Después de un invierno de dudas en cuanto a nuestro destino vacacional en abril por fin nos decidimos por Cuba.
Cogimos los billetes para viajar del 29.06 a 12.07 con Air France desde Bilbao y via Paris.
El vuelo se nos hizo interminable, pero era de esperar y además es el precio que hay que pagar por disfrutar del Caribe!
Tan solo habiamos reservado las 2 primeras noches en el hotel Park View en la Habana (ahora me arrepiento, si volviera lo haria todo en casas particulares desde el principio)
y el resto lo fuimos haciendo sobre la marcha.
La verdad es que nuestro primer dia y medio en Cuba no lo disfrutamos demasiado, el calor en La Habana era insoportable (y siguió siendolo durante el resto de nuestra estancia en la Isla)
y tampoco estuvimos muy acertados en la elección de los lugares que visitamos.
Pero todo cambio cuando nos dirigimos a Trinidad donde pasamos las siguientes 4 noches.
Fuimos en autobus con Viazul y aunque son 5.30 de viaje no se nos hizo nada pesado, por lo menos habia aire acondicionado y no sudabamos constantemente!!
A la llegada no teniamos alojamiento reservado, asi que decidimos preguntar en una casa particular que aparecia en mi guia, pero como no tenian cuartos libres ellos mismos se encargaron de preguntar en casas de conocidos, por lo que en menos de 15 minutos vino a recogernos Benito, un señor muy majo que nos ofreció un amplio cuarto con baño privado en su preciosa casa colonial junto a la Plaza Mayor.
Durante nuestra estancia en Trinidad vimos:
- Playa Ancón: Fuimos en un par de ocasiones. Hay autobus público y taxis a todas horas. el agua estaba un poco turbia ya que las tardes anteriores habia habido tormenta.
Al atardecer las pulgas de playa atacan a todo lo que se menea, lo lei en la guia pero no hicimos caso, asi que acabamos con las piernas llenitas de picaduras.
- Parque Nacional Guanayara: aqui hicimos una excursion de dia entero. Está a unos 15 kms del famoso Topes de Collantes y tiene una preciosa cascada y una poza en la que te puedes dar un refrescante baño antes de seguir la caminata.
Resultó interesante por la gran variedad de plantas y aves que vimos, todo gracias a nuestro experimentado guia.
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- El resto del tiempo estuvimos paseando por Trinidad, viendo museos, iglesias y mercados.
Por las noches visita obligada a La Casa de la Música, La Casa de la Trova o el Palenque de los Congos Reales.
Arriba vereis una foto de la Plaza Mayor de Trinidad y una estampa curiosa: una novia camino de la Iglesia. Al parecer, debe ser tradición pasearla por todo el pueblo, ya que antes de sacarle esta foto nos los habiamos encontrado otras 2 veces esa mañana. La pobre iba tiesa tiesa....
La estancia en Trinidad fue muy tranquila y agradable, pero creo que con 3 noches hubiera sido suficiente, la noche que pasamos de más la podiamos haber empleado en ver Santa Clara, que al final no visitamos, pero en fin, las cosas salen como salen.
La casa particular fue genial, nos cobraban 20 CUC la noche y las comidas eran buenisimas, eso si, pagando a parte. Si alguien está interesado en este alojamiento que no dude en preguntarme el teléfono o dirección.
Nuestro siguiente destino era Viñales, pero para eso teniamos que pasar por la Habana de nuevo, ya que no hay autobuses directos desde Trinidad a Viñales.
hay la posibilidad de organizar el viaje en taxi, colectivo o no, pero nosotros decidimos volver a la Habana para poder hacer noche en la casa de un amigo de un amigo.
Después del viajecillo de rigor de 5 horas y pico llegamos a la Habana a la hora de comer, donde nuestro nuevo amigo Alberto nos estaba esperando con un montón de planes para lo que nos quedaba de día, ya que ya habíamos comprado los billetes para la mañana siguiente con destino Viñales.
Tras una refrescante ducha en su precioso piso de Nuevo Vedado nos dirigimos unas calles mas abajo al Gran Palenque, sede del Conjunto Folklórico Nacional de Cuba, donde pudimos disfrutar del festival FolkCuba que se celebra 2 veces al año con danzas folklóricas cubanas y de antecedentes africanos e hispánicos.
Fue una tarde para recordar, lo que vimos no tenia ni punto de comparación con los pobres espectáculos de danza afrocubana que habíamos visto en Trinidad por ejemplo, esto era autentico… todos y cada uno de los asistentes (exceptuando a los pocos y atónitos turistas) acabaron participando en el espectáculo. Sencíllamente increíble.
Aun con el ritmo de los tambores metido en el cuerpo fuimos a dar un paseo por la zona de la Catedral, pasando por la Plaza de Armas, la Plaza Vieja, y entrando en infinidad de edificios (hoteles, iglesias, cafeterías antiguas, farmacias, etc etc) que nuestro amigo cubano, como buen estudioso y amante del arte, conocía y no quería pasar por alto.
