7 días en Noruega ✏️ Blogs de Noruega

¡Hola a todos! Aquí comienzo mi diario de viaje de este año, 2017. Este año nos decidimos por ir a Noruega. En principio íbamos a hacer un crucero por los fiordos de 11 días, pero se subió mucho de precio y decidimos ver sólo 3 ciudades, pero tranquilamente, al menos, más que con el crucero, así que decidimos ir a Oslo, Flam y Bergen, del 2 al 8 de agosto.

Con unos 8 meses de antelación reservamos vuelo con Iberia Express para la ida y con British Airways para la vuelta, esta vez con escala en Londres-Hearthrow.

En lugar de hoteles elegimos apartamentos, por el precio y por poder cocinar y desayunar a precio bajo. Los apartamentos fueron el Oslo Central Apartments en Oslo, y el Central City Apartments en Bergen. En Flam reservamos una habitación en el Flam Hostel, que pertenece al camping Flam.

En cuanto a precios, el vuelo de ida para 3 personas (mis padres y yo), costó 268 euros y el de vuelta, 275,54 euros. En cuanto a los alojamientos, el de Oslo, 211,18; el de Flam, 146,51 y el de Bergen, 287,35.

Una vez hecha esta pequeña introducción, paso a describir las distintas etapas de nuestro viaje a Noruega.

DÍA 1: Salida desde Madrid y llegada al apartamento

Salimos de casa a las 14,50 y ¡empezamos bien el viaje! Un súper atasco en la A4 que nos quitó más de media hora de tiempo de llegar al parking de Aparca y Vuela para dejar el coche (26 euros el parking con traslado al aeropuerto).

Llegamos al Aparca y vuela a las 16,15 y nos dijeron que hasta las 5 no salía el próximo microbús a la t4, y allí esperamos. A las 17,15 ya estábamos en la t4 directos, facturamos sin nada de cola y pasamos el control sin pitar ninguno, cosa nunca vista. Hicimos tiempo hasta que a las 19 salió nuestra puerta de embarque y nos fuimos para allá.

Montamos al avión a las 19,45 o así y nos sentó muy mal que, solo a algunos, nos bajaran las maletas a la bodega, y a los que entraban después, no. Mi padre se quejó a la azafata y no le hizo ni caso. Además salimos con media hora de retraso, y luego había turbulencias y estaba muy nublado. A pesar de eso, llegamos a tiempo y en Oslo estaba raso, ni una nube, pero claro, a las 12 de la noche.

Recogimos las maletas, compre desde la tablet los billetes del flytoget (60,45 euros), que nos tuvo un empleado que ayudar a validar, cogimos el tren porque corrimos aunque tuvimos que ir todo el tiempo de pie, y nos asábamos de calor. A las 0,45 llegamos a Oslo S. (Oslo central) y cogimos el metro, aunque allí no había ni Dios; antes de coger el metro compramos los billetes de 24 horas, pero nos hicimos un lío y compramos 1 sólo billete (10 euros) y, como nos salieron 2 duplicados pensábamos que teníamos los 3, y como parece que no es obligatorio validar, pudimos pasar, pensando que teníamos los 3 billetes, y nos bajamos 2 paradas después en Toyen. Gracias a Google maps llegamos bastante bien al hotel y entramos a recepción donde nos dieron las llaves del apartamento, un recepcionista con pocos ánimos de nada o con mucho sueño, que apenas se le entendía, y todo muy tenebroso hasta que encontramos nuestra habitación.
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Muy mona, eso sí, habitación con 3 camas, sin vistas a la calle, sino a una especie de portal, 2 baños, un salón con cocina aunque sin microondas, con fuegos eléctricos. Nos acostamos a la 1 y media o así, y dormimos bastante bien.

Gastos día 1 (3 personas):

Vuelo ida: 268 €
Tren del aeropuerto a Oslo: 60,45 €
Apartamento Oslo: 211,18 €
Billete metro 24 h: 10 €

Total 3 personas: 549,63 €
Total por persona: 183,21 €

Esta mañana nos levantamos a las 7, desayunamos, nos vestimos y a las 8 salimos del apartamento. Había 9 grados pero daba sensación de más, y estaba soleado apenas sin nubes, así que aprovechamos para ver los parques Vigeland y el museo folklórico antes de que lloviera por la tarde, o mañana.

Cogimos el metro y nos dimos cuenta de que los billetes de 24h que compramos ayer sólo era uno con dos duplicados. Bajamos en Oslo S y cogimos el tranvía 12 hasta el parque Vigeland. Hacia un sol espléndido y pudimos hacer muchas fotos.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Nos gustó mucho, sobre todo la parte de arriba con la gran columna de esculturas y con la fuente. Pude comprar por la tablet los dos billetes que nos faltaban (20 euros) y cogimos de nuevo el tranvía 12 hasta la estación central, donde cogimos el bus 30 para ir al museo folklórico. Fuimos todo el tiempo de pie, pues iba el bus lleno de niños de excursión, y estaba bastante lejos…

Al fin llegamos al parque, pagamos 43,39 euros en total los 3, y fuimos viendo las distintas casitas de la recreación de una aldea, y el museo al aire libre, con cientos de casitas de madera.
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Tras subir una gran cuesta empinada logramos encontrar la stavkirke (o algo así), una iglesia vikinga preciosa, y allí nos comimos los sándwiches de almuerzo a las 11,30.
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Fuimos hacia la salida y entramos a algunas casitas, entre ellas una escuela antigua muy chula, cogimos el bus 30 a la estación central y fuimos caminando por Karl Johannes gate a comprar algunos recuerdos (gafas para mi padre de sol, 2 postales, imán) (22,26 euros) y a buscar algún sitio para comer, y acabamos en el Burger king (32,38 euros).
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Entramos al 7 eleven a por leche, dos yogures y dos imanes más (19,36 euros), volvimos al metro y a Toyen al hotel a echarnos la siesta hasta las 17.

