El jueves el despertador sonó a las ocho menos cuarto, desayuno ultra rápido en el Bohemia y dirección puerto de ibiza para coger el Barco hacia Formentera. Nosotros, al contrario de la mayoría, escogimos la empresa Aquabus, que tiene unos barcos muy pequeños que les lleva el viaje una hora, pero que son realmente mucho más agradables que los monstruos de Balearia, por lo menos para los que vamos de turismo. La única pega al barco, que son un poco informales con el horario, pues no son nada nada puntuales, pero por el resto, genial, y el trato muy muy bueno. Alquilamos la moto ya a bordo del barco, 20 euros todo el dia un scooter, y muy bien, porque para andar por la isla llega de sobra. Lo primero que hicimos fue a ver el cap de babaria, y a la vuelta estubimos en la primera playa del paraiso, cala saona. Sinceramente, espectacular. Nosotros hemos estado en el caribe, y para nosotros, Formentera está a la altura del Caribe en todas las playas siendo objetivos, y para nosotros, mejor. La única diferencia, o pero, que la vida debajo del agua en el Caribe supera a la que nos podemos encontrar en Formentera, pero lo que es playas, tanto Cala Saona, como Migjorn, como Ses Illetes, son iguales o mejores que las del Caribe.
Bueno, después de esta reflexión subjetiva, fuimos hasta el faro de la Mola, y de vuelta nos quedamos a comer en C´an Alfredo en Es Caló. Tanto las vistas como la calidad del arroz que nos comimos fueron de 10. Después de comer nos fuimos toda la tarde a disfrutar de Ses Illetes. Al caer la tarde, cogimos el barco de vuelta, vimos ganar a España contra Italia a penalties en el puerto de Ibiza, cenamos en el Central Park en la plaza detrás que hay del Paseo del Rey. Después de cenar, unas copas en una terraza y de vuelta al hotel.