Es increíble. Todas las noches Gabri se duerme antes; yo me quedo leyendo algo, organizando cosas para el día siguiente o viendo la tv. Tampoco pasa nada, pero el caso es que cada mañana también me levanto antes que él y no es raro que, cansado de esperarle, me vaya a desayunar mientras él se está desperezando todavía. Es un buen andaluz. Otra cosa: lo dije en la etapa del día en que llegamos pero quiero reseñarlo de nuevo: el hotel tiene sus cosas raras (sin wifi en la habitación, el mando de las luces, la mini inundación cuando alguien se ducha…) pero las camas son comodísimas. No hemos echado nada de menos nuestros colchones.
Subimos el Monte Brasil
Tras desayunar, nos ponemos en marcha. Hoy tocaba subir el Monte Brasil y completar nuestro quinto sendero oficial en la isla. Antes de ir, Gabri tenía curiosidad por ir a ver la universidad; se pensaría que los profesores irían en bikini y con leis hawaianos, así que nos acercamos. No vayáis. Como era de esperar, no hay nada. Aunque nos hicimos una foto con el letrero en la puerta de Universidade dos Açores, que le hacía ilusión al muchacho. Nosotros somos los que fuimos una semana a Terceira y no llegamos a entrar en el Palácio dos Capitães Generais; pero que sí lo hicimos en el edificio de Angra de la Universidad de las Azores.
En fin. Ahora sí, nos dirigimos al Monte Brasil, aunque como nos desviamos hacía la parte más occidental de Angra, nos pasamos a ver la Puerta de Armas de la Fortaleza de San Juan Bautista (también llamada de Saõ Felipe al ser construida durante el reinado de Felipe II de España) que, según leímos, es la mayor fortaleza construida por España en todo el mundo. Durante el transcurso del sendero oficial, también pasamos por la fortaleza, pero la Puerta de Armas (38.652459, -27.226069) está por otro lado.
Subimos el Monte Brasil
Tras desayunar, nos ponemos en marcha. Hoy tocaba subir el Monte Brasil y completar nuestro quinto sendero oficial en la isla. Antes de ir, Gabri tenía curiosidad por ir a ver la universidad; se pensaría que los profesores irían en bikini y con leis hawaianos, así que nos acercamos. No vayáis. Como era de esperar, no hay nada. Aunque nos hicimos una foto con el letrero en la puerta de Universidade dos Açores, que le hacía ilusión al muchacho. Nosotros somos los que fuimos una semana a Terceira y no llegamos a entrar en el Palácio dos Capitães Generais; pero que sí lo hicimos en el edificio de Angra de la Universidad de las Azores.
En fin. Ahora sí, nos dirigimos al Monte Brasil, aunque como nos desviamos hacía la parte más occidental de Angra, nos pasamos a ver la Puerta de Armas de la Fortaleza de San Juan Bautista (también llamada de Saõ Felipe al ser construida durante el reinado de Felipe II de España) que, según leímos, es la mayor fortaleza construida por España en todo el mundo. Durante el transcurso del sendero oficial, también pasamos por la fortaleza, pero la Puerta de Armas (38.652459, -27.226069) está por otro lado.
Puerta de Armas de la Fortaleza de São Sebastião
Tras unas cuantas fotos, nos dirigimos al principio de la ruta, (38.652526, -27.224313) donde encontraremos el panel que vemos siempre al inicio de un sendero oficial. La única complejidad de este sendero es que, al fin y al cabo, vamos a subir un monte y acabaremos acumulando varios metros de desnivel, pero el terreno es el más fácil de todos los de la isla. Pasamos por varios miradores, nos desviamos en un par de ocasiones para que Gabri buscase cachés con nada de éxito y pasamos por un par de sitios interesantes: la entrada al cuartel militar en el que se ha convertido la fortaleza, la ermita de Santo António da Grota, un puesto semafórico (hay un cartel donde te explica la función que tenía) y el mirador del Pico das Cruzinhas, que lo distinguiremos por la columna con una cruz que veremos y la exhibición, en los alrededores, de cañones modernos y otras armas pesadas que no sé muy bien a qué vienen. Desde allí, tenemos una buena perspectiva de la ciudad de Angra y, en el mismo mirador, veremos un dibujo en azulejos de la vista que estamos viendo. Muy curioso. No obstante, para mí la mejor vista fue esta que podéis ver en la foto de aquí abajo donde se ven como si fuesen dos montes y todo muy verde.
