Roma, era un destino que teníamos pendiente. Una de esas ciudades que siempre estas a tiempo de visitar. Semana Santa es una de esas fechas que nosotras tenemos como costumbre, perdernos 3 o 4 días por una capital europea.
Salimos desde Girona hasta Ciampino, con Ryanair. Hacía poco que habían puesto la obligatoriedad de facturar online y yo me salte este paso, esto nos acarreó un verdadero problema, casi perdemos el vuelo, porque a ello se le sumó que nos confundimos de horario de salida. En fin, iniciábamos nuestras mini vacaciones de la Semana Santa con algunos inconvenientes.
Durante el vuelo, las azafatas nos ofrecieron la posibilidad de comprar los billetes de autobús ya que según nos argumentaron, nos evitaría largas colas de espera al llegar a Ciampino. Como es natural, la mayoría de los pasajeros compramos los billetes. Una vez en tierra y listas para subir al bus, que nos tenía que llevar hasta la estación Termini de Roma, nos damos cuenta que los billetes cuestan 4 euros y que las colas son las normales, ya que todo el mundo se desplaza en bus hasta Roma.
Después de montar un pollo, nos dieron instrucciones para reclamar. "Nunca se debe comprar un billete de bus en un avión". Esto me ha quedado muy claro.
Después de esta anécdota y una vez llegamos a la estación Termini, cogimos el metro hasta la parada de Vaticano. El trayecto hasta el albergue sólo lo podíamos realizar en taxi o bus. Lo hicimos andando. Después de una caminata de 2,5 km. Llagamos a Viale delle Olimpiadi "Foro Italico”. El albergue muy bien, aunque un poco alejado del centro.
Nos instalamos y salimos directas a coger el bus hasta Trastévere, para seguir nuestro plan.
Tercera lección (ya, llevábamos dos).
A pesar que teníamos una parada de bus justo al lado del albergue, preferimos andar un rato y coger un bus más adelante. Lo hicimos en una estación a media hora del albergue. Fuimos a la máquina expendedora, sacamos dos billetes y nos subimos al autobús.
Una vez en Trastevere, callejeamos un buen rato, es una zona en que vale la pena perderse por sus calles. Cenamos en un acogedor restaurante y nos fuimos andando sin rumbo, hasta el centro.
Salimos a la Fontana di Trevi y la Piazza Spagna.
Lo que teníamos claro era que los autobuses funcionan hasta las doce de la noche y que volveríamos en bus. Nos dijeron que en Roma, los autobuses no son gratis.
2º día.
Madrugamos., para provechar el día. Nuestra primera visita era la Piazza di San Pietro. Nos enteramos que al día siguiente realizaban la misa de pascua y decidimos que allí estaríamos, para no perdernos un espectáculo como ese.
Nuestra próxima visita, era la Capilla Sixtina, estuvimos una hora para poder entrar, el rrecorrido nos llevó dos horas.
Concluida nuestra visita salimos de nuevo a la Plaza de San Pedro y seguimos hasta el Ponte de Sant’Angelo. Sin duda el puente más elegante que cruza el Tiger.
Concluida la visita, seguimos andando por un entramado de callejones y callejuelas hasta dar con un impresionante Panteón.
Ubicado en la Piazza de la Rotonda, un lugar repleto de bares, restaurantes y donde se puede comer, saborear un buen helado y tomar el mejor capuccino de Roma.
Esa noche volvimos a cenar en Trastevere y de nuevo volvimos en bus hasta el albergue.
3er. Día
Fuimos andando hasta, el Vaticano.
Misa de Pascua en el Vaticano, impartida por el Papa di Roma.
A las ocho de la mañana estábamos en la Vía di Porta Angelica. Nuestra intención era dar un vistazo y continuar nuestra ruta. Pero no fue así.
Al llegar, unos guardias nos metieron “literalmente” en una fila, les dijimos que no llevábamos documentación, ni tikets, que no íbamos a misa, ni nos escucharon. A la cola! . Bueno, en vista del éxito nos dejamos llevar. Pasado un buen rato, nos hacen pasar a la pLaza de San Pedro por la zona VIP, fue entonces cuando nos dimos cuenta de que de ahí no se salía hasta que se terminara el show.
Asistimos a la Misa de Pascua, sentadas como dios manda, rodeadas de curas (guapísimos), tuvimos al Papa al lado y nos largamos a la que pudimos. Fue más difícil salir, que entrar. No somos ni creyentes ni practicantes. Es un espectáculo digno de ver (en Roma).
Andamos lo que no está escrito. Llegamos al Circo Massimo, hay que destacar que siempre vamos al revés de lo que hace la gente.
Bordeamos el circo hasta llegar al Colosseo.
Seguimos por la Via dei Foro Imperiali.
Continuamos andando hasta llegar a la Plaza de España,
subimos la escalinata hasta llegar a Vila Medici,
en esta zona, hay un parque, con unos fatásticos jardines y al llegar a un estanque, cojimos una barca y nos dedicamos a remar un rato, como hacían muchos italianos.
nos perdimos por los jardines. Cuando salimos lo hicimos muy cerca de la Piazza Popolo.
Terminamos la tarde haciendo un extenso recorrido, viendo todo lo que nos encontrábamos en el camino, hacía rato que ya nos habíamos olvidado que llevabamos una guía.
Esa sería nuestra última noche en Roma, por lo que fuimos al Pateón, para tomar un refresco
y mas tarde cenar en un restaurante cercano a la Fontana di Trevi.
4º Día, Cogimos el Bus turístico.
y nos fuimos directas al aeropuerto.
Tres días, dan para muy poco en una ciudad como Roma, aunque ha nosotras nos ha cundido bastante. Ha sido una Semana Santa muy intensa.
Roma, es ideal, para recorrerla andando. El itinerario que llevabámos, no lo habíamos planeado demasiado bien, por lo que aconsejo, llevar un planing de ruta muy bien organizado, para no terminar agotadas como nos pasó a nosotras.