6 de Diciembre. Al despertar y mirar la previsión del tiempo para hoy veo que una agradable y simpática ola de frío siberiano viene de visita a Tokio por lo que decido que hoy visitaré museos. Al salir a la calle veo que ha sido una buena idea, menuda rasca mete. Compro mi desayuno aleatorio y rápidamente me meto en el metro, primera parada estación de Ueno.
Al salir de la estación lo primero que me encuentro es el parque de Ueno, como hace un frío curioso aprieto un poco el paso pero aun así me detengo en algunos puntos del parque. La verdad es que es bonito, siguiendo la tónica general de los parques que he visitado. Hay una gran avenida en medio que me lleva directamente a la entrada del primer museo del día, el Nacional de Tokio.
Saco mi entrada y a parte del edificio principal veo que hay otra exposición en un anexo sobre China, perfecto. Al entrar estoy un momento para recuperar el calor gracias a la calefacción del lugar, dejo mis cosas en una taquilla y me dispongo a visitar el museo. Con la guía que me han dado a la entrada localizo la primera sala y a disfrutar.
La visita se hace muy amena, en este museo si que hay mucha información en inglés y eso me permite disfrutar mejor de lo que estoy viendo. Empieza con el período más antiguo de la civilización japonesa y va avanzando por las salas, estatuas, cerámicas y otras restas arqueológicas se exponen en un seguido de salas. Todo muy bien organizado y explicado.
Llego a una sala donde se exhiben armas y armaduras y lo que veo me gusta, y mucho. Diversas hojas de katanas, wakizahis, yaris están expuestas en soportes, me quedo admirándolas un buen rato. Son obras de arte en si mismas. Luego las típicas armaduras de samurái con sus cascos y máscaras faciales, de vivos colores, se muestran una tras otra. Como amante de toda la mística que rodea a los samurái disfruto como un enano en esa sala.
La siguiente despierta mi curiosidad, en la entrada hay un cartel que avisa que no se pueden hacer fotos. Al entrar veo expuestos varios quimonos de un detalles exquisito, con unos colores y bordados alucinantes. Me parece increíble que algo de ese detalle pueda ser cosido a mano. Al salir hay algunas réplicas de los anteriores y algunos modelos de menor calidad y a estos si se pueden hacer fotos.
La visita por el museo transcurre entre exposiciones de biombos decorados a mano, cajas de madera lacada y pintadas a mano, esculturas y otras obras de arte. A medida que se avanza en el tiempo mi interés decae un poco pero no por ello dejo de disfrutar de los expuesto. Al final del trayecto hay la típica tienda de recuerdos donde me agencio un par de postales.
Viendo que aun voy bien de tiempo me acerco a la exposición sobre China, y me sorprende. Es sobretodo escultura y restas arqueológicas del período de los estados combatientes y de los inicios de la China imperial. La encuentro muy interesante y despierta en mi el gusanillo de visitar China, no es tan grande como la otra exposición pero tiene algunas figuras imponentes como un gran buda que domina la sala central.
Ahora si, tras culturizarse un poco y aprovechando que el sol está alto y ayuda a combatir el frío me dirijo al famoso templo de Asakusa y al llegar veo que de tan famoso que es está lleno de gente a petar, con la esperanza de que aligere un poco decido comer ahora y visitarlo luego. Busco un restaurante por la zona y veo que a la izquierda de la entrada hay varios, hay uno que tiene un buen menú a buen precio y pa dentro que voy. Me pido un combinado de sushi y tempura y cuando lo estoy comiendo me doy cuenta que es mi primer plato de sushi en Japón, xd. Todo muy rico y buen servicio.
Al salir a la calle veo que la cosa no ha mejorado, así que me tocará sortear gente para visitar Asakusa. La primera parada obligatoria es la puerta con el famoso farol gigante colgado, intento sacar algunas fotos y luego me adentro en la avenida que lleva al templo. Menudo maremágnum de gente, toda la calle está flanqueada por tiendas de recuerdos y de artesanía y esta hasta los topes de gente. Aun así la disfruto, creo que es el ambiente adecuado para visitar esa calle, el bullicio le da un aire muy especial. Al final de la calle y tras atravesar otra puerta enorme, donde hay colgada una sandalia enorme (curioso) se llega a una explanada donde está el templo de Senso-ji. Aquí hay más espacio y la gente se dispersa un poco más, paseo un poco por el lugar y durante un rato me dedico a observar a la gente como hace los ritos y presenta sus respetos en la capilla.
Viendo que las temperaturas no subirán en lo que queda de día, más bien lo contrario me pongo en camino al próximo destino, el museo Edo-Tokio. Para llegar me dirijo al sur para cruzar uno de los puentes del rio Sumida y cuando estoy llegando al puente donde está el edificio de la cerveza Asahi (el que parece una caca dorada) veo que antes de llegar al siguiente puente está el edificio de Bandai. Caca dorada o Ultramán..... Ultramán wins.
Al llegar a las oficinas de Bandai veo que hay figuras de sus personajes emblemáticos en la acera, tras un par de fotos entro dentro. No hay mucho ver verdaderamente, un poco de museo con figuras y tienda, pero mi freak interior se siente satisfecho y eso me vale.
