Primera diferencia de Polonia con España: nos despertamos asustados, ya que por la luz que entra a la habitación parece que son las 12 del medio día... Nos hemos quedado dormidos!!!!!!!! No puede ser, con la agenda tan apretada que teníamos para hoy... bufff... Oye, espera, si son las 4 de la mañana!!!!!!!!! No puede ser, qué horror, la cantidad de luz que hay a esa hora, y encima, como buen pais del norte de Europa no saben lo que son las persianas...
En fin, que no hay mal que por bien no venga, y como ya no pudimos dormir casi nada, para las 8 de la mañana estábamos duchándonos... Nos bajamos a desayunar a un Café Costa que teníamos cerca del apartamento, muy caro par ser Polonia, pero bueno, ya buscaríamos otro sitio para desayunar al día siguiente.
Como habíamos traido pocos zlotys, tocaba cambiar, y para ello nos fuimos al kantor (casa de cambio) que nos habían aconsejado, uno que hay dentro de una tienda de souvenirs justo enfrente del Palacio Real. Buen cambio, 1€=4,10zlotys. Como consejo, por Polonia hay muchos kantors, unos son del gobierno, y por tanto no tienen comisión, pero otros sí la tienen, por lo que conviene informarse antes. Éste que comento de Varsovia, no tiene comisión y tiene de los mejores cambios que vimos por la capital polaca.
La idea que teníamos para la mañana era hacer un free tour. En principio queríamos hacerlo con la empresa Freewalkingtour (freewalkingtour.com/) ya que habíamos visto que hacían tours en castellano, pero no nos coincidían los horarios, así que lo tuvimos que hacer con la empresa Orange Umbrella (orangeumbrella.pl/) que hace tours sólo en inglés. No lo recomiendo mucho, ya que se hizo un poco pesado porque la guía daba demasiados datos técnicos, pero por lo menos nos valió para recorrer la zona antigua de Varsovia.
La entrada de la Ciudad vieja o Stare Miasto de Varsovia, puede considerarse que es la plaza Zamkowy:
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Plaza Zamkowy
En ella está el Palacio Real y la Columna de Segismundo. El palacio impresiona verlo por fuera, aunque como casi todo en Varsovia está reconstruído, y a las 11:15 se puede ver todos los días el toque de corneta. Nosotros no entramos a verlo, porque como era día festivo en toda Polonia, no estaba abierto.
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Palacio Real
Al lado del Palacio está la columna de Segismundo, construída en honor al rey Segismundo III Vasa, que fue quien cambió la capital del país de Cracovia a Varsovia.
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Columna de Segismundo
Al lado del Palacio Real, siguiendo la calle Kanonia, se llega a la Plaza Kanonia, donde en el suelo se encuentra una antigua campana que data del s.XVII y nunca se colgó en el campanario para la cual se había realizado. La tradición dice que dar 3 vueltas alrededor de ella trae buena suerte.
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Plaza Kanonia
Siguiendo el camino, se llega a la Plaza del Mercado del Stare Miasto (Rynek), no es muy grande, pero sí muy bonita, rodeada de casas de diferentes colores, y en el centro la estatua de la sirena, símbolo de Varsovia. La leyenda dice lo siguiente: "Cierto día, a los pies de la escarpa donde hoy se encuentra la Ciudad Vieja, salió del agua una hermosísima sirena con la intención de descansar un poco en la arenosa orilla. Le gustó tanto el lugar que decidió establecerse en él para siempre. Por desgracia, los pescadores de la zona notaron que cuando pescaban alguien agitaba las olas del Vístula, enredaba las redes y liberaba los peces de las nasas. Decidieron capturar al culpable, pero cuando escucharon la bella voz de la sirena desistieron de sus intenciones y se enamoraron sinceramente de la hermosa mujer pez; que desde entonces les amenizó las tardes con su bello canto. Un mal día la sirena fue vista por un rico comerciante que decidió atraparla. Con artimañas logró encerrarla en un cobertizo de madera. El llanto de la sirena fue escuchado por el hijo de un pescador, que la liberó al amparo de la noche y con la ayuda de algunos amigos. En señal de gratitud por haberle salvado la vida, la sirena les prometió que siempre que necesitaran ayuda ella saldría en su defensa. Y desde entonces la sirena de Varsovia, armada con una espada y un escudo, defiende la ciudad y a sus habitantes."
