A continuación dejamos las maletas y nos dispusimos a caminar por la ciudad hacia el casco histórico. La verdad es que del aeropuerto al hotel, pudimos ver la parte moderna de la ciudad, y no es nada del otro mundo. Es una ciudad donde viven medio millón de habitantes, por supuesto es una ciudad marítima comercial, situada en el mar Báltico, y con relaciones económicas-financieras sobre todo con Finlandia. A menudo los filandeses cruzan el báltico para llegar a Estonia y comprar sobre todo alcohol, como por ejemplo, cervezas, dado que en Finlandia el Alcohol es carísimo debido a que son varios impuestos los que gravan dichas bebidas como medida del gobierno para luchar contra el alcoholismo. Por ello no es raro, verlos en las líneas cargando con carritos o con ruedas que venden en el puerto cajas y cajas de cerveza y menos raro verlos bebiendo en el barco. Los Estonios prefieren las relaciones comerciales con Finlandia, de hecho, no quieren saber mucho de Rusia. Estonia es la más moderna, en relación con los otros dos países del Báltico: Letonia y Lituania, Estas últimas si tienen más relación con Rusia, y utilizan su propia moneda. En Estonia, se utiliza el euro. Durante muchos años, precisamente por su pasado histórico, el idioma ruso, se impuso oficialmente en estonia, y se hablaba en colegios, centros oficiales, etc.. pero lo cierto, es que los estonios actualmente, aunque saben ruso, no se muestran muy dispuestos a hablar en este idioma. Una muestra de estas desavenencias, lo encontramos al visitar precisamente la Catedral
de Alexander Nevski, símbolo del zarismo, y que si nos centramos únicamente en la catedral nos da la sensación de estar en Rusia, y no en Estonia.
Pues bien, esta catedral para muchos habitantes de Estonia no es algo de lo que estar orgulloso como símbolo de la ciudad, hasta incluso haberse planteado su demolición, porque es representativa del poder ruso, y que no tiene nada que ver con el conjunto medieval de la ciudad.
Estonia también muestra un gran contraste entre lo que es el centro histórico, la ciudad moderna y sobre todo la uniformidad de los antiguos bloques de viviendas comunistas.
Tras el hotel Radisson, a unos metros de un parque hay un centro comercial con tiendas, bares, restaurantes, bastante bonito, merece la pena visitarlo.
Seguidamente, cruzamos el parque ,
tras dejar el centro comercial, nos dirigimos hacia la parte del Casino, donde está el Hotel Savoy y su terraza, y seguimos recto, hasta la bonita
IGLESIA DE SAN NICOLÁS (Niguliste), construida tras la segunda guerra mundial debido a los bombardeos. En su interior tiene un museo de arte medieval. Es de interés ver la obra “Danza Macabra” de Notke, cuyo significado es que la muerte se lleva tanto a ricos como a pobres.
(Justo en la esquina al frente de la iglesia, hay una pizzeria americana, donde comimos una “gruesa pizza” metida en una sartén. ¡!!Madre Mía era interminable! Y la proporción precio-calidad bastante buena.
Al salir de la pizzeria, decidimos pasear al lado de la Iglesia de San Nicolás, era muy llamativo, ver a las chicas jovencitas, sentadas en tumbonas, bebiendo champán en copas como si nada, como si estuvieran tomando una cerveza. El champán se toma a todas horas allí, es bastante frecuente ver esta escena en los diferentes parques de Tallín.
Nos encaminamos hacia la
PLAZA DEL AYUNTAMIENTO (Raekoja Plats), es de lo más bonito,….merece la pena, sentarse en cualquier terraza de las de la plaza, y pasar allí el tiempo mirando las casas, los tejados tan empinados, y el edificio del ayuntamiento (Raekoda).
El ayuntamiento, lo visitaríamos al día siguiente; el exterior del edificio es precioso, tiene una parte inferior sustentada en suportales, que albergan tabernas medievales, que por cierto ya os contaré, muy aconsejable visitar. La torre es de planta octogonal y remata con una aguja en la que se asienta la imagen de un comerciante llamado el Viejo Tomás. Y al frente en la fachada tiene como dos caños en forma de dragones pequeñitos.
Todo muy bonito, muy relajante y eso si, bastante tranquilo,..porque cuando llegamos pudimos observar que no hay demasiada gente por las calles, o mejor dicho, hay calles totalmente vacías de gente. En una de las esquinas de la plaza del ayuntamiento, frente al mismo, se encuentra una
farmacia RAEAPTEEK, que lleva abierta desde 1422. Es cierto que tiene mucha fama( APOTHEKA), pero realmente lo bonito d e la misma, es la fachada, porque yo entré y prácticamente su interior no tiene nada del otro mundo, un mostrador de lo más soso. Sigo pensando que lo bonito es su fachada y la curiosidad de la fecha de su apertura.
