Nos ponemos el despertador temprano porque tenemos que ir hasta la oficina para alquilar el coche y aprovechar el día lo máximo posible. Temprano es a las 8:00, no os creáis que antes… Hace un día bonito y hoy queremos hacer los dos senderos que nos faltan e ir a Praia. Como siempre, me harto en el desayuno de huevos con bacón (no me canso de comer estas guarradas en los desayunos de hotel) y de casi todo lo que hay.
Sendero de Fortes de São Sebastião
Preparamos la mochila y los bocatas y nos vamos andando del hotel a la oficina de Aguiatur (supone recorrerse prácticamente todo Angra y no llega a 20 minutos a pie). Firmamos el contrato rápido y nos ponemos en marcha. Nuestro primer destino será el sendero de Fortes de São Sebastião. Prestad atención porque diría que es el más complicado de encontrar porque no hay ninguna señalización: tenemos que coger la carretera (no la Vía Rápida) hacía el este de la isla (se accede desde la rotonda de la Plaza de Toros hacía el este) dirección Porto Judeu y São Sebastião. Llegaremos a una bifurcación en la que tendremos que ir a la derecha dirección Porto Judeu y, antes de llegar a São Sebastião, tomar una salida en dirección a Farol das Contendas (hay una indicación pero es confusa). Desde Porto Judeu hay una carretera secundaria, según el mapa, que llega al faro y que se acaba convirtiendo en la misma que cogemos nosotros y está en buen estado, pero no quisimos arriesgarnos y seguimos por la “general”; tal vez sea mejor esa alternativa porque acaba siendo todo recto. Si llegas al pueblo de São Sebastião, es que te has pasado y, como nos ocurrió a nosotros, tendrás que dar la vuelta y girar a la izquierda en la primera salida que veas (a la derecha viniendo desde Angra, antes de llegar a São Sebastião). El principio del sendero (38.645603, -27.079853) está 500 metros después de pasar el faro, justo en una curva tras un caserón que hace esquina. Veremos que se nos abre un hueco a la derecha donde podremos dejar el coche y el panel que nos informa del principio de la ruta oficial.
Sendero de Fortes de São Sebastião
Preparamos la mochila y los bocatas y nos vamos andando del hotel a la oficina de Aguiatur (supone recorrerse prácticamente todo Angra y no llega a 20 minutos a pie). Firmamos el contrato rápido y nos ponemos en marcha. Nuestro primer destino será el sendero de Fortes de São Sebastião. Prestad atención porque diría que es el más complicado de encontrar porque no hay ninguna señalización: tenemos que coger la carretera (no la Vía Rápida) hacía el este de la isla (se accede desde la rotonda de la Plaza de Toros hacía el este) dirección Porto Judeu y São Sebastião. Llegaremos a una bifurcación en la que tendremos que ir a la derecha dirección Porto Judeu y, antes de llegar a São Sebastião, tomar una salida en dirección a Farol das Contendas (hay una indicación pero es confusa). Desde Porto Judeu hay una carretera secundaria, según el mapa, que llega al faro y que se acaba convirtiendo en la misma que cogemos nosotros y está en buen estado, pero no quisimos arriesgarnos y seguimos por la “general”; tal vez sea mejor esa alternativa porque acaba siendo todo recto. Si llegas al pueblo de São Sebastião, es que te has pasado y, como nos ocurrió a nosotros, tendrás que dar la vuelta y girar a la izquierda en la primera salida que veas (a la derecha viniendo desde Angra, antes de llegar a São Sebastião). El principio del sendero (38.645603, -27.079853) está 500 metros después de pasar el faro, justo en una curva tras un caserón que hace esquina. Veremos que se nos abre un hueco a la derecha donde podremos dejar el coche y el panel que nos informa del principio de la ruta oficial.
