LONDRES (MARZO 2008) ✏️ Blogs de Reino Unido

Los vuelos los cogimos con easyjet.com, no hay asientos asignados por lo que cuanto antes llegues a facturar antes entras en el avión y eliges asiento.
El aeropuerto que tuvimos en Londres fue el de Stanted, así que para trasladarnos a la ciudad elegimos el bus. La compañía fue la de Terravisión, ya que nos costaba un poquito más barata que la de easybus y encima hacía el trayecto directo, sin paradas.
Llevábamos los viajes reservados y pagados desde aquí. Cuando llegamos nos fuimos para la parte de salidas de todos los autobuses y allí hay unas oficinas, con mostradores para cada compañía, donde comprobaron nuestra reserva y nos dieron los billetes, tanto de ida como de vuelta.
El viaje duró unos 75-80 minutos. Durante el recorrido no pudimos ver nada porque era de noche, pero al llegar a Londres pudimos ver iluminados el Puente, el Big ben y el London Eye. ¡Qué emoción verlos directamente estando allí!
El bus nos dejaba en Victoria Coach Station, muy cerca de nuestro hotel: Central House, Victoria (Belgrave Road, 39).

http://www.centralhousehotel.co.uk/spanish/sphome.htm

Estaba muy bien situado con una parada de bus en la puerta y, la parada de metro de Pimlico a solo una calle.
Lo reservamos a través de la página Otel.com, ya que nos lo dejaba más barato que en ninguna otra web. La única pega es que lo pagas en el momento de la reserva, pero por lo demás todo correcto ya que te dejan anular sin gastos hasta unos 4 días antes de llegar.
La habitación estaba bastante bien, pequeña pero muy coqueta y el baño era minúsculo, de esos prefabricados, pero nos servía para darnos una ducha y asearnos así que ¿qué podíamos pedir más por el precio que habíamos pagado? Se nota que lo han reformado hace poco y la sala de recepción y de desayuno se ven muy monas. A comparación de lo que habíamos visto por internet creo que acertamos con la elección de este Bed & Breaskfast. El desayuno bastante completo con bollería, kellogs, tostadas, zumos, café, yogures, quesos, huevos duros,…

La tarde que llegamos nos dio tiempo solo de deshacer las maletas y salir a dar una vuelta por los alrededores de Belgrave Road. Como no, enfrente del hotel había la típica cabina roja y lo primero que hicimos fue una fotografía de rigor ¡¡jejej!! Luego vimos que al lado mismo del hotel teníamos un restaurante italiano, que posteriormente comprobaríamos que era estupendo. También había un Kentucky más allá, una taberna, unas tiendas, una lavandería….y un Tesco, el primer lugar donde haríamos una parada para comprarnos algunas papas y un par de coca colas para la cena ¡¡jejej!!
Nos fuimos para el hotel y a descansar.

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Tras el buen madrugón, desayunamos y nos dispusimos a aprovechar nuestro primer día en Londres.
Lo primero que hicimos fue acercarnos a la parada del Tube de Pimlico para comprar la Travelcard de tres días on peak. (17,40£) y así poder usar tranquilamente los benditos 2x1 que tantos pounds nos ahorró durante el viaje, así como poder usar tantas veces como quisiéramos los medio de transportes incluidos y que buenamente nos explicó el hombre de la estación.
El tube nos dejó impresionados ya que aquello es otra ciudad bajo tierra… ¡Qué pasada! Es enorme ¡Qué escaleras!

Y pusimos rumbo a la Torre de Londres.
Bajamos en la parada Tower Hill. Y aquí usamos nuestro primero 2x1 (16,50£), no recuerdo muy bien si me pidieron la travelcard…creo que si. La verdad es que me la pidieron bastantes veces y sino ya la enseñaba yo por si acaso.
La visita nos llevó casi toda la mañana. Primero empezamos por los muros y las torres. Vimos el Palacio Medieval con una réplica de la cama de Eduardo I y réplicas también de las diferentes coronas que han habido lo largo de la historia ¿Las joyas de la corona? Pues muy chulas…cómo brillaban. Ahora eso sí, las puertas de entrada y salida a la cámara donde se encuentran eran alucinantes…que gordas ¡¡jejej!! Éstas se encontraban en el edificio Waterloo Block, cuya entrada me gustó mucho con esas dos torrecillas y un reloj en medio. De aquí pasamos a la White Tower, que está parcialmente en reformas en una de las caras de la fachada, pero aún así es preciosa. Aquí pudimos ve una colección de armaduras, incluso de pequeños infantes. Y de aquí pasamos a ver las diferentes zonas de los prisioneros, donde todavía se pueden ver las escrituras en la pared, así como las zonas de torturas.
Y como no, vimos los famosos cuervos de la Torre que están en una zona muy bonita del recinto.
Desde aquí pudimos hacer varias fotos al puente de Londres.
Fuera del recinto, al lado del río, hay unos banquitos muy majos donde aprovechamos para descansar y tomar un tente en pie…unas muffins que nos compramos y que estaban...ummm…¡¡jeje! Desde aquí tienes una vista del puente preciosa.

