¡Y llegó el gran día!
Partimos hacia Egipto en un vuelo directo Madrid-El Cairo con Egyptair. LLegamos a nuestro destino sobre las 20:30 de la noche.
Nuestro amigo J nos vino a buscar al aeropuerto, nos esperaba fuera porque en Egipto las personas sin billete NO pueden entrar ni siquiera en la zona de facturación o en la de llegadas.
J nos dice que lo mejor es pedir un Uber o un Careem, desde que usa estas aplicaciones se ha ahorrado muchas luchas con los taxistas de El Cairo, je je! Bueno pues... ¡la primera en la frente! el taxista que nos recoge no es el mismo que el Uber que tenía que venir, el coche era del mismo color, nos confundimos y el chico se hizo el longuis... Welcome to Egypt! ellos son listos y nosotros muy pardillos... ay madre...
Llegamos a su casa, R nos estaba esperando, las niñas ya dormían; dejamos nuestra mochila y J nos lleva a cenar al restaurante Abu el Sid en Zamalek
www.abouelsid.com/Home . Es muy bonito, hay una mesa con tres occidentales, el resto: un grupo de mujeres egipcias muy arregladas, varias mesas con gente joven, alguna pareja... y me doy cuenta de que se puede fumar en los restaurantes, buf! ya no me acordaba!
Al terminar nos vamos a dar un paseo, se supone que esa es una zona animada, pero la verdad es que a parte de una calle con dos terrazas, poca animación más había....
Volvemos a casa a dormir, ya es un poco tarde y mañana empiezan las visitas!
J y R nos han planificado las visitas culturales y gastronómicas de los días que pasaremos en El Cairo y para el primer día han decidido llevarnos a desayunar a The Platform
m.facebook.com/ThePlatformEG/ Un restaurante junto a Nilo donde nos ponemos las botas! Quieren que lo probemos todo, dulce y salado.... salimos de allí rodando!
Después del desayuno (horario español, ya debían ser las 12 o las 13h) la siguiente parada es la Ciudadela con la Mezquita de Alabastro. La idea era llegar a la hora del rezo, pero fue imposible... R se fue para casa después del desayuno, pues está convaleciente de una operación en el tobillo y no puede estar mucho tiempo de pie, pero las niñas se vinieron con nosotros.
Tras sortear el tráfico cariota llegamos a la mezquita, las vistas de la ciudad son magníficas y......
Oh my god! SE VEN LAS PIRÁMIDES!!!
Qué emoción más grande!
A lo lejos, entre la boina de contaminación ahí están, se distinguen perfectamente y más a la izquierda, se ven también la pirámide de Saqqara y la pirámide Roja!
Qué maravilla!
Nos vamos para casa, J había dejado preparadas unas lentejas vegetarianas buenísimas, así que damos cuenta de ellas y nos preparamos para el viaje en tren!
Sí, esa misma noche nos vamos a Luxor en el Watania Sleeping Train.
Por varias circunstancias en la organización del viaje, decidimos ir a Luxor en tren, la opción de ir en coche cama parecía buena porque te ahorras una noche de hotel y te dan de cenar y de desayunar. Pues bien, aviso: no lo hagáis a menos que sea totalmente imprescindible. Es caro, es imposible dormir por el ruido del tren, de los raíles, de los trenes con los que nos vamos cruzando, no funciona la calefacción, pasamos un frío infernal, y cuando se lo dijimos al azafato nos dijo que teníamos que esperar media hora a que se calentara... bueno, en un viaje de 9h, eso no calentó nunca.... Lo único divertido fue la espera en la estación Ramses de El Cairo, ver como la gente sube y baja de los trenes por las vías nunca dejará de asombrarme...
Y sobre las 6 de la mañana llegamos a Luxor.
Aquí tengo que hacer un pequeño inciso antes de continuar...
