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Al día siguiente, 27 de noviembre, el despertador sonó a las 5 de la mañana.
El desayuno buffet no lo pude ni probar porque comenzaba a las 7:30 y tenía que salir del hotel sobre las 6 de la mañana. No obstante, ponen una mesa con unas galletas, dulces, té y café para tomar algo. No me acuerdo bien, pero creo que me dijeron que eso lo ponían como a partir de las 3-3:30 de la madrugada.
A las 6 en punto de la mañana estaba esperándome el taxi ejecutivo para trasladarme al aeropuerto. 20 minutos tardamos en llegar y hasta las 9:30 no salía mi vuelo a Isla de Pascua. Cambié dinero en la oficina de Afex que hay en la planta de salidas. Cobran comisión. En la pantalla ponía $687 por €, pero me dieron $677.
El vuelo con LATAM duró aproximadamente 4 horas y media en llegar a Isla de Pascua. Nada más entrar a la terminal de Hanga Roa (Isla de Pascua) se puede comprar la entrada para el Parque Nacional Rapa Nui. Para adultos, el precio de la entrada es de $30000 o bien $60. A la vista del cambio, lo mejor es pagar en pesos chilenos. Me informé sobre posibles descuentos para personas con discapacidades físicas y me dijeron que había sólo para personas que se desplazasen en silla de ruedas. A la salida de la terminal están esperando los empleados de los diferentes alojamientos. Sería raro que al hacer una reserva de alojamiento no indicasen que el transporte está incluido.
El dueño del alojamiento Inaki Uhi, en el que iba a estar 3 noches, nos dio una vuelta por la calle principal de Hanga Roa y los alrededores para situarnos un poco y explicarnos dónde podíamos comer. Ese día era domingo y en Hanga Roa y otras ciudades de Chile (como comprobé posteriormente) la mayoría de los comercios están cerrados.
Inaki Uhi está en la calle principal de Hanga Roa, que se llama Atamu Tekena. La principal ventaja es la localización, puesto que en un radio de 50-100 m hay cafeterías, panaderías, restaurantes, alguna agencia de viajes. El alojamiento consta de varias habitaciones que se distribuyen alrededor de un jardín, perfecto para descansar por las tardes mientras que se toma alguna bebida o se lee un libro, por ejemplo. La habitación doble que me asignaron no estaba mal de tamaño y tenía el mobiliario básico: una mesa, un armario, TV, un frigorífico pequeño y un ventilador. El cuarto de baño era estrecho y la ducha y el lavabo más bien pequeños. Debía haber algún escape de agua porque siempre veía un pequeño charco alrededor del retrete. En cuanto a los productos de baño, se reducía a una pastilla de jabón.
Otros servicios ofrecidos en el alojamiento:
- wi-fi gratuito: para whatsapp va bien mientras que no se envíen fotos.
- cocina compartida: a pocos metros del alojamiento hay un supermercado pequeño en el que abastecerse.
- se puede aparcar el coche en el jardín.
- recepción 24 horas. Si hay alguna habitación dedicada a esta función, yo no me enteré dónde estaba, así que se hacía difícil hacer alguna pregunta al dueño del alojamiento.
- transporte gratuito entre el alojamiento y el aeropuerto.
- el dueño hace algún tour privado. Nos propuso a los huéspedes que llegaron cuando yo a Isla de Pascua hacer un tour de día completo por $40000. Me lo estuve pensando pero al final lo descarté porque no sabía qué conocimientos podía tener para dar las explicaciones necesarias de los diferentes lugares arqueológicos y por otra parte tampoco especificó si se visitaría algo que no incluyesen las agencias de viaje.
En general, para el tipo de alojamiento que es, considero que 80$ por noche era un poco caro.
www.inakiuhi.com/
Después de acomodarme busqué algún restaurante que estuviese abierto el domingo. Por suerte, cerca del alojamiento había uno: el restaurante Kanahau. Es carillo, por lo que sólo pedí un único plato acompañado de una botella de agua:
- Ceviche Kanahau, con pescado del día, tomate, pepino y leche de coco.
La atención fue rápida pero sólo había 2 mesas ocupadas. En cuanto a la cuenta, el almuerzo me costó $17600 después de incluir el 10% de propina.
www.restaurantkanahau.com/
Seguidamente me fui a buscar la agencia Kia Koe Tour, que era con la que tenía pensado hacer las excursiones. La agencia estaba cerrada y no ponía el horario de atención al público en ningún letrero. Estuve esperando unos minutos e incluso volví al rato, pero seguía cerrada. No me quedó más remedio que confiar en que al día siguiente estuviese abierta antes de la hora de comienzo de las excursiones.
Decidí dar una pequeña vuelta por Hanga Roa. En general me gustó bastante el tipo de construcción (casas o comercios) que hay en Hanga Roa. Considero que se integra bastante bien con el entorno, que se caracteriza por la vegetación que hay. No vi edificios que pudiesen desentonar por el tipo de materiales utilizados o por el número de pisos. Lo que no me gustó es cruzarme con perros sueltos cada dos por tres.