Y una vez terminado el almuerzo nos fuimos a visitarlo. Llevábamos mucha ilusión con esta parte del viaje y por fin estábamos en el famoso puente de Londres. Desde que decidimos viajar a esta ciudad la visita del puente era uno de nuestros objetivos. Nos apetecía mucho pasear por él, cruzar el Támesis y admirarlo por dentro.
Desde allí pudimos ver el famoso pepinillo que tanta gracia me hacía.

Usamos otro 2x1 (6,00 £). La visita no está mal: te ponen unos videos de cómo se propuso la idea, los diferentes modelos que se presentaron a concurso, fotos de la época, el funcionamiento de la maquinaria…y luego tienes oportunidad de verla (o una maqueta a tamaño real) en otra zona el puente que para acceder a ella tienes que salir a la calle y bajar a la parte de la orilla del río. Es un poco liosa y más si no te quedas con las indicaciones que te dan, pero si sigues a la gente no tienes problema ¡¡jaja!!
A mí me gustó mucho poder pasear por lo alto del puente y admirar las vistas que hay desde allí.

Y aquí teníamos la duda de… ¿dónde vamos?

Nos apetecía caminar por la otra orilla del Támesis y admirar los edificios que había por allí, así que eso hicimos. Desde esa zona se hacen fotos muy bonitas del río y sobre todo del puente…pero no serían las únicas que sacaríamos ¡¡jejej!!

Había visto que por allí estaba el Museo Dungeon y como tenía ciertas ganas de ver cosas sobre Jack el Destripador nos pasamos por allí. Había una cola larguísima, así que pensé que valdría la pena el museo cuando estaba tanta gente esperando a entrar.
Una vez más usamos los 2x1 (19,95 £) y después de la espera nos adentramos en el museo del Terror ¡¡jejee!! Aquello es más como una atracción de feria, como el pasaje el Terror, pero algo más chulo. Vas atravesando las zonas a pie y siempre acompañado por un actor del museo que, claro está, va disfrazado. Ellos te van contando las historias de los diferentes asesinos que ha habido en Londres, así como las diferentes etapas por las que han pasado como la peste, el incendio… De vez en cuando te van dando sustos y eso está muy entretenido porque vas todo el rato en tensión. ¡¡jaja!! Bueno esto depende de la gente, hay quien se ríe o no le da miedo pero a mí, que me meto mucho en el papel, me gustó bastante.
Lo único malo que le vi es que como no vayas puesto en inglés te pierdes la mitad de las cosas…pero nosotros nos pudimos hacer una idea.
Tienes también dos pequeñas atracciones: una de barquita con caída y otra de una caída libre en pequeñito. No están mal. Como ya he dicho parece más una atracción de Terror que un museo. A mí me gustó, pero porque me ahorré una entrada, si tengo que pagar dos no entro.

Cuando salimos empezaron a caer unas gotas y como ya era la hora de comer nos metimos en un Mc’Donals que encontramos por la zona. Después decidimos quedarnos por esta orilla del río y acercarnos a ver el London Eye y sus alrededores, para ello nos desplazamos con el tube.

Lo primero que hicimos fue entrar en el Acuario antes de que cerraran. (13,25£, con 2x1). No estaba mal, pero lo vi un poco simple. Lo que más me gustó fue la zona de los tiburones…hubo uno que me miró con una cara de mala leche…lo podéis ver en las fotos. En general…bien…para ir con niños. Pero me gustaron más otros sitios que vi por Londres, como el Zoo, que cuento más adelante.

Y por fin salimos fuera y pudimos admirar la gran noria: El London Eye. En ese momento no montamos, lo dejamos para unos días después. Por ahora nos conformábamos con pasear bajo sus pies, admirar el Parlamento y el Big Ben desde la otra orilla y atravesar el río por el Westminster Bridge hasta llegar a él. Cuando íbamos por el puente nos llamó la atención los puestos de perritos calientes y de peladillas que habían…antes de irnos tendríamos que probar uno de esos perritos… umm, que pinta!!

