Este puente de diciembre, decidimos hacer una escapadita y acercarnos al Pirineo Aragonés. Yo nunca había estado y me habían hablado muy bien de Ainsa y del Valle de Ordesa, así que me puse a la búsqueda de una habitación en algún hotel rural con encanto… y bingo! Encontramos una oferta muy atractiva y decidimos aventurarnos. Para no pillar caravanas, salimos el domingo a primera horita y fue todo un acierto!
El viaje desde Barcelona lo realizamos en coche, una parada obligatoria para nosotros (a parte de la del café) era, por motivos personales, visitar siete años después, el embalse de Barasona.
Muy cerquita de allí se encuentra Olvena, un precioso municipio enclavado en un bello lugar por su elevada ubicación desde el que se puede contemplar una maravillosa vista de todo el congosto de Olvena. Como íbamos muy justitos de tiempo, decidimos no pararnos pero en otra ocasión visitamos esta población y bien puedo corroborar que merece un alto en el camino.
Tomadas las fotos de rigor, la primera parada oficial de nuestra ruta era el Castillo de Samitier. Se encuentra sobre el margen derecho del río Cinca, en la cresta de la sierra, y al borde de una profunda garganta conocida como “El Entremón”. Su acceso es fácil: partiendo del pequeño pueblo de Samitier, unos 35 minutos a pie (con ropa adecuada), nos distancian del Castillo.
Una vez en la cima, la recompensa, más que la edificación en si, es una panorámica sorprendente e inesperada, me encantó!!!!!
Estuvimos descansando y reponiéndonos de la subidita a la cima y tomando fotos a diestro y siniestro y como ya era medio día, decidimos acercarnos a la población de Ainsa que se encuentra a escasos 15 minutos a comer.
El casco antiguo de Aínsa está declarado Conjunto Histórico Artístico y dentro de él se encuentra el Castillo. Sus calles empedradas, sus casas solariegas y sobretodo, el Castillo y la plaza Mayor, hicieron de esta visita una agradable parada en el camino. Recomiendo un paseo por las calles sin prisas y las vistas desde los restos de la ciudadela y castillo.
Como la entrada a la habitación reservada la teníamos a partir de las 16.00 horas, decidimos acercarnos la población de Boltaña (a unos 6 km. de Aínsa), de recomendada visita en las guías y rutas del Sobrarbe.
A ver, la población en si, es muy típica de la zona, lo que nos sorprendió es la paz y tranquilidad que se respiraba en el ambiente. A diferencia del resto de poblaciones visitadas, realizamos el ascenso a la cima del Castillo de Boltaña, totalmente solos, no había mas visitantes que nosotros, con lo cual pudimos disfrutar de un silencio inusual que en algún momento llegó a “acojonarme” un poquito… El acceso al castillo se realiza a través de un caminito por una montaña por el cual te vas encontrando un montón de cruces dispuestas a lo largo del camino, hasta que llegas a la cima. Si a la subida tenía un poquito de acojone, arriba fue bestial!!! No se si las fotos logran transmitir “el ambiente”, pero me pareció un lugar para llevar a cabo rituales y reuniones espirituales.. es entonces cuando leí una información contenida en un cartel que decía que debido al avanzado estado de abandono de sus ruinas, fueron terreno propicio para que surgieran historias que hablaban de brujas y aquelarres en el lugar”… en fin, el tiempo justo de descansar de la subida y salir un poquito corriendo de allí.. jeje! aunque reconozco que era un lugar curioso.
De camino a Laspuña (población en la que se encontraba nuestro alojamiento) empezaba a atardecer, gracias a esto, pudimos captar alguna imagen preciosa de las puestas de sol sobre las montañas nevadas, a medida que más nos acercábamos a nuestro destino más me gustaba.
El hotel rural en el que nos alojamos se llama “puerta de Ordesa”. En realidad es una casa totalmente rehabilitada, los dueños viven en la planta baja, el resto de plantas las tienen alquiladas y son totalmente independientes. Nosotros nos alojamos en una de las suites del ático ya que la oferta merecía la pena: bañera de hidromasaje, TV con pantalla de plasma, nevera, balcón con vistas.. y los dueños muy amables, la verdad, preciosa!
Salimos totalmente encantados. Así que después del tute de todo el día ahora tocaba descanso que mañana a primerita hora queríamos desayunar e irnos para Ordesa.
CONTINUARÁ......