La caleta de Hanga Roa es una de las playas donde se concentran las barcas de pesca. En otra parte de la playa están los surferos. Frente a la playa está el Ahu Tautira, una plataforma con 2 moais, que es la primera que vi en la isla. Por lo visto se llegaron a extraer piedras de la plataforma para utilizarlas en la construcción de viviendas "más dignas" para los nativos de la isla, allá por 1929.
Los moais representaban jefes de una tribu y normalmente, salvo excepción, estaban orientados sobre la plataforma en dirección a la tribu a la que habían pertenecido, quizás como un símbolo de protección.
Sobre la marcha pillé un taxi para ir hasta el Ahu Tahai y contemplar el atardecer.
El sitio arqueológico consta principalmente de 3 plataformas independientes que fueron restauradas durante los años 60. La plataforma que más destaca es la que tiene un moai con tocado y los ojos de coral, que son una réplica. Es el único moai en la isla que presenta esta particularidad.
Entre las otras 2 plataformas hay una rampa artificial que utilizaban los habitantes de la aldea para deslizar la barca hasta el mar.
Otras construcciones en el sitio arqueológico son las hare paenga, que son las viviendas originarias de Rapa Nui, con forma elíptica. Sobre las piedras de la base se insertaban ramas a lo largo de la vivienda y se ataban en el centro. Luego, se cubrían con juncos y hojas secas. Por su forma de bote invertido también se conocen como "casas barco".
Estuve una hora y pico, hasta algo después de las 20:30, que es cuando se ponía el sol. Se concentra bastante gente en este lugar y perros. Hasta cerca de 10 llegué a ver juntos correteando por los prados del sitio arqueológico. Me incomodó bastante.
A la hora de irme llamé a un número de taxi para que me fuesen a buscar, pero no había cobertura. Menos mal que conseguí que una familia me llevase de vuelta en su coche hasta Hanga Roa.
Para cenar estuve en Club Sandwich, en la calle Atamu Tekena. Lo que tienen son sándwiches, que sirven en pan como si fuesen hamburguesas. Tienen bastante variedad aunque a mí me parecieron demasiado contundentes la mayoría de ellos y con unas mezclas un tanto extrañas. El más ligero que encontré fue uno de atún, tomate, lechuga, espárragos verdes y mayonesa. Con todo, casi no me lo pude acabar de lo grande que era. Con agua mineral y la correspondiente propina la cuenta fue de $7200.
www.tripadvisor.es/ ...sland.html
El desayuno buffet no lo pude ni probar porque comenzaba a las 7:30 y tenía que salir del hotel sobre las 6 de la mañana. No obstante, ponen una mesa con unas galletas, dulces, té y café para tomar algo. No me acuerdo bien, pero creo que me dijeron que eso lo ponían como a partir de las 3-3:30 de la madrugada.
A las 6 en punto de la mañana estaba esperándome el taxi ejecutivo para trasladarme al aeropuerto. 20 minutos tardamos en llegar y hasta las 9:30 no salía mi vuelo a Isla de Pascua. Cambié dinero en la oficina de Afex que hay en la planta de salidas. Cobran comisión. En la pantalla ponía $687 por €, pero me dieron $677.
El vuelo con LATAM duró aproximadamente 4 horas y media en llegar a Isla de Pascua. Nada más entrar a la terminal de Hanga Roa (Isla de Pascua) se puede comprar la entrada para el Parque Nacional Rapa Nui. Para adultos, el precio de la entrada es de $30000 o bien $60. A la vista del cambio, lo mejor es pagar en pesos chilenos. Me informé sobre posibles descuentos para personas con discapacidades físicas y me dijeron que había sólo para personas que se desplazasen en silla de ruedas. A la salida de la terminal están esperando los empleados de los diferentes alojamientos. Sería raro que al hacer una reserva de alojamiento no indicasen que el transporte está incluido.
El dueño del alojamiento Inaki Uhi, en el que iba a estar 3 noches, nos dio una vuelta por la calle principal de Hanga Roa y los alrededores para situarnos un poco y explicarnos dónde podíamos comer. Ese día era domingo y en Hanga Roa y otras ciudades de Chile (como comprobé posteriormente) la mayoría de los comercios están cerrados.
Inaki Uhi está en la calle principal de Hanga Roa, que se llama Atamu Tekena. La principal ventaja es la localización, puesto que en un radio de 50-100 m hay cafeterías, panaderías, restaurantes, alguna agencia de viajes. El alojamiento consta de varias habitaciones que se distribuyen alrededor de un jardín, perfecto para descansar por las tardes mientras que se toma alguna bebida o se lee un libro, por ejemplo. La habitación doble que me asignaron no estaba mal de tamaño y tenía el mobiliario básico: una mesa, un armario, TV, un frigorífico pequeño y un ventilador. El cuarto de baño era estrecho y la ducha y el lavabo más bien pequeños. Debía haber algún escape de agua porque siempre veía un pequeño charco alrededor del retrete. En cuanto a los productos de baño, se reducía a una pastilla de jabón.