Y de aquí decidimos acercarnos a Picadilly Circus.
Salimos del tube directamente frente a los famosos letreros y como ya era de noche se veían muy chulos. La plaza estaba a rebosar de gente, algunos sentados a los pies de la fuente con la famosa estatua de Eros comiendo algo, bebiendo café, haciendo fotos,…o simplemente admirando la plaza. Había varias tiendas en los alrededores y decidimos entrar en una de deportes que tenía unos descuentos llamativos.

Como el agotamiento ya estaba haciendo mella en nosotros decidimos irnos para el hotel. Para regresar utilizamos el bus, ya que el nº 24 nos dejaba en la misma puerta del hotel y de este modo podíamos ver la ciudad iluminada. Primero cogimos el 12 y luego el 24. El recorrido estaba muy bien porque se veía la Nacional Gallery con la Columna de Nelson, Las Horse Wards, El parlamento y el Big ben, Wenmister Abbey y San Margaret Church, Westminster Cathedral, la estación de Victoria… y ya se adentraba en Belgrave Road que era donde estaba nuestro hotel. Y justo en la misma puerta estaba la parada.
Nos pasamos por la habitación para asearnos un poco y de aquí nos fuimos al Italiano que teníamos al lado para cenar. La verdad es que cenamos de maravilla y no era nada caro: 29,70 £ una ensalada, una calzone, una lasaña, dos coca colas, una fanta, unos panes con mantequilla,…y creo que nada más. La calzone era una pasada, bastante grande y estaba…umm…bueno todo estaba delicioso. Cenamos muy a gusto y el dueño que es Italiano fue muy amable con nosotros.

Por este día ya habíamos hecho bastante, nos pasamos por la ducha y a la cama…estábamos cansadísimos, pero había merecido la pena. Por ahora estaba cumpliendo nuestro planning y todo nos estaba gustando mucho.

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El día amaneció nublado y tras tomar nuestro desayuno nos dirigimos hacia St. Paul’s Cathedral. Salimos por la parte trasera y atravesamos un pequeño recinto hasta llegar a la entrada. Hay una zona que la tienen en reforma con unos andamios pero aún así es impresionante ver la cúpula. Más impresionante sería visitarla por dentro pero ahora no podría ser ya que la catedral estaba cerrada hasta las 13.30 y nosotros continuaríamos con nuestro planning.

Así que nos dirigimos hacia el Palacio de Buckingham para ver el cambio de guardia. Nos acercamos con el tube hasta Victoria Station y ya desde allí fuimos caminando por Buckingham Palace Road, pasando por las Royal Mews y La Queen’s Gallery hasta llegar al Palacio.
Cuando llegamos había bastante gente, la cual buscaba el mejor sitio para quedarse allí y no moverse hasta que empezara el espectáculo. La policía no paraba de llamar la atención a la gente que se ponía encima del Victoria Memorial. Nosotros nos quedamos allí mismo, encima de los escalones y frente al palacio.
Y tras mucho esperar por fin comenzó el cambio: primero vimos pasar a la guardia montada que iba a hacer también su cambio y luego empezaron a venir los guardias del palacio junto a la banda de música. Estuvimos viéndolo un ratito , no estaba mal pero llevábamos mucho tiempo allí de parón y nos apetecía seguir viendo cosas, así que como lo más imprescindible ya lo habíamos visto y ahora solo quedaba que la banda de música tocara unas canciones, decidimos seguir a lo nuestro.

Para ello nos dirigimos por St. Jame’s Park hacia Westminster.
Esto ya me gustó mucho más. Tenía muchas ganas de pasear por los parques, ver los árboles, las flores, el laguito,…y ver esos almendros en flor me fascinó. No hay nada que me guste más que ver un almendro en flor y aquí en Valencia es muy difícil verlos por unos días, ya que enseguida hace calor y desaparecen sus flores. Como podréis ver en mis fotos ¡me encantan!
Me gustó mucho este parque, pero pasamos un frío. Si durante el cambio de guardia el sol se dejó ver por unos minutos, el tiempo ahora cambiaba y empezó a nublarse y a caer cuatro gotas.

