Enlace a la información de la ruta de este día: Ruta día 1
Salimos de Madrid y en a penas unas tres horas llegamos a Torremenga. La verdad es que no sabíamos muy bien como llegar a la casa y tras preguntar a la gente y finalmente encontrarnos con la dueña, llegamos a la casa. Realmente no es difícil llegar a la misma; tras entrar en la plaza de la iglesia por la calle real, girar a la izquierda, en el primer cruce a la derecha y en el segundo, subiendo, girar la izquierda.
Las vistas desde la casa son impresionantes, todo amplitud del valle.
La finca donde esta casa esta muy bien, llena de árboles, muy agradable y un lugar ideal para que nuestra perra corriera a sus anchas y sin peligro.
Tras reunirnos con nuestros amigos, ese día no hacemos mucho más, cenita y charla.
Al día siguiente hacemos el recorrido que teníamos previsto.
Iniciamos la visita en Cuacos de Yuste. La verdad es que esperábamos visitar un pueblecito más chulo, pero para un paseito está bien. Es un pueblo con pocos coches por lo que pudimos soltar a nuestra perra casi todo el rato.
Además compramos un embutido típico de la zona, no recuerdo el nombre exacto, algo así como tarajana o algo así... Se trata de unas tiras de carne de cerdo secas con mucho pimentón. Está muy bueno y además es curioso la textura chiclosa.
Seguimos camino al Monasterio de Yuste y paramos en el Cementerio Militar Alemán. Es curioso que un lugar así se encuentre aquí.
Seguimos camino y llegamos al Monasterio. Es impresionante. La entrada cuesta €9 y hay entrada gratuita para discapacitados. Aprovechamos que nuestros amigos se quedan con la perra y entramos. El recorrido está más o menos marcado y todo muy explicado. Muy recomendable.
El camino rumbo a Garganta la Olla es muy bonito, por la ladera de la montaña se tiene el valle a un lado. Justo antes de entrar al pueblo se encuentra la zona del río, con las "ollas", piscinas y mini-cascadas.
Como ya es la hora de comer buscamos un bar o restaurante con terraza pero no hay nada, supongo que debido a que el tiempo no acompaña mucho; así que preguntamos si podemos entrar con la perra. Nos permiten entrar sin problemas en el restaurante "La Fragua" justo en una bocacalle de la plaza mayor, en la calle del Toril, al lado del museo de la inquisición.
Dimos un paseo siguiendo un poco los datos que llevamos del pueblo. Sinceramente, también aquí me esperaba más, a pesar de que tiene zonas preciosas, también tiene muchas poco cuidadas y demasiados coches, lo que le quita encanto...en todo caso es indispensable visitar Garganta.
Como no hay mucho animo de seguir con la ruta, nos volvemos a la casa, para unos descansar y otros echar unas partidillas.