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Rynek
El día que estuvimos nosotros, se celebraba el día de las Fuerzas Armadas, y había desfiles militares, y exhibiciones aéreas... la siguiente foto la capté justo cuando pasaban los aviones, parecía que la sirenita estaba mandando a su ejército a la batalla, jajaja
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Sirenita de Varsovia
La única pega de esta bonita plaza, era que estaba abarrotada de terrazas, y claro no dejaban ver con nitidez lo bonita que era, pero bueno, visto desde otro punto de vista, es un buen lugar para tomarte una cerveza
De la Rynek nos acercamos a los restos de las antiguas murallas, y a la Barbacana. Actualmente es la separación entre la Ciudad Vieja (Stare Miasto) y la Ciudad Nueva (Nowe Miasto). Se construyó en el s. XVI, pero durante la II Guerra Mundial fue destruida, por lo que recientemente fue levantada otra vez
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Barbacana
En el recorrido por las murallas, nos encontramos con un monumento de esos que te hacen pensar, el Monumento al Pequeño Insurgente, recordando a aquellos niños que lucharon contra los nazis en el Alzamiento de Varsovia, en 1944:
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Monumento al Pequeño Insurgente
Acabamos el free tour, en la Catedral de San Juan, construída en el s. XV en estilo gótico mazoviano, pero la verdad que me decepcionó un poco, tanto por fuera como por dentro. Puede ser que las catedrales en España sean más espectaculares, pero ésta me pareció demasiado fría:
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Catedral de San Juan
Tras el tour, llega la hora de comer, y fuimos a descubrir nuestra primera "lechería" (mlezeny), son restaurantes que provienen de la época comunista, en la que se instauraron para que pudiera comer cualquier persona por poco dinero... En la guía lonely ponía que había uno la lado de la Barbacana, en el Nowe Miasto, y allí que fuimos, Bar Mleczny Pod Barbakanem (calle Mostowa). Comimos una sopa y unos pierogis, con un refresco de naranja por unos 4€ por cabeza. Son restaurantes un poco peculiares, primero, no venden alcohol
Tras la comida polaca, iríamos a por una de las obsesiones de los polacos, los lodys (helados)... no imaginaba que en un país del norte de Europa les gustaran tanto los helados, todo el mundo va con un por la calle, y estaban buenísimos. Los típicos son los que son de vainilla, de chocolate, o de mezcla de los dos, y además son supercremosos:
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Lody
La zona de la Ciudad Nueva, Nowe Miastro, que está en la zona del Mlezeny que comimos, no es tan espectacular como la de la Ciudad Vieja, es más, la plaza no tiene apenas nada. Sí que me parece curiosa la calle Freta, que es la calle principal que recorre esta barrio, y que está llena de casas pintorescas y de muchas terrazas. Como punto importante, estaría la casa donde nació Marie Curie, descubridora del Polonio y del Radio, donde hay un museo que no pudimos ver porque estaba cerrado. La fachada es muy curiosa:
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Museo Marie Curie
Con las fuerzas repuestas, nos alejamos un poco del centro histórico de Varsovia, y nos fuimos a ver el Monumento a la Insurección de 1944, y sólo puedo decir una cosa... impresionante, es enorme, y representa muy bien lo que ocurrió en aquel año.
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Monumento a la Insurrección de 1944
Del Monumento a la Insurrección, nos bajamos dándonos un paseo hasta el Palacio de Cultura y Ciencia. Es un edificio inmenso, que se ve desde lejos porque sobresale por encima de todos los edificios de la zona. Fue un regalo de los comunistas a Varsovia, y por lo tanto es el típico edificio comunista, vamos, una mole inmesa. Por ser regalo comunista, no gusta nada a los habitantes de Varsovia, es más, ellos mismos dicen que las mejores vistas de Varsovia se ven desde lo alto de este edificio, porque es el único sitio donde no se ve el mismo...
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Palacio de Cultura y Ciencia
Se puede subir hasta arriba del Palacio, y lo hicimos, ya que decían que las vistas desde arriba merecían la pena. El precio fueron unos 5€ (si no recuerdo mal), pero sinceramente, creo que es una visita totalmente prescindible, porque Varsovia no es una ciudad que tenga unas vistas aéreas bonitas.
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Vistas de la Ciudad Vieja desde la terraza del Palacio de Cultura
Ya estaba anocheciendo, y volvimos hacia la zona de la Ciudad Vieja, pero esta vez por la calle Nowy Swiat, que es una de las calles de la llamada Ruta Real, que es la Ruta que seguían los reyes para ir a sus palacios del sur desde el Palacio Real. Es una calle muy ancha, y llena de iglesias, palacios, monumentos, terrazas,... la verdad que es un paseo muy agradable. Además como era fiesta ese día en todo Polonia, estaba cortada al tráfico y había muchísima gente paseando y comiendo lodys... grandísimo ambiente.
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Ruta Real
Llegamos al apartamento, y descansamos un rato antes de salir a cenar. Y esta vez fuimos a la calle Podwale, al restaurante checo Podwale 25... recomendadísimo, está al lado de la barbacana, y se come muy bien, mucha cantidad y a precios bajísimos. Nos sacaron un "mix" de comida típica checa, con un litro de cerveza por cabeza, y la cuenta salió por unos 6€ por cabeza. Sitio totalmente recomendable.
De cenar, nos fuimos a la Plaza de la Ciudad Nueva a tomar alguna cerveza más, pero estábamos cansadísimos, así que en seguida recogimos y nos fuimos a dormir, que para el primer día por suelo polaco había sido muy intenso y al día siguiente teníamos que emprender viaje a Cracovia.
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