Fue un viaje de 15 días en búsqueda del extraordinario Sol de Medianoche…
Noruega, el país de los antiguos Vikingos, con sus increíbles leyendas de guerras y seres fantásticos como los Trolls.
Empezamos desde Oslo, su capital. La idea era conseguir llegar hasta su lejano norte, Tromso.
Fue un viaje de improvisación, según como estábamos, según el tiempo, y según el dinero nos movíamos acercándonos a nuestra meta.
Hicimos el recorrido con el famoso Norway in a Nutshell, subimos al tren de Flam y navegamos por el Songfjord, el fiordo de ensueño. Pasamos por dentro del túnel de carreteras más largo del mundo (Laerdal 25 km), y terminaos haciendo un tramo con el famoso Hurtigruten el barco que te lleva hasta Cabo Norte.
Empezamos visitando la capital, Oslo. Desde Oslo nos dirigimos hacia Bergen. Pasamos unos fantásticos días en la hermosa ciudad de Bergen y desde allí empezamos el recorrido por los fiordos hasta llegar a Alesund, la ciudad Art Noveau.
Desde Alesund llegamos al centro del país a la antigua capital vikinga, Trondheim. Y desde allí volamos hasta el Círculo Polar Ártico primero a Bodo y desde Bodo hasta las vírgenes islas Lofoten buscando el Sol de Medianoche.
Qué… pero… no lo conseguimos ver… Será para otro viaje…
Al final nos faltaron unos días para llegar hasta la nórdica Tromso.
Fue un viaje de aventuras, con increíbles paisajes y ciudades hermosas. Agua por todas parte, fiordos, ríos, cascadas, glaciares, lluvias… Todo valió la pena…
Un país mágico, para visitar con tranquilidad. Seguramente el largo invierno noruego debe ser extraordinario.
Tuvimos pocos contactos con los lugareños, pero lo que pudimos ver es que son personas extraordinarias, detrás de una apariencia fría y alejada esconden muchísima amabilidad, generosidad y ganas de ayudar, esto sobretodo en los aislados lugares más al norte del país.
El viaje está dividido en 9 etapas.
1 - Oslo Ciudad Vikinga
2 - De Oslo a Bergen con Norway in a Nutshell:
3 - Bergen, la ciudad de la lluvia
4 - Ruta Entre Fiordos. De Bergen a Fjaerland:
5 - Ruta Entre Fiordos. De Fjaerland a Geiranger:
6 - Ruta Entre Fiordos. De Geiranger a Alesund:
7 - Trondheim, Antigua Capital Vikinga:
8 - Islas Lofoten. Stamsund en la isla Vestvagoy:
9 - Islas Lofoten. Svolvaer en la isla Austvagoy:
Etapa 1[i]
En este viaje de sólo unos 15 días decidimos ir a buscar el sol de medianoche.
Llegamos a la capital Noruega, Oslo, luego empezamos el recorrido del país hacia el profundo norte hasta llegar a las agrestes tierras de las islas Lofoten en el Círculo Polar Ártico. Nos faltó tiempo para llegar hasta Tromso y Cabo Norte. Será para otra vez.
Oslo es una ciudad pequeña comparada con las otras capitales europeas.
Desde el aeropuerto cogimos un tren que nos llevó rápidamente en el centro de la ciudad.
Y caminado un poco por la tranquila capital llegamos a nuestro hotel.
Por la mañana, con el sol ya alto, en este periodo del año el sol está prácticamente todo el día, nos levantamos y percibimos un extraño silencio por la ciudad. Era lunes y no había movimiento por las calles… descubrimos que era día de fiesta y los noruegos se quedaron en casa a descansar…
El día lo pasamos paseando por la ciudad por las calles casi desiertas.
Es fácil moverse por las calles de Oslo. La ciudad es pequeña y puedes recorrerla tranquilamente caminado. Después de ver la zona del puerto, las varias plazas con los edificios más importantes, como el Palacio de Storting (Palacio del Parlamento Noruego), fuimos a coger un Ferry, que cruzando el Fiordo de Oslo, nos llevó al otro lado a visitar el Museo de Barcos Vikingos.
En este museo se pueden admirar los restos de antiguos barcos vikingos y los espectaculares trabajos de decoración, tallos, que tenían estos barcos. La visita no es muy larga.
Desde este lado del fiordo se puede volver a la ciudad con un bus.
Los medios de transporte de Oslo funcionan bastante bien.
Después del museo fuimos a visitar el Parque de Vigeland o Parque de Las Esculuras.
Es un parque bastante grande y los noruegos lo usan para pasear y hacer actividades al aire libre. En el interior del parque se pueden admirar muchas esculturas.
La mayor atracción del parque es el Monolito (Monolitten), un bloque único de granito de unos 17 metros de altura que está esculpido con 121 figuras humanas desnudas y entrelazadas.
Otro elemento atractivo de la ciudad de Oslo es la Fortaleza de Akershus.
