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He de confesar que no visitamos la zona de las Docas. Por varios motivos. Parece ser que el ambiente en esta zona empieza más tarde que en otras y además queda un poco a desmano de la zona más céntrica, para que os hagais una idea: los locales se ubican junto al Tajo y al oeste de la Plaza de Comercio, pero muy al oeste, pasada ya la estación de trenes de Cais do Sodres. Parece ser que es una zona que combina terrazas, pubs y restaurantes con discotecas. De hecho las discotecas más afamadas de Lisboa se concentran en esta zona.
Entre la lejanía de la zona y que no nos motiva mucho el ambiente discotequero, pues como os digo, no nos acercamos.
No puedo decir lo mismo del Barrio Alto, donde acabamos casi todas las noches. Nos encantó este barrio.
Por el día no está muy animado, aparece triste, algo sucio, con muchas paredes repletas de pintadas y grafittis. La mayoría de los bares y pubs permanecen cerrados pero al anochecer el barrio se llena de vida. Por sus viejas callejuelas hay multitud de pubs que a partir de las 21:00 de la noche se empiezan a animar paulatinamente. No son locales muy grandes y suelen estar a tope, con mucha animación.
Resulta evidente la influencia de Brasil, antaño colonia portuguesa, en la noche del barrio alto. Para empezar, la bebida que se oferta en todos los pubs en grandes carteles y la que bebe todo el mundo es la caipirinha (y su versión de la caipiroshka). También resulta evidente la influencia brasileña en lo musical. En muchos bares se escucha música brasileira, de hecho nosotros presenciamos dos actuaciones en directo de música brasileira en sendos pequeños locales. Esta es otra característica del barrio alto, por muy pequeño que sea un local, siempre se puede buscar un hueco para una actuación en directo, es fácil encontrarse a un solista o un grupete acústico dentro de cualquier bar animando el "cotarro". ¡y vaya que lo consiguen!
Chicas bailando música brasileira en directo en un local del Barrio Alto
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
También hay bares que optan por la música caribeña, la salsa y el mojito, mientras que otros optan por música lounge, ambiente relajado, luz tenue y cómodos sofás donde degustar tranquilamente una cerveza.
En todos ellos, sean de un estilo u otro, siempre hay un ambiente muy relajado, pacífico y agradable. Es raro encontrar locales con música “bacalao” o maquinera.
Gente muy extrovertida, con ganas de hablar, de bailar y de beber. Muchas veces la gente se queda en la calle tomando la consumición, a la puerta de los locales, atestando la calle con grupos en animadas conversaciones.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
No son caros los bares y pubs del barrio alto: la cerveza andaba en general por 1,5 euros (a veces pagamos algo más y a veces algo menos). Las caipirinhas y combinados rondaban los 3,5 euros, aunque los locales que ofrecían música en directo solían subir un pelín el precio de las consumiciones.
Todas las noches nos ofrecían todo tipo de sustancias estupefacientes varias veces y en casi todos los cruces de calles, pero con decir un tajante “no” era suficiente.
Aparte de los pubs hay muchas tiendas de ropa que permanecen abiertas hasta altas horas de la madrugada, con música ambiental e incluso hasta disc jockeys en algunas de ellas. Versiones modernas de comercios donde en un mismo local se combinan, por ejemplo, una peluquería y una tienda de ropa. Tiendas muy chulas: algún establecimiento de tatuajes, tiendas de vinilos, tiendas de bolsos, zapatería, peluquerías…
El fantástico bar, que más que bar es un museo, “Pavilhao Chines” también está en el Barrio Alto. Cuidado con las consumiciones en este bar, que son mucho más caras que lo habitual en Lisboa. Lo más asequible resulta la cerveza, a 3 euros. El bar está repleto de vitrinas con muñecos de porcelana, soldaditos de plomo, maquetas, estatuillas, platos y una infinita cantidad de mil cosas. A pesar de sus precios, la visita es obligada e imperdonable. Está en la Rua Dom Pedro 89/91, y aunque queda un poco a desmano de la zona de más ambiente, es un corto paseito hasta el local y merece realmente la pena.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Y por supuesto hay abundantes y buenos restaurantes por doquier. Por lo general no son muy grandes y no tienen barra de bar, solamente comedor. Si están llenos (como pasaba muchas veces en Semana Santa, toca esperar de pie en la calle). Comida sencilla, trato casero y buena comida para reponer fuerzas y volver a los pubs del Barrio Alto.
También están los más afamados locales de fado: Adega Machado, Luso, Adega Mesquita (por cierto, siempre lo vimos cerrado) donde cenar mientras se escucha Fado o donde también se puede tomar algo. Por lo que comprobamos, la gente que no cena, entra cuando empiezan a vaciarse las mesas de quienes han cenado y es importante saber que la consumición suele tener un precio mínimo (en torno a los 16 o 18 euros). En mi opinión merece la pena cenar (por unos 40 euros por persona).
En resumen: una anodina zona por el día se convierte por la noche en un sitio agradabilísimo donde tomar unas buenas copas, escuchar música tranquila y conocer gente. El barrio alto de Lisboa.
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Portugal con niños
