Antes de preparar un viaje a Madeira nos tendremos que plantear qué es lo que nos esperamos de esta isla. Si lo que queréis son playas, este no es el lugar, aun así, que no cunda el pánico, ya que sí que hay alguna playa pequeña y sitios para poder bañarse.
Si os gusta la naturaleza y el senderismo, es un buen destino.
Nosotros cogimos un paquete de avión+hotel ya que salía más barato que cogiéndolo por separado (miré mucho por internet antes de cogerlo). En total fueron 407 euros cada uno desde Bilbao haciendo escala en Lisboa.
El hotel era el Gorghulo, en la zona hotelera de Funchal. Un tres estrellas muy básico y antiguo. Las habitaciones eran pequeñas pero los muebles nuevos y estaba limpio. Como queríamos algo barato y el hotel solo lo usamos para dormir no necesitábamos más. De todas formas Funchal tiene una amplia oferta hotelera de cuatro y cinco estrellas principalmente.
Alquilamos un coche para todos los días, en realidad fueron 6 días, porque el primero llegamos por la tarde y no nos merecía la pena pagar un día más. Creo que es la mejor forma de ver la isla, a tu aire, parando donde quieres. Las carreteras en general están bien, el único problema es que hay muchas cuestas y curvas porque es una isla muy montañosa, pero hay poco tráfico y muchos, muchos túneles que hacen mucho más fácil conducir. No necesitamos GPS, con un mapa nos orientamos muy bien.
En total el coche nos costó 165 euros en avis, pero lo alquilamos a través de la página arguscarhire.com. Nos dieron un Suzuki Swift, 1.2cc, creo que en este caso es importante porque se veía que había coches que no tiraban mucho en las cuestas (aunque al final, todos llegan).
Nos hizo buen tiempo todos los días (fuimos la última semana de agosto), con temperaturas medias de 28º, aun así, a veces hay mucha diferencia de unos sitios a otros dado que en cuanto te montas en el coche no paras de subir y bajar montañas. Algún día tuvimos diferencias de casi 10º entre unos sitios y otros. Lo que fue una constante todos los días fue la niebla, no en la zona costera, pero en cuanto nos alejábamos un poco...
Salimos desde el aeropuerto de Bilbao a las 12:20 con destino a Lisboa donde hacíamos escala, el avión de Funchal iba con retraso y llegamos allí casi a las 18h. Nos llevaron al hotel y nos dieron la típica charla por si queríamos excursiones. Dejamos las maletas y nos fuimos a ver un poco Funchal.
Fuimos hasta el centro de Fuchal, la mayoría de los hoteles está en la zona del Lido, que está a unos 2km del centro y este era nuestro caso. Dimos un paseo, cenamos en la zona vieja y volvimos para el hotel porque estábamos cansados.
El lunes nos levantamos pronto, bajamos a desayunar y fuimos a coger el coche de alquiler a la oficina de Avis, que justamente estaba frente a nuestro hotel. No teníamos planeadas muy bien las etapas que ibamos a hacer así que decidimos quedarnos por los alrededores de Funchal.
La primera parada fue cabo Girao y con ella la primera decepción... por dos razones, la primera porque había mucha niebla y no se veía nada y la segunda porque están construyendo un mirador, por lo que no hay ningún sitio a donde asomarse y ver el panorama.
Después bajamos hasta Cámara de Lobos, un pequeño pueblo pesquero con encanto. En la zona del puerto hay algunos barcos y es donde los marineros secan los bacalaos. Al lado hay una calle muy típica con bares donde la gente del pueblo alterna. Cerca de la iglesia hay una playa de piedras, no nos bañamos pero nos entraron ganas por el calor que hacía.
A la izquierda del puerto (mirando hacia el mar), hay un paseo en lo alto que da a unas piscinas naturales Volvimos a coger el coche y nos dirigimos a Curral das Freiras, pasando primero por el mirador Eira do Serrado de visita obligatoria. Tiene unas vistas impresionantes de todo el conjunto montañoso que rodea a este pueblo. Nos acercamos a Curral y nos dimos una vuelta por alli, aunque creo que no merece mucho la pena.
Decidimos volver para Funchal por el mismo camino, hicimos una parada en el mirador de Pico dos Barcelos, con vistas a la capital. Pasamos la tarde allí para terminar de verlo. Es muy fácil de recorrer y se ve enseguida, especialmente me gustó una calle con las puertas pintadas en la zona Velha (vieja). Cenamos por allí y nos fuimos a dormir.