O_o
Me imagino la cara que se te ha quedado al leer esto y no tener ni idea de lo que es, es la misma que yo puse cuando Toñi me hizo la pregunta.
- ¿Una cárcava?
- Mmmmmmm
- Buena pregunta... espera que lo miro en Google con el iPhone
Da igual, el caso es que se había sacado de la manga otro palabro raro y yo no sabía que era... ¡¡Minipunto para la maciza de pueblo!!
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------- Pueblerina 1 - Madrileño finolis 0 -------
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POPURRI! POPURRI!... POPURRI! POPURRI!
Así que Toñi me llevó a un mirador espectacular muy cerca de Guadix donde pude comprobar con mis propios ojos lo que es una cárcava y alguna que otra sorpresa.
Desde Guadix se puede llegar al mirador pasando por el pueblo de Paulenca en dirección a las placas solares que están situadas al pie del mirador. Son 6 kilometros aproximadamente y se llega en apenas 10 minutos.
Aparcar el coche y seguir el pequeño sendero a pie.
En la primera parada del mirador se puede ver el pueblo de El Marchal y sus famosas cárcavas, donde luego iremos para observarlas de cerca.
De camino a la segunda parada del mirador la naturaleza nos dio ésta gran sorpresa
En la segunda parada del mirador se puede observar el Badland de Purullena.
Que es una zona árida caracterizada por el Piping (no confundir con el hobbit del señor de los anillos xD).
El Piping es un mecanismo de erosión cuyo proceso consiste en la formación de conductos tubulares verticales (túneles o “pipes”) en materiales poco consolidados debido al lavado y arrastre de sedimentos producidos cuando el agua de precipitación se infiltra en el terreno. Sucesivas infiltraciones de agua permiten la evacuación de mucho volumen de tierra, así los conductos se van haciendo más grandes e inestables favoreciendo los desplomes y así la ladera va retrocediendo y el valle ensanchándose.
Desde el mirador nos dirigimos a conocer las famosas cárcavas de Marchal.
Desde el mirador hay 6 kilometros, es decir, unos 10 minutos de coche porque son carreteras secundarias.
Iglesia parroquial de Santa María de la Anunciación
Creada en el siglo XX sobre una antigua mezquita de carácter mudéjar del siglo XVI que fue quemada en los años previos a la guerra civil.
Dejamos el coche al lado de la iglesia y nos dirigimos al Barrio Carabanchel (YUPIIII!! Algo que suena a Madrid... Madrid... Madrid, pedazo de la España en que nací... :D), donde están acondicionando y arreglando las casas-cueva antiguas y embelleciendo las cárcavas.
Se trata de un macizo arcilloso caracterizado por formaciones acarcavadas producidas por la acción erosiva del agua. Un sistema formado por movimientos de placas terrestres que provocaron el hundimiento de la zona, dando origen a una fosa tectónica. La depresión se fue rellenando de materiales, blandos en su gran mayoría como arcillas y limos. Las fuertes lluvias y los arrastres que provocan crean un paisaje de barrancos, regueras y profundas zanjas denominadas cárcavas.
Y ahora veamoslas por dentro.
Ésta es una de las pocas y únicas cuevas palomar que existen aún.
En los s. XI y XII, con la llegada de los mozárabes (árabes convertidos al cristianismo) buscaron refugio en cuevas.
Estas originarias cuevas medievales (conocidas en Guadix como Covarrones o Cuevas de Moros) poseían un fuerte carácter defensivo y constituían pequeños núcleos de población compuestos por viviendas aisladas. Según sus funciones se agrupaban en viviendas permanentes difíciles de localizar pues semejan, a menudo, grietas naturales del terreno; cuevas-refugio, que por sus dimensiones y el desarrollo de sus sistemas defensivos eran auténticos castillos; y graneros en acantilados con palomar incluido, cuya entrada era la ventana a la que se accedía por medio de cuerdas o escaleras.
Tiempo después volvimos a visitar el pueblo de Marchal y pudimos comprobar que las obras habían avanzado bastante y actualmente están como veis en la foto.
Os recomendamos que visitéis las cárcavas de noche ya que disfrutaréis de unas vistas sorprendentes gracias a la nueva iluminación que han colocado en todo éste monumento natural.
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