Comenzamos la mañana dirigiéndonos a Madaba, una pequeña ciudad de Jordania situada a 35 kilómetros al sur de Ammán. Para llegar allí tomamos el camino de los Reyes con una antigüedad de más de 5.000 años.
El principal motivo para visitar Madaba es su importante patrimonio arqueológico, que se remonta a la época de la Biblia. Posee unos mosaicos de la época Bizantina y Omeya. De especial importancia es el que cubre gran parte del suelo de la Iglesia Ortodoxa de San Jorge (entrada 1 JOD), construida en 1896 sobre los restos de una iglesia bizantina del siglo VI. Está formado por dos millones de piezas hechas con piedra local de vivos colores que abarca toda la región, desde Jordania y Palestina en el norte hasta Egipto en el sur. En el mismo aparecen referencias a los principales lugares bíblicos, como el centro Jerusalén y la Iglesia del Santo Sepulcro, a su alrededor aparecen el Nilo y el Mar Muerto, además de valles, montañas, pueblos y ciudades, en algunos casos detallando murallas, calles y tejados de casas. El mosaico, del año 570, tenía una superficie de 94 m2, aunque hoy día solo se conserva una cuarta parte.
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Tras la visita vimos un bar que ofertaba cerveza y, sin pensarlo y a las diez de la mañana, estábamos degustando la bebida de los frailes.
Dimos una vuelta por el pueblo viendo algunas iglesias y mezquitas.
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Entramos a la iglesia de la Virgen María, no tuvimos que pagar porque no había nadie…
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Luego marchamos hacia el Monte Nebo a 10 kilómetros al oeste de Madaba (acceso 1 JOD). Es el sitio cristiano más venerado de Jordania, por ser el lugar desde el que Moisés, tras 40 años de peregrinación por el desierto y cruzar el Mar Rojo, divisó la tierra prometida antes de morir. Para conmemorar el lugar de la muerte de Moisés se construyó una iglesia en la segunda mitad del siglo IV, ampliada a finales del siglo V y reconstruida en 597.
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Camino hacia el dead sea nos encontramos con un control de policía, les enseñamos los pasaportes y continuamos viaje.
Cerca del mediodía fuimos hacia el mar muerto a la denominada Playa Turística de Amman (16 JOD acceso) donde hay un par de piscinas de agua dulce y un restaurante.
El mar muerto tiene unos 800 km2 de extensión. Está entre Jordania e Israel, flanqueado a un lado por montañas y al otro por las colinas de Jerusalén. Fue cuna de al menos cinco ciudades bíblicas: Sodoma, Gomorra, Adama, Seboim y Segor. Este lago está situado a 400 metros bajo el nivel del mar y posee una salinidad del 34%, casi 10 veces más que la media en los océanos de la Tierra. Debido a esta alta salinidad el cuerpo flota sin tan siquiera intentarlo, convirtiendo un baño en sus aguas en una experiencia increíble que no hay que perderse.
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Este día el calor era agobiante, incluso dentro de la piscina teníamos calor. Ahí comimos en el buffet que dispone el recinto. A pesar del caloret, vimos a muchas mujeres vistiendo completamente de negro, con guantes en las manos y cara tapada…Otras se bañaban con toda la ropa de color negro y encima se echaban barro en la cara…
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Y como no, nos hicimos las típicas fotos flotando. Cuando sales del agua la piel está súper suave. Estas aguas son ricas en magnesio, sodio, potasio y bromo, entre otros minerales, y son conocidas desde hace más de 2.000 años por sus poderes curativos y sus cualidades terapéuticas, Herodes el Grande y Cleopatra se bañaron aquí.
Hay que tener cuidado que no os caiga agua en los ojos para que no escueza y si algunos lleváis alguna herida os aseguro que picará y mucho!!!. Y ni se os ocurra depilaros para ir allí Yo probé un poco de agua con un dedo y estaba muyyyy saladita. Recomiendo que no la probéis, el sabor que deja no es agradable
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