Mi viaje por Indonesia en agosto del 2011 duró solo 12 días...me hubiera gustado estar más tiempo, pero "es lo que hay". Me ha gustado bastante aunque creo que me he perdido "lo mejor" del país, pero ha sido imposible hacerlo, en parte porque no he tenido tiempo para planificar el viaje y en parte por problemas físicos, que ha hecho que no haya podido hacer excursiones ni mucha naturaleza, que es gran parte del atractivo de este país.
Hasta dos días antes de partir no sabía si haría el viaje o no. Estaba pendiente del trabajo. Finalmente pude hacerlo, con lo que me fui a Indonesia con medio viaje sin planificar. Esto tiene partes positivas, porque puedes ir haciendo según te apetezca, pero también partes negativas.
Viajé con Turkish Airlines hasta este pequeño estado. El vuelo, perfecto, no sólo por la puntualidad y comodidad sino además porque al viajar de noche pude dormir, con lo que se pasó volando y además no me afectó el jet-lag. Llegamos el día 11 a Singapur, donde ya habíamos estado hacía dos años en nuestro viaje a Myanmar. Nos gusta esta ciudad, la tranquilidad, la mezcla entre exotismo y occidentalismo, la variedad de culturas, etc... Al llegar fuimos al hotel (Fragance, en Geyland...los que tienen a Singapur como un sitio impoluto deberían pasearse por este barrio, muy auténtico e interesante por otro lado...un barrio chino pero en este caso nada turístico, no como Chinatown), y de allí y sin a penas descansar, al teleférico del Monte Faber, que nos lo habíamos perdido en el anterior viaje. Es espectacular, sin duda. Cena en Chinatown y paseo por Clark Quay a la noche.
Al día siguiente, volver a pasear por el barrio árabe y el barrio indio, comer en el "hawker" Lau pa sat, en el distrito financiero y camino del aeropuerto, para pillar el vuelo a Bali con Air Asia.
Y por fin llegamos a Indonesia...a las 12 de la noche nos venía a buscar el conductor de la Villa donde nos hospedaríamos 6 noches, Angel Villa, cerca de Ubud. La casa estaba muy bien, muy bonita, y es propiedad de un matrimonio australiano que alquila un par de habitaciones...no había más huéspedes, así que nos quedamos en su habitación y tuvimos la casa entera para nosotros todos los días. Por 50 euros la noche, perfecto...el único inconveniente es que no estaba propiamente en Ubud, sino en Mas, un pueblo a 10 quilómetros...pero vamos, con taxi lo arreglas.
La "housekeeper" era muy simpática y cada mañana nos hacía un genial desayuno a base de pankaces de coco, papaya, piña y café balinés.
El primer día (día 13) en Bali hicimos por nuestra cuenta el pueblo de Ubud y el Bosque de los Monos. Ubud es demasiado comercial aunque con un pequeño paseo ya te haces una idea de cómo son los pueblos balineses: casas con el techo de teja y que parecen a veces templo, muchos templos y ofrendas hindúes por todas partes...no me lo esperaba tan bonito, realmente.
Los tres días siguientes hicimos las excursiones con un chófer-guía, Riko, socio del famoso Suki. Nos pasó unos itinerarios que le modificamos un poco. El guía bien, aunque a veces se pasaba de gracioso. Lo que vimos nos gustó mucho por lo general, especialmente algunos templos y sobre todo algunos paisajes. Sin duda con las visitas corroboramos a romper el tópico de Bali como destino playero... En Bali sobre todo destacan los templos y, aún más, los paisajes...Además, no me esperaba que fuera tan virgen y que hubiera tanta vegetación por todas partes...es impresionante.
Vimos un montón de cosas estos tres días (innumerables templos, arrozales, plantaciones, lagos, volcanes, pueblos, etc.), pero sin duda me quedo con el templo de Kehen (no es el más conocido, pero para mí es mejor que Tanah lot, demasiado turístico, y otros), que parece sacado de una peli de Indiana Jones, y los arrozales de Jatiluwi (o algo así). Aunque las carreteras son caóticas, no te cansas de ir en coche, porque vas viendo pueblecitos y un montón de vegetación. El quinto día lo pasamos en Ubud, con masaje de 1 hora (5 euros) incluido.
La cuestión era qué hacer tras estos 5 días, y por culpa de no haberlo podido planificar nos quedamos sin llevar a cabo nuestra idea. Queríamos hacer Komodo, pero no había vuelo a Labuanbajo. Como segunda opción, teníamos el Parque de Tanjung putin, en Kalimantán (allí no dicen Borneo) pero las agencias que contactamos o bien no tenían klotoks disponibles o bien nos daban un precio muy caro (unos 450 dólares por dos días). Primer palo del viaje. Tuvimos que improvisar, y la mejor opción que encontramos fue ir un par de días a Gili.