Por la mañana fuimos a la playa de Split, estaba muy limpia, transparente, se podían ver miles de peces sin bucear. Por la tarde fuimos a la ciudad y qué decir de Split, es curioso ver como lo que era un palacio ahora es una ciudad, a trozos se ven restos del palacio, entre las casas… Hay una figura que representa a Dios y puedes tocar su pie para que te de suerte. El paseo marítimo está lleno de puestecitos. Es una ciudad que en un paseo se ve, no es nada del otro mundo, pero es curiosa y de noche tiene su encanto.
Y allí dejamos el coche en el aeropuerto de Split, para coger el avión vuelta a Barcelona... Con nuevos sitios recorridos, muchas experiencias y la maleta cargada de anécdotas positivos. Recomiendo Croacia 100%, enamora.
Y allí dejamos el coche en el aeropuerto de Split, para coger el avión vuelta a Barcelona... Con nuevos sitios recorridos, muchas experiencias y la maleta cargada de anécdotas positivos. Recomiendo Croacia 100%, enamora.