Las mejores vistas de Monte Brasil
Ahhh, ¡casi se me olvida! Arriba del todo, hay una especie de minizoo donde hay varias especies que podemos ver: gansos africanos, pavos reales, loros y, lo que más nos gustó: ciervos. Había leído en el foro un post denuncia de una animalista en el que hablaba de este sitio y de la isla en general como un sitio bastante poco propicio para amantes de los animales. No entraré en detalles porque no soy taurino, ni antitaurino, ni animalista, ni vegano ni nada que implique una determinada posición ideológica en esta cuestión; pero el caso es que, si bien son animales que están en cautiverio, en un hábitat que probablemente no sea el suyo y que no dejan de ser un atractivo para el turista, lo que yo percibí es que están bastante cuidados, los espacios que tenían eran bastante grandes y había operarios que se encargaban de que todo estuviese bien. El comentario de esta forera también hablaba de gatos y perros atropellados (no vi ninguno) y de las touradas (aquí hay muchas fiestas con toros; es cierto que son objeto de diversión pero peor será matarlos en las corridas como hacemos en España…). Bueno, el caso es que en esta zona hay un espacio donde hay varios ciervos y son verdaderamente entrañables: Los puedes tocar y darles de comer de tu mano; al principio te da cosa porque imponen (sobre todo, el grande de los cuernos que es el que manda) pero echamos un buen rato dándoles trocitos de pan.
Tras darles a los ciervos, nos tocó a nosotros comer. Fueron unos bocatas (volvemos a la tradición) que comimos tranquilamente en el mirador de las Cruzinhas, del que antes hablé, con vistas a la ciudad de Angra.
Tras darles a los ciervos, nos tocó a nosotros comer. Fueron unos bocatas (volvemos a la tradición) que comimos tranquilamente en el mirador de las Cruzinhas, del que antes hablé, con vistas a la ciudad de Angra.
Pico das Cruzinhas, buen lugar para comer con vistas a Angra
Cuando ya estábamos bajando, tomamos un desvío que tenía vistas a São Mateus (o al menos eso parecía según la perspectiva) para buscar un caché que a Gabri le interesaba más que los otros; por lo visto era uno que podía llevárselo a otra ubicación. Cualquiera que nos viese… Es curioso esto del geocaching, aunque es todo cosa de Gabri; a mí no me llama mucho la atención. Mientras él se columpiaba cual mono por la ladera del Monte Brasil, yo vi una bolsa escondida con recelo cerca de donde él buscaba y fui a cogerla. Resulta que al final yo encontré el dichoso caché y él se puso tan contento como yo cuando me enteré que ayer ganó el Recre; las cosas de cada uno…
El oeste de Angra y al fondo São Mateus desde uno de los miradores del Monte Brasil
Parque Relvão, playa y Centro de Ciencia
Una vez que bajamos, fuimos al Parque do Relvão que queda justo a los pies del Monte Brasil, al otro lado de la fortaleza. Verde y cuidado, con varios aparatos de gimnasia pero un parque sin más: mucho más bonito el Jardim Municipal Duque de Terceira. Bajando el parque, llegamos paralelos al agua y como teníamos ganas de aventura, en algún momento saltamos hacía las piedras en una parte que estaban accesibles (viéndolo por Street View no sé qué hicimos exactamente…) y pudimos llegar a la Prainha de Angra. Desafié a Gabri a ir al hotel y a ponernos el bañador; no lo había dicho pero hacía un día agradable, aunque el sol iba y volvía pero no amenazaba lluvia aunque, sinceramente, tampoco hacía día de playa. Por supuesto, se rajó.