Espectaculares vistas desde el sendero
Primeramente hay que dar un rodeo por Ponta das Contendas para ver los dos primeros fuertes (Greta y Santa Catarina) o lo que queda de ellos; después llegamos nuevamente al principio del recorrido y nos vamos adentrando en los diferentes acantilados donde podremos observar las ruinas de otros fuertes construidos en la isla en los siglos XVI y XVII. Destaca el de Bom Jesus, con buenas vistas a la accidentaba Baía das Mós. Después llegaremos a un nuevo acantilado, junto al islote de Mina y seguiremos caminando bordeando la costa pasando por verdes prados y por caminos algo irregulares en algunos tramos y con bajadas en las que hay que ser precavido; aunque tenemos la ayuda de una cuerda en un par de ocasiones. El último tramo es en ligero pero constante ascenso hasta el pueblo de São Sebastião (bonita la plaza en la que acaba el sendero y el imperio). Para volver al coche, deberemos hacerlo por la carretera con la que nos encontraremos 500 metros antes de llegar al pueblo y seguir todo recto. Es un coñazo porque son más de 2 km por carretera, aunque se hace fácil porque es todo el rato en bajada; aunque fuimos rápidos y tardamos poco más de 2 horas en hacer todo el sendero hasta volver al coche (el tiempo estimado oficialmente es de 2 horas y media hasta el pueblo).
El de Fortes de São Sebastião es un sendero interesante y muy diferente al de Serreta o Misterios Negros, pues transcurre por acantilados. Tenemos buenas vistas y es curioso conocer los restos de las primeras fortalezas de la isla, de 500 años atrás. Lo que no nos gustó fue que no fuese circular, pues te ves obligado a volver al coche por carretera (hacerlo otra vez en sentido opuesto sería muy pesado).
El de Fortes de São Sebastião es un sendero interesante y muy diferente al de Serreta o Misterios Negros, pues transcurre por acantilados. Tenemos buenas vistas y es curioso conocer los restos de las primeras fortalezas de la isla, de 500 años atrás. Lo que no nos gustó fue que no fuese circular, pues te ves obligado a volver al coche por carretera (hacerlo otra vez en sentido opuesto sería muy pesado).
Los restos de uno de los fuertes que vemos durante la ruta
Piscina natural de Porto Martins y Praia da Vitória
Ya en el coche, nos disponemos a ir en dirección a Praia da Vitória. Nos paramos en las piscinas naturales de Porto Martins (38.680145, -27.055716), pues encontramos la indicación de “zona balnear” y en el mapa nos aparecía que había piscinas naturales en esta localidad. En esta ocasión, estaba algo nublado y no parecían mejores que las de Biscoitos, aunque sí que eran bastante grandes así que volvimos al coche y en 10 minutos llegamos a Praia da Vitória. Aparcamos a las afueras para evitar la zona azul y nos disponemos a dar una rápida vuelta para conocer aquello.
Piscina natural en Porto Martins
Si Angra se ve en una mañana; Praia da Vitória se ve en una hora porque es bastante pequeña. Damos un pequeño paseo por la playa (mucho más grande que la de Angra pero tampoco es inmensa); nos acercamos a la Iglesia Matriz, al bonito edificio del ayuntamiento situado en una coqueta plaza y a la casa-museo del escritor local Vitorino Nemésio, en donde no llegamos a entrar. Bajando una calle, llegamos a la otra iglesia de la “ciudad”: Santo Cristo, situada frente a Casa das Tias del escritor antes nombrado, donde hay un busto suyo; que ahora hace las veces de biblioteca municipal. Vemos el paseo marítimo donde hay un par de esculturas al aire libre y, como no hay mucho más, volvemos al coche.
Subimos al Miradouro do Facho (38.733612, -27.054007) en coche (también se puede ir a pie, no es mucho), donde hay un monumento al Inmaculado Corazón de María. La estatua se vislumbra con claridad desde abajo (aunque es bastante más pequeña que la del Cerro de los Ángeles, para que hagáis una idea). Desde allí tenemos unas buenas vistas de toda Praia y, al fondo, de la Serra do Cume (donde estuvimos el primer día que alquilamos coche) y los molinos eólicos que la coronan. En ese entorno comemos los bocatas que llevábamos para el almuerzo y nos disponemos ya a ir al sendero de Rocha do Chambre.
Subimos al Miradouro do Facho (38.733612, -27.054007) en coche (también se puede ir a pie, no es mucho), donde hay un monumento al Inmaculado Corazón de María. La estatua se vislumbra con claridad desde abajo (aunque es bastante más pequeña que la del Cerro de los Ángeles, para que hagáis una idea). Desde allí tenemos unas buenas vistas de toda Praia y, al fondo, de la Serra do Cume (donde estuvimos el primer día que alquilamos coche) y los molinos eólicos que la coronan. En ese entorno comemos los bocatas que llevábamos para el almuerzo y nos disponemos ya a ir al sendero de Rocha do Chambre.
