Día 2 Marrakech - Skoura
Distancia: 241 km
Alojamiento:
Chez Talout
Ruta en Google Maps
A las 9:00, puntual como siempre, aparecía en la puerta del Riad el chico de
Trocadero Car que nos venía a traer el coche, que ya teníamos aparcado a escasos 100 metros. En esta ruta
no era imprescindible un todo-terreno (mi madre no me lo habría perdonado
) pero es un "extra" de seguridad que nunca está de más. Y en esta ocasión escogimos un 4x4 porque era el único vehículo que tenía cabida suficiente para nosotros seis y el poco equipaje que llevábamos.
Después de una breve parada en la gasolinera y el Carrefour, donde compramos "lo necesario" para garantizar unos aperitivos y pícnics en condiciones, a las 10:30 salíamos de Marrakech por la N9 en dirección hacia el sur. Circular por las carreteras marroquíes hace que el uso del DVD sea bastante innecesario y, cuando se trata de
hacer el ascenso del Alto Atlas por el collado del Tizi'n Tichka, la diversión está asegurada! Aparte de las infinitas curvas y del magnífico paisaje, los camiones cargados de paja poniendo a prueba las leyes de la gravedad y las pick-up cargadas de ganado en dos plantas hacen que los niños (y los adultos) no demos abasto. Como "bonus track" de la diversión hay que añadir las obras que se están realizando en los últimos 30 km antes de coronar el Tichka (necesarias !!!) y como colmo del surrealismo, la gracia natural que tienen los operarios marroquíes en la señalización y, sobre todo, en los pasos alternativos ... mis padres tenían los ojos abiertos como dos platos.
Paso del collado del Tizi'n Tichka y foto obligada
Si no hubiéramos ido con los abuelos habríamos pasado de largo y, a las 13:00, no habríamos hecho la típica foto coronando el Tichka, pero esta foto era "imprescindible". Los que lo hayan sufrido alguna vez ya lo sabrán y lo que no, os lo describiré: sólo poner el pie en el suelo te saldrán unos cuantos vendedores de los puestos de minerales que, con una insistencia que roza la exasperación, te intentarán vender cualquier cosa. Cuando vean que no compras, te intentarán pedir cualquier cosa como medicamentos o bolígrafos. En fin, es el precio que hay que pagar, supongo, pero, en nuestro caso, no acostumbramos ni dar ni a comprar e intentamos
evadirnos de la manera más educada posible.
Vistas del Oasis de Skoura
La primera vez que cruzamos el Atlas con los niños nos impactó de verdad y fue el momento en que nos enamoramos del Marruecos más rural, después han sido muchas más y, lo que la primera vez es mágico, con el tiempo acaba convirtiéndose en "habitual". Así que os animo a leer como lo describimos la primera vez en nuestro
diario de la Ruta de las 1000 Kasbahs, porque tiene una frescura que hemos perdido, desgraciadamente.
Con toda la calma hicimos la ruta hasta Ouarzazate, con múltiples paradas para hacer fotos. Tras una parada para hacer un pícnic más allá de Ouarzazate, llegábamos a nuestro magnífico alojamiento en Skoura a las 16:00. Y, respetando perfectamente nuestros planes pre-establecidos,
dedicamos la tarde a descansar, disfrutar de la piscina, de la lectura, del billar y de la fantástica compañía de Soufiane, el chico que lleva el albergue y que es el tío más currante del sur de Marruecos. No se pierdan este albergue si tienen ocasión, es nuestro refugio en la zona y mis padres les podrían confirmar que la sensación de paz allí es mágica. Y, además, se come genial y las habitaciones son preciosas.
Adoro este alojamiento
Tips / consejos:
Alquiler de vehículos: hemos probado varias opciones de empresas de alquiler en Marrakech y la que mejor resultado nos ha dado ha sido siempre
Trocadero Car. No es únicamente una cuestión de precio, porque sus precios son equiparables a las empresas grandes e internacionales, pero hay temas tan importantes como el segundo conductor, las sillitas de los niños o el seguro a todo riesgo que están incluidos. Además, el trato de Hicham, el gerente, es siempre exquisito.
Avituallamiento: uno de los mayores placeres de viajar en coche y por libre es parar donde uno desee y hacer un tentempié y / o una bebida fresquita mientras disfrutas del paisaje. Así, veníamos preparados de casa con una
mochila-nevera y algunos paquetes de jamón ibérico y queso curado envasados al vacío. El resto de comestibles, la bebida y, sobre todo, los paquetes de hielo para ir congelando en los alojamientos los adquirimos en un Carrefour que teníamos localizado a la salida de la ciudad.
Y adoro más aún lo bien que cocinan...
Media pensión: en las rutas en coche intentamos alojarnos en la modalidad de media pensión. Esto es especialmente recomendable en albergues y pequeños alojamientos, donde cocinarán exclusivamente para vosotros aquellos platos que hayáis acordado, que será lo mejor que os podrán ofrecer. Eso sí, hay que tener en cuenta que hay que indicar en el momento de la reserva que, aparte del desayuno, también querrán cenar. Y si llegan a un alojamiento sin reserva, es conveniente hacerlo con suficiente antelación para permitir que tengan tiempo de comprar los ingredientes y cocinar una buena cena. Comeréis como reyes, ya veréis
.
vais a tener que esperar a la última etapa del diario, que es donde se permite colgar el link al blog personal de donde provienen estas etapas