Otros servicios ofrecidos en el alojamiento:
- wi-fi gratuito: para whatsapp va bien mientras que no se envíen fotos.
- cocina compartida: a pocos metros del alojamiento hay un supermercado pequeño en el que abastecerse.
- se puede aparcar el coche en el jardín.
- recepción 24 horas. Si hay alguna habitación dedicada a esta función, yo no me enteré dónde estaba, así que se hacía difícil hacer alguna pregunta al dueño del alojamiento.
- transporte gratuito entre el alojamiento y el aeropuerto.
- el dueño hace algún tour privado. Nos propuso a los huéspedes que llegaron cuando yo a Isla de Pascua hacer un tour de día completo por $40000. Me lo estuve pensando pero al final lo descarté porque no sabía qué conocimientos podía tener para dar las explicaciones necesarias de los diferentes lugares arqueológicos y por otra parte tampoco especificó si se visitaría algo que no incluyesen las agencias de viaje.
En general, para el tipo de alojamiento que es, considero que 80$ por noche era un poco caro.
www.inakiuhi.com/
Después de acomodarme busqué algún restaurante que estuviese abierto el domingo. Por suerte, cerca del alojamiento había uno: el restaurante Kanahau. Es carillo, por lo que sólo pedí un único plato acompañado de una botella de agua:
- Ceviche Kanahau, con pescado del día, tomate, pepino y leche de coco.
La atención fue rápida pero sólo había 2 mesas ocupadas. En cuanto a la cuenta, el almuerzo me costó $17600 después de incluir el 10% de propina.
www.restaurantkanahau.com/
Seguidamente me fui a buscar la agencia Kia Koe Tour, que era con la que tenía pensado hacer las excursiones. La agencia estaba cerrada y no ponía el horario de atención al público en ningún letrero. Estuve esperando unos minutos e incluso volví al rato, pero seguía cerrada. No me quedó más remedio que confiar en que al día siguiente estuviese abierta antes de la hora de comienzo de las excursiones.
Decidí dar una pequeña vuelta por Hanga Roa. En general me gustó bastante el tipo de construcción (casas o comercios) que hay en Hanga Roa. Considero que se integra bastante bien con el entorno, que se caracteriza por la vegetación que hay. No vi edificios que pudiesen desentonar por el tipo de materiales utilizados o por el número de pisos. Lo que no me gustó es cruzarme con perros sueltos cada dos por tres.
La caleta de Hanga Roa es una de las playas donde se concentran las barcas de pesca. En otra parte de la playa están los surferos. Frente a la playa está el Ahu Tautira, una plataforma con 2 moais, que es la primera que vi en la isla. Por lo visto se llegaron a extraer piedras de la plataforma para utilizarlas en la construcción de viviendas "más dignas" para los nativos de la isla, allá por 1929.
Los moais representaban jefes de una tribu y normalmente, salvo excepción, estaban orientados sobre la plataforma en dirección a la tribu a la que habían pertenecido, quizás como un símbolo de protección.
Sobre la marcha pillé un taxi para ir hasta el Ahu Tahai y contemplar el atardecer.
El sitio arqueológico consta principalmente de 3 plataformas independientes que fueron restauradas durante los años 60. La plataforma que más destaca es la que tiene un moai con tocado y los ojos de coral, que son una réplica. Es el único moai en la isla que presenta esta particularidad.
Entre las otras 2 plataformas hay una rampa artificial que utilizaban los habitantes de la aldea para deslizar la barca hasta el mar.
Otras construcciones en el sitio arqueológico son las hare paenga, que son las viviendas originarias de Rapa Nui, con forma elíptica. Sobre las piedras de la base se insertaban ramas a lo largo de la vivienda y se ataban en el centro. Luego, se cubrían con juncos y hojas secas. Por su forma de bote invertido también se conocen como "casas barco".
Estuve una hora y pico, hasta algo después de las 20:30, que es cuando se ponía el sol. Se concentra bastante gente en este lugar y perros. Hasta cerca de 10 llegué a ver juntos correteando por los prados del sitio arqueológico. Me incomodó bastante.
A la hora de irme llamé a un número de taxi para que me fuesen a buscar, pero no había cobertura. Menos mal que conseguí que una familia me llevase de vuelta en su coche hasta Hanga Roa.
Para cenar estuve en Club Sandwich, en la calle Atamu Tekena. Lo que tienen son sándwiches, que sirven en pan como si fuesen hamburguesas. Tienen bastante variedad aunque a mí me parecieron demasiado contundentes la mayoría de ellos y con unas mezclas un tanto extrañas. El más ligero que encontré fue uno de atún, tomate, lechuga, espárragos verdes y mayonesa. Con todo, casi no me lo pude acabar de lo grande que era. Con agua mineral y la correspondiente propina la cuenta fue de $7200.
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