Salimos a las 8, con calma llegamos hasta el hotel en este pueblecito turístico pero con turismo de calidad y no de cantidad. Empezamos a oir hablar español y esto nos indica que nuestra aventura está cerca de terminar. Dejamos todo en el hotel y nos vamos a Hossegor. Este sitio es famoso por sus tiendas outlet de marcas de ropa de estilo surf-skateboard. En Semana Santa he leído que se forman enormes colas de hasta tres horas para entrar. Yo, repito, yo lo que vi no merece la pena,pero es mi opinión.
Volvimos al pueblo, comimos unas hamburguesas y unas pizzas y nos fuimos a pasear hasta la playa. El pueblo acaba con un lago que tiene salida al mar. Playas kilométricas y salvajes. Hanna la gozó a lo grande.
Merendamos unos crepes y a recoger. Se nota que esta zona es más cara por lo que el turismo conlleva pero es una zona que no me esperaba así y que sin duda volveré a visitar.