Día 6 de agosto,volamos a las 7 de la mañana desde málaga rumbo a Copenhague, con vueling . Por ser fechas de cierta aglomeración, el vuelo nos sale algo carito , aproximadamente unos 260 euros la ida. Quizás mejor opción es volar a malmo y de ahí trasladarse a la ciudad vecina. Pero esa opción ya no recuerdo si es que no la barajamos o que por el contrario tenía precios comparables.
Llegamos algo más de las10 de la mañana y cambiamos algo de dinero en el aeropuerto, sobretodo por si lo necesitábamos para coger el tren que nos llevaria hasta la estación central de Copenhague. Pero luego tratar de comprarlo comprobamos que el uso de tarjeta facilita bastante la operación . El trayecto dura unos 20 minutos como mucho, y al salir de la estación central nos encontramos de frente el famoso Tivoli, parque de atracciones por antonomasia. El hotel está cerca, hotel Saga , no es barato como prácticamente nada en esta ciudad, pero está bien, y al menos el desayuno va incluido y es abundante. La media por noche es de unos 56 euros por persona
Copenhague es una bonita ciudad, que no requiere más de dos días para llevarse una buena idea de lo que ofrece.
Lugares estratégicos son el ayuntamiento,
la calle comercial y peatonal, stroguet , la rundetar (torre redonda) en
el complejo Trinitatis, la Glipcoteca (no entramos), la Marmorkirken, una catedral de mármol, que imita de alguna forma al vaticano, aunque por supuesto estamos hablando de otra cosa.
La plaza octogonal donde se encuentra el palacio real es muy encantadora y si es posible verla a horas donde el fluir de los turistas haya menguado ,mejor, pues se admira doblemente su grandiosidad . Caminando por esta zona última se llega a un bonito parque, el parque Churchil, que se adentro en razona de a fortaleza, y desde ahí vamos acercandonos a la famosa sirenita
Por supuesto no hay que olvidar el famoso Nyhavn, donde la luz al atardecer es impresionante, y sus terrazas ofrecen un precioso cuadro . Ahhhh..y si quieres cenar en Copenhague no olvides hacerlo antes de las 22h...en otro caso lo mejor es comprar algunacosita prefabricada en los super 7 (seven ), seguro que te ahorras un dinerito
Después de un buen desayuno en nuestro hotel ,nos acercamos a la estación central para coger un tren destino a Malmo .el billete de ida sale a unas 88 coronas por persona. El cambio está aproximadamente a unas1euro 7,5 coronas danesas. De nuevo compramos los billetes en las máquinas que hay en toda la estación para tal efecto, y una vez mas empleando la tarjeta de crédito. En una media hora mas o menos llegamos a Malmo. La estación queda muy cerca de la oficina de turismo, donde nos dieron un planito y nos explicaron incluso en español lo más interesante a ver.
Comenzamos por la plaza del ayuntamiento
y bajamos por una calle peatonal
hasta que finalmente nos adentrarnos en un bonito parque que es cementerio también.
En la margen derecha transcurre un canal navegables, donde podemos ver algunos minicruceritos turísticos, además de piraguas y otras modalidades de transporte acuático. Este parque acaba en un antiguo castillo que actualmente se ha convertido en un museo nautico
El barrio Vastra Hamne queda ya muy cerca, y s caracteriza por el Turing towel, un edificio diseñado por Calatrava que se erige a una altura considerable y puede verse desde casi cualquier punto de la ciudad.
Nosotros pasamos de largo y nos acercamos a la playa, paseando llegamos hasta una platafoforma similar a un embarcadero, donde hay un restaurante y es posible tomar una cerveza disfrutando de la brisa marina. Las profundidades del mar aquí son muy escasas, puedes andar y andar y el agua no te llega a la cintura. Por cierto, no estaba fría.
Después del reconfortante descansito seguimos hacia el barrio antiguo de Malmo, que también tiene su encanto. Por último entramos en la catedral de santi petri , que curiosamente tenía un termo de agua y café por si a alguien tenía la apetencia .
En Copenhague dimos luego una vueltecita nocturna por el barrio de Cristiania ,particular por ser ciudad sin ley, viviendo al margen de normas exteriores y no sintiéndose europeos como el común de los daneses. Básicamente se ve un ambiente hipiesco, con un olorcito que dice mucho de lo que fuma cada uno. Y atención a no hacer fotos a nadie que te pueden quitar el móvil o la cámara, o no se si darte una paliza, ..o sea ,que la ciudad anarquía tiene ss propias leyes que se sacan de la manga
Como las distancias se hacen tan largas en esta zona de la Europa d3l norte...ya que las velocidades límites son pequeñas y las carreteras tienen que salvar muchos obstáculos naturales, decidimos para no perder mucho tiempo coger un avión desde Copenhague hasta stavanger , que tan sólo duraba una hora. El precio no fue barato, 190 euros , peros era la mejor de cualquier otra opción, y además perdida de tiempo añadida.
Llegamos al aeropuerto de Stavanger y ahí cogimos un sus que nos llevaba al centro, pero no el exclusivo del aeropuerto, sino uno de línea habitual queentrelaza pueblos, era el número 9, y considerablemente más barato que el anterior...vienen a ser unas 185 coronas entre los 5, alrededor de línea4 euros por persona.
El hotel se llama Lille hotel stavanger , y nos ha gustado bastante, no era barato, pero tampoco excesivamente caro, y ofrecía un buen desayuno y además una sala de estará permanente disponible , con café, zumos, te, algún pastel, microondas, platos, cubiertos, etc...todo esto hasta las 23h, cuando cierran la zona comunitaria.
Nos damos una vuelta por la tarde por esta bonita ciudad, que más que ciudad parece un pueblo, aunque dice ser la cuarta mayor de noruega.
La zona del puerto es muy bonita y una vez más la luz del atardecer lo inunda todo de unos tonos pastel espectaculares.
Desde mi punto de vista todo el pueblo tiene un toque muy especial y cuidado. Las calles limpisimas y se respira tranquilidad y bienestar .
Un inconveniente de Stavanger , y en general de toda Noruega , es el tema del alcohol. A partir de las calles6 de la tarde aquí no se puede comprar bebidas alcohólicas en supermercados. Algo que desconocemos y nos sorprendió. De hecho en los supermercados a partir de esa hora no se leen los códigos de barras de dichas bebidas, por lo cual imposible conseguirlo. Tomar una cerveza en un bar viene siendo casi aproximadamente los10 euros. Una barbaridad.