Esta es la famosa Bodeguita del Medio
Plaza Vieja
Me sentí afortunada ya que vimos cosas y aprendimos curiosidades que difícilmente se encuentran en las guías. El nuestro era un guía de lujo.
Finalmente fuimos a cenar al barrio chino, otro sitio curioso donde pasar un buen rato.
Esta fue quizás la etapa más bonita del viaje.
En un principio habíamos pensado no hacer noche en Viñales, sino coger una excursión de día entero desde la Habana, pero no sabéis como me alegro de haber cambiado de idea!!! Viñales y sus alrededores no se pueden ver en un día, merece la pena estar allí un mínimo de 2 noches, y nosotros finalmente estuvimos 4.
La casa particular en Viñales la habíamos reservado unos días antes, ya que nos la recomendaron los dueños de la casa particular de Trinidad.
La verdad es que aunque la casa estaba bien y el trato fue correcto, no estuvimos muy a gusto allí, no teníamos mucho ‘feeling’ con los dueños, cosa importante desde mi punto de vista teniendo en cuenta que convives con ellos durante unos cuantos días. Pero tampoco nos supuso mayor problema, así que nosotros a nuestro aire.
Cuando llegamos a Viñales lo primero que nos sorprendió fue que nadie nos paraba para pedirnos ni ofrecernos nada, por fin después de unos cuantos días en Cuba podíamos andar tranquilos por la calle sin repetir constantemente: ‘ No, Gracias’ o ‘lo siento, no tengo ……’ (a estas alturas ya habíamos regalado muchas cosas, desde camisetas a pintauñas)
Otra cosa curiosa es que las calles esta REPLETAS de propaganda política, en todos y cada unos de los postes y farolas podian verse carteles con diferentes mensajes.
Nos gusto el ambiente tranquilo y el aire fresco de la montaña que se respiraba allí. Antes de ir nunca pensé que en Cuba hubiera una zona tan verde y frondosa! el paisaje desde cualquier punto del Valle es espectacular siempre con los mogotes y los secaderos de tabaco de fondo.
Secadero de Tabaco
En la calle principal de Viñales (junto a Viazul) se encuentran las oficinas de Cubanacan , Paradiso y Transtur donde se contratan las excursiones y un poco mas abajo se encuentra el Museo Municipal donde también organizan salidas a caballo y caminatas.
A nosotros nos apetecía un poco de playa, así que nos decidimos por contratar en Cubanacan las excursiones de Cayo Jutias y Cayo Levisa. Por otro lado fuimos a hacer un trekking muy interesante por el valle y los mogotes con un guajiro (campesino) que de vez en cuando hace de guía ‘ilegal’
La visita a Cayo Jutias fue extraordinaria, después de hora y pico de viaje llegamos a una playa totalmente virgen con un pequeño restaurante y unas cuantas hamacas y sombrillas en un área pequeña de la playa.
Nosotros nunca habíamos visto una playa así, solo en las películas, por lo que aunque en la excursión teníamos incluido el uso de las hamacas decidimos alejarnos un poco y acercarnos más a la zona de manglares.
En total no habría más de 30 personas en todo el Cayo! Así que disfrutamos de una mañana con sol tremendo pero apacibles baños. Por la tarde hubo tormenta pero la playa aun se veía más bella con el cielo de color gris plomo y el agua turquesa!
Al día siguiente nos quedamos en Viñales para dejar descansar la piel de tanto sol y aprovechar para sumergirnos un poco en la naturaleza del Valle.
Nuestro guía, Ciro, era un campesino de 73 años, que bajo un sol de justicia nos llevo a dar un largísimo paseo alrededor de los mogotes y a través del valle.
Al principio se le veía más bien parco en palabras, pero al rato ya no había quien le hiciese callar, lo que fue de agradecer, ya que había muchas cosas interesantes que aprender. Para el final de la mañana Jon y yo estábamos que no podíamos ni con nuestra alma de cansancio y calor, y el como una rosa…….los ancianos parecíamos nosotros!
Mogote
Refugio para tifones y casita guajira
El último día fuimos a Cayo Levisa. Salimos pronto por la mañana en autobús y en Palma Rubia nos montamos en un barquito para llegar hasta el Cayo ( es el único modo de llegar).
Esta playa es un lugar precioso también, pero tiene un hotel, lo cual le quita un poco de encanto frente al estado semi-salvaje de Cayo Jutias.
Otro aspecto bastante agradable de Viñales son las noches, nosotros salimos todos los dias a dar una vuelta y tomar algo. hay un sitio bastante agradable junto a la igesia, pero depende del dia puede estar demasiado lleno, y otro un poquito mas abajo en la calle principal. En ambos hay musica en directo.