Decidimos pasear por la parte baja de Tallín y conocer sus calles principales, me llamó la atención el reloj antiguo dibujado en la fachada de una iglesia, muy bonito. La IGLESIA ES LA DEL ESPÍRITU SANTO, llamada también puha Vaimu kirik. El horario de visita es de diez de la mañana a tres de la tarde. Es una Iglesia del SXIV, que ahora se utiliza para conciertos.
También me llamó la atención la calle donde están los edificios de los gremios, y concretamente EL
EDIFICIO DE LAS CABEZAS NEGRAS, O EDIFICIO Mustpeade Maja, situado en la CALLE PIKK, que es la calle principal del casco medieval
Este precioso edificio fue la sede de los comerciantes extranjeros casados con mujeres estonias. Esta dedicado a San Mauricio y es un edificio del SXIV. Mismo al lado, de este edificio, se Alza un edificio de fachada renacentista, antigua sede de los artesanos, curtidores, carpinteros,etc…y se llama
GREMIO DE SAN CANUTO.
Se dice que la ciudad de Tallín está coja, porque tiene la calle de PIERNA LARGA que va desde la muralla hasta la puerta de la
TORRE MARGARETA, lugar donde vivian los artesanos y comerciantes; y por otro lado está
LA CALLE DE PIERNA CORTA (Pikk jalg), que también comienza donde la muralla y conduce a la parte baja. Es curioso, porque el lugar donde comienza pierna corta y pierna larga hay una puerta, que precisamente el día que fuimos a visitarla, estaba cerrada, que fue colocada por los comerciantes y artesanos para evitar que por la noche, los nobles y aristócratas que vivían en la parte alta de Tallín pudieran aprovecharse de sus hijas y esposas.
Andando andando, fuimos a dar a las murallas, a un pasaje muy bonito, Tallín conserva 25 de las 35 torres originales que formaban la muralla medieval que rodeaba la ciudad.
Enseguida, divisamos la
IGLESIA DE SANTO OLAV, a la que no pudimos entrar, porque prácticamente todo cierra a las cinco de la tarde ( hay que tener en cuenta que en Estonia es una hora más que en España), así que paseamos a su alrededor, y sería al día siguiente cuando subiríamos al mirador. Eso, sí, los que vayan a subir, más vale que estén en forma.
Seguimos caminando por diversas calles del casco medieval y decidimos sentarnos en la cafetería de un hotel en la calle Vaike Kldostri, a tomar, una bebida típica, es un licor bastante fuerte, muy aromático, pero que está muy rico que se llama
Valltallín, (su precio varía según el tamaño que te pongan, pero puede ir desde tres a ocho euros) con lo que, uno se puede tomar unos cuantos porque no es caro,…buff,.. aunque quema por donde va.,..
Después de descansar un tiempo, decidimos ir a ver por fuera, ya que por dentro era imposible por los horarios otra iglesia que estaba en el otro extremo de la ciudad: TOOMKIRIK o Catedral de nuestra Señora, que está en la calle Tookooli, 6. Su horario de visita es de nueve de la mañana a cuatro de la tarde y cierra los lunes. Muy linda también, de estilo gótico.
Para quienes quieran tomar un café, está el café
BOGAPOTT, en la
calle Pinkk, es un café antiguo muy bonito. También se puede en la misma calle un poco más adelante, tomar un café en
MAIASMOKK, también en la calle Pinkk, un poco más adelante del anterior. Este último cuenta con pastelería, tiene pocas mesas, pero os podeis tomar los dulces típicos de estonia que son los mazapanes. En esta pastelería venden, las típicas lenguas de gato de mazapán recubiertas de chocolate, y los mazapanes de bolitas recubiertas de chocolate. ¡!!Estan buenísimas!!, hay cajas de 10 bombones, y no son caros desde cinco a diez euros.
Respecto a los
detalles para llevar de recuerdo. Me compre unos broches de Matriuscas, que si vais a Rusia, allí los teneis desde dos euros. En Estonia los precios oscilan de cuatro a seis euros. Para aquellos que tengais un presupuesto mayor, que decir, que el regalo por excelencia, es
el ámbar. Precioso, hay sortijas, cadenas, brazaletes adornados con esta piedra, que como sabeis es la resina del pino fosilizada en agua salada. De todas maneras, suele ser bastante caro todo lo que venden, ahora que bonito es.
Para cenar, hay múltiples restaurantes medievales en el centro histórico de Tallín, y es que además, sus habitantes saben vender muy bien lo que tienen, os van a encantar los restaurantes metidos en los sótanos de los edificios, como tabernas del medievo, oscuros, frios, forrado en maderas y adornados con velitas, y despachado por mujeres y hombres vestidos con trajes típicos medievales. El más característico
el Peppersack.
En la siguiente etapa, hablaré con más detenimiento, de la flora de tallín, también del edificio del ayuntamiento en su interior, de la catedral de Alejandro Nevski, de la parte alta de Tallín, de sus parques y de los jardines de Europa, mirador Olav, restaurantes para comer, vida nocturna, etc.. pero eso todo, queda para la segunda etapa...