lo buñuelos del aperitivo, una botella de vino blanco, un agua y 2 cafes, por unos 33€ en total.

Visita fugaz al Chiado
Se acercaba ya la hora de ir a buscar el equipaje al hotel, pero aun aprovechamos al salir de comer para acercarnos al Largo do Chiado, donde se encuentra el famoso Café a Brasileira. Con el tranvía 12E llegamos hasta el mismo Largo do Chiado, y la vuelta hasta la zona de la Baixa la hicimos recorriendo a pie sus calles.

Tras recoger el equipaje en el hotel, nos dirigimos hacia la parada de metro de Restauradores. El trayecto hasta el aeropuerto es de aproximadamente unos 30 minutos. Llegamos con suficiente tiempo para pasar el control de seguridad. Nuestro avión llegó con un pequeño retraso, así que embarcamos con unos 30-40 minutos de retraso de la hora prevista. A las 22.30h aterrizábamos en el aeropuerto del Prat.

Tocaba ya guardar la maleta hasta la siguiente!!

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