Valencia en fallas


Miercoles, 03 Febrero de 2010 a las 11:52:21

Publicado por jotape

Cuando la primavera asoma, los días alargan y el sol nos calienta, la ciudad de Valencia (y muchos pueblos, desde Burriana hasta Benidorm) se transforma. Las calles se llenan de bullicio, gente, música, flores y, sobre todo, monumentos de cartón. Es el síntoma de que Valencia se encuentra en fallas.

El día 6 de febrero se inaugura en Valencia la Exposición del Ninot, donde cada falla lleva un muñeco del monumento que plantará el día 15 de marzo. Esta inauguración es el inicio oficioso de las fallas de este año. Pero, ¿qué es una falla y cuál es el origen de las mismas?

VALENCIA EN FALLAS


Cuando la primavera asoma, los días alargan y el sol nos calienta, la ciudad de Valencia (y muchos pueblos, desde Burriana hasta Benidorm) se transforma. Las calles se llenan de bullicio, gente, música, flores y, sobre todo, monumentos de cartón. Es el síntoma de que Valencia se encuentra en fallas.

El día 6 de febrero se inaugura en Valencia la Exposición del Ninot, donde cada falla lleva un muñeco del monumento que plantará el día 15 de marzo. Esta inauguración es el inicio oficioso de las fallas de este año. Pero, ¿qué es una falla y cuál es el origen de las mismas?

El origen de las fallas se remonta a siglos atrás. El gremio de carpinteros, que durante el invierno había estado trabajando en la oscuridad de las cortas tardes de invierno, tenía como patrón a San José y celebraba su festividad el 19 de marzo, fecha próxima a la primavera y donde las tardes ya alargan las horas de luz. Para celebrarlo, sacaban a la calle “els parotets”, unas perchas de madera, donde durante el invierno habían colgado los candiles que les alumbraban. Estos parotets, junto a los restos de madera inservibles eran quemados en honor a San José. Los vecinos aprovechaban para desprenderse de muebles y enseres viejos, con lo que la fiesta se extendió a todo el pueblo. Con el tiempo, los parotets se vistieron con ropas viejas y se utilizaron para criticar la sociedad en que se vivía, con el consiguiente disgusto de las autoridades y clero. En ese momento dejaron de ser simples candelabros para convertirse en “ninots” que fueron evolucionando hasta llegar a ser verdaderos muñecos.

La primera cita escrita sobre una falla se remonta a 1596, cuando se ordena el pago a un artesano por “les graelles on es cremen les falles que fan en la festa del gloriós Sant Vicent Ferrer” (las parrillas donde se queman las fallas que hacen en la fiesta del glorioso San Vicente Ferrer).

Hacia mediados del siglo XVIII, las fallas eran un simple festejo incluido en el programa de actos típicos de la fiesta de San José (19 de marzo). Al amanecer del día 18 en algunas vías urbanas aparecían peleles colgados en medio de la calle de ventana a ventana, o pequeños tablados colocados junto a la pared, sobre los cuales se exponían a la vergüenza pública uno o dos ninots alusivos a algún suceso, conducta o personaje censurables. Durante el día, los niños y adolescentes recogían material combustible y preparaban pequeñas piras de trastos viejos. Unas y otras eran quemadas al anochecer de la víspera de San José congregando en torno a la hoguera una amplia participación popular.

Poco tiempo después, una medida de prevención de incendios dio un empuje especial a la fiesta. Por parte del corregidor (alcalde) de Valencia y para evitar incendios en las fincas, se prohibió la colocación de las fallas junto a las paredes, trasladándose al centro de cruces de calles y plazas. Esta medida provocó que las fallas pasaran a ser catafalcos sobre los que se ponían dos o tres ninots y se colocaran versos alusivos a los personajes representados.