A las 17 y algo nos levantamos y al salir llovía, aunque no mucho, y sacamos los paraguas. Cogimos el metro hasta la estación del Parlamento, le vimos por fuera y fuimos a la National Gallery a ver el famoso grito de Munch.
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No tuvimos que pagar porque los jueves era gratis. Tuvimos que dejar las mochilas y paraguas en una taquilla en la que no había que meter dinero sino un código. Vimos todo el museo, algo rápido ya que yo solo quería ver la sala de Munch, pero está bastante bien, hay cuadros de todas las épocas, y todos los estilos, esculturas... Tras ver el grito de Munch salimos.
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Ya llovía algo menos, y nos acercamos a ver el Palacio Real por fuera.
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Hicimos fotos y volvimos andando al metro del Parlamento, y de ahí a Tøyen al hotel. Eran las 20 o así, nos duchamos, cenamos un yatekomo y fiambre y antes de las 22 nos acostamos.

Esta mañana nos levantamos sin prisas, a las 8 y pico, desayunamos tranquilamente, metimos todo en las maletas y sobre las 10 salimos del apartamento y dejamos las maletas en la recepción, en un cuarto bajo llave.

Sacamos 3 billetes de 24 horas del transporte con la app del móvil (30 euros), y cogimos el metro hasta la estación central y nos acercamos a ver la ópera por fuera. Estaba nublado, sol y nubes, y temíamos que lloviera pero no nos llovió en toda la mañana.
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Subimos mi madre y yo a ver la ópera por arriba. Bajamos, recogimos a mi padre y cogimos el tranvía 12 hasta el ayuntamiento. Hicimos algunas fotos en el puerto de en frente y entramos por detrás al ayuntamiento, tras comprar algunos recuerdos que nos faltaban (37,58). El ayuntamiento era gratis, aunque solo se veía el salón de abajo, muy bonito, eso sí, con unas pinturas muy chulas.
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Salimos y estuvimos un rato sentados mirando al mar. Después nos fuimos a dar una vuelta por la fortaleza de Askershus. No entramos a ver ningún museo ni castillo, pero dimos por ahí una vuelta hasta llegar al patio del castillo, hicimos algunas fotos y nos volvimos.
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Hacía ahora muchísimo sol y calor. Cogimos de nuevo el tranvía 12 hasta la estación central a buscar para comer. Había leído recomendaciones del restaurante Egon, de que había bufet de pizzas libre, pero lo vimos demasiado lujoso y nos fuimos a buscar otro a la calle Karl Johannes, y al final entramos al otro Egon y comimos a la carta, una sopa cremosa de pescado muy rica, y tres platos diferentes de salmón y bacalao, con agua del grifo, 943 kr (105,45 euros).
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No venían a las mesas, había carta en español y después había que ir a pedir a la barra y ya sí te lo traían.

Al salir de allí nos cayó un chaparrón, tanto que nos pusimos los chubasqueros de los chinos que llevábamos y todo el mundo nos miraba, hasta llegar a la catedral, y esperamos allí como pudimos hasta que abrieron. La entrada era gratuita y era mona por dentro, sobre todo las pinturas, aunque no tenía mucho más. Como iba a haber una misa a las 16,30, salimos.
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Ya no llovía e incluso a veces salía el sol. Entramos a la estación central del tren a ver si había baño pero había que pagar 20 kr, así que nos fuimos en metro a las 17 h al hotel a por las maletas y allí fuimos al baño.

Volvimos en metro a la estación central y allí pasamos la tarde, muy aburridos y sin poder entrar al baño, y de vez en cuando dando paseos. A mi padre se le ocurrió la idea de que fuéramos nosotras dos al Burger King a por un helado y así íbamos al baño, y nos fuimos las dos, pasando un poco de miedo por la gentecilla que había por la calle (gente pidiendo y gente de fiesta) y antes nos habíamos perdido dentro de la estación, y salimos por una puerta extraña, donde había como un puente.

Compramos un frapé capuchino por 36 kr (4,02 euros) y nos dio el código para el baño, pero como era en inglés me enteré mal en un número y menos mal que nos lo dijo número por número otro que había arriba. Volvimos a la estación, nos cambiamos de sitio y cenamos sándwiches que llevábamos hechos en el apartamento, y compramos unas frutas por 3,91 euros en la estación.

Cuando fue hora vino el tren y a las 23,25 salió hacia Bergen, pero nosotros nos bajaríamos en Myrdal para ir después a Flam. Todo este trayecto hasta Flam, nos costó por adelantado en la web de la nsb 243,28 euros.