Al dia siguiente, lunes el plan iba de monasterios, primero al más famoso de Moscú y luego me iba a acercar al de Andronikov.
El primero de ellos , el de Novodevichi, es facil acercarse, a la salida del metro hay una indicación que te señala la dirección y la distancia,por lo que fue un paseo mañanero bastante agradable por un barrio residencial moscovita, observas su rutina diaria, sus pequeñas tiendas de barrio...
La verdad es que en el monasterio se respira una paz que se agradece, si bien están casi todas las iglesias cerradas, no había casi turistas ( un grupo de brasileños) y la visita fue bastante agradable, además encierra varias anécdotas historicas que lo hacen bastante interesante.
Luego me acerqué al lago de los cisnes que hay al lado, se trata de un pequeño lago con patos... pero aún asi no se estaba mal
Despues me acerqué al cementerio que se encuentra a la vuelta del monasterio, no tiene perdida porque hay muchos autobuses llenos de turistas al lado...
El cementerio es divertido y sorprendente, todo lleno de tumbas de heroes de guerra,jerarcas sovieticos, estatuas enormes, ( se supone que el tamaño de las estatuas indicaba el grado de importancia de los jerarcas), poquitas cruces cristianas...
Identifiqué la tumba de Yelsin,Kruchev y la del famoso payaso ruso de cuyo nombre no me acuerdo...
Mi próximo destino iba a ser al monasterio de Andronikov, en que momento...
La estación de metro es la de Ploshchad Ilyicha, pero al salir de la boca del metro no hay ninguna indicación, además está al lado de unas vias de tren.
El caso es vi el mapa de mi guia de viajes y comenzé a caminar creyendo que iba en la dirección adecuada, me tope con un barrio residencial de bloques altísimos en los que no habìa nada, el monaterio sabía que estaba al otro lado de las vias de tren y había un paso subterraneo, pero no conseguí encontrarlo, pregunté a dos paisanos... como si preguntaras a un marciano
Despues de andar un buen rato,ya no sabía si volverme y dejarlo por imposible o seguir, cuando vi unas cupulas que indicaban que ahí había un monasterio ,parecía que estaba al lado pero nooooo, estaba más que lejos y ademas tuve que caminar al lado de una de las carreteras de entrada de Moscú con todo el ruido y contaminación que conllevaba.
Luego supe que era un monasterio pero el de Andronikov desde luego que NO, como luego averigué viendo fotos por internet.
El monasterio en si era un conjunto de estancias y tres iglesias (dos de ellas cerradas), bastante desangelado,descuidado...
Vi a un par de monjes y varias mujeres,que me miraron con desconfianza..., intenté entrar en la iglesia abierta pero enseguida me ordenó salir un señor mayor que sería el sacristan.
A la vuelta al metro opté por regresar por otro camino intentando acortar el regreso, error, me perdí un par de veces y el calor era ya sofocante, cuando llegé al metro estaba agotado de la caminata...
Despues me dirigí al apartamento a refrescarme y a descansar y luego dimos una vuelta por el viejo arbat, se trata de una calle peatonal llena de restaurantes y tiendas, actores ocasionales,retratistas ...paseo que puso colofon a una jornada de mucha zapatilla, cansado pero contento