En el siglo XIX, las fallas se constituyeron en la válvula de escape y de crítica del pueblo, en contra de la actitud censora de las autoridades. En 1885 una revista de la ciudad, La Traca, otorgó por primera vez premios a las mejores fallas, con lo que estas empezaron una carrera (que sigue en la actualidad) por ofrecer calidad artística y satírica.

Las fallas hoy en día son verdaderos monumentos artísticos, donde intervienen dibujantes, carpinteros, pintores, poetas y artistas falleros. El proceso de creación de una falla empieza el 20 de marzo, cuando, con las cenizas aún calientes de la cremà, los falleros, agotados y llorosos, empiezan a planificar el siguiente año. Llega el momento de contactar con los artistas para que presenten sus bocetos (y presupuestos, caballo de batalla cada año), búsqueda de financiación, elección de Falleras Mayores y toda la cantidad de actividades que se realizan durante el año. Y siempre con un objetivo: conseguir el preciado “palet”, un simple pendón de tela, pero con una significación muy especial, es el premio obtenido por ese monumento en la categoría en que compite, y representa el sueño que todo fallero desea: saber que su falla es la mejor.

Pero volviendo al inicio de esta noticia, a partir de ahora, los falleros empezamos a más que correr, volar, para no perdernos nada. Y eso que no hemos parado desde el pasado 20 de marzo. Cada comisión ha celebrado o está celebrando aún las Presentaciones y Exaltaciones de sus Falleras Mayores, donde, a través de obras de teatro, números musicales y poesías, son nombradas públicamente las mujeres y niñas que ese año representan a su comisión.

Y en cuanto a actos oficiales, el domingo 21 de febrero tendrá lugar en Valencia la Cabalgata del Ninot Infantil, donde los niños salen disfrazados por las calles del centro de la ciudad.

El día 28, empezamos a las 7.30 despertando a la ciudad con una desfile de falleros tirando petardos, la primera despertà del año. A las 12.00 habrá una entrada de Bandas de Música, hasta el ayuntamiento. A las 14.00 primera mascletà, espectáculo de pólvora y sonido. Y, por fin, a las 20.00 horas, desde las Torres de Serranos, tradicional Crida, invitación de las Falleras Mayores de Valencia a que nos visiten y compartan con nosotros nuestras fiestas.

Desde el día 1 al 19 de marzo, todos los días se disparará en la Plaza del Ayuntamiento a las 14.00 una mascletá.

El 6 de marzo, a las 22.30, Cabalgata del ninot, donde los componentes de las diversas comisiones falleras se disfrazan en una especie de carnaval irónico y satírico, criticando cuanto de malo ha ocurrido en el último año.

Y llegamos ya a la Semana Grande. El día 15, las cerca de 700 fallas grandes y otras tantas infantiles existentes por toda la Comunidad Valencia, estarán acabadas y plantadas, esperando el veredicto del público y de los jurados, que tienen la ardua tarea de decidir cuáles de todas son merecedoras de premio.

El día 16 tendrá lugar la entrega de “palets” o premios a las diferentes comisiones.

Los días 17 y 18, a partir de las 16.00 horas, todas las comisiones de la Ciudad de Valencia, llevarán una Ofrenda Florar a la patrona de Valencia, la Virgen de los Desamparados.

El día 19, a partir de las 21.00 horas, empezaremos a quemar Valencia, es decir, arderán en el fuego purificador todas las críticas e ironía que simbolizan los monumentos, junto a los buenos y malos momentos que durante un año hemos tenido, consumidos en unos pocos minutos. Pero como Ave fénix, en ese mismo momento empezamos a pensar en las Fallas del 2011.

Pero además de estos actos oficiales de Valencia, en cada barrio, calle o pueblo hay, durante estas semanas, multitud de actos, despertás, mascletás, castillos de fuegos artificiales, conscursos de paellas, verbenas y cuantas cosas se os puedan ocurrir, que, por unos días, transforman nuestra Comunidad en una fiesta permanente y donde los visitantes son recibidos con los brazos abiertos. Os esperamos.

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