Este viaje tuvo lugar del 25 de septiembre al 12 de octubre de 2006. Nuestro diario comenzó con el viaje desde:
Barajas a San José de Costa Rica.
Llegamos sobre las 17.30h, estaba a punto de anochecer. Estábamos bastante nerviosos porque nunca habíamos hecho un viaje tan largo ni tan lejos, no sabíamos muy bien como se nos iba a dar. De la agencia vinieron a buscarnos para llevarnos al hotel, el Ramada Plaza Herradura, que está cerca del aeropuerto. Como no tenían habitaciones de la categoría contratada nos dieron una suite superior, una pena que la fuéramos a disfrutar menos de 24 horas. Bañito en el yacuzzi, cenita y a dormir.
Al día siguiente nos vinieron a buscar a las 6h, nos íbamos para Tortuguero. Recogimos a otras personas en otros hoteles, desde ese momento se convirtieron en compañeros de viaje (casi todos también parejas en Luna de miel) para este destino, pues compartíamos hotel, trayecto,excursiones, mesa en las comidas, y a Nacho, nuestro guía, un encanto.
El viaje hasta el embarcadero se hace un poco largo, pero luego todo es nuevo y excitante y relajante a la vez, 3 horas de lancha por ríos y canales caudalosos en pleno contacto con la naturaleza. El hotel era el Jungle Lodge, muy sencillo pero muy cuidado, la comida tradicional pero poca variedad. Por la tarde nos llevaron a ver el pueblo de Tortuguero, y luego nos dejaron tiempo libre hasta el anochecer, donde ya nos llevaron de vuelta al hotel. En esta zona no hay un coche en 40 Km a la redonda, todos los desplazamientos son en lancha.
2º día en Tortuguero
nos advirtieron que al día siguiente nos despertarían los monos aulladores, pero creímos que era una especie de broma para turistas, pero no, a las 5amcreíamos que iba a entrar King Kong por la puerta, menudo despertar. Y ya puestos nos fuimos a dar una vuelta por los senderos del hotel. Esa mañana subimos al cerro Tortuguero, con botas de caucho, llegamos embarrados, desde arriba es más fácil hacerse una idea de todo el entorno. Luego con bañito en la piscina de por medio nos llevaron a dar una vuelta por los canales, avistando fauna en abundancia.
Por la noche contratamos excursión para ver el desove de tortugas, noche cerrada, sólo con 3 linternas para 10 personas, y en la playa a oscuras. Mereció la pena, que momento más mágico.
Al día siguiente partimos hacia Cahuita.
La carretera nos tiene fritos, muchos tramos son sólo pistas forestales ocn innumerables baches y se avanza despacio. Llegamos a Puerto Viejo, al hotel Suerre Caribe, bonito pero alejado del pueblo.
2º día: parque Nacional de Cahuita
Nos llevaron en lancha por mar hasta el arrecife, hicimos 2 horas de snorkel guiado, luego refrigerio en una playa y vuelta por los senderos del parque. Maravilloso bañarse en el Caribe y a la vez estar viendo a los monos o perezosos.
TErcer día:
playa y visitar Puerto Viejo, mezclándonos un poco más con su gente. Comimos en el Tamara, un restaurante que nos recomendó el taxista, langosta, muy buena. A resaltar también los jugos, el de maracuyá en leche el mejor.
El siguiente destino fue Arenal
Cambio radical de paisaje y ambiente. Según llegamos llamamos un taxi, que nos llevó al Tabacón, para disfrutar de sus termas y una cena, con la tarifa nocturna (desde 18h). Excelente manera de relajarse tras el largo viaje (7h y lloviendo).
Al 2ºdía:
amaneció claro, nos fuimos en taxi a las cataratas de la Fortuna, bañito, y vuelta al pueblo andando, que nos cayó un pequeño dilubio. POr la tarde contratamos otra excursión por los aledaños al volcán, pero llovió a mares, por lo que lo más interesante fue la charla con el guía. No tuvimos mucha suerte, por la noche solo vimos la lava un rato, por el día sí se despejó el volcán, y se veían caer unas rocas enormes por la ladera desde el hotel, que era el volcano Lodge, para mí el mejor del viaje.
De ahí fuimos a Monteverde.
La visita a Santa Helena y los puentes colgantes nos gustó bastante, pero el jardín de colibríes fue lo mejor. Yo pensé que habría alguno, pero es que estaba lleno de ellos, de multitud de especies y colores, bebiendo de los bebederos de agua con azúcar. Al quedarte quieto un rato se acercaban mucho, dos llegaron a tocarme.
2º día:
La visita a Monteverde se deslució porque el guía estaba más pendiente de sus comentarios irrelevantes que de la visita en sí, aunque sí vimos al mítico quetzal. El hotel Heliconia era bastante bonito, aunque todos los del viaje estaban integrados en la naturaleza. Aquí visitamos el pueblo, donde comimos en la casa del árbol(es un árbol con el edificio alrededor), el ranario (la entrada incluye para verlo de día y de noche, y un guía), que da mucho juego. el clima fresquito (15ºmínimos) pero bien.
Siguiente punto: golfo de Papagayo.
Complejo todo incluido Occidental Grand Papagayo. Aquí solo playa, snorkel y relajación. Sólo nos quedaba Manuél Antonio, que superó nuestras expectativas.
El hotel Casitas Eclipse era viejito pero estaba limpio y bien aprovisionado, lo malo es que su bar no te deja dormir hasta las 2am. En la primera bajada hasta la playa Espadilla Norte ya avistamos una manada de monos titís, que iban pinchándose y jugando.
2º día:
La visita la hicimos contratando un guía en la puerta, que se portó bastante bien. Luego pasamos el día recorriendo otros senderos y disfrutando de la playa Manuél Antonio. En este parque como ya llevábamos un entrenamiento para buscar animales conseguimos avistar multitud de perezosos, monos aulladores, monos cariblancos, monos titís, iguanas, alguna serpiente etc Y con mucha pena nos volvimos a San José, y a Madrid, con retraso de 17h del vuelo incluido.