Así que rápidamente nos dirigimos hacia Westminster Abbey.
Al ladito mismo se encuentra St. Margaret Church, una iglesia muy peculiar y muy bonita que contrasta mucho con la Abadía. Y como el tiempo empezaba a empeorar por momentos nos adentramos en la Abadía (10£, con 2x1).
Tanto por dentro como por fuera es muy bonita. Me gustó mucho sus vidrieras y sus torres pero sobretodo lo que más me gustó fue el patio del claustro, desde el cual se pueden ver las torres de la Abadía y su estructura exterior con todos esas puntas. El Jardín Colegial también llamó mi atención, en general me recordó al colegio de Harry Potter ¡jeje!

Cuando salimos de allí estaba lloviendo, abrimos el paraguas y para delante. Nuestro próximo destino era ver Westminster Cathedral así que nos metimos por Victoria Street. Pero primero buscamos un lugar donde saciar nuestro apetito, ya que era hora de comer y teníamos hambre. Nos metimos en un Pizza Hut que había por la zona y dio la casualidad que tenía bufett libre, así que eso nos pareció perfecto. De esta manera por solo 15,76£ (los dos) podíamos comer toda la pasta, pizzas y ensaladas que quisiéramos, y beber toda la Pepsi que nos apeteciera ya que te la sacaban en una jarra directamente ¡¡jeje!!

Y llegó el turno de entrar en la Catedral (gratis). Me gustó mucho el contraste que tenía del ladrillo rojo y blanco en su fachada. Por todo Londres había edificios de esas características y para mí eran muy llamativos. Me gustaron mucho.

Cuando salimos de allí seguía lloviendo así que como era todavía pronto decidimos acercarnos a ver la National Gallery (Gratis). Aquí nos centramos más en ver los cuadros famosos porque el recinto era muy grande y nosotros ya estábamos un poco cansados. Vimos los Girasoles de Vang Gogh, La Virgen de las Rocas e Da Vinci, El cuadro del espejo de Van Eyck (cuadro que siempre me había llamado mucho la atención desde que di Historia del Arte en el Instituto), cuadros de Velázquez, Rembrant, Monet...

Y llegó la hora del cierre…que es la hora donde cierran casi todo. Decidimos darnos una vuelta por la zona y acercarnos al barrio chino.
Primero subimos hasta Leicester Square y preguntamos en la taquilla de TKTS que hay allí por El musical de “El rey León” pero aquí nos dijeron que no tenían entradas, que debíamos ir directamente al teatro (Lyceum). Me quedé un poco preocupada por si no encontraba entradas, pero con un poco de resignación lo dejé para el día siguiente, todavía era jueves y pensaba que alguna entrada quedaría.

Seguimos andando y nos acercamos al Barrio Chino. Primero pasamos por las calles de fuera y nos entretuvimos mirando tiendas de regalitos y comprándonos unos guantes y un gorrito ya que nos hacía falta más ropa de abrigo. Y después nos adentramos por el centro del Barrio, donde tienen esas columnitas que dan paso a la calle. Era una pasada…parecía que habías cambiado de ciudad. De repente te ves inmerso en una zona donde casi todos son chinos, exceptuando los turistas, y todo está orientado hacia ellos…los letreros, los precios, etc…todo en chino…hay tiendas de comida, peluquería, restaurantes, etc…y lo que más me gustó y me trajo muy buenos recuerdos de mi viaje a Tailandia fue ver colgada toda esa comida en los escaparates, esas sepias rebozadas ¡¡jajaaj!! Recuerdo que por Tailandia tenían esas mismas colgadas en tenderetes que vendían comida por la calle…me recordaba tanto ese olor tan peculiar de allí. Era como transportarme de repente hasta Tai lo único que ahora hacía más frío ¡¡jeje!!
Fue muy agradable nuestra visita por allí…me podría haber tirado horas y horas deambulando por esas calles.

Y de aquí nos dirigimos a Picadilly Circus. Pasamos por una especie de centro comercial, creo que era el Trocadero, donde nos tomamos unos capuchinos, jugamos a unas de esas maquinitas que tenían en la zona de recreo y vimos unas cuantas tiendas. Jooo esto me recordaba a Tailandia totalmente…ir por ahí a nuestra bola viendo todo lo del barrio chino y acabar en el centro comercial mirando tiendas ¡¡jajaaj!! Incluso allí me encontré con un álbum de fotos de Tailandia…¡¡jajjaj!! El viaje me perseguía…pero no sería el único. Descansamos un poco y de aquí cogimos nuestros buses hasta llegar al hotel.
Ya habíamos pasado otro día en Londres y cada vez me estaba gustando más.

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