Es una fortaleza construida en la Edad Media para defender la ciudad de los ataques. Tiene la fama de que nunca se conquistó. Se puede dar un agradable paseo en su interior. Además se puede apreciar una bonita vista al Fiordo de Oslo y a la ciudad desde los altos de sus muros.
Oslo no es muy grande y puedes recorrerla en un par de días.
Desde Oslo nos dirigimos hacia Bergen en tren haciendo el recorrido con la famosa compañía Norway in a Nutshell.
Etapa 2[i]
Después de visitar Oslo nos dirigimos hacia Bergen. Para hacerlo decidimos coger la opción más interesante para hacer este recorrido Norway in a Nutshell.
Norway in a Nutshell es un tour organizado por una agencia. Se trata de un recorrido en varios trenes, buses y barcos que te llevan hasta la ciudad de Bergen y que da la posibilidad de ver montañas, cascadas, fiordos y sitios difíciles de alcanzar solos. El tour dura un día entero, desde la mañana hasta la noche.
Se sale de Oslo por la mañana temprano, los billetes se pueden comprar directamente en la estación de trenes, normalmente no hace falta reservar.
Un consejo es llevar comida y agua para el día . No se encuentran muchos lugares durante el camino para conseguir comida a un precio "accesible".
La primera parte del recorrido se hace en un cómodo tren que atraviesa enormes valles desierticos, con nada alrededor. El recorrido lo hicimos al principio de junio, y todavía había mucha nieve en estos valles. Después de unas horas llegamos a la estación de Myrdal.
En Myrdal cogimos el famoso Tren de Flam. El tren es famoso e importante en Noruega por su recorrido por lugares agrestes y empinados.
El tren pasa por unos de los recorridos más inclinados del mundo con vías normales. Los largos y serpenteantes túneles son unas de las obras de ingeniería más audaces de la historia de la ferrovía noruega.
El recorrido es de unos 20 km donde se pueden ver increíbles cascadas, montañas nevadas y granjas de montaña.
Cuando subes al tren de da la impresión que su interior es más ancho de lo normal. Hay que subir rápidamente para escoger los sitios más oportunos para admirar el paisaje.
Después de pasar en varios túneles hicimos una parada para ver una enorme cascada. El tren paró entre dos túneles y nos permitieron bajar para admirar el espectáculo de la gran cascada.
De repente empezó a sonar una música, y a lo lejos apareció una figura. Era una mujer que representaba una antigua dama de la cascada bailando al ritmo de la música y desapareciendo y apareciendo en diferentes lugares. Personalmente me pareció un poco cursi…
Después de unos 10 minutos volvimos al tren y seguimos la bajada hacia Flam, donde se podían ver de vez en cuando granjas, el río en el valle, y muchas cascadas que caían por todas las montañas, hasta finalmente llegar a la estación de Flam.
Creo que este recorrido no fue tan espectacular como me lo esperaba. La mayoría del tiempo la pasábamos en el interior de los túneles, genial obra de ingeniería vale, pero poco apreciable. Para compararlo fue mucho más espectacular y bonito el trayecto del Bernina Express o Trenino Rosso, el tren que une a través de los Alpes Italia y Suiza (Tirano y Sant Moritz).
Flam está en la esquina más interior del Aurlandfjiord (fiordo de Aurland), este fiordo es patrimonio de la humanidad por su espectacular naturaleza y paisajes.
Aquí subimos al barco crucero que nos hizo recorrer el Aurlandfjiord y parte del Sognefjiord (Fiordo de Sueños). El recorrido con el barco fue bastante lento y en un principio espectacular y emocionante, por fin estábamos en un fiordo.
Las montañas empinadas verdes, los centenares de cataratas, el aire que se respiraba, las luces, los colores… todo era emocionante.
Desde la salida del barco nos persiguieron multitudes de gaviotas que estaban tan cerca del barco que casi se podían tocar mientras volaban. Al rato pero, ya todo era muy parecido.
Realmente los que dicen de los fiordos que "visto uno visto todos" tuvimos la sensación que fuera real. El recorrido duró unas horas, que al final se hicieron un poco largas.
Llegados al muelle subimos a un bus que nos llevó hasta Voss a través de montañas empinadas.
Muchos de los pueblecitos que se ven en el fiordo se pueden comunicar con el resto del país solo vía barco y algunos de ellos con una pequeña carretera que sube las montañas hasta llevarte por el otro lado. Si no hubieran ferris que te hacen cruzar los fiordos podrías tardar muchas horas para hacer pocos kilómetros.
Una vez llegados a Voss volvimos a coger el tren principal que nos llevó hasta Bergen.
Llegamos a Bergen sobre las 9 de la noche, pero, ya que casi no hay noche, llegamos con la luz del sol. Desde allí fuimos caminado hasta el centro de la ciudad hasta llegar a nuestro alojamiento.
Era una casa particular de un chico que alquilaba una habitación de su casa. Una cosa normal en Noruega. Es una solución más económica a los hoteles y tienes la experiencia de vivir con gente del lugar. Para probar.