Tras un pequeño paseo por la playa, nos encontramos por casualidad al Centro de Ciencia; ¿Qué es gratis? Pues pa’dentro. Es pequeñito, pero es todo interactivo y tiene su gracia lo de jugar con los imanes y distintos tipos de energía (eólica, óptica, magnética…). Damos un minipaseo por el centro, otro por la Marina y volvemos al hotel a descansar un poco.
Tarde de relax y paseo por la parte nueva de Angra
Estuvimos en el jacuzzi del hotel un buen rato, pero era una pena perder hoy toda la tarde porque el día estaba bonito (mucho mejor que el de ayer), así que sobre las 17:00 fuimos a ver la Plaza de Toros y, ya que estaba cerca, el campo de fútbol João Paulo II. Echamos un paseíto el resto de la tarde por aquella zona pero tampoco había nada que ver… Junto a la plaza de toros, cerrada por todos lados, hay una rotonda con un monumento al toro. Lo del campo de fútbol, pues como lo de ir a la universidad esta mañana: nos encontramos con un polideportivo como el de cualquier pueblo de España. Por si os interesa, la ciudad de Angra tiene dos equipos de fútbol: el Lusitânia dos Açores y el Angrense. Ambos están en lo que sería la Segunda B española, categoría en la que también está el Praiense (de Praia da Vitória), que está luchando por el ascenso a categoría nacional. En cuanto a otros deportes, destacar que el equipo de baloncesto del Lusitânia de Angra está en la máxima división de baloncesto; y que el equipo de Fonte do Bastardo (un pueblecito que pertenece al municipio de Praia da Vitória) es el vigente campeón nacional de voleibol. Vaya repaso sobre el deporte en Terceira os he dado en un momento…
Volvemos al hotel, cenamos algo y a descansar. Mañana, si se cumplen los pronósticos de buen tiempo, alquilaremos coche otra vez para hacer los dos senderos que nos faltan e ir a Praia da Vitória.
Tras un pequeño paseo por la playa, nos encontramos por casualidad al Centro de Ciencia; ¿Qué es gratis? Pues pa’dentro. Es pequeñito, pero es todo interactivo y tiene su gracia lo de jugar con los imanes y distintos tipos de energía (eólica, óptica, magnética…). Damos un minipaseo por el centro, otro por la Marina y volvemos al hotel a descansar un poco.
Tarde de relax y paseo por la parte nueva de Angra
Estuvimos en el jacuzzi del hotel un buen rato, pero era una pena perder hoy toda la tarde porque el día estaba bonito (mucho mejor que el de ayer), así que sobre las 17:00 fuimos a ver la Plaza de Toros y, ya que estaba cerca, el campo de fútbol João Paulo II. Echamos un paseíto el resto de la tarde por aquella zona pero tampoco había nada que ver… Junto a la plaza de toros, cerrada por todos lados, hay una rotonda con un monumento al toro. Lo del campo de fútbol, pues como lo de ir a la universidad esta mañana: nos encontramos con un polideportivo como el de cualquier pueblo de España. Por si os interesa, la ciudad de Angra tiene dos equipos de fútbol: el Lusitânia dos Açores y el Angrense. Ambos están en lo que sería la Segunda B española, categoría en la que también está el Praiense (de Praia da Vitória), que está luchando por el ascenso a categoría nacional. En cuanto a otros deportes, destacar que el equipo de baloncesto del Lusitânia de Angra está en la máxima división de baloncesto; y que el equipo de Fonte do Bastardo (un pueblecito que pertenece al municipio de Praia da Vitória) es el vigente campeón nacional de voleibol. Vaya repaso sobre el deporte en Terceira os he dado en un momento…
Volvemos al hotel, cenamos algo y a descansar. Mañana, si se cumplen los pronósticos de buen tiempo, alquilaremos coche otra vez para hacer los dos senderos que nos faltan e ir a Praia da Vitória.