Iglesia del Santo Cristo de Praia da Vitória
Sendero de Rocha do Chambre
Tal vez pienses que lo llevábamos todo muy bien planeado y estudiado, pero lo cierto es que el trayecto que hicimos en coche para llegar a Rocha do Chambre demuestra que no demasiado. La realidad es que, en principio, solo íbamos a alquilar coche un día; después fueron dos y hoy ha sido el tercero. Ir desde Praia al principio de Rocha do Chambre supone cruzarse gran parte de la isla, aunque estando en Terceira esto es tan solo media hora, para que os hagáis una idea de lo pequeña que es la isla… Os cuento como llegamos porque tampoco está señalizado: tomamos la Vía Rápida desde Praia y seguimos las indicaciones para Algar do Carvão. Pasamos la salida de Algar do Carvão, Furnas de Enxofre y, en el cruce, nos incorporamos dirección Gruta do Natal. A menos de 2 km, nos encontraremos un nuevo cruce en el que a la izquierda se va a Gruta do Natal y todo recto a Altares, pero debemos ir a la derecha en dirección Biscoitos y, un kilómetro después, veremos a nuestra derecha el panel informativo y el hueco que tenemos a la derecha para dejar el coche: ese es el inicio del sendero (38.748501, -27.263343).
Las vistas desde Rocha do Chambre son alucinantes
Al igual que Misterios Negros y Serreta, Rocha do Chambre empieza amable, en llano o con ligera pendiente y con un camino de tierra batida muy cómodo (había quien dejó el coche en este camino en lugar de en la carretera) pero pronto hacemos un giro y empezamos a andar por rocas volcánicas; cuando acaba este camino de piedras, llegamos a un imponente y bonito bosque y la ruta se vuelve verde y muy bonita. El camino se torna paralelo a un curso de agua, que lo cruzamos por puentes de madera en varias ocasiones. Después iremos en constante ascenso (algunas veces por escalones, otras por terreno algo más irregular con la ayuda de una cuerda…) hasta llegar al punto más alto del sendero (a más de 700 metros de altura). Desde aquí hasta que llegamos al mirador de Rocha do Chambre las vistas son espectaculares, con un paisaje montañoso teniendo todo verde a nuestros pies. Desde el mirador obtenemos las mejores vistas del recorrido. Vale la pena pararse un rato y contemplar el paisaje; por los alrededores, el bueno de Gabri encontró un nuevo caché. Al reanudar la marcha, la ruta sigue en llano por prados durante unos metros y después con un acentuado descenso por bosque hasta que llegamos a una zona donde podemos ver un par de naves agrícolas. Pasamos junto a lo que parece ser una ganadería y llegamos a un camino que acaba con la bifurcación que tomamos en el otro sentido al inicio del recorrido. Dura como casi todas pero muy muy buena esta ruta de Rocha do Chambre; Gabri la sitúa en segundo lugar tras Mistérios Negros y yo comparto su opinión (empatada con Serreta).
Gabri alucinaba con el paisaje
Intento de ver la Caldeira Guiherme Moniz y vuelta al hotel
Lo habíamos conseguido. Habíamos completado los 9 km del último sendero de la isla que nos quedaba por hacer. Con esa satisfacción, nos dirigimos al coche con la intención de ver la Caldeira de Guilherme Moniz. En dirección Angra desde donde veníamos (por la carretera que conecta Algar do Carvão y la Vía Rápida) encontramos un mirador (38.714351, -27.213234) con un panel informativo de la Caldeira, pero lo cierto es que no pudimos ver más que un verde bosque. Este cráter, de 15 km. de diámetro, es el mayor de todas las Azores, pero se encuentra muy accidentado y la espesa vegetación impide ver su formación original de forma clara. Pero viendo las fotos aéreas, os podéis hacer una idea de la dimensión de este cráter. También queríamos ver la Furna d’Agua, pero no la encontramos.
Mirador de la Caldeira de Guilherme Moniz
Con nuestro gozo en un pozo por no poder ver bien la Caldeira y no encontrar la Furna d’Agua, pero con la satisfacción de haber realizado todos los senderos oficiales de la isla, nos vamos al hotel a descansar. Llegamos sobre las 7, así que tuvimos tiempo para conectarnos con el mundo, darnos una relajante ducha, cenar unos bocatas y descansar, que mañana será nuestro último día completo en Terceira.