Durante la preparación del viaje nos planteamos no hacer el crucero e ir a los sitios por nuestra cuenta, básicamente porque no nos van los viajes organizados, pero todo el mundo nos animaba a hacerlo, J especialmente; así que mientras buscaba información y comparaba precios una amiga me dio el contacto de un tal Mandouh (pronúnciese Mando). La historia es que ella y su pareja estaban el Luxor y un tipo se les acerca y les convence para que hagan el crucero (no entraba en sus planes), negocian y les sale por un precio irrisorio 20$ por noche, el barco estaba genial, y les encantó todo. Así que me pasó el teléfono y negocié con Mandouh por whatsapp nuestro crucero. A nosotros no nos salió tan barato, acordamos 35$ por noche y por persona (sigue siendo un buen precio) y le pregunté si las visitas a los templos estaban incluidas, y me dijo que sí. Segunda en la frente....
Pero la cosa fue así:
Llegamos a Luxor sobre las 6 de la mañana y habíamos quedado con Mandouh a las 8 en la entrada del templo de Luxor. De la estación al templo hay menos de 10 minuntos caminando en linea recta, vamos, que está al lado... Y tan temprano los conductores de taxis y de calesas no nos dieron demasiado la brasa... solo lo justo, je je! A esa hora vimos los globos volando por el cielo, la verdad es que con los colores del amanecer era precioso, e hicimos tiempo hasta que Mandouh nos vino a buscar.
Al llegar, el amigo Mandouh nos dice que hay un cambio de planes y que ahora nos vamos a ver el Valle de los Reyes y que le adelantemos el dinero (J nos había insistido en no pagar nada sin ver antes el barco) le decimos que no pagamos sin ver el barco y nos dice que Ok. La verdad es que se lo tomó muy bien, debe ser algo habitual, nos enseñó fotos en el móvil y una pareja de coreanos que también estaban en nuestra excursión nos dijeron que el barco estaba muy bien, y seguimos hacia el Valle de los Reyes sin pagar ni un duro.
Por otro lado también nos dijo que los templos de Karnak y Luxor los haríamos por la tarde, pero que si preferíamos hacerlo al día siguiente nos ponía un chofer, pero no un guía; bueno, estábamos tan cansados de no haber dormido en el tren que nos pareció mejor descansar por la tarde e ir a los templos al día siguiente.
Llegamos al Valle de los Reyes y (por supuesto) no teníamos la entrada incluida, ni nadie más de nuestro grupo, todo sea dicho...
Vimos 3 tumbas, lo que incluye la entrada general, si quieres ver la de Tutankhamon o la de Ramsés, se pagan a parte y bastante caras...
Después el templo de Hapsetshut en Deir el Bahari, está todo reconstruido, pero es igualmente una maravilla. Y camino al restaurante para comer paramos en los Colosos de Memnon.
Después de comer el grupo sigue hacia Karnak y Luxor y Mandouh nos lleva al barco y dice: Vamos a coger un taxi, uy, no viene ninguno, iremos en furgoneta...
Otro inciso: En Egipto hay una especie de minivan/autobuses muy baratas y que van como locos, bueno, pues cogimos una de esas e hicimos transbordo a otra. Fue muy gracioso, entrar con mochila y todo en una de esas aplastando a la gente, que bastante bien se lo tomaban... a mi se me levantaba la camiseta al quitarme (y ponerme después) la mochila y la señora de detrás de mi me la bajaba todo el rato! ja ja ja! Y un hombre le dice a mi marido en un perfecto español: A que no te imaginabas esto cuando estabas en España? ja ja ja ja!! Fue toda una experiencia!
Y por fin, el barco, era perfecto. Le dimos a Mandouh el dinero más 400 libras egipcias, unos 20€ que también habíamos negociado para ir a Abu Simbel (tirado de precio, solo transporte). Paga él al recepcionista del barco y nos devuelve las 400 libras y nos dice que el día de ir a Abu Simbel se lo demos a un tal Mustafá que nos vendrá a buscar a las 4:15h de la madrugada. Nos insiste mucho en el horario y en que si decimos que sí no nos podemos echar atrás. Tranquilo Mandouh, ver el Abu Simbel es uno de los sueños de mi vida, no me voy a echar atrás ahora!
Y así termina nuestra tercera etapa, descansamos un poco, cotilleamos los recovecos del barco, cenamos y a dormir!