El segundo día nos levantamos no muy temprano para lo que son nuestras costumbres en los viajes. Entre otras cosas porque el desayuno no empezaba hasta las 8:30. Lo previsto era empezar con una visita a Níjar, pueblo que habíamos leído que tenían unas jarapas aparentes. Al llegar dejamos el coche y subimos hacia la parte de arriba del pueblo porque habíamos leído que su Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción era un templo del s. XVI en cuyo interior se conserva un hermoso artesonado mudéjar y una imagen de la Virgen atribuida al escultor Alonso Cano. Nuestro gozo en un pozo. La que tenía la llave la había extraviado y no podía abrir el templo. “Como se entere el señor cura la vamos a tener”, nos decía un tanto apurada. Para quitar hierro al asunto nos metimos con la señora en su tienda de souvenir y le compramos algunos recuerdos. No pudimos ver la Iglesia por dentro pero nos llevamos de recuerdo este singular rincón de Níjar:
Desde Níjar nos fuimos a un pueblo llamado Sorbas. Allí se asienta un paraje natural karst en yesos donde la acción milenaria del agua sobre los yesos de la zona ha ido formando un paisaje peculiar originando un entramado de dolinas en la superficie y cuevas subterráneas donde se han ido creando formas superficiales únicas, como los túmulos, y un espectacular universo de espeleotemas en yeso (estalactitas, estalagmitas, corales, anillos, bolas de yeso, etc.), algunos también exclusivos de este karst, y que hacen de este reducido mundo subterráneo una de las joyas geológicas de Andalucía. Así que provistos de cascos con su luz y todo nos adentramos por los subterráneos para poder admirar todas esas formaciones. La verdad es que se trata de una actividad totalmente recomendable. Para los interesados les dejo el enlace de las Cuevas Como prueba de que verdaderamente estuvimos allí ahí va un documento gráfico
Por la tarde nos fuimos a dar una vuelta por el Cabo de Gata. Otro lugar en el que la naturaleza se muestra generosa y nos proporciona vistas como las de este arrecife denominado de las sirenas
Se empezaba a hacer de noche así que nos fuimos hacia San José, nos tomamos un bocado y dimos por finalizada la jornada.