Una vez en la calle cruzo el puente, veo a lo lejos el mojón dorado de Asahi, sigo una avenida que me lleva al Edo-Tokio. Ahora el frio si que aprieta de verdad, empieza hacer viento y se nota. Eso no me impide quedarme un rato viendo la estructura del Edo por fuera, es enorme y tiene una forma peculiar que me recuerda a una puerta torii con tejado de castillo. El frio aprieta y no me entretengo más, una vez dentro dejo mis cosas en una taquilla busco un panfleto con explicaciones de la exposición y pa dentro.
Lo primero una recreación del puente que daba acceso a Edo (Tokio en la antigüedad) a escala real. Toma, la primera en la boca y sin avisar. Me quedo flipando. Lo que sigue es una de las mejores exposiciones que he visto nunca a nivel didáctico y representativo de la evolución de una ciudad. Maquetas, dibujos, planos, y recreaciones en 3d me guían por un viaje desde la ciudad de Edo al moderno Tokio, entre medio hay recreaciones a tamaño natural de casas de diferentes épocas, la fachada de un teatro Kabuki, vamos un alucine de exposición. Con suficiente información en inglés como para entender bien lo que estoy viendo.
El tiempo pasa volando y para cuando me doy cuenta ya casi ha oscurecido, así que me pongo en camino a la última visita del día. El Tokio Sky Tree. Con el sol ocultándose tras el horizonte el viento siberiano recobra fuerza y a medida que voy llegando al Sky Tree el frío cada vez es más intenso, por fin llego al centro comercial que está a los pies de la torre y una vez dentro busco el acceso. En el hall del Sky Tree una azafata me explica las opciones que tengo para subir a la torre y que por ser extranjero tengo descuento, mira tu que bien, y como es una vez en la vida compro el ticket para el último piso.
Ahora toca hacer cola para subir a uno de los ascensores que te lleva al primer mirador, el lugar está rebosar sobretodo porque parece ser que ha venido un colegio entero. La cola avanza con fluidez a pesar de la gente que hay, van alternando entre ascensores de grandes grupos con el de visitantes individuales o en grupos pequeños, además se ve que porque tengo el pase al último mirador soy vip y me ponen en una cola que va mas rápido. Esperando el ascensor empiezo a flipar con la de gente que meten dentro en cada viaje, esto va a ser curioso. Cuando me toca entro, yo y lo que a mi me parece una horda de gente más, y cuando arranca el ascensor hay un momento que se me tapan los oídos, se puede ver el marcador de altura subir durante el trayecto e impresiona.
Al salir al primer mirador veo que como me temía está todo muy lleno, pero como estos japoneses son gente muy amable tampoco es mucho problema. Tras un rato por el lugar y viendo que no solo hay menos gente si no que me parece que hay más me voy directo al último mirador, es el momento de usar mi pase vip.
Aquí si que mola, un mirador circular que vale hasta el último yen que he pagado. Las vistas de Tokio de noche son brutales, me lamento un poco no poder haber llegado justo al atardecer, tiene que ser algo espectacular pero ya que estoy aquí toca disfrutar. Doy vueltas y con ayuda del Google maps voy localizando puntos de la ciudad emblemáticos y verlos iluminados y a esa altura impresiona, es más me doy cuenta de la enormidad de la ciudad.
Toca bajar, que es más fácil que subir aunque también he de hacer cola un rato. Al llegar abajo veo que el omnipresente frío no se ha ido y aunque en un inicio tenía pensado ir hasta la estación de Ueno caminando veo que mejor buscar una estación de metro cercana y de ahí combinación de metros hasta el hotel.
Una vez llego al hotel subo a la habitación a darme una ducha caliente para sacarme el frío de dentro y como no tengo ganas de volver a la calle ceno en el restaurante del hotel que no está nada mal y tiene un buen surtido de platos a buen precio.
Ahora si, toca dormir y mañana museo Ghibli!!!!!
Visitas del día
Museo Nacional de Tokio- Si te gusta la historia y los museo es un imprescindible, así de claro. La exposición permanente es genial y si tenéis suerte y pilláis una buena exposición itinerante eso que os lleváis. Ademas no es nada caro, unos 600 yenes, y la verdad es que merece mucho la pena.
Parque Ueno- La verdad es que vi poco por el frío, sobretodo me dejé la laguna sur pero lo poco que vi me pareció muy bonito. Como he dicho un poco en la tónica de los parques de Japón, sitio agradable para pasear y descansar un rato.
Templo de Asakusa- Muy bonito, al principio con tanta gente puede parecer un poco agobiante pero es parte de su encanto y rápido te acostumbras al gentío, está lleno de tiendecitas y hay varios restaurantes por la zona con lo que puede puede ser un bueno punto medio para la excursión del día.
Museo Edo-Tokio- Si el nacional es imprescindible este lo es aunque no te gusten los museos. Creo que es uno de los museos más disfrutables que he estado en mi vida. Todo bien expuesto, con muchas maquetas, dibujos, recreaciones que lo hacen muy didáctico y disfrutable para todos los públicos.
Tokio Sky Tree- El gustazo del día, a mi porque me encantan los miradores urbanos y lo encontré brutal. Objetivamente es un pelín caro pero es que las vistas que tienes desde el último mirador son sencillamente brutales, yo fui de noche pero si se va justo al atardecer ha de ser para perder el aliento. Sin se puede cuadrad dentro del itinerario y el presupuesto para mi es un si bien grande.
Trayecto del día
1- Hotel
2- Estación de Ueno
3- Parque de Ueno
4- Museo Nacional de Tokio
5- Templo de Asakusa
6- Oficinas de Bandai
7- Museo Edo-Tokio